Fue un buen ejercicio eso de no crearnos tantas expectativas
sobre este capítulo porque lo que Bryan Cogman hizo con El León Manco y su
protectora estuvo desmesuradamente bien. Tres escenas cada una con valor
propio.
Lo cortés no quita lo
valiente: La hora de Bolton
Comenzamos con la llegada de Locke y sus 88 Maniáticos, que
siguen tan anónimos como se merecen, a Harrenhaal. La escena fue brevísima,
pero demostró el poder de Roose Bolton como personaje.
Locke arrastra a Marimar y su Perro Pulgoso hasta los pies
de Su Señoría. Con suma crueldad entierra la ya desbaratada nariz del
Matarreyes en el fango. Cuando Jaime se pone de pie es un sauce llorón
sobreviviente de un huracán, el lodo gotea de sus mechas como carámbanos. Bolton
lanza la famosa frase “Parece que habéis perdido una mano”, pero es Locke quien
la termina y su amo termina expulsándolo a él, a sus esbirros y a la ofensiva
mano a otro lado. Espero que pongan a Locke a limpiar las letrinas. Bolton
inmediatamente brinda su protección caballeresca a La Doncella de Tarth que se
guarda de cantarle de cómo sus hombres la atacaron.
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(peliculasgratis.com) |
Me quedó obvio que Bryan Cogman creó un Jaime completamente
derrotado, incapaz de un chiste o de un sarcasmo. Por eso fue una sorpresa que
de esa cascada de fango saliera una voz cavernosa pidiendo noticias de Desembarco
del Rey. Fue evidente para todos los presentes (la mirada de soslayo de Brienne
estuvo impagable) que preguntaba por su mujer. Mi pobrecito Jaime, ¿todavía te
preocupa esa pécora?
Lord Bolton se toma
su tiempo en responder eligiendo con cuidado y cierto sadismo (recuerden que es
el padre de Ramsey) sus palabras para asustar al prisionero y luego
tranquilizarlo. “Vuestra hermana está... ¿Como podría decírselo?...Vuestra
hermana está… sana y salva”. La emoción derriba al Matarreyes que termina de rodillas aferrado a La Doncella. Bolton reconoce
el mal estado de Jame y ordena que lo atienda Qyburn. Y por fin descubrimos que
el tal Qyburn es un Maestre con conocimientos médicos. ¿O no?
Aunque breve esta escena les quedó pintada. Bolton dominó
toda la acción. Opacó a Locke y demostró quién es el amo. De paso se vio muy en
control tanto que pudo darse el lujo de ser un caballero. Lo cortés no quita lo valiente. Aunque solo dijo
tres palabras, Nikolaj Coster Waldau inició lo que sería un verdadero
despliegue de histrionismo y que duraría incesantemente toda la noche. Mijo, si
no te dan el Emmy, es que son parientes de Locke.
En manos de Qyburn
De nuevo, la escena fue más corta, pero no menos efectiva,
que en el libro. Qyburn se ofrece a cortarle el brazo al Matarreyes para evitar
la gangrena. Jaime le aprieta el cogote con la fuerza y celeridad de un Dracula
despertado del sarcófago. Por fin descubrimos que todavía queda algo del
espíritu Lannister dentro de ese pobre cuerpo torturado. Jaime nota la ausencia
de la cadena en el cuello del médico. Con aire de disculpa, Qyburn explica que
sus “experimentos” no parecían estar muy de acuerdo con la naturaleza de un
Maestre y La Ciudadela lo despojó de su cadena. Jaime no hace más pregunta
porque luego que zambullen su muñón en vino hirviendo, aúlla como descosido.
Como en el libro, Jaime se rehúsa a tomar opio, pero no bebe vino. Obvio que
Bryan Cogman desea que Jaime se comporte estoico como Míster Macho y sea heroico
hasta el final.
Lo que escuchó la
tina de Harrenhaal.
Vemos a Brienne (a la que parece tocó El Señor de La Luz
porque se ve bonita) flotando en una gigantesca tina con la gracia de Claudette
Colbert en “Cleopatra”. Aparece Ser Pulgoso que después de que algún lacayo
anónimo lo desnuda se mete, pulgas, mugre y todo en la fuente de La Doncella. Brienne
se incomoda, y se acurruca púdicamente en un rincón de la tina-piscina.
Notemos los cambios con el libro. Jaime despide al criado
pero se guarda su comentario burlesco. Este Jaime no es amigo de los dobles
sentidos ni de los chistes picarescos. Tampoco, ya en el agua, lanza puyas
sobre la fealdad de Brienne. Este Jaime no es ofensivo con las damas. Se nota
que cambiaron de escritor. Si, la acusa
de no haber sabido proteger a Renly. Indignada, Brienne se pone de pie.
La audiencia tiene un close-up de su
bien formado trasero, pero Jaime ve algo más interesante.
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(guyism.com) |
Confieso que me pasé esa escena escrudiñando las reacciones
del Matarreyes al desnudo de Bri. Pero me distraía esa especie de
fanal/crisálida de mariposa que flotaba sobre el agua (mi mente puerca le vio
hasta aspecto de condón ). Finalmente la identifiqué con el muñón. En
entrevista a TV Guide la semana
pasada Nik dijo que ese era un brazo falso (a lo Johnny Depp en “Once Upon a
Time in México”) y que el verdadero “lo tenía amarrado en el culo” (palabras
textuales).
A él lo vi mirar fijamente a Brienne y luego bajar los
ojitos. ¿Estaba avergonzado o lo preocupaba algo que se movía bajo el agua?
Pide disculpas, Brienne se tranquiliza y se hunde en la pileta abrazándose las
rodillas. Ahí Jaime comienza su espeluznante relato. Me detengo en las miradas
de Gwen. Primero mira hacia el costado preocupada. Es como si quisiera huir del
baño, pero no quiere que el vuelva a verla desnuda (eso no está en el libro,
pero es totalmente Brienne), hay un dejo de impaciencia en su cara, como un “Ya
no aburras”. Y de pronto algo la despierta, vemos interés en sus ojos, luego
horror, lástima, al final hay lágrimas retenidas. Se nota en su voz cuándo le
pregunta por qué no hizo pública su heroica acción.
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(rickey.org) |
En cuánto a NCW, me he quedado sin palabras. El tono cansado
con el que da inicio a su monologo, la angustia que acelera sus palabras a
medida que los recuerdos se le vuelven inaguantables. Y ese quiebre casi
sollozo al recordar el dilema en que el maldito Rey Loco lo puso, requiriendo la
cabeza de su padre. Gran idea de Cogman de enfatizar que lo que colmó la gota
del cáliz del Matarreyes fue esa exigencia de parricidio como prueba de lealtad.
Incluso el hacerle esa pregunta a Brienne ¿Qué hubiera hecho ella si Renly le
hubiera reclamado la cabeza de Lord Selwyn? Aunque no está en el libro, la
frase le quedó perfecta.
Y entonces ese desmayo, completamente normal en un hombre
que ha soportado solo vejaciones hace días y que ahora está agobiado por
recuerdos dantescos. Y Brienne como una sirena está en un segundo a su lado
sosteniéndolo en sus brazos (ay, yo creí que le besaría la frente). Grita
pidiendo ayuda, pero usa el nombre equivocado. Y Jaime pide un reconocimiento,
que lo llame por su nombre. ¡AAAAHHHHHH!
El uso de la iconografía religiosa continúa en el aspecto de
Ecce Homo de Jaime, y en esa escena que es una Pietá acuática, pero también me
recordó otro mmento. La muerte de Renly y como Brienne solo pudo abrazarlo en
ese momento agónico.
La he visto tres veces y todavía no me canso. Como
no me cansa leer reseñas y comentarios de todos los que se han enamorado del
Matarreyes, de Brienne, de su relación. Eso compensa cualquier torpeza pasada
en esta, la mejor serie de la televisión moderna.
Ultimo favor. En esta entrevista que publicó
Juego de Tronos Argentina, Gwen dice lo siguiente:
Christie: El momento del desnudo es
todo un desafío para ella. En ese momento se da cuenta del poder de su
femeneidad sin su armadura, sin el combate, sin matar a nadie, mientras es tan
distinta a ese hombre, con quien tiene una relación tan compleja. Él la salvó
de ser brutalmente violada y ella todavía no puede entender por qué. Y él la
presiona en ese momento. Entonces, cuando ella se incorpora desnuda frente a
él, está enojada. Logra superar sus inseguridades sobre su femeneidad,
vulnerabilidad y género, y en ese momento se da cuenta no solo del poder que
significa ser mujer, si no de quién es ella como mujer. Es un momento muy
intenso.
¿Cómo interpretan sus palabras?