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jueves, 11 de abril de 2013

Lectores y No-Lectores: a todos nos trae confundidos esta Tercera Temporada de Juego de Tronos.



Comienzo diciendo que lejos de mi ánimo está el impedir que “Juego de Tronos” siga teniendo el rating o los espectadores que tiene. Sigo siendo tronera de corazón, pero mi espíritu crítico me obliga a ver errores reparables, pero evidentes, en esta Tercera Temporada. Para no ser una voz en el desierto, me apoyo en la opinión de un seguidor de la serie y no de los libros, cuya perspectiva ha recogido el sitio Juego de Tronos. Com.Ar.

No tengo que decirles cuanto amo la saga de George. R.R. Martin. No tengo que confirmarles que amé la serie antes de leer Canción de Hielo y Fuego. Este blog respalda mis palabras. Pero si de algo se aprecia la serie es de sus capítulos dinámicos, sus escenas pletóricas de acción aunque sean solo a base de diálogos, y sus parlamentos memorables. Ni que hablar de ese magnifico elenco que ha sabido retratar y dar vida a los complejos personajes martinianos.



Desde la primera escena con los Caminantes Blancos despedazando a la Guardia Nocturna hasta la resurrección de Daenerys y el nacimiento de sus dragones, “Juego de Tronos”  fue una experiencia mesmerizante que atrajo adoradores y críticos a la obra de Martin y a la serie de HBO. Incluso en las escenas inventadas  y agregadas que Weiss&Benioff consideraron necesarias para informarnos sobre  personajes que en el libro no resaltaban tanto (ej. Matarreyes, Sam Tarly, Ser Jorah)  se sintió el respeto por el hilo argumental de la historia.

Choque de Reyes es para mi la más floja de la saga, pero la serie supo darle buenas dimensiones, y los últimos dos episodios tuvieron ese efecto hipnotizador al que nos tiene acostumbrado” Juego de Tronos”. Incluso decisiones como cambiar los motivos de Daenerys para visitar y destruir la Casa de los Eternos, reemplazar las víctimas de Jaqen H’rgar, y adelantar la fuga del Matarreyes y Brienne ayudaron a optimizar y dinamizar la trama. Todas estas virtudes que enumero tienen nombre y apellido: David Benioff y Daniel D. Weiss, pero parece que Los Arcángeles se han dormido sobre sus laureles esta temporada.

No los voy a aburrir más con mis plañideras quejas sobre como la serie no ha dado la talla  en su adaptación de la Tormenta de Espadas, la mejor entrega de la saga. O de cómo la trama se está deshilvanando de unamanera  desorientada, desatinada y desvirtuada. Cedo la palabra al anónimo pero sagaz “No Lector” quien comienza con una oportuna  pregunta: “¿No se supone que la serie nos debe dejar enganchados semana tras semana?” La verdad desconozco la respuesta. Debería ser afirmativa, pero HBO suele ser  insonsistente en la entrega de cliffhangers. El primer capitulo terminó en un estruendo con la fase icónica “las cosas que hago por amor” y Bran volando por los aires. Los finales de temporada han sido apoteósicos, pero los episodios no suelen terminar en algo magistral, y rara vez inicia la próxima entrega en el punto en que quedó.



Sin embargo, el primer cap. de la Tercera Temporada tuvo un final sonoro y que deja con ganas de ver más: el ataque de la niña bruja, la muerte de la manticora y la presentación de Ser Barristan Selmy. Pero como notó No-Lector ninguno de ellos apareció en la segunda entrega. Aun peor, y aquí me inmiscuyo, ninguna escena del segundo episodio tuvo la carga de emoción e intriga de ese final.

El No-Lector es consiente que hubo escenas más impactantes en el segundo que en el primero, pero añade que en temporadas anteriores ocurrían cosas más emocionantes en cada capítulo y admite que ese estilo que parece querer seguir HBO esta temporada podría cambiar e incluir cliffhangers que “nos dejaran con la boca abierta frente al televisor”. Concuerdo con él cien por ciento.

Al No- Lector le ha gustado lo que han hecho con Arya. Obvio, porque no sabe de la existencia de Harwin o que según Martin, Arya se reencuentra con El Perro como respuesta a una oración. A mi me parece que no aprovechar escenas que empoderecen a Arya hace lo contrario, la disminuyen.


 ¿Qué hizo Vanessa Taylor con la chica? Contarnos desde el principio del episodio que es una tonta que desperdició la oportunidad de trae la paz a Poniente; que es una majadera a la que Thoros desarmó ´de un espadazo; y que se asusta tanto al ver al Perro borracho y prisionero que sale corriendo como conejo. Olvidémonos de los libros, esta Arya es mucho más torpe y débil que la que mató al chico que pretendió robarle Aguja, que salvó a Gendry y que engañó al mismísimo Tywin Lannister, y todo eso ocurrió en la serie.

(persephonemagazine.com)


No-Lector también termina de confirmarme que con sus chambonadas, Los Arcángeles han permitido el asesinato como personaje de Sam Tarly. Y por ultimo destripa la Danza de Espadas.  Como lectores sabemos que este capítulo contenía una mega escena de acción y que entre Taylor y Daniel Minhan se las arreglaron para convertirla en, como la describe No-Lector, “la pelea de espadas más aburrida de la serie de historias medievales”.

(persephonemagazine.com)
 ¡Ay No- Lector, cómo quisiera que leyeras la descripción de Martin de la verdadera Danza de Espadas! Cómo quisiera poder decirte que te equivocas, que Brienne no es lenta, que no es culpa de la armadura que se mueva tan pesadamente. Cómo quisiera recordarte que La Doncella vestía la misma armadura en “Valar Morghulis” y eso no le impidió matar a tres con la misma velocidad que me toma aplastar tres hormigas.



La opinión de  No-Lector  es  un eco de muchas criticas que he escuchado sobre este capitulo en el cual tantos amantes de la saga teníamos cifradas nuestras esperanzas. Lo que ocurrió tiene dos nombres y apellidos: Vanessa Taylor y Daniel Minhan. Qué diferencia si Alan Taylor, Neil Marshall (Blackwater) o el gran Brian Kirk, quien dirigiera el duelo Stark-Lannister, hubiesen estado a cargo de la dirección de este episodio. En cuanto a guionistas, solo Weiss&Benioff (y por supuesto Martin) deberían encargarse de escribir los guiones, sin dejar que diletantes estropeen el espíritu Martiniano y atropellen el de los personajes.

lunes, 8 de abril de 2013

Dark Wings, Dark Words: un oscuro capítulo que necesitó de la luz de R’hllor.



Fue un capítulo oscuro en muchos sentidos, confuso y desigual. Lo grave es que tuvo todo para ser un episodio épico  y no anduvo ni cerca. Se notó la ausencia de las manos de Weiss&Benioff y la inexperiencia de Vanessa Taylor. Vamos a tener una semana para destripar ese episodio, incluso (en mi caso) verlo un par de veces más, pero ya me entró la incertidumbre de que sea una señal de que hasta a “Juego de Tronos” lo alcanzó la Maldición de La Tercera Temporada.

Tenia mis reservas sobre encargarle a Vanessa Taylor el guion de un capítulo tan crucial, pero  sus esfuerzos pasados (“Los Viejos Dioses y Los Nuevos” y “Jardín de Huesos”) me habían resultado gratos, sobre todo esa magnifica escena en que El Perro rescata a Sansa. Tenía dos cosas claras sobre ella, es amiga del gore (torturas en Harrenhaal, decapitación de Ser Rodrick) y es Team Bran. Ambas cosas resultaron patentes esta noche, en su breve interrogatorio-tortura de Theon y en las escenas del pequeño Stark, lo mejor de la velada.

Bueno, al mal paso darle prisa. Comencemos por lo obvio.

(melty.es)

El retorno de Theon: Apareció, lo torturaron y se consiguió un aliado en menos de cinco minutos. El gran  defecto de este capítulo fue la velocidad y brevedad de cada escena. Después de prometernos menos viñetas, volvieron a un formato antiguo, pero recargando sus bemoles. En vez de hacer las escenas más dinámicas, las volvieron imprecisas. Ocurrió con la historia de Theon. Me imagino lo desilusionados que estarán quienes añoraban ver largas escenas de tormentos de inquisidores. Aquí a Theon le destrozaron el pie con una bota y le clavaron algo punzante en una mano. Lo peor del kafkiano interrogatorio es  que la victima no sabía ni el motivo de la tortura ni qué debía responder. Al final  a Theon le ha salido un defensor, un barrendero que dice ser enviado por la hermana. No tengo que poner SPOILER para decirles quién es el barrendero ¿no?

Un exceso de sobreexposición: Shae fue a pedirle a su León que protegiera a Sansa de los acosos de Meñique, pero terminó sumida en un ataque de celos cuando El Gnomo describió a Sansa como” bonita”. Perfecto. Shae,  llena de celos cuando su ama le quite al enano, lo traiciona. Fin del cuento. ¿Estarán pagándoles poco a los guionistas que salen con soluciones tan pueriles?

Frases para el bronce: “Nadie inteligente confiaría en Meñique” (Tyrion). Jaa, uno listo en Twitter recordó que Ned Stark si confió en Baelish.
“Hay gente que siempre necesitará ayuda. Eso no significa que no merezcan que los socorran". (Meera Reed).

Frases que se echaron de menos. “Me descubrieron castigando a mi mujer” (Jaime) y la charla “de Matarreyes a Matarreyes” sobre como murió Renly.

Encuentro con antiguos personajes: Por supuesto que me encantó ver nuevamente a Sandor Clegane, pero la escena estuvo tan atropellada que no alcancé a disfrutarla. Primero estamos en el bosque, luego en una taberna. ¿No que La Hermandad es una banda de forajidos clandestinos? ¿Qué hacen ahí cenando en un espacio público? Y de pronto irrumpe un bulto en la sala como en un espectáculo  de títeres y resulta ser El Perro. Reconocimiento mutuo entre Hound y Thoros ¿de dónde se conocen?

¿Y qué pasó con Syrio Forrel?: Otra escena torpísima fue cuando en la taberna Arya, para probarle a Thoros que sabe manejar la espada, saca a Aguja y lo enfrenta. De un solo mandoble el sacerdote rojo la desarma. ¿No recuerda Arya nada de las lecciones de Syrio? Y una muestra de ingratitud fue decir que la habían entrenado “sus hermanos”. ¿Qué había de malo en recordar al Braavosi?

Nuevos personajes: Orrel: Apareció un segundo, puso ojos de huevo y dijo que veía “cuervos muertos”. Impresionante.

Thoros de Myr: Me gustó el actor, pero la caracterización me resultó un poco orientada hacia el “bronnismo”, y ya tenemos un Bronn.  No pude asociarlo como un hombre que resucita gente por amistad o el amable anciano que atiende a Brienne en Festín de Cuervos. Y su encuentro con Arya fue desastroso. Si pensamos que desde el comienzo ha habido una ristra de hombres dispuestos a ayudar a Arya (Ned-Syrio-Yoren-Gendry-Jaqen –Tywin) Thoros sería el primero en romper ese eslabón lo que ya lo hace negativo.

Lady Olenna: La Reina de Espinas con ese tocado tan complicado, parecía la momia de Carlos, El Temerario, pero cuando abrió la boca reconocí a la Señora Peel. Muy simpática Olenna, muy parecida al libro, pero con esas quejas sobre su familia (hasta mencionó los pedos de los Tyrrell) y su insistencia en que le sirvieran el queso antes que los pasteles efectivamente me recordó a Lady Violet de “Downton Abbey”.

Los Reed: No sé por donde comenzar.  Lo más elogiable de esta entrega fue esa aparición misteriosa y sobrenatural de los hermanitos videntes. Primero ese sueño conmovedor en el que Bran oye a su padre, recuerda a sus hermanos y revive el tiempo en que tenía uso de sus piernas. Por primera vez sentí rabia contra Jaime por haber lisiado a esta criatura llena de posibilidades. Enseguida el sueño es interrumpido por la aparición de Jojeen que le explica al soñador que no puede matar al cuervo trilocular porque el ave es el mismo Bran. Ahí ya tenemos claras todas las facultades “wargianas” de Bran.

(forbes.com)

Yo conocía a Thomas Brodie-Sangster de “Nanny McPhee”, pero ha crecido mucho. Se ha convertido en un joven atractivo y de buena voz. En cuanto al personaje  de Jojeen, en un mundo en que todos se apuñalan por la espalda y todos juran por el poder de la fuerza bruta, él camina por peligrosos bosques sin armas. Cierto, tiene una hermana-guardaespaldas (Ellie Kendrick a la que no puedo desasociar de la imagen de Anne Frank), pera tal vez Jojeen tenga dones más poderosos que una espada y tal vez la gran Meera cuida a su hermano porque es tan valioso que hay que cuidarlo.

No pude evitar comparar esa escena con la protección que ofrecen, niegan (y finalmente les es impuesta por Mormont)  los Guardias al Hermano Sam. Ultima palabra sobre los Reed (y hay mucho que decir) es confortable ver unos hermanitos que no se golpean (como los Targaryen), no se insultan (como los Greyjoy) o no follan en los rincones (como los Mellizos Atorrantes)

Un toque realista innecesario: Con ese escape tan prodigioso de Harrenhaal, era de cajón que Gendry al menos inquiriese sobre la intervención de Jaqen. En conversación a media res, mientras el trió fugitivo cruza otro bosque, Arya les cuenta sobre las tres ofertas de Jaqen y Gendry le cae a regaños por haber malgastado esas oportunidades “Pudiste haber matado al Rey Joffrey”. Cierto, Gendry, pero eso ya es pasado y sonó tonto que le reprocharan a estas alturas a Arya haber malgastado el regalo del Dios Rojo.

(forbes.com)


Volvimos a foja 0. Después que Jaime se quedase sin palabras ante la carnicería que hizo Brienne de los soldados Stark, pensé que la relación entre ambos cambiaría. Pero me equivoqué. Siguen las ofensas, las manipulaciones, y de milagro que no la orinó encima (sinceramente, ¿teníamos necesidad de ver al Matarreyes haciendo pis?). A propósito ¿Por qué anda tan enojado este Atorrante? Al fin y al cabo, Lady Stark lo liberó, lo salvó de la ira de Lord Karsarck, y lo mandó de regreso a casa y al coño de su peliteñida hermana. En cuanto a Brienne, no ha hecho más  que protegerlo. Los Jaime-haters me dirían “lo hace porque es MALO” Oh, recién me doy cuenta que Jaimito es malo.

Hijo de León nace con pulgas: Y recién me doy cuenta a quien salió tan mierdita el tal Joffrey. Por primera vez reconocí en el engendro caligulesco rasgos de la personalidad de su atorrante padre. Descubrimos que ambos son homófobos y Jaime con ese comentario de los lujos que había gozado y los criados que siempre tuvo poco menos que le dijo a Lady Brienne que era una plebeya zaparrastrosa. Oye, niño, que a La Doncella no la criaron en ningún chiquero.

Factor misógino: ¿Cuál fue el mensaje de esta noche? Pareciera ser que las mujeres  deberían confiar más en sus cerebros (como Maergery) que en espadas. Arya hizo el oso con Thoros, a Osha la desarmó otra chica armada y aunque Brienne le dio una tunda a Jaime, en el terreno de las palabras él la venció. La noche fue una seguidilla de escenas de mujeres humilladas. Arya perdió su espada, Brienne tuvo que oír a un rufián ningunear su aspecto físico, invadir su intimidad romántica y cuestionar sus servicios laborales. Hasta Cersei fue puesta en su lugar por el patán de su hijo.


(neogaf.com)

Fue una noche de mujeres angustiadas. La pobrecita Sansa tuvo el respiro de poder al fin quitarse la mascara, pero enseguida se dio cuenta que las Tyrrell son lindas y simpáticas, pero como toda dama de Poniente deben doblegarse ante la voluntad de los varones.  Me preocupó la nueva maniobra de Margaery para meterse al Rey en su bolsillo. Peligrosa, jugó con fuego. ¿Qué tal si Joffrey hubiese querido demostrarle cuan realmente doloroso es el sexo anal? Pero la que me rompió el corazón fue la pobre Catelyn. Ya no le pueden cae más desdichas encima. Se me humedecieron los ojos cuando le pregunta a Robb si tendrá que usar grilletes para asistir al funeral de su padre.

(au.ibtimes.com)


¿Por qué es políticamente correcto insultar a los gordos?: Entiendo que no tuvimos el placer de contar con la presencia de Vago Hoat porque podría ofender a los seseantes;  que se sientan inseguros ante la corrección política del término “Moza”; que la discriminación anti-gay deba venir solo de la boca de criminales Lannister; pero ¿quién dio permiso para burlarse a destajo de la minoría obesa? No solo la Guardia Nocturna admitió que Sam es un peso muerto y pesado que los incomoda, los de la Hermandad la emprendieron contra el inofensivo Hot Pie.

Qué demacrada se ve (shotpix.com)


El discurso de Cat: Junto a las escenas de Bran, fue lo mejor de la noche. Me gustó que se confesara con su nuera, me gustó esa tirantez entre ambas, esa timidez de parte de la enfermera que nunca se había mostrado tímida. El discurso me pareció muy en personaje. Sabemos el odio que Cat siempre ha sentido hacia Jon, pero también conocemos su nobleza y sensibilidad. Una mujer maternal y compasiva no puede dejar de conmoverse ante un bebé enfermo y los remordimientos la llevaron a hacer promesas que no cumplió. Ahora ante la posibilidad de haber perdido (de diferentes maneras) a todos sus hijos, surge en ella el temor supersticioso de que tal vez sea un castigo kármico. Todo es va muy bien con el carácter impulsivo, y apasionado de esta dama.

Personajes que voy a extrañar.
   1. Harwin: Fue tan tierno ese encuentro con Arya, la desesperación con la que ella suplicaba que la reconociera. Fue una manera de Arya de recobrar su identidad. Eliminar ese factor fue una gran pérdida. Que Thoros sepa que Arya es una Stark solo significará que querrá cobrar rescate.
  2. Los Titiriteros. Sádicos y monstruosos también eran pintorescos y divertidos. El tal Locke no me lo pareció. Además hay una gran diferencia entre encontrarse con gente que una vez fue vasalla de los Lannister que con los hombres de Bolton que son leales al Rey del Norte. Y no creo que tengan el mismo interés en Brienne que tendrían los titiriteros.

Personaje más gruñón de la noche: Lord Karstack. La semana pasada chillaba por la huida del Matarreyes, ahora está en contra de la Reina Talisa. Me parece que esa cabeza rodará pronto.

Pequeña venganza de Lord Bolton: El año pasado, Talisa interrumpía cada vez que Roose estaba con Robb, ahora le tocó a Su Señoría ser mal tercio e interrumpir los arrumacos de sus reyes.

Lo mejor y lo peor de la Danza de Espadas: ¿Lo mejor? El modo en que Jaime consigue una espada. Tal como los niñitos malcriados que, cuando se cansan de que las mamis los arrastren por el Mall,  se desploman en el suelo chillando; el Atorrante simplemente se dejó caer en el puente quejándose de los callos, de las botas, de que nunca había caminado tanto (oigan  es un soldado, no una nena de kínder) y cuando Bri se le acerca,  ¡Pam que te quito la espada, Moza Pava!


Lo peor: alguien  en Asshai la describió como “demasiado limpia”. No pudo decirlo mejor. En el libro la pelea comienza como un duelo para ver cuál es mejor espadachín, pasa a ser una lucha vital, y acaba en un match pugilístico de patio escolar en que ya no se usan espadas sino puños y pies y en que ambos descargan toda su frustración sobre el rival. Aquí, en cambio tienen una pelea muy deportiva, en que nadie sale herido y no queda claro por qué Brienne  venció a Jaime. Si es que efectivamente lo venció, ya que el nunca perdió la espada  y muy bien pudo levantarse y seguir luchando. Aunque me gusta la teoría de The Hollywood Report de que Brienne tuvo un doble desafío, desarmar al atolondrado y no hacerle daño, que esas fueron las ordenes de Lady Cat. Si es así, chapeau Bri. Eres santa de calendario, paciente y como los lobos de Kipling capaz de cargar un huevo en el hocico sin romperlo (en este caso es un “huevón”) y ya te quisieran muchos como servidora.

¿No ven que ni se parece? ¡Devuelvanme a mi Matarreyes!(1337x.org)


¿Dónde quedó mi Matarreyes?: Mi gran lamento de la noche es que no fue ninguna experiencia erótica volver a encontrarme con mi Sol y mis Estrellas. No sé donde lo escondieron porque hasta la cara le cambió y se pasó de cargante, de odioso, de atorrante.  Jack Sparrow, se volvió un  Dr. House, el tipo de persona que tuerce las mentiras para hacerlas parecer verdades que duelen. Yo que fuera La Moza y lo ahogo antes de subir al puente. Ahora, yo que fuera La Moza y me uno al Team Bolton para torturarlo. A ver, calma Malena, entiendo lo que hacen. Nos lo ponen muy malo para que luego nos sorprenda más cuando se vuelva bueno. Pero aunque Jaime sea un “oink” en el libro, no es el asesino implacable que han mostrado en la serie. Les perdoné la estocada a Jory, porque fue en el fragor de una batalla. No les hice mucho caso a las críticas de la Reina Estelwen que el convertir a Jaime en un asesino de primos desvirtuaba y envilecía al personaje. Pero esto de que a cada pobre mendigo que se le cruce por el camino haya que escabecharlo para que no lo delate, suena excesivo. Un hombre tan sanguinario no puede proteger a Tyrion, sufrir por la Reina Rhaella ni ser el salvador de una ciudad.