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domingo, 23 de septiembre de 2012

Hermione Granger y la Fiebre Anti-Harry Potter



En 1999, Harry Potter y La Piedra Filosofal coronaba las listas de los más vendidos en USA. Ese mismo año, tres padres de Michigan conseguían que una biblioteca escolar prohibiese el acceso de ese libro a sus estudiantes. Iniciaba así la guerra entre la religión organizada y la novela de Rowling a la que se acusaba de promover el paganismo y de exaltar el aprendizaje de la nigromancia. Pero en un momento en que todos los medios de entretenimiento masivo homenajeaban los usos de la magia ¿por qué seria Harry Potter la  causa de tal repudio?  ¿No seria por su retrato de niños magos estudiando ciencias ocultas?  ¿O por la peligrosa idea de una niña normal (muggle) que abandona el hogar para convertirse en hechicera?

blghogwarts.com


Los sucesos de Michigan iniciaron una ola anti-Harry Potter. Ese mismo año trece estados de la Unión Americana vieron a padres, apoyados por el  clero local, oponerse a que sus hijos  leyeran una historia que iba en contra del principio cristiano de rechazar la hechicería. En el primer año del Siglo XXI, una biblioteca publica de la Florida comenzó a dar premios (eso es común en mi profesión para motivar a los niños a leer) a los lectores de Harry Potter. El acto originó que los padres demandasen al Sistema de Bibliotecas Públicas de la ciudad arguyendo que mejor dieran premios por leer la Biblia. La biblioteca optó por no dar más premios a los lectores de las aventuras del niño-mago.

(loveandlemonpeels.wordpress.com)


Aun así, las demandas en contra de bibliotecas y sistemas escolares aumentaron y no solo en Estados Unidos. En una escuela cristiana de Kent, Inglaterra, se prohibió la lectura de la saga, lo mismo ocurrió en escuelas en Canadá y Nueva Zelandia. Vale decir que todas estas medidas han provocado airadas protestas de padres y alumnos que apoyan la obra de Rowling, y que el sistema legal estadounidense siempre ha fallado a favor de la anti-censura, pero como fenómeno socio-religioso la controversia continuaba.  En el 2001, la congregación de una iglesia de Alamogordo, Nuevo México incitó a una quema pública de los libros de Harry Potter. En Maine, un pastor y sus feligreses se congregaron para tijeretear el famoso libro.

(Wikipedia.com)


No es únicamente una manifestación del fundamentalismo Anglo. La Iglesia Ortodoxa de Bulgaria también ha protestado contra la promoción de la brujería por parte de una obra dirigida a un público infantil. En el 2003, una madre rusa demandó a una librería por vender una novela que impulsaba a sus jóvenes lectores a unirse a cultos satánicos” (¡!!). Como si fuera poco, los imanes han percibido en Harry Potter expresiones que divergen de las creencias islámicas. El libro ha sido prohibido en todas las escuelas de los Emiratos Árabes y el gobierno iraní también ha mostrado desagrado ante su existencia. Aunque en el caso de las autoridades persas, el problema es que lo vinculan a “conspiraciones sionistas” (Cada loco con su tema).

Irónicamente, la única religión monoteísta que no tiene reparos con el contenido mágico de Harry Potter es el judaísmo. Inclusive se han escrito libros en los que se comparan los valores judaicos (que al final son los mismos judeo-cristianos) con los códigos valóricos que gobiernan el universo de Hogwarts.  En el 2001, el Rabino Moshe Rosenberg escribió Morality for Muggles: Ehtics in the Bible and the World of Harry Potter (Moralidad para Muggles: Ética en la Biblia y el Mundo de Harry Potter). En el 2007, el también rabino Dov Kruscher escribió Harry Potter and Torah, y continua explorando el tema en su blog. Este septiembre pueden leer ahí una comparación entre el concepto de arrepentimiento que predomina  en el Año Nuevo judío y  el tratamiento del mismo factor en las novelas de Rowling.
(goodreads.com)


Una breve acotación.  El contarles que el judaísmo endorsa a Harry Potter no hace a mi religión mejor ni a los judíos más tolerantes. Lamentablemente, hay quien considere la aprobación judaica de la saga como mala prensa.  Un poco como la relegación de las obras de Karl May, escritor libertario y progresista, solo porque era el autor favorito de Hitler. Por siglos se acusó a los judíos de ser hechiceros satánicos, desafortunadamente hoy en día hay quienes todavía lo creen. La triste realidad es que eso afecta al judaísmo moderno obligándolo a desligarse de todo aspecto místico, sobrenatural y hasta folclórico de nuestra tradición. Tengo amigos que me critican por escribir fantasía, e incluso por este blog ya que, tal como Harry Potter,  puede crear falsos conceptos (sobre mi gente y religión) en mentes imberbes.

Pero volvamos a lo que nos importa. Si el judaísmo acepta que Harry Potter representa valores judeocristianos ¿entonces por qué lo atacan los cristianos? Una razón de peso la encontramos en un artículo del 2008 de L’Osservatore Romano, el diario del Vaticano. Ahí el periodista reconoce las buenas enseñanzas de la obra, pero su mayor reparo es que en el mundo “potteriano” no hay D-s, ósea hay una completa ausencia de una fuerza sobrenatural benévola y superior a todos los protagonistas del cuento.

(fanpop.com)


En Harry Potter el poder mágico es heredado  o adquirido a través del estudio. Es un don que debe ser desarrollado pero siempre dentro de un marco de equilibrio que impide que se concentre en un solo ser.  Si Voldemort es tan nefasto es porque  quiere ser dios, tener más poder que ninguno y ejercer potestad sobre todo el mundo. Ese seria el primer punto en contra de la serie. A eso le agregamos una negación de valores religiosos monoteístas más  la glorificación de hechiceros vinculada al  incentivo de estudiar magia.

Aunque los ateos militantes adoran ese aspecto de magia impía, no basta para tildar a Harry Potter de propaganda antirreligiosa. Sus valores, que son los de la autora, son básicamente cristianos. Aquí no se encuentra el mensaje pro-ateísmo de la obra de Philip Pullman. Hay cristianos sensatos que admiran la saga y han concedido que hay aspectos religiosos en ellas.  Connie Neal  lo expresa así en su The Gospel According to Harry Potter (El Evangelio según Harry Potter), tal como lo hacen John Granger  en Looking for God in Harry Potter (Buscando a D-s en Harry Potter) y Luke Bell en Baptizing Harry Potter  (Bautizando a Harry Potter).  Pero poco se puede contra hordas fundamentalistas que interpretan la Biblia tan literalmente que ven peligros aun en la ficción fantástica.

(articulo.mercadolibre.com)


Cuando se les recuerda a los anti-Potter que, después de todo, se trata de una obra de fantasía, responden que para ellos demonios, brujos y magia son asuntos reales y peligrosos, que un buen cristiano, especialmente un niño, no debe estar expuesto a ellos. Vale decir, que ningún padre ni autoridad religiosa ha elevado la voz en contra del derecho de existir de Harry Potter, ni de que se le venda o circule en bibliotecas publicas…siempre y cuando su lectura se restrinja a adultos de criterio formado. (¿Hay tal cosa?) De pronto, las aventuras del niño-mago se han vuelto estrictamente para adultos.

No se entiende que Harry Potter sea más vilipendiado que series de televisión donde también se mencionaba la brujería como “Los Locos Addams”,” Hechizada” y “Sabrina”. La respuesta radica en el tono de esas series. El solo hecho de ser comedias ya distanciaba la hechicería de Sabrina, Sam y la Abuela Addams de la realidad. El público infantil tenía claro que lo que veía en la pantalla no era “en serio”. En cambio en Harry Potter, la magia está bien documentada, la brujería es presentada como algo concreto y  trascendental y los hechiceros como personas de carne y hueso que bien pueden circular entre los Muggles. Entonces existe la posibilidad de que más de que algún lector  se incline por  aprender alquimia, por fabricar filtros o a convertir una escoba  en montura para jugar una partida de quidditch.

(allmoviephoto.com)


Para quienes conocimos Harry Potter siendo ya lectores maduros es más que claro que se trata de una fantasía sin ninguna intención de promover estudios ocultistas. Los alumnos de Hogwarts cumplen una tradición heredada de sus ancestros, inclusive un mago mestizo como Harry trae un bagaje demasiado lleno de sturm und drang para poder ser  considerado un personaje “real”. Sin embargo, existe un personaje protagónico de la saga que puede resultar identificable para muchos lectores juveniles.

(potterfics.com)


Hermione Granger es una niña normal, una “sangre sucia” lo que la hace blanco de bullying y racismo por parte de alumnos más elitistas orgullosos de su mágico pedigrí como Draco Malfoy. Hermione es la hija de una prosaica pareja de dentistas, que ha optado por dejar el mundo Muggle y dedicarse a estudiar artes mágicas. Ella es la encarnación del miedo de padres, maestros y clérigos.

(es.harrypotter.wikia.com)


Como la proverbial estudiante aplicada del curso, Hermione descuella en sus estudios, llega a ser irritante por sus conocimientos, su fe en los libros y su capacidad analítica de ver lo que los demás ignoran. Si se esfuerza más que sus compañeros es porque sabe que debe competir con herederos de grandes dinastías hechiceras y eso la hace insegura. La inseguridad de Hermione es un aspecto de su carácter que a veces supera sus cualidades de lealtad, compasión y altruismo.

(fanpop.com)


Es fácil  reconocer en Hermione a un tipo de niña y adolescente muy común en la sociedad moderna. La over-achiever, la que siempre vive bajo presión,  aterrorizada ante la posibilidad de un fracaso. J.K. Rowling ha dicho que Hermione es su alter ego, yo misma me reconozco en ella y por eso la quiero tanto, pero también me doy cuenta que es el personaje con más paralelos con los lectores de carne y hueso de la saga. Ahora, decir que todas las inseguras  víctimas de bullying van a irse al bosque a hacer conjuros es un poco descabellado, pero no para los fundamentalistas que ven a Hermione como un mal ejemplo, y la encarnación de las brujas bíblicas que arrastran a otros al pecado.



El mundo de Hogwarts está poblado de toda variedad de brujas. Las hay sabías como la profesora Minerva McGonagall, despistadas como Sybil Trelawney, maternales como Molly Weasley y dementes como Bellatrix Lestrange, pero ninguna llega al nivel de importancia de Hermione. Siempre me he preguntado porque Hermione no es la heroína de la serie. ¿Por qué no Hermione Potter en vez de Harry Potter? Ya sé que me van caer encima los “potterianos”, pero como personaje, la brujita le “gana” al héroe en términos de complejidad y consumación.

(favim.com)


Hermione es, después de Samantha Stevens, la mejor bruja de la ficción. Sin embargo, su creadora no la vio con derecho a protagonizar su propia historia. Más encima, y en eso somos muchos los que nos quejamos, ni siquiera la emparejó con Harry cuando era obvio que era su media naranja. Que me perdonen las Weasley fans, pero Ron  no estaba a la altura de su consorte, como decimos en Chile “mucha carne para tan poco gato”. ¿No serían estos desaires parte de un plan subconsciente de La Rowling? Tal vez reconocía en Hermione el personaje más polémico de la saga, la que podría ser blanco de ataques precisamente por personificar al estereotipo negativo de la magia: la bruja por opción. (Continuará)