No iba a verla, lo
juro. Quiero a Guillermo del Toro, pero no me enamoran todos sus productos. Ni
siquiera terminé de leer la novela, pero la noche del miércoles pasado a las
10pm, sintonicé FX con la intención de al menos aguantarme el primer capitulo.
Lo que pasó es que hasta el primer corte comercial (pasadas las 11PM) no podía
apagar el televisor, no podía despegar los ojos de la pantalla. ¿Qué tiene “The
Strain” que les falta a otras series fantásticas (Léase “Forever)?
Me cansan las historias de vampiros, el que sea de de Don Memo no era garantía que me fuera a
gustar, y después del fracaso de Cuarón con “Believe”, no quería ver a otro director
mexicano morder el polvo en la televisión anglo-parlante. Eso si que “The Strain”
ha tenido buena prensa, buena critica, y buenos ratings, pero igual no pensé
que me engancharía. Equivocada estaba.
Hace unos años, Guillermo del Toro, en colaboración con Chuck
Hogan, sacó al mercado (en ediciones castellano y en ingles) su Trilogía de La Oscuridad compuesta por Nocturna, Oscura y Eterna. En inglés. Nocturna se llama The Strain
(La Cepa) y con ese nombre se lanzó al aire hace dos meses la primera
temporada que abarca lo que ocurre en Nocturna
y dura 13 episodios. Ya se renovó la serie para que se dramatice el segundo
volumen. Y este octubre ha llegado a América Latina.
Para quienes no conozcan
Nocturna la trama se puede reducir en tres palabras. De Berlín llega al Aeropuerto
Kennedy, en Nueva York, un avión cargado de pasajeros muertos. Cómo y de qué murieron
es la gran incógnita. Para resolverla traen al Dr. Ephraim Goodweather (Corey Stoll
de “House of Cards”) epidemiólogo prestigioso que está pasando por varias
crisis personales: divorcio, batalla por la custodia del hijo, y rehabilitación
de alcoholismo. Lo ayuda su fiel compañera y ex amante, la Dra. Nora Martínez (maravilloso
volver a ver a Mía Maestro).
Ambos científicos descubren que hay algo totalmente raro en
la forma en que murieron los pasajeros y lo que provocó su muerte. Algo ligado
a un enorme gabinete-ataúd que portaban en el compartimiento de equipajes y que
parece estar habitado por una exótica variedad de gusanos. Aun mas extraño es
que haya cuatro sobrevivientes. La burocracia, el abuso mediático y los intereses creados detrás de las compañías
aéreas y las autoridades, obligan a cerrar el caso, a dar de alta a los sobrevivientes
y a buscar una explicación plausible para aplacar a publico.
La situación se agrava, a pesar de los intentos de
ocultamiento. Los sobrevivientes exhiben extraños síntomas y desarrollan una necesidad
de beber sangre. Los muertos resucitan y atacan a los vivos, principalmente a
sus parientes. Todo esto va ligado al Maestro,
un milenario strigoi (vampiro
rumano). Su ayudante, es el enigmático y
siempre joven Eirchorn (Richard Sammel, mi querido Mueller de Un
Village Français). Este ex comandante de campo de concentración, convence al enfermo millonario Palmer Eldritch
(Jonathan Hyde, parece que toda serie buena necesita de un australiano en el reparto) de traer al Maestro a Manhattan y
a cambio, darle juventud y vida eterna. Pero El Maestro tiene planes más
oscuros y grandiosos.
Ante la crisis, Eph y Nora tendrán que aliarse con el prestamista
y sobreviviente de Treblinka, Abraham Setrakian (David Bradley mejor conocido como
Lord Walder Fry) y otros insospechados asociados que van desde un pandillero de
Harlem hasta un ejercito de vampiros rebeldes.
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Lord Walder con barba y sombrero |
Hay mucha gente que vio “The Strain” (tuvo una sintonía
arriba de 8 puntos en su noche debut en USA) porque les gustaron las novelas;
otros se abstuvieron porque no tragaron la trilogía. A esos les aconsejo verla
porque se han subsanado muchos de los errores del libro. Es mucho más ágil,
tiene más suspense, y visualmente, es
impactante.
La novela es interesante, pero está mal escrita (hasta tiene
headhopping). Creo que eso se debe a que Del Toro la planeó originalmente como
guión y a que fue escrita por dos autores. Yo solamente he apreciado a un Team
de escritores que es el Matrimonio Thoene, pero porque siempre he sospechado
que es ella quien escribe y él quien edita. Es más fácil trabajar en equipo
cuando se es guionista, con la novela no funciona bien eso de hacerlas a dos
pares de manos.
El hecho es que Don Memo se puso las pilas y rescribió su cuento
para la televisión. Le ha hecho grandes cambios, pero la audiencia no se puede
quejar porque al final él es dueño de la
historia, hasta dirigió el piloto Francamente, los cambios eran necesarios y
todo ha sido para mejor. En vez de comenzar con Setrakian en Treblinka, han
preferido inventarse una escena de lo que sucede antes de que El Maestro acabe
con la tripulación y los pasajeros de la nave. Sin que veamos al monstruo, nos morimos
de susto y ya queremos saber que pasa. Mucho más efectivo que comenzar con la
huida del campo de concentración que además, ya sabemos, en estos días El Holocausto
no vende.
Me fui a IMDB a ver que decía el hoi polloi y las críticas son tan contradictorias como puede
esperarse de esa cloaca. Hay quien ama la serie, hay quien la odia. Unos se
quejan de que estuvo muy lenta, otros de que estuvo muy rápida. Yo les creo a
los últimos porque conservando las distancias, es tan vertiginosa como “Penny Dreadful”.
Salta de punto a punto de la Ciudad de Nueva York, de Astoria al Alto
Manhattan; desde Woodside hasta Harlem. Aunque fue filmada mayormente en Toronto
(WTF?), para los neoyorquinos expatriados es siempre un placer oír nombres reconocibles.
Y la casa de Goodweather en Woodside es realmente una casa de Queens, la
arquitectura es inconfundible.
La serie es muy rápida y tiene muchos personajes (y eso que
se han eliminado a varios). Otro acierto es traer a Nora al escenario mucho
antes que en el libro y dejar en claro que es la protagonista, junto a Eph.
Algo que tampoco es evidente al comienzo del libro. Por supuesto están los
loquillos que se quejan que no hay suficiente gore (eso de gusanos que salgan por la boca de los vampiros para
succionar sangre humana no les ha parecido bastante). Y también están los
morbosos que se quejan que solo hubo una escena de desnudos.
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El Amo al ataque |
Lo extraordinario es que les molesta que haya tanto hincapié
en la vida familiar de Goodweather y del pandillero Gus Elizalde (Miguel Gómez).
Entiendo, y lo hemos hablado aquí, todavía existen los que creen que en la fantasía
no hay espacio para emociones, tragedias
familiares entornos domésticos ni la profundización en la psiquis humana. Uno
pensaría que después de GOT y Harry Potter ya habríamos superado ese prejuicio.
De hecho, en Nocturna hay bastante exploración
sicológica y desarrollo de los personajes.
La critica que más considero aplicable ha venido de “Rotten
Tomatoes”, un sitio muy prestigioso, pero también muy quisquilloso. Los cito: “The
Strain’ aprovecha sus temas conocidos a través de una combinación efectiva de
terror sobrenatural y gore de película barata-aunque puede que no sea para todos
los gustos”.
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Del Toro la hace de nuevo |
En eso difiere de “Forever”
y otras series que derraman clichés. El termino usado en ingles para “conocido”
es “Familiar”. Lo familiar y lo identificable son elementos positivos a diferencia de adjetivos como cliché,
falto de originalidad, archiconocido, etc. “The Strain” no pega por lo insólito
de la trama, sino por el modo en que combina elementos familiares hasta
volverlos insólitos.
Ese comienzo con una nave llena de pasajeros muertos y un
vampiro que viaja en un ataúd de tierra de su país natal nos remonta a Drácula.
Ahí paran los parecidos para luego entrar en el terreno de The
Keep y clásicos de Stephen King como The Stand y Salem’s Lot,
más un toque de “The Walking Dead”, y un
guiño a series contemporáneas que tratan el tema de epidemias apocalípticas
como “The Last Ship” o “Helix”, sin olvidarnos de la presente y muy real
amenaza del Ebola. Incluso ese comienzo me recordó mucho al Aeropuerto de Arthur Haley. Pero el modo
en que el argumento combina, usa y
presenta esas similitudes nos resulta innovador.
Por último, vale hablar del más que fascinante elenco. Corey
Stoll ésta perfecto como un Ephraim Goodweather mucho más negativo y
atormentado que en el libro. Mia Maestro está exquisita como Nora, Miguel Gómez
hace un muy buen debut como Agustín “Gus” Elizalde, y la siempre divina Adriana
Barraza es deliciosamente surrealista como la típica mamá hispana que sigue
todas las tradiciones como una manera de escapar a la realidad del ser madre de
criminales.
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Gus llega a su casa |
Me faltan palabras
para elogiar otras actuaciones, principalmente las de David Bradley como Setrakian
y las de Sean Astin como el espía de Palmer infiltrado en el aeropuerto. Si se
necesita de una excusa para ver “The Strain” háganlo solo para ver al autor de
a Boda Roja hacer de “bueno” y a Samsagaz hacer de villano.
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¿Qué te pasó Sam? |
“The Strain” puede ser vista por la señal de cable latino
todos los miércoles por FX.