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miércoles, 9 de diciembre de 2015

Jon y La Pandilla del Castillo Negro: Algo que hicieron bien Los Arcángeles

Estaba pensando qué tema podría ser apropiado en estas fechas, cuando,  examinando mis notas antiguas, noté un cargado de tintas en contra de Inmaculados y más fuerte aun (casi bordeando en hate language) en contra de David Benioff y Dan Weiss. Como es época de ser generosos y perdonar ofensas, revisé y revisé y encontré por fin lo que más me ha gustado de la serie, los cambios  que superan al libro.  Uno de esos cambios es el retrato  de la  experiencia militar-bélica de Jon Snow y sus compañeros en el Castillo Negro. Así que aquí viene mi ofrenda de paz y mi regalo de Hannukah para Los Ds.

Repasemos los hechos que llevan a Jon Snow, El Bastardo de Invernalia, a  unirse a la orden monástica-militar  de La Guardia de la Noche (o Guardia Nocturna como la llaman en otras traducciones).Para escapar de su condición de hijo ilegitimo de Edd Stark, Señor de Winterfell, del odio de su madrastra y de un futuro ambiguo, Jon deja el único hogar que ha conocido y parte al Norte siguiendo los pasos de su tío Benjen Stark.


La serie, como el libro, retrata el idealismo ingenuo del joven Jon y su duro despertar al llegar al Castillo Negro y descubrir que no es tan fácil ser un  Explorador como Benjen, que la vida de la Guardia no es tan llamativa ni gloriosa como la pinta el folleto de reclutamiento  y que si en Invernalia tenía que calarse el maltrato de su madrastra, aquí enfrenta el desprecio de su superior ser Allisser y la hostilidad de los forajidos y pelafustanes que  componen las filas de La Night Watch.


Hay cosas que obviamente no pueden traducirse a la pantalla. Cosas como la desilusión de Jon, su nostalgia por su casa y sus hermanos (¡La de veces que se acuerda de Sansa!), y el estado calamitoso de la Guardia Oscura que una vez fue una admirada y respetada institución pero que hoy es vista por los señores del Sur y por la corona como un mal necesario y fácil de olvidar.

Finalmente, Jon recapacita y decide intentar acoplarse a su nueva vida, rebajando su orgullo y acercándose a sus compañeros, en especial a Grenn(a quien casi le ha roto el brazo) y a Sapo. Hasta se ofrece a enseñarles esgrima y con eso se gana la inquina de Ser Allisser.

Fue en ese punto donde Weiss&Benioff tomaron las riendas y consiguieron crear un sentimiento de hermandad entre estos jóvenes y desorientados reclutas. Esto ha hecho que más de uno hable de “una Band of Brothers disfuncional”, olvidando que el mayor encanto de la Compañía Easy era su disfuncionalidad con esos reclutas medio salvajes y esos oficiales psicópatas unos, alcohólicos otros.


Lo cierto es que Los Arcángeles hicieron algo que también hizo Sophia Coppola en “Marie Antoinette”: utilizar la edad de los personajes, para crear dentro de un contexto histórico (o un pasado fantástico como en La Canción de Hielo y Fuego) una teen movie. ¡Y les resultó! Porque conocen o recuerdan muy bien lo que es ser adolescente y así lo refleja su libreto.

En el libro, Martin también crea ese círculo de compañeros de infortunio que pasan a ser entrañables amigos, pero los Arcángeles perfeccionan el texto. Por ejemplo, reducen la pandilla de Jon a cuatro chicos, muy diferentes entre sí, que son Jon, Sam Tarly, Grenn y Pyp. En el libro además tenemos a Halder y a Sapo, pero ya eran muchos y es más manejable tener cuatro, aparte que la serie expandirá el grupo, acoplando a Edd, El Penas.

En el libro, Grenn y Sapo le hacen una encerrona a Jon. Son interrumpidos por Donal Noyce quien le dice a Jon que los chicos no han tenido los privilegios que ha gozado lord Snow, pero Jon está más ocupado en pensar que el privilegiado ha sido Noyce. Sera después de saber que su hermano ha recuperado el conocimiento, que Jon se acerque a Grenn.


En la serie, el episodio es presentado de manera  más sutil. Tyrion Lannister es quien interrumpe la pelea. En vez de despedir a los atacantes como si fueran niños rebeldes, el Gnomo se los presenta a Jon enumerando las razones por las cuales El Bastardo debe tenerles lastima, pero a la vez respetarlos. Un detalle interesante es que Pyp aparece (Y no Sapo como en el libro) y Tyrion cuenta que ha sido enrolado en La Guardia tras robar alimento para su hermana. Más tarde, Pyp revelara que la verdadera razón es que viene huyendo del acoso sexual de su amo.

En la serie queda claro que Jon es convencido por las palabras de Tyrion. Debido a eso decide hacer a un lado su autocompasión y orgullo y darle una oportunidad a sus compañeros. Así Jon forma su pandilla y todo está listo para la llegada de Sr Samwell Tarly de quien hablaré en otro post.

Lo importante es que tal como en el libro, Grenn y Pyp serán aliados de Jon en la labor de proteger a Sam, al igual que será el trió quien impida a Jon desertar. En eso no difiere del libro, a pesar de que si cercenaron el apoyo que le dan a Jon cuando en Castle Black se oyen nuevas de la “traición” de Nedd. En cambio, y al revés del libro donde Pyp y Grenn se alejan de Jon al ser nombrados exploradores y él mayordomo, en la serie Pyp (que no sé porque razón termina de mayordomo con Sam y El Bastardo) sigue a Jon y trata de consolarlo contándole la verdadera razón por la cual ha  tenido que vestir el negro.

En la Segunda Temporada, Grenn acompaña a Jon y Sam en la Expedición Mormont. Ahí se les agregará Edd, El Penas y serán Grenn y el quejoso los que escuchen junto a Sam, el tercer sonar del cuerno. Aunque siempre me ha parecido cobarde la manera en que abandonan al Gordito en su huida de Los Caminantes Blancos, la idea de los Arcángeles (puesto que ese episodio no es canon) es  dar la impresión de que Grenn, Pyp, Sam, Jon y hasta cierto punto Edd son los elementos “buenos” de la Guardia, son los herederos de verdaderos Vigilantes como lo fueron Benjen y Yoren. Gracias a su trabajo de guionistas Los Ds nos dejan claro a Inmaculados y Lectores que la pandilla de Jon Snow está totalmente alejada de canallas como Rast,  Karl Tanner, y los otros amotinados que asesinarán a Lord Mormont.

 A pesar de que George. R. R. Martin también explota el ángulo adolescente de la Pandilla del Castillo Negro, serán Los Arcángeles quienes más trabajen para hacer a Jon y sus amigos identificables con  el público juvenil. Lo vemos en  ese coro de “¡Espada! ¡Espada!” con la que exigen que Jon muestre a LongClaw el regalo del Oso Mormont, como con intercambios en el Torreón de Craster. El coro es canon, los intercambios no lo son.

Otro personaje que la serie ha privilegiado con excelentes resultados es Edison Tollet, alias Edd, El Penas. Edd aparece en la Segunda Temporada que corresponde a Choque de Reyes. En el libro, él es quien informa (fuera de texto) a Sam sobre las costumbres sexuales de Craster y el gordito a su vez las transmite a Jon.



En la serie, en cambio es El Penas quien en cámara nos cuenta  a espectadores y Pandilla sobre el reino del incesto “crasteriano”. Es ahí que Grenn y Sam expresaran disgusto por la conducta de su anfitrión. Algo que no parece molestarle a nadie en el libro. Será El Penas quien diga que los hábitos “familiares” de Craster lo han salvado de ser exterminado por los Caminantes, porque en la serie Edd no es un quejoso profesional, sino un hombre práctico, un poco pesimista, pero no tan ensimismado que carezca de sensibilidad o inteligencia.

Edd, siendo mayor que los chicos, actúa como figura paterna, ergo gruñona. Mientras están pelando vegetales para la cena, Edd les cuenta ese tragicómico relato de la muerte de su madre. Lo interrumpe la llegada de una de las esposas de Craster. Como típicos adolescentes, Grenn y Sam desvían su atención hacia la chica.  “Nada como  ver una mujer alejarse” exclama Sam  Grenn replica que prefiere verlas llegar. Sam está de acuerdo. Obviamente, hablan de las partes rotundas de la anatomía femenina. Esto lleva a Grenn a recordar sus revolcones con una lecherita. Son casi un cliché de chicos pubescentes obsesionados con el físico del sexo opuesto. Edd gruñe que estaban antes teniendo una conversación seria.

Sin embargo, por pueril que sea el interés de los jovencitos, contrasta con la crudeza del encuentro de los exploradores y las esposas de Craster en Clash of Kings. Ahí es Jon quien conoce a Eli y debe defenderla del acoso de sus hermanos de armas. Aunque de Eli voy a hablar en un post separado, en la serie su aparición va precedida por esa admiración e ingenua lujuria por parte de dos “chicos buenos” al harem de Craster.

 Hay mucho candor en ese breve dialogo de Grenn y Sam.  Un candor que divierte y no ofende. Diríamos que es  una conversación” refinada”. Sobre todo en comparación con los excesos sexuales que tanto afean la serie. Aun la inocente queja de Sam que  su anfitrión debería compartir a las esposas con el resto de la humanidad ni se nos ocurre que pueda ser una  sugerencia para la violación masiva que Karl Tanner y los desertores cometerán en La Cuarta Temporada.

Un grave error argumental de la adaptación es la descripción de cómo Jon deserta de La Guardia Oscura y se une a Los Salvajes. Desde la muerte del Manco hasta  el romance con Ygritte, los ingredientes del arco de Jon en la Tercera y Cuarta Temporada no ayudan a mejorar su historia y disminuyen su imagen totalmente. Es por eso que críticos y troneros respiramos aliviados cuando Jon, malherido, recobra el conocimiento en el patio del Castillo Negro y reconoce a sus “hermanos”. Desde ese instante, Jon vuelve a tomar fuerza como carácter, incluso  durante la más que inventada razzia en contra de los amotinados.


Nuevamente serán Pyp, Grenn y Edd quienes lo secunden, a pesar que los dos últimos apenas han podido salvar la vida huyendo del Torreón de Craster. La presencia de Grenn vuelve a ser útil cuando es quien reconoce a Fantasma sirviendo de puente para el reencuentro de Jon y su lobo.


En su momento me hice eco del malestar de los Lectores ante la decisión arcangélica de matar a Grenn y a Pyp en la Batalla de Castillo Negro. Si bien en la saga  ambos gozan de buena salud, yo les veo cara de futuros Caminantes Blancos.   Tengo la  impresión de que la Sexta Temporada será una masacre total, con dos batallas épicas en Invernalia y en Castle Black, y con una carnicería en La Boda Negra de Walder Fray. Es posible que cuando El Rey de la Noche arrase con el Muro también se lleve por delante todas las guarniciones de la Night Watch y con ellas a Pyp y a Grenn. Tal vez a Edd, El Penas. Noo, espero que mi Dolorous Edd haya seguido a su amigo Jon Snow en ruta al Sur.

Como sea, Weiss&Benioff se encargaron de darles a Grenn y a Pyp muertes limpias, dignas y gloriosas. Tal como al poner a Edd a cargo de la guadaña gigante lo elevaron a un rol heroico impensado por Martin. Pyp, tras un breve momento de miedo, se desempeña valerosamente en el asalto al Castillo Negro. Termina muriendo en brazos de Sam luego que lo alcanza una flecha de Ygritte. La muerte de Grenn es más gloriosa que la del General Custer en Little Big Horn. Y no me canso de oírlo recitar su juramento junto a sus compañeros antes de defender un pasadizo de un gigante, nada menos.

La ultima validación del impacto de la muerte de Grenn y de Pyp queda cargo de Edd, El Penas cuando se rehúsa a apoyar al Lord Snow en su afán de refugiar a Los Salvajes en el Castillo Negro :“Te seguiría a todas partes. Lo sabes. Pero ellos mataron a Grenn y ellos mataron a Pyp. Ellos mataron a cincuenta de nuestros hermanos. No puedo olvidar eso. No puedo perdonar eso.”

Con esas palabras (que no están en el libro) Edd reafirma su hermandad con La Pandilla, su lealtad hacia La Guardia y el cariño que lo une a Jon.  Será por eso que en “Casa Austera” siga a Jon y pelee codo a codo con Los Salvajes a quienes no puede perdonar.

Gracias a los cambios mencionados Weiss&Benioff consiguieron interesarnos en el arco de Jon, lograron hacernos memorables a los miembros de la Pandilla del Castillo Negro y por una vez, superaron a la saga. ¿Hay otras ocasiones parecidas? ¿Hay otros personajes que son más interesantes en la serie que en el libro?

En mi próxima entrega hablaré, D-s mediante, del romance Sam-Eli, y reconoceré que me equivoqué al acusar a los Arcángeles de “gordofobia” porque al final Sam es uno de los personajes a los que mejor le ha ido en una serie que lamentablemente gusta destrozar las creaciones de George R.R. Martin