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jueves, 30 de agosto de 2012

Dos héroes byronianos:Rhett Butler y Jaime Lannister



Los dos son atractivos, arrogantes, enemigos de la autoridad y de la hipocresía social. Ambos arrastran pasados oscuros, pero  como buenos románticos fracasados, sienten nostalgia por ese ayer heredado  donde sus ancestros tuvieron más suerte en la búsqueda de la felicidad.  Rhett Butler, anti-héroe de Lo que el Viento se Llevó, y Jaime Lannister, héroe-villano de Una Canción de Fuego y Hielo, tienen mucho en común, como corresponde a buenos héroes byronianos.

La semana pasada les mencionaba el ensayo de Linda Antonsson y Elio García Jr. que encabeza la lista de artículos de Beyond the Wall. En “El Palacio del Amor, El Palacio del Dolor”, los críticos esbozan la teoría de que George R.R. Martin, que ha reconocido en entrevistas su interés por el Movimiento Romántico, ha incorporado características “románticas” en su monumental saga. Para probar su tesis, Antonsson y García presentan dos postulados: la nostalgia por el pasado y el desarrollo de Tyrion y Jaime Lannister como héroes byronianos,  protagonistas por antonomasia de la ficción romántica.

Aunque Jaime si cumple con ese rol, no veo a Tyrion como un héroe byroniano. Hasta que su vida se ve destruida por traiciones familiares, El Gnomo exhibe buen humor, generosidad y sensatez que lo alejan de un arquetipo reconocido por ser sombrío, impulsivo y ególatra. Tyrion (tal como Sandor Clegane y Theon Greyjoy) es un héroe aristoteliano marcado por fallas trágicas, lo que no es lo mismo que un héroe byroniano.
(3djuegos.com)

Existe una gran confusión sobre la definición del héroe byroniano. Tanto la Wikipedia en español como la en inglés listan una serie de atributos que no necesariamente son compartidos por el HB y dejan fuera algunos rasgos fundamentales como su impaciencia e insatisfacción que los hace viajar constantemente. Esa vaguedad sobre lo que realmente es un HB  es lo que lleva a que se tilde como tal a personajes tan dispares como Heathclieff, El Fantasma de la Opera y el Dr. House.

Un verdadero HB generalmente comparte las siguientes particularidades.
1.       Es de noble cuna aunque en el momento en que aparece en la trama es ya un paria o está a punto de serlo.
2.       Es descreído, cínico y burlón.
3.       Es extremadamente soberbio.
4.       Es atractivo para las mujeres, pero cuidado, porque los hay hermosos como niñas (Doryan Grey) o feos, pero interesantes (Rochester de Jane Eyre)
5.       Tiene algo reprobable en su pasado que afecta su presente.
6.       Se siente por encima de leyes sociales y divinas. Se burla de las actitudes tradicionales, reglas sociales e idealismos.
7.       Es reservado, no tiene amigos. Por eso, a veces, se le tilda de misterioso
8.       Es un aventurero, le gusta viajar, a veces en pos de aventuras,  otras para huir de algo que le incomoda.
9.       Es propenso a la violencia lo que lo hace descollar en el campo de batalla.

Lord Byron (Wikipedia)

El héroe byroniano debe su nombre a su creador, George Gordon Noel, Sexto Barón Byron, uno de los más grandes poetas que ha producido el Reino Unido. Todos los poemas narrativos de Lord Byron son protagonizados por este tipo de antihéroe que, a pesar de sus rasgos negativos, es menos criminal y libertino que sus antecesores dieciochescos (Valmont, Lovelace y los protagonistas villanos del  Marques de Sade). Aunque  se puede considerar al Señor Darcy de Orgullo y Prejuicio como un antecesor del héroe byroniano, lo cierto es que este arquetipo lo crea el poeta basándose en si mismo. El HB refleja vida, obra y personalidad  de su creador cuya historia tiene similitudes con la de Jaime Lannister.

Nacido en una familia tan aristocrática y disfuncional como la de los Lannister, Lord Byron estaba condenado, por razones de alcurnia, fortuna y belleza física, a ser un personaje conspicuo en su sociedad. Como Jaime, su vida amorosa inicia en la infancia. A los ocho años se prenda de su prima con un amor que, a pesar de platónico, parece adulto. A los nueve años inicia su vida sexual con una criada. Su vida adulta se verá marcada por escándalos, amores ilícitos, un matrimonio fracasado, y despilfarros económicos. Como el Matarreyes, Byron se siente por encima de reglas sociales, pero eso cambia cuando surge el fuertísimo rumor de que sostiene amores con su medio hermana (hija del mismo padre) Augusta Leigh, una mujer casada y con tres hijos, de los cuales la menor Medora,  es producto del incesto. Para proteger la reputación de su hermana y la suya propia, Byron se autoexilia emprendiendo un viaje eterno por Europa que culmina en su prematura muerte, en 1822, en Grecia adonde fue a participar en la Guerra de Independencia del país heleno.

(amazon.co.uk)


Aunque el héroe byroniano se volvió un lugar común en las novelas europeas románticas y post-románticas, con el tiempo desapareció siendo considerado un cliché digno solo de la literatura "sentimental", más específicamente el romance histórico. En Lo que el Viento se Llevó, Peggy Mitchell desliga a su cuadrilátero de protagonistas s de todo estereotipo, pero hace una excepción con Rhett al que otorga rasgos del héroe byroniano. Aun así, Rhett Butler está demasiado basado en modelos reales (el magnate charlestoniano, George Trenholm y Red Upshaw, primer marido de la escritora) para ser un mero “personaje tipo”. Lo cual no impide que posea aires del héroe byroniano que lo hermanan a Jaime Lannister. Curiosamente, otro vínculo en común de estos personajes será la nostalgia por un pasado más justo y superior a su presente.



Comencemos por el principio. Rhett Butler es hijo de una de las más importantes y antiguas familias de Charleston. Ha sido criado entre lujos y ha tenido una excelente educación. Como Jaime, originalmente elige el camino de las armas. Estudia en la prestigiosa academia militar de West Point, pero tal como el Matarreyes comete una serie de transgresiones que lo  convierten en paria. Tras comprometer el honor de una jovencita, Rhett se niega casarse con ella y mata al hermano de la deshonrada en un duelo.  Esa serie de eventos hace que  su sociedad lo repudie. A diferencia de Tywin, el padre de Rhett lo expulsa del hogar y lo borra de la biblia familiar. Rhett se ve obligado a forjar su propio destino, y hacer fortuna de manera dudosa y probablemente delictiva.

Cuando comienza la novela, Rhett es inmensamente rico, lo que le permite volver a alternar con la sociedad sureña. Durante la Guerra de Secesión, como dueño de barcos que consiguen aprovisionar al sitiado Sur,  Rhett vuelve a ser recibido en Atlanta. Tal como le ocurre a Jaime, esa misma gente que adula al Capitán Butler, lo crítica a sus espaldas. Rhett responde expresando su desprecio vocalmente por todo lo que lo rodea, las tradiciones e ideales de una casta que lo rechazó y sigue vilipendiándolo.  Si Jaime detesta  el obtuso concepto de honor y deber de Nedd Stark que lo hacen parecer un paragón de nobleza,  Rhett desprecia a Ashley Wilkes por las mismas razones.  Aun así, tanto Rhett como Jaime poseen un peculiar sentido de decencia que los lleva a socorrer a gente en peligro y a abrazar causas perdidas.

(fanpop.com)


En su ensayo en Beyond the Wall, Linda Antonsson y Elio García Jr. describen como inherentemente romántica esa manía de los personajes de Canción de Hielo y Fuego de recordar con nostalgia e idealizar el pasado histórico. Muchas veces esa nostalgia opera como un rechazo al caos presente de Poniente, pero también es un modo de reexaminar la vida del nostálgico y de autocriticarse. Así, Jaime recuerda al más noble caballero, su ídolo, Ser Arthur Dayne y sus sueños de emularlo. Con tristeza, El Matarreyes se da cuenta que solo ha logrado imitar al bandido “el Caballero Sonriente”. Ese auto examen crítico obliga al Matarreyes a tratar de mejorar las cosas en Poniente, a recuperar la unidad de los 7 Reinos, luchar contra la anarquía y a la vez ordenar su vida.
(fanpop.com)

Casi al final de la guerra, Rhett decide ir al campo de batalla a defender todo lo que una vez repudió. Más tarde, intenta recuperar un sitial para él y su hija en una sociedad que, aunque vencida, sigue aferrada a lo mejor de la cultura sureña. Rhett se esmera en convertirse en un pilar de la sociedad de Atlanta, tratando de ayudar en su reconstrucción aunque eso implique sacrificar su individualidad e independencia e incluso colaborar con el odiado Ashley apara erradicar el Ku Klux Klan. En un viaje más personal, Rhett comienza a visitar a sus parientes en Las Carolinas. Incluso, al final de la novela, tras haberlo perdido todo, Rhett decide refugiarse en su ciudad natal de Charleston. Así también Jaime, desilusionado con el amor y consigo mismo, parte en un largo viaje lejos de Desembarco del Rey en el que aprovecha de visitar a sus parientes.



Tanto Jaime como Rhett quieren alejarse de la fuente de sus desdichas, la mujer que amaron y que casi los destruye. Rhett Butler  tiene reputación de mujeriego, de convivir con prostitutas una de las cuales (Belle Watling) le ha dado un hijo, pero aun así, como Jaime, ha caído en manos de esas mujeres-araña que hacen añicos a los hombres.

Scarlett, como Cersei, es dura, ambiciosa y sin escrúpulos, no permite que los afectos la dominen. Rhett, a pesar de que no lo exprese, pierde la cabeza por ella y sufre una agonía de celos, y desilusión a causa de un amor no correspondido. Durante esta relación, se revela que Rhett es mucho más sensible y vulnerable que Scarlett, algo parecido a lo que ocurre con Cersei y su mellizo.

(peperonity.com)


A propósito, mucho se ha hablado del imperdonable crimen de  Rhett: violar a Scarlett. Pues ya hay feministas que describen esa fuertísima escena en  Tormenta de Espadas en la que Jaime le hace el amor a su hermana delante del cadáver de Joffrey, como “violación”. Sin llegar a compartir esa opinión, la escena tiene tintes de violencia perturbadores. Es como si el mal amor  hiciera aflorar lo peor del Matarreyes y de Rhett. Una manifestación más de la manía auto-destructiva propia de los héroes byronianos.

                                                violación marital de Scarlett (en español)

En algunos casos, los héroes byronianos  encuentran su redención con mujeres más espirituales que ellos (Don Juan Tenorio y Doña Inés, Rochester y Jane Eyre). Si Scarlett solo sabe sacar lo peor de Rhett, hay otra mujer que hace lo contrario. Es la tímida Melanie quien se atreve a enfrentarse a las matronas de Atlanta a defender su derecho de ser amiga de Rhett y a defender el derecho del Capitán Butler a juzgar los ideales de la Causa Confederada. Después de la guerra, es Melly quien cree en Rhett y pone en sus manos la vida de Ashley.
(sigloscuriosos.blogspot.com)


Al proteger el honor de Scarlett, Melly protege el  Rhett y es la principal artífice de que él vuelva ser aceptado por la sociedad de Atlanta. Además es quien estará a su lado en los momentos más duros del Capitán Butler. La muerte de Melly es el suceso que empuja a Rhett a abandonar a Scarlett y Atlanta. Esa despedida el Capitán Butler con la hoy clásica línea "Frankly, My Dear I don´t give a damn” es el equivalente al momento en Festín de Cuervos en  que Jaime arroja la carta de Cersei al fuego, dejándola abandonada su suerte.


¿Existe en la vida del Matarreyes un equivalente a Melly Hamilton, una mujer feúcha, sentimental, pero dotada de gran fortaleza moral que esté  dispuesta a apoyarlo, a defender su honor y a creer en él? ¿Tiene Jaime Lannister un equivalente a esa figura redentora que suele acompañar a los héroes byronianos? Para todos los shiperos de Jaime-Brienne, la respuesta es afirmativa y esa mujer es la Doncella de Tarth.

(fanpop.com)