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jueves, 20 de abril de 2017

Todas las Reinas son Cersei ( La Influencia de Juego de Tronos)


 Cersei Lannister es una contendiente trascendental en el Juego de Tronos, un personaje icónico de la saga y la adoración de su fandom. No es de sorprender entonces verla convertida en prototipo. Desde que en el primer capítulo Lena Heady se quejara del viaje agotador hasta Invernalia, que Cersei se ha convertido en un patrón para recortar a otras tiranas amargadas y soberbias del género fantástico y del drama histórico.

Cersei y otras Reinas “fantásticas”
Es tal la asociación de Cersei con otras villanas mandamases del género fantástico que cuando se publicitaba “Emerald City” ya se hablaba de La Bruja Mala del Oeste como de una especie de Cersei. Es que bruja, mala y poderosa obligada a parecerse Cersei. Y ahí es donde erran, La Leona Lannister es un personaje negativo, pero no es bruja. Lo que sucede es que, para sus enemigos y sus víctimas, Cersei es como un ente malévolo de cuentos de hada, una hechicera que persigue a las heroínas: un cruce entre la a Madrastra de Blanca Nieves y La Bruja Blanca de Narnia.




Cuando vi a la Reina Ravenna de “Blanca Nieves y El Cazador” inmediatamente la identifiqué con Cersei. Ambas son rubias, ambiciosas, controladoras, preocupadas de que una rival más joven no les quite el trono, y con unas mangas gigantes que es un milagro que no vivan enganchadas de las manijas de las puertas. Ravenna tiene un hermano Finn con el que parece unirla algo más que cariño fraterno (le permite que la vea bañarse desnuda). Yo que, cuando vi la película, estaba en medio de la segunda temporada de GOT, inmediatamente reconocí la correlación Finn y El Matarreyes.

Otros hermanitos rubios y cariñosos 

Esa afinidad entre Ravenna y Cersei no es accidental. Obvio que los productores de Blanca Nieves ya tenían en mente a la hija de Tywin como epitome de reina mala. Tal como lo tendría presente Tim Burton. Si Blanca Nieves era la Sansa de Ravenna: Alicia en El País de las Maravillas representa algo parecido para la gritona Reina de Corazones. Helena Bonham Carter interpretó a la tirana caprichosa, pero letal por excelencia, tomando lecciones con la Leona Lannister, y ese siniestro Sota de Espadas definitivamente tenía un aire de Matarreyes morocho.

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Aunque Ravenna y Cersei son contemporáneas y está claro que el rol de Lena Heady influyó en la creación la madrastra de Blancanieves. La Alicia de Tim Burton es del 2010, un año antes que” Juego de Tronos debutara en HBO. Es posible, que Burton, Linda Woolverton (la libretista) o algún consejero, tuviera conocimiento de una Canción de Hielo y Fuego y eso haya ayudado a perfilar la dicotomía Reina-Alicia.

¿Está Cersei basada en Ana Bolena?
(telegraph.co.uk)

No podemos especular de la misma manera sobre la similitud entre la Ana Bolena de Natalie Dormer y su suegra en GOT. “Los Tudors” comenzó en el 2007 y Ana Bolena tuvo trascendencia desde el comienzo de la serie. Para la segunda temporada, Ana había pasado de ser una joven, un poco ambiciosa, pero llena de ansias de reforma y de amor por su monarca marido, a una mujer recelosa, paranoica, de mal talante y amiga de la botella. ¿Suena parecida a alguien? Por supuesto que sí.

Hay una escena, en la segunda temporada, donde George, el hermano de la reina, sorprende a Ana en su recamara, borracha y al borde del ataque de nervios. Cuando Ana, en medio de su pataleta, se muestra obsesionada con el peligro que representan para ella su hijastra Maria, y la madre de esta, Catalina de Aragón y expresa el deseo de acabar con ambas, es como si escucháramos a Cersei complotando contra sus enemigos y desahogándose con el hermano.

 George Rochford fue al cadalso acusado de haber tenido amores incestuosos con su hermana, Cersei es amante de su gemelo. Podría asegurar que Weiss & Bemioff le echaron una ojeada a “Los Tudor’ antes de crear una visión audiovisual de la Cersei de Martin.

El prototipo de “La Reina Mala”
(Esquire)

Una de las bellezas de la Canción de Hielo y Fuego, es que Martin se ha inspirado en muchas entidades históricas para crear a sus personajes. Eso convierte a la Canción en un roman a clef donde el historiador profesional o amateur tiene que identificar al personaje verdadero tras el ficticio. De la relación incestuosa de los mellizos Lannister se ha dicho que está basada en los amores clandestinos de Lucrezia Borgia y su hermanito, pero en “Los Borgia”, Holiday Granger creó una Lucrezia que más se parecía a Luna Lovegood que a Cersei.

Sin embargo, los productores de “The White Queen”” si se acordaron de la hija de Tywin Lannister cuando se trató de caracterizar a Margarita de Anjou. Apodada “La Reina Mala”, Margarita ha sido una obsesión de la ficción histórica. Shakespeare la incluyó en cuatro de sus obras y se han escrito óperas y un sinnúmero de novelas sobre ella. Sus mismos contemporáneos la describían como hermosa, pero de temperamento volátil y agresivo.
Boda de Margarita de Anjou y Enrique VI

A pesar de que llevó a Inglaterra a una guerra civil cuando derrocaron a su marido Enrique VI, Margarita no fue feliz en su matrimonio. Enrique estaba loco y no tenía mucho apetito sexual. La reina, sin embargo, tuvo un hijo que fue su adoración (como Joffrey de Cersei) y que puede haber nacido de amores adúlteros de Margarita con Lord Ormonde o con el Duque de Somerset. Shakespeare creía que el amante de la reina era su mentor, Lord Suffolk. El caso es que, el pueblo no quería a Margarita por tacaña y arrogante y se rumoraba de que su hijo Eduardo era ilegitimo. Ya con esas ya tenemos a la verdadera Cersei.
Margarita llora la muerte de su hijo
Cersei llora la muerte de su hijo

Pero esa correlación se hizo más patente en la adaptación de la novela de Philippa Gregory. Parecía que la actriz flamenca, Veerle Baetens, siempre tenía presente a Cersei al interpretar a “La Reina Mala”, sobre todo en su trato de la desdichada Anne Neville, su nuera. Como Cersei con Sansa, Margarita se complacía en humillar a su nuera, en recordarle su posición vulnerable, en no escatimar recurso para hacerle más difícil su situación. En ningún momento sentía piedad de la orfandad de Anne o de su falta de experiencia. El peor momento fue cuando Margarita se impuso como testigo de la terrible noche de bodas de Anne.


¿Lancaster o Lannister? ¿No se parece a Joffrey el monstruito?

El Príncipe de Gales era la adoración de su madre y tan bruto, malévolo y soberbio como Joffrey. Margarita, tal como Cersei, parecía molesta de tener que compartirlo con la nuera y por eso descargaba su frustración sobre Anne.

Tal como Cersei era más déspota con Sansa cuando esta había perdido a su familia, Margarita es más exigente e insensible cuando Anne recibe la noticia de la muerte y derrota de su padre. Como “The White Queen” data del 2013, está claro que Cersei ha sido el modelo escogido para fabricar un estereotipo de reina mala y medieval.

Cersei y Catalina de Médicis: el lado maternal de las tiranas

El 2013, también vería el nacimiento de” Reign”, una serie inclasificable, Tanto así que la han vendido como “fantasía”. A pesar de incluir druidas, fantasmas y un juvenil y atractivo Nostradamus lanzando profecías a diestra y siniestra, lo más fantástico de este programa es la pretensión de ser histórico al relatarnos la juventud de Maria Estuardo en Francia. Obvio que la descripción de la Reina de los Escoceses en la Corte de los Valois, abarca a su querida suegra, la legendaria Catalina de Médics. En la vida real, la Reina de Francia no pasaba a su nuera. La serie exagera esa enemistad y Doña Catita vive complotando en contra de Maria, ya que teme que sea la causa de la prematura muerte del joven rey (una de esas locas profecías de Nostradamus).



Obvio que cualquier rivalidad entre reina “mala “y joven nuera hace que los troneros hablen ya de Cersei-Sansa, pero como Maria es mucho más avispada y poderosa que la niña Stark, mejor sería compararla con Daenerys. Para fines de la tercera temporada, Catalina y Maria son aliadas. Sin embargo, Catalina sigue en un rol “cersiano”. El nuevo rey es Carlos, que anda con ganas de vengarse de las negligencias maternas. Carlos, como Joffrey, es medio loco. Este año nos han llevado a creer que es un asesino en serie, un necrófilo, y un caníbal, en ese orden. Al final resultó que lo más malo que había hecho fue convertirse al protestantismo.
Carlos cuando creiamos que se comía a los niños del pueblo (International Business Times)

Entretanto, Catalina como Cersei desesperadamente intenta recuperar el poder que alguna vez tuvo sobre el rey. Como ocurriera con Tommen y Joffrey, Carlitos se aleja de la madre, no cree en sus palabras y es agresivo con ella. Tal como nos pasa con La Leona Lannister, nos da lástima ver a una mujer que solo busca proteger a su hijo y que encuentra rechazo. Las escenas de Catalina y su hijo-rey me traen a la memoria muchas escenas de “Juego de Tronos” y eso no es coincidencia.

La Cersei Vikinga

El 2013 fue también el año que conocimos a Ragnar Lothbrok y su familia. En la semi-igualitaria sociedad vikinga no hay espacio para una reina tan retorcida como Cersei. Dejémosle esas cosas a los sajones que enloquecen a las mujeres con su opresión patriarcal. Pero, aunque tuvimos reina loca a la sajona, no fue Kwenthrith quien demostró tener algún parecido con la hija de Tywin.

Para los que militamos en el Team Aslaug fue un shock ver a la hija de Sigfrido, degradarse y caer en niveles cersianos. A pesar de ser toda una princesa, Aslaug, como Cersei, se traumatizó al descubrir que su marido no la amaba. Se buscó un amante, se obsesionó con su hijo más débil, se encariño con la botella. Aunque difería de Cersei en que nunca amó el poder, y que en el fondo era una buena mujer, su depresión, su falta de interés en las cosas que realmente importaban, su complejo de victima que la hacía egoísta las desgracias ajenas la ponía al nivel de la reina tirana. Sus enemigos rápidamente aprovecharon para tildarla de “la nueva Cersei”.

Cersei en la Casa Blanca


(Huffington Post)

Lo ocurrido con Aslaug saca a la luz el estereotipo al que los productores apelan cada vez que tratan con una mujer poderosa a la que la desgracia hace tambalear. Comparar a Jackie Kennedy con Cersei Lannister parece una aberración. Sin embargo, en el filme de Pablo Larraín, tanto director como libretista aprovechan este estereotipo cersiano para demostrar, no tanto la magnitud del dolor y trauma de Jackie, sino su necesidad de mantener un mito como una manera de superar que ya no es Primera Dama.
(The Sag Harbor Express)
Reinas, hermanos y cadáveres (metro.co.uk)


En la vida real, el espacio entre el asesinato de John Kennedy (septiembre 22, 1963) y su funeral (septiembre 25) fue mínimo. Durante esos días, la Primera Dama estuvo muy ocupada, con tiempo escaso para dormir, y rodeada de gente, parientes, amigos, funcionarios, secretarias y dignatarios. Cada uno de esos momentos está documentado. Sin embargo, el filme extiende ese periodo y tiene a Jackie haciendo cosas imposibles como ir a buscar el sitio para enterrar a JFK, algo que estuvo a cargo de Robert Mcnamara.  Aunque desconocía este último detalle, como fanática de Jackie, sentí que había mucho de falso en el filme y en la actuación de Natalie Portman.

Un a escena totalmente surrealista tiene a Jackie vagando por cuartos vacíos de la Casa Blanca, empinando innumerables shots de vodka y copas de vino. En su borrachera (también mezcla el alcohol con píldoras) se cambia de vestido tras vestido y en un momento hace un semi desfile para un par de agentes secretos que aparecen de la nada. En la vida real, en la Casa Blanca no cabía ni un alfiler, la única intimidad de Jackie era cuando iba al baño. 




Si hubiera estado tan ebria como la describe el filme no hubiera podido acompañar a pie el ataúd del marido. Pero entiendo que el libretista quiere que sintamos a Jackie como una mujer solitaria y aislada, tan ocupada creando y viviendo un mito que no puede ser ella, misma. Por eso se disfraza, se aturde con alcohol y se despide se su palacio. A medida que comprendía eso, ante mi horror visualicé a una Cersei embriagada deambulando por los pasillos del palacio en Desembarco del Rey.

Otra escena que me hizo pensar en Cersei, fue Jackie en el Cementerio de Arlington.  Llueve a cantaros, pero ella insiste en arrastrar a su entourage a encontrar el lugar perfecto para enterrar a JFK. Frustrada, se adelanta chapoteando y casi cayéndose cuando sus tacones de aguja se entierran en el lodo. Esta escena que nuca ocurrió, muestra una mujer acostumbrada a mandar que se molesta cuando le llevan la contraria. De nuevo vi a Cersei discutiendo con sus ministros. Ya la esperaba ordenando que arrestaran a Meñique.

Por último, esta para mí lo más insufrible de la película, la relación con Robert Kennedy. Aparentemente, Jackie únicamente puede sincerarse con su cuñado. Esto deviene en intercambios mordaces entre ambos, pequeñas conspiraciones y recriminaciones y hasta una pataleta de la Primera Dama en la que acusa a Bobby de exponerla a ella y a sus hijos a las balas de un hipotético asesino. En la vida real, Jackie y Bobby fueron muy unidos, tanto que se ha rumorado que fueron amantes. Los críticos han comentado que las peleas entre los cuñados parecen “de matrimonio”. Para mis esas discusiones de hermanos(cuñados)y amantes, sonaban a las de Cersei y Jaime.


 En una entrevista, mi compatriota Larraín dijo que no sabía cómo enfocar el personaje de Jackie, porque le era totalmente ajena, por lo que acabó recreándola como “una reina”. Una lástima que Pablito no conociera más reinas que Cersei Lannister.

Futuros Clones de Cersei
Esta semana cuando veía el comienzo de “The White Princess”, ya trataba de identificar a la clon de Cersei. ¿Será la suegra o la madre de la primera reina Tudor? Tan acostumbradas estoy a ver el estereotipo que me sorprendería que no lo tuviéramos en esta serie de Starz.

Lo que es seguro es que seguiremos viendo estas reinas obsesivas, destructivas paranoicas que aman el vino tanto como a sus hijos.   ¿Cuál de las mencionadas les recuerda más a Cersei?  ¿Se me ha olvidado algún otro clon entre las reinas fantásticas o históricas? Recuérdenmelo ¿Que reina histórica o ficticia, que se parezca a Cersei les gustaría ver en pantalla?  
(Cersei y Leonor de Aquitania)


Yo ya tengo mis candidatas del pasado histórico. Me gustaría ver algún día, siguiendo ese modelo cersiano, a la rebelde Leonor de Aquitania (con Juanito sin Tierra como Joffrey). Desde que la interpretara Glen Close en la última adaptación de Un león en invierno, que a Leonor la tienen olvidada, a menos que se cuenten esas apariciones de relleno en las quinientas adaptaciones de Robin Hood.

 Otro gran personaje cersiano fue Isabella, “La Loba de Francia” a la que conocimos en Los Reyes Malditos de Maurice Druon. No me gustó la última adaptación, así que preferiría que los ingleses se encargaran de adaptarla, como maestros del genero histórico que son. Y obvio, que muestren a Isabel como una Cersei de la vida real.

miércoles, 22 de febrero de 2017

Cuando las reinas eran brujas: la magia de La Reina Blanca


Mi primera ventisca en New York. Encerrada en casa descubro una maravilla en mi televisor de mil canales. Un servicio que se llama “On Demand” y que te ofrece todos los capítulos de determinadas series. Es como streaming, pero la mayor parte del material es totalmente gratis. Comienzo con la serie “The White Queen” y descubro en ella la presencia de lo que he hablado en el blog anterior:  elementos sobrenaturales en un escenario totalmente histórico.

Mucho había oído hablar de la miniserie “The White Queen”, pero cuando la pasaron en Chile, yo ya era pobre, y no tenía acceso a los canales de Starz. Sabía que estaba basada en una trilogía de novelas históricas de Philippa Gregory, la misma que escribió La Otra Bolena. Esos libros son La Reina Blanca, La Reina Roja y La hija del Hacedor de Reyes.  Las tres tienen lugar sobre el trasfondo de La Guerra de las Dos Rosas y todos sus personajes son históricos.


De esa guerra tenía yo pocas noticias. Únicamente lo que me contó Shakespeare, el famoso relato de Los Hijos de Eduardo y su tío el malvado y contrahecho Ricardo III, y que Los Lancaster son Los Lannister y Los Starz representan a York en nuestra saga favorita Una canción de hielo y de fuego.

La Reina Blanca es el apelativo que la autora le da a Elizabeth Woodville (Rebecca Ferguson), la mamá de los Hijos de Eduardo.  Confieso, ignorante de mí, que no sabía que se trataba de la primera plebeya en casarse con un rey inglés ni que todo un reino se fue de espaldas al ver que el joven rey Eduardo VI (Max Irons, hijo de Jeremy) perdía la cabeza por una mujer que no era de sangre real, pero si mayor que él,  viuda y con dos hijos. Tuvo motivos la opinión popular al hablar de hechizos y Gregory se convierte en un eco de esos chismes, he ahí lo mágico de la historia.


Cuando Eduardo descubre a Lady Elizabeth Grey a la vera del camino, se entiende que se encapriche con la que era considerada la mujer más bella del reino. Incluso se entiende que el rey preste oído a la petición de la viuda de que le devuelvan la herencia de sus hijos, pero cuando Elizabeth se niega a ser su amante y hasta lo amenaza con la propia daga real, nadie espera la reacción de Edward. El rey convence a Elizabeth que se case con él. La unión suscita la sospecha entre el circulo real de que ahí existe algún filtro de amor. El más desconfiado es el primo y mentor del rey, el famoso Lord Warwick (James Frain, que no se pierde una buena serie histórica) apodado The Kingmaker o “Hacedor de Reyes”.

En la serie si hay un poco de sortilegio, al menos por parte de Lady Jaquetta Rivers (Janet McTeer), el personaje femenino más interesante de una historia repleta de mujeres fascinantes Jaquetta de Luxemburgo es una dama de sangre real, descendiente de Carlomagno, hija del conde de Luxemburgo, y más importante descendiente en línea directa del hada Melusina de la que ya les hablé anteriormente.
La veedadera Jacquetta of Luxenbourg


 La Reina Blanca también fue producto de una messalliance. Antes de nacer ya su madre había protagonizado un escandaloso romance. Philippa Gregory cuenta la historia de Jaquetta en La Señora de los Ríos. Una pena que ese libro no haya sido incluida en esta serie. Ahí se describe la juventud de Jaquetta, su vida en Borgoña y su amistad con Juana de Arco, cuando la santa era prisionera de los borgoñones. Como Juana, Jaquetta posee dones mágicos (premonición y poder sobre el agua) que adjudica a su antepasada Melusina. Cuando Juana es entregada a los ingleses y ejecutada, Jaquetta se da cuenta que es peligroso tener poderes.


A los quince años, Jaquetta es enviada a Inglaterra a casarse con el Duque de Bedford, hermano del Rey Enrique VI. Ya en tierras inglesas. Jaquetta descubre que a su marido no le interesa la consumación del matrimonio. El Duque es alquimista y quiere utilizar los dones de su esposa para sus fines. El cree que la virginidad aumenta el poder de esos dones. A Jaquetta no le importa ya que pronto se enamora de Richard Woodville, el escudero del marido y se hacen amantes. El Duque muere y su viuda rápidamente se casa con el escudero provocando un gran escándalo en la corte.

Por suerte para la pareja, Jaquetta está bajo la protección de Margaret de Anjou. La reina consigue que el marido le dé al escudero el título de “Conde Rivers” (Ríos). Así Jaquetta se convierte en Lady Rivers (la Señora de los Ríos). Los Condes tienen 14 hijos y son muy felices, aunque no comerán muchas perdices.

Jaquetta está más unida a Elizabeth que a sus otros hijos. Tienen una relación muy bonita, algo que resalta en una serie donde las madres o son obsesivas (Margaret de Beaufort, Margaret de Anjou) o crueles y descariñadas (Lay Beauchamp, Lady Warwick).

Se implica que la razón por la cual Jaquetta presta más atención a Elizabeth que al resto de su progenie es porque la ve como su heredera en la práctica de las artes mágicas. “Eres de mi linaje” le dice constantemente. Elizabeth es aquejada de sueños y visiones premonitorios. Lástima que no sepa interpretarlos sino sabría que sus hijos morirán en la Torre de Londres, que no se puede confiar mucho en Margaret de Beaufort y que Edward, además de serle infiel, se pondrá más gordo que Robert Baratheon.

Jaquetta no tiene visiones, pero si sabe consultar medios de adivinación como espejos e hilos de pescar. Su hija consulta estos últimos, cuando Edward anda amurrado por su rechazo, y encuentra engarzada en el hilo una pequeña corona que se convertirá en su anillo de bodas.


El poder sobre el agua lleva a Jaquetta a combinar sus esfuerzos con los de su hija para confeccionar un hechizo que le asegure la corona al yerno. Desde que Warwick le hizo la guerra, la posición de Edward en el trono anda tambaleando. Incluso su hermano George (David Oakes), que a través de la serie cambia de bando más veces que Meñique, lo abandona para pasarse al  enemigo. El Hacedor de Reyes ve potencial de monarca en George y lo casa con su hija mayor, Isabel (Eleanor Tomlinson).

Isabel queda embarazada. Edward y Elizabeth, tienen tres hijas, pero ningún heredero. Si Isabel pare un varón tendrá más derechos a la corona.  La mejor solución para las brujas es provocar una tormenta que impidan a Warwick y su familia llegar a Francia En la tormenta Isabel pierde al niño.



A pesar de que Elizabeth se siente contrita, las constantes perradas de Warwick la obligan a seguir tomando medidas mágicas en contra del Hacedor de Reyes. Cuando Warwick apresa y ejecuta, sin juicio alguno, al padre de Elizabeth, La Reina Blanca le pide a su madre que le enseñe a vengarse. Así Elizabeth escribe una lista de enemigos a lo Arya Stark (y al parecer con sangre) y la quema.


 Como en los próximos años, Warwick, George, y otros encuentran muertes violentas, tenemos que darle algún crédito a la brujería real. Más aun cuando la batalla en donde perece Warwick también está manipulada mágicamente por ya sabemos quiénes. La bruja madre y su hija bruja- reina elevan una espesa bruma que ayuda a camuflar al ejercito de Edward y a acabar con el enemigo.



Philippa Gregory no es la primera en abarcar estos elementos mágicos. En The King’s Grey Mare (La yegua gris del Rey) Rosemary Hwley Jarman explora esta reputación brujil de Jaquetta y su hija, pero al contrario de Philippa Gregory, las retrata de manera negativa como mujeres ambiciosas y mal intencionadas.

¿Existe alguna justificación histórica que certifique la mala fama de The White Queen y su madre? Se sabe que los Luxemburgo juraban que descendían de Melusina, algo que compartían con muchas otras familias linajudas de entonces. Eventualmente, Jaquetta fue juzgada y exonerada por hechicería. Ocurrió esto en un momento vulnerable, en que el Rey Eduardo andaba prófugo y no podía socorrer a la suegra. Pero Jaquetta, que como concuerdan novelistas e historiadores, era mujer de carácter fuerte supo defenderse lo más bien de acusaciones torpes de que andaba haciendo muñequitos vudú, un tipo de hechicería que nunca la vemos practicar en la serie.


Jacquetta camino a su juicio (Fanpop)


 Más adelante, ya muerta Jaquetta, Ricardo Tercero volvería a argumentar que el matrimonio de su hermano fue el resultado de los esfuerzos combinados de ese par de brujas, por lo tanto, era invalido. Obvio que Ricardito, jorobado maldito que era, necesitaba de algún argumento para explicar su usurpación.

Lo curioso es ver una época en que la nobleza, la realeza, los ilustrados y hasta el poder judicial, ni hablar del eclesiástico, estaban totalmente convencidos de que las brujas podían manipular reyes y dirigir reinos con sus pociones. La serie señala como la histeria anti-bruja surge de la clase alta, de las mismas familias de Eduardo.

A Isabel, Duquesa de Clarence, se le mete en la cabeza que Elizabeth tuvo que ver con su primer malparto y que la ha maldecido impidiendo que tenga un heredero varón. Su hermana Anne Neville (Faye Marsay), a pesar de que, si tiene un hijo varón, le hace coro y ambas le llenan la cabeza de estas historias a George, el duque de Clarence.
George a punto de enviudar(BBC)

܁Cuando George queda viudo, justo cuando Isabel ha parido al deseado heredero, no se le ocurre nada mejor que acusar a Elizabeth de matar a su mujer. ¡Ah y también al perro al que le da por morirse en esos días! Como nadie le hace caso, George decide defenderse contratando un mago para que lo proteja de los hechizos de su cuñada. Al imprudente mago se le antoja augurar el fallecimiento del rey, un crimen que entonces ameritaba la muerte. 

Al mago lo ahorcan y George, que sigue metiendo las patas termina, tal como cuenta la leyenda, metiendo la cabeza en un barril de vino hasta que se ahoga. Y por supuesto los espectadores nos preguntamos si tan triste final tuvo que ver con que Elizabeth anduviera quemando listas de sus enemigos.

La serie pinta claramente a Jaquetta y a su hija como brujas. Jaquetta ejerce su poder con juicio, su hija se deja llevar por arrebatos vengativos, pero ambas son conscientes de su calidad de magas. incluso la familia las ve como tales." ¿Qué hechizo están tramando?"pregunta risueño Lord Rivers cuando ve a su mujer e hija hablando bajito. En la vida real, también fue un hecho aceptado que eran brujas, pero eso tuvo más que ver con la ignorancia de la época que con los verdaderos poderes de La Señora de los Ríos y su hija, La Reina Blanca.