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domingo, 3 de enero de 2016

Año Nuevo, Nuevas Fantasías: Lo que nos trae el 2016


La fantasía sigue teniendo su espacio en cine y series de televisión, pero las últimas que hemos visto no han sido del todo rescatables. ¿Ocurrirá lo mismo con  el cargamento del 2016  o nos  traerá algunas sorpresas?

En el cine no hay nada programado que no hayamos discutido en blogs anteriores.  Lo nuevo que se anuncia denota la costumbre de Hollywood, en épocas de crisis,  de apostarle a lo conocido, (léase  “secuelas de mega éxitos"). Así  ya se  anuncian nuevas entregas de las sagas de “Viaje las Estrellas”, “Los X Men”, “El Día de la Independencia”, “Los Cazafantasmas “y “Alicia en el País de las Maravillas”.

También ya se ha programado la segunda parte de “El Poderoso Oz” y eso que no fue un éxito en taquilla.  Sucede que, (lo descubrí en mi investigación sobre la obra de Frank L. Baum), la franquicia “Oz” siempre vende.

En  esa onda, en México están preparando una cinta de monos animados sobre Los Monos Voladores y qué sucedió con ellos tras derretirse La Bruja Mala del Oeste. Nuevamente nos amenazan con sacar al aire la perennemente archivada “Emerald City  (ahora con Adria, hija de Ricardo Arjona como Dorothy) “y hace dos años  que  la CBS prepara un drama medico llamado “Dorothy” donde la niñita de las zapatillas rojas se convierte en una cardióloga neoyorquina.  Ya lo dije, el tema del Mago de Oz da para posibilidades inagotables.
Adria Arjona

De las series de televisión que verán luz en el 2016, hay pocas que no hayamos mencionado y ninguna muy impresionante. Aparte del desatino de tener a El Coludo de protagonista (“Lucifer”) ahora quieren hacernos conocer las nuevas aventuras de Damien. Si el  mismísimo Anticristo de la saga de “The Omen” (“La Profecía”).

Aunque los entes diabólicos no me apetezcan en nada, el cuento de “Preacher” me está interesando a medida que se sabe más de su argumento. Como en el comic en el que está basado, la serie narra las aventuras de Jesse Custer, un pastor que, tras la destrucción de su parroquia (y feligreses) es poseído por Génesis, una criatura hibrida producto de la unión de un ángel y de un demonio.

Dominic Cooper (“La Duquesa”,  “Fleming”) interpreta a  Custer. Es una especie de Don Quijote sobrenatural, ultra violento  cuyo propósito es encontrar a D-s (literalmente) y descubrir si Génesis puede vencer al Todopoderoso en batalla (supongo que en una especie de duelo Stark-Lannister). Acompañan a Preacher, su ex novia Tulipán, y  Cassidy, un vampiro irlandés que también es drogadicto. (WTF?) La trama es tan estrambótica que voy a tener que verla. Si sale algo como “Constantine”,  la dejo car. En cambio si tiene ribetes de western moderno y matices místicos a lo”Carnival”, tal vez la siga.

Cada vez estoy viendo menos televisión, por eso me he vuelto über exigente. Lo único que me llama la atención de la cosecha televisiva es “Stranger Things”. Tal vez nada más porque marca el debut de Winona Ryder en la televisión. La historia de una mujer cuyo hijo es secuestrado por fuerzas malignas suena fantástica en papel, pero en pantalla las cosas cambian. No sé, como que siento que esta cosecha fantástica viene más que mediocre. Pero hay un sitio donde la fantasía siempre llega bien vestida y oliendo a colonia Penhaligon. Me refiero a los productos ingleses.

Este otoño,  la ITV ya se ha lucido con dos series muy interesantes. La primera es” Jekyll y Hyde” inspirada, obviamente, por la novela de Robert Louis Stevenson. Pero no se trata ni de una adaptación ni un traslado al mundo moderno como lo ha sido “Jekyll”. Esta es como una secuela que tiene lugar en el Ceylán de los Años 30. Robert, (Tom Bateman) un joven inglés, tras el asesinato de sus padres adoptivos, descubre que es nieto del Dr. Jekyll, que ha heredado la capacidad del abuelo de convertirse en el siniestro Hyde,  y que hay mucha gente interesada en controlar su poder.

Robert regresa a Inglaterra donde contacta a Sir Roger (Richard E. Grant que se ha vuelto infaltable en toda buena serie) un oficial del Servicio de Inteligencia británico que anda metido en cosas paranormales. Pero resulta que existe una organización llamada Tenebrae que está empeñada en reclutar monstruos para planes poco saludables. El problema de Jekyll es como huirle al Capitán Dance (Enzo Cilenti) jefe de Tenebrea y como descubrir la cura para esa costumbre de volverse Hyde.

El gran problema de Robert es su dualidad ya que afectará hasta su vida sentimental. Si bien Robert encuentra el amor en la bioquímica Lily Clarke (Stephanie Hyam), su otro yo se enamora de Bella (Natalie Gumede), la dueña de un night-club del  East End. Pero esta no es solo una historia de romance. De hecho ha sido muy criticada por su excesiva violencia y contiene bastantes toques sobrenaturales incluyendo una fantástica galería de monstruos.

La ITV ha puesto su mirada en los clásicos decimonónicos. Después de que su serie”Legend” fuera cancelada, Sean Bean interpreta a un veterano de guerra, hoy policía, que debe resolver el caso de un pedófilo asesino en serie. Nada muy original, pero si la situamos en el Londres post napoleónico, si intercalamos personajes  reales como Mary Shelley, William Blake y Sir Robert Peel, y si el asesino puede ser un monstruo creado con trozos de cadáveres, entonces  ya se vuelve un platillo cordon bleu.

Tras su finale después de seis capítulos, “Las Crónicas de Frankenstein” ha pasado a un limbo en el que no se sabe si es serie con posibilidades de renovación o miniserie. En ser el último caso tendría el honor de ser una de las pocas en las que Sean Bean sobrevive.

No es solo la fantasía victoriana la que inspira a los productores anglosajones. Hoy debuta “Beowulf”. Kieran Brew a quien conociéramos como el Duque de Calabria en “Da Vinci’s Demons”, dará vida al legendario héroe del poema medieval. Ya estamos oyendo los elogios de siempre “La serie mas cara de la televisión inglesa,”  "un cruce entre ‘Juego de Tronos’ y ‘El Señor de los Anillos’”. A mí de Beowulf solo me interesan Grendel y su mamá a la que siempre veré como Angelina Jolie.


Pero no toda la fantasía británica viene de ITV. La BBC prepara “The Living and the Dead” que nos llevará a un Somerset rural a fines del Siglo XIX. Para el granjero Nathan Appleby (Colin Morgan, nuestro recordado Merlín) este es el momento ideal para investigar lo metafísico. Apoyado por la Society for Physical Research se dedicará a investigar todo suceso sobrenatural en la comarca. Solo que lo que descubra afectará su vida irreparablemente.

¿Cuál de estas series o películas les interesan? ¿Sienten como yo que las últimas series de fantasía no dan la talla?

jueves, 13 de septiembre de 2012

Mina Harker y Lucy Westenra: Las Primeras Heroínas del Género “Vampírico” (II Parte)



El Dracula de 1979 permanecería como un caso único de un vampiro sexi y romántico hasta que Francis Ford Coppola llevaría hasta sus máximos extremos las posibilidades trági-eroticas del personaje en su adaptación de la novela de Stoker. Los críticos han discutido hasta la nausea los meritos de un filme que pretende seguir la novela al pie de la letra, pero termina deviniendo en una historia de amor. Se ha hablado de los alcances interpretativos de Gary Oldman al retratar a Dracula como una fusión de monstruo de película de terror y  héroe byroniano, pero poco se ha dicho de la transformación del personaje de Mina, la cual trasciende su represión victoriana para convertirse en compañera del Conde y  dotada de sus mismos poderes.

Es una de esas ironías hollywoodenses que la versión Coppola pudo no hacerse y que Winona Ryder pudo no interpretar a Mina. Como saben los cinéfilos, la actriz, por motivos de salud, tuvo que dejar la filmación de la tercera parte de “El Padrino”. Coppola no se lo perdonaba. Para hacer las paces, Winona le llevó el guion de James V. Hart. Encantado con los aspectos sensuales de la historia, Coppola decidió crear “un sueño erótico” con Winona como protagonista femenina.

El espíritu de Elisabeta
Elisabeta muerta (itsvery.net)

A pesar de ser considerada la más cercana al libro (por algo se llama “Bram Stoker´s Dracula”) el filme se aleja del original precisamente con el personaje de Mina que ya no solo es la tímida novia-esposa que atrae la indeseada atención de un vampiro. La Mina de Coppola es la reencarnación del gran amor de Dracula, y a pesar de sus escrúpulos, e incluso ya casada, está más que dispuesta a regresar con su vampiro-primer marido.

La trama inicia en Valaquia, a fines del siglo XV. Elisabeta (Winona R.), esposa del Príncipe Vlad Tepes (Gary Oldman) espera el retorno de su marido que lucha contra los turcos. Un falso rumor de que Vlad ha muerto la enloquece y lleva al suicidio. Vlad regresa para encontrarse que los monjes se niegan a darle cristiana sepultura a Elisabeta. En un gesto blasfemo, el enfurecido Príncipe atraviesa la cruz de su capilla con la espada precipitando el primer baño de sangre del film.

Pasan cinco siglos, Elisabeta es ahora Mina Murray, una tímida maestra comprometida con el tieso Jonathan Harker (Keanu Reeves, en una de sus peores actuaciones). Mina es la viva imagen de la represión victoriana, su ropa es cerrada, abotonada hasta el cuello, su cabello está recogido tan tirante que las orejas de la actriz se proyectan como las del Señor Spock. Todo en ella huele a orden, pulcritud y moderación.
(screened.com)

Contrasta con su amiga Lucy (Sadie Frost) cuya extravagancia en vestuario, discurso y actitud la hacen parecer más mundana de lo que realmente es. Aunque en su diario Mina segura que ambas son virtuosas, las amigas poseen una curiosidad sexual que se manifiesta en su interés por las laminas pornográficas de un de esos manuales orientales que hacían las delicias de los burgueses decimonónicos.



En su diario, Mina revela sus ansias de independencia (desea ser más como Lucy, desobedece el deseo de su novio de alejarse de su amiga, y sueña con viajar y tener una mejor vida). Aunque es la descarada Lucy la que dice tener sueños eróticos y acaricia jadeante el cuchillo Bowie (símbolo fálico) de su pretendiente tejano, es Mina a quien la vemos más intensa en su exploración sexual. Tras una carrera bajo la lluvia, Mina intercambia un casto, pero lésbico, beso con  Lucy, y al despedir a Jonathan, que parte al Castillo de Dracula, es ella quien lo besa apasionadamente.

Mientras Jonathan vive experiencias dantescas en el Castillo de Dracula, Lucy finalmente acepta casarse con Lord Arthur Holmwood. Una noche, Mina despierta y ve a Lucy sonámbula camino al jardín. La sigue y presencia como Dracula en forma de hombre-lobo viola a su amiga. El monstruo ve a Mina, le grita con voz cavernosa “¡No me mires!” y huye. Lucy no recuerda nada del ataque, per enferma gravemente. Su ex pretendiente, el Dr. Seward manda venir a un antiguo maestro, el Profesor van Helsing (Anthony Hopkins).


Mina Enamorada


Un día, en la calle, un extraño (Gary Oldman con unas antiparras azules y una peluca horrorosa)  interpela a Mina. Creyéndose acosada, ella reacciona iracunda y lo amenaza con “su marido”. El extraño se disculpa y se presenta como “El Príncipe Vlad”. Al oír el título aristocrático, Mina acepta acompañarlo a una exhibición de lo que pasaba por cine en esa época. Es ahí cuando Dracula arrastra a Mina a un rincón y dice esa frase clásica “He cruzado océanos de tiempo para encontrarte”. Intenta morder a la asombrada mujer, pero la presencia de un gran lobo blanco en la sala lo detiene. El Príncipe es el único en no demostrar temor, domina a la fiera e insta a Mina a acariciar al lobo.



La recatada Mina acepta cenar con el Príncipe. En la cena, Miss Murray aparece con un traje que prueba su nueva independencia, un vestido rojo y escotado, y lleva el cabello suelto. Tras probar ajenjo, Mina comienza a recordar su vida pasada como Elisabeta y demuestra sentirse muy atraída por el noble. Pero el aguafiestas de Harker logra huir del Castillo y manda aviso a su prometida que se reúna con él en Rumania donde se casan. A pesar de que Mina se recrimina por su veleidad amorosa, mantiene oculta a su marido su relación con el Príncipe.

(solohd.net46.net)


En Londres, Lucy empeora, ni los esfuerzos de van Helsing pueden impedir que muera. Convencido de que ella es un vampiro, van Helsing junto a los pretendientes de Lucy exhuma el cuerpo de ella y lo destruye. Los Harker retornan a Inglaterra.  Mina ha vuelto a ser la damita medrosa, reprimida y un poquito pedante, pero a su diario confiesa que ahora casada por fin comprende la naturaleza de las emociones que el Príncipe despertó en ella. Con esas medias palabras, Mina dice que ya no es virgen, pero que su marido no la satisface hasta el punto de hacerla olvidar a su enigmático pretendiente.

(periodrama.com)


Harker le cuenta a van Helsing sobre los horrores que vivió en el castillo de Dracula. El Profesor convencido de que Dracula mató a Lucy, reúne una partida para asaltar la Abadía de Carfax que Dracula compró cerca de Londres (justamente al frente del asilo del Dr. Seward). Sin saber que Dracula es “su Príncipe”, Mina comete la incorrección política de expresar lástima por el vampiro.

 Seward lleva a Mina a su manicomio. Ahí ella conoce a Renfeld que le dice que “El Amo ya viene por ella”. Ofendida, Mina dice que ella está casada (maravillosos los altibajos de voz de Winona para expresar su dualidad moral). Esa noche, mientras Seward y los otros toman por asalto la Abadía, Mina duerme en la cama del médico. Dracula entra en el asilo, mata a Renfeld y se mete en la cama de Mina quien despierta gozosa y corresponde a las caricias del vampiro. Su desfachatada pasión acaba cuando él se identifica: “Yo soy Dracula”.

Al darse cuenta que él mató a Lucy, Mina lo golpea, pero su pasión trasciende el dolor de perder una amiga. Le suplica que la convierta en vampiro (esto más de una década antes que a Bella Swann se le metiera en la cabeza la misma manía). “Quiero ser lo que tu eres, ver lo que tu ves, amar lo que tu amas” suplica Mina. Dracula siente que la ama demasiado para convertirla en un monstruo, pero finalmente la muerde y le da a beber su sangre. Los cazadores irrumpen en el cuarto y se encuentran con una Mina semidesnuda de rodillas en la cama, besando a una figura invisible y con la cara manchada con sangre. Sus gritos la despiertan   (Coppola consiguió el rostro de sorprendida vergüenza de  Winona a base de gritarle “¡Puta, Puta!” fuera de cámaras). Dracula aparece en el otro lado del cuarto y con facha de monstruo. Tras gritar que Mina le pertenece, se convierte en una manada de ratas y huye.



La Novia de Dracula

Lo próximo es que los cazadores, con Mina a la rastra, parten en tren rumbo a Rumania donde creen que se oculta Dracula. Tras ingerir la sangre del vampiro, Mina hipnotizada puede rastrearlo y guiar a los cazadores, pero ella ha cambiado físicamente. A pesar de que es invierno viste un traje muy escotado y de color verde musgo (color que se asocia con brujas y hadas) lleva el cabello suelto y alborotado, y ya tiene incipientes colmillos.

La partida debe seguir a caballo su persecución. Los cazadores se separan y van Helsing y Mina continúan solos. Esa noche, se detienen en la nieve. La llegada de las Novias de Dracula (capitaneadas por Monica Bellucci en su debut en el cine) alborota a Mina que intenta seducir a van Helsing. El corresponde a su beso  y ella se dispone a morderlo (Winona es la más besada de la película, habiendo compartido besos con Gary, Keanu, Sir Anthony y hasta con Sadie Frost).Aunque van Helsing la neutraliza, incrustándole una hostia en la frente, ya está claro de que lado esta Mina.


Van Helsing destruye a las Novias y prosigue su camino hacia el castillo, Mina lo sigue, pero es obvio que no planea ayudar en la destrucción del vampiro. Esta sufriendo cambios físicos que la hacen poderosa. Por ejemplo,  no necesita de binoculares para ver dónde esta el castillo.  Mina  provoca una tormenta invocando  llamas azules con sus manos que  atraen vientos que al ascender a las nubes y provocan una tormenta. Esta escena, que para mi representa todo el poder del personaje, nunca la he visto comentada por nadie.
(media.theiaplis.com)

Dracula llega a su morada, pero es interceptado por los cazadores que lo degüellan. Quincy, antes de morir, alcanza a clavarle su cuchillo al vampiro. La carnicería es detenida por Mina que los apunta con un arma. “¿Cuándo llegue el momento, harás lo mismo conmigo? “le pregunta a su marido.

(photoslucywho.com)
 Avergonzados, los cazadores dejan que Mina arrastre a Dracula hasta la capilla. Ahí él le suplica “Dame paz”. Ella lo decapita. La película termina con Mina mirando el techo donde un fresco representa a Vlad y Elisabeta ascendiendo al Cielo. Originalmente, el filme acababa con Mina abrazada a Jonathan, pero Coppola editó esa escena para que el público imaginara que Dracula y su mujer se habían reunido en la eternidad.

Antes de comenzar la filmación, Coppola se encerró con los actores protagonistas por un par de días para trabajar en el guion. Fue él quien agregó ese prologo en que conocemos a Dracula antes de ser vampiro. No fue tan novedoso. Ya en su exitosa “Sombras Tenebrosas” Dan Curtis había humanizado al vampiro Barnabas dándole un amor del pasado al que reencuentra en el presente. Cuando Curtis dirige su versión de Dracula con Jack Palance le agrega este tema del amor reencarnado, pero la reencarnación es Lucy (Fiona Lewis).

Sentando un precedente

 Lo que Coppola hace es rescatar a Mina como personaje y dotarla de una personalidad vigorosa. Muchos han criticado al director por haber convertido a la devota esposa e Stoker en adúltera descarada. Se olvidan que Mina es un personaje confundido, dividida por  los deberes y formación puritana y los recuerdos de una vida pasada que ella no logra comprender. Muchos lectores modernos se han sentido incómodos ante la esclavitud de Mina, su subordinación a Jonathan. Coppola  la desliga de esa imagen de mujer sin voluntad y crea un precedente para futuros retratos del personaje. Sin la historia de amor de Coppola no existirían ni Bella ni sus hermanas de los romances vampíricos tan en boga en el Siglo XXI.

 En 1999 en el comic “La Liga Extraordinaria”, Alan Moore integra a Mina Murray a la Liga como una de las agentes del servicio de inteligencia Británico. Esta mujer independiente, inteligente y sexualmente activa (se divorció de Jonathan porque no la satisfacía) poco tiene que ver con las represiones sociales del personaje de Stoker.