A diferencia de los vampiros, los licántropos siempre han sido
retratados como victimas en la ficción. Aunque el folclore y hasta el sistema
legal de la Antigüedad preveían que convertirse en lobo podía ser una opción,
la literatura insistía en que ese mal
era provocado por hechizos, maldiciones y otras circunstancias ajenas al
que la sufría. Eso si, por muy inocente que fuera, el licántropo era un ente nocivo
que debía ser destruido. Por mucho que ataquemos la saga Crepúsculo tiene la virtud de presentar la licantropía como una condición que bien controlada
puede ser útil tanto para el licántropo como para su entorno. ¿Pero de dónde
Stephanie Mayer sacó este concepto de hombres lobos benévolos?
Aunque la idea de que un hombre pueda convertirse en animal
es universal, en Occidente la metamorfosis va asociada con los lobos. En ambos
lados del Atlántico y hasta en el Medio Oriente se han encontrado estos mitos,
pero en la Europa antigua iba más allá de supersticiones campesinas, puesto que
Iglesia y el aparato legal creían fervientemente que un ser humano podía trocarse en lobo.
El mito más antiguo proviene de Grecia y se vincula al El
Rey Licaón quien, por atender a Zeus un día que no tenía carne en la despensa,
asó a su propio hijo. Indignado, El Rey de los dioses convierte a su anfitrión en lobo. Si, el mito recuerda
al cuento del Rat Cook de Bran, pero lo interesante es que a partir de entonces
se erige un culto a Zeus-Licaón. Pausanias, en su Descripción de Grecia, cuenta que se “sacrificaba” a jóvenes en esos templos. El sacrificio consistía en
que el joven se convertía en lobo por nueve años. Si al cabo de ese tiempo no había
probado carne humana, volvía a su vida y apariencia normal. Por tanto la licantropía en ese caso era solo un
periodo en el cual un humano podía gozar de la posibilidad de ser un animal tan
ágil y fuerte como el lobo.
El castigo de Licaón (grabado del Siglo XVI)
En la Roma clásica, los lobos, comenzando por la famosa Loba
Capitolina, gozan de cierta admiración.
Los autores desde Plinio hasta Ovidio hablan de la licantropía. En el Satyricon, la primera novela de la
historia, Cayo Petronio intercala una anécdota de un hombre cuyo compañero de
viaje se convierte en lobo, ataca un redil de ovejas, y recibe un lanzazo fatal en la garganta por
parte de los esclavos a cargo del ganado. Lo interesante es que este licántropo
romano se metamorfosea tras quitarse la ropa y orinar alrededor de ella. A
pesar que hay luna llena, se trata de un acto voluntario, tal vez buscado por
el mismo licántropo. Este aunque ataca a
las ovejas no es un peligro para los humanos y es fácilmente herido, sin
necesidad de balas de plata.
A través del tiempo han surgido varias teorías de por qué un
hombre (rara vez una mujer) llega a convertirse en lobo. Puede ser debido a la
mordedura de un licántropo, hechizo, maldición (las de curas y madrastras son
particularmente nefastas) incluso por haber nacido en Nochebuena o por ser séptimo hijo. También hay teorías
asociadas con la naturaleza, beber de ciertos manantiales prohibidos o dormir
con el fulgor de a luna llena en la cara (yo he probado esta última y les
aseguro no funciona) predisponen a la licantropía.
La llegada del cristianismo a Europa no afecta la creencia
en el homo lupus. Incluso se les adscribe
a los santos el poder de provocar esa metamorfosis. Si embargo, no se considera
que el licántropo sea una bestia irracional
y así son retratados estos seres en la literatura de la época. Hombres lobos benévolos
aparecen en el poema de Guillermo de Palermo,
en la leyenda artúrica y en el famoso lais de María de Francia titulado Bisclavret.
(del cortometraje de Emiie Mercier)
Bisclavret es un barón medieval que tiene la costumbre de
transformase en lobo algunos días de la semana. Aunque la autora no nos cuenta
la causa de esa transformación, el hecho de que el barón necesite encontrar su
ropa para volver a ser humano da la impresión de que es un acto deliberado. Ser
lobo no impide a Bisclavret cumplir con sus deberes de señor feudal, ser devoto
vasallo de su rey e incluso llegar a casarse.
(cortometraje de Emilie Mercier)
La baronesa se inquieta ante las periódicas desapariciones
de su esposo. Bisclavret le cuenta la verdad y su mujer le toma repugnancia, se
niega tener sexo con el y se busca un amante. Así, con ayuda de su cómplice, la
baronesa roba las ropas de Bisclavret impidiéndole volver a su forma humana. El
pobre lobo vagabundea por los bosques bretones hasta que se tropieza con la comitiva
real. Tanto rey como vasallos se asombran cuan el lobo, en vez de atacar, se
acerca manso, e inclina la cerviz ante el soberano. El rey le toma cariño al
lobo y se lo lleva de mascota. Bisclavret hasta duerme en la cama real.
(heeza.fr)
Pasa el tiempo. En las tierras del hombre-lobo, la baronesa
hace correr el rumor que es viuda y se casa con el amante. Este va a la corte a
rendir pleitesía. Ante la sorpresa de todos, el lobo ataca a quien lo deshonró.
Un consejero del rey le señala que el lobo nunca antes ha atacado a nadie. Bisclavret
es perdonado.
El rey parte a las tierras de Bisclavret rodeado de sus
favoritos, mascota incluida. Apenas ve a la adúltera, Bisclavret le salta
encima y le come la nariz de un mordisco. Nuevamente, es salvado por el juicioso consejero que se
da cuenta que hay un vínculo entre bestia y los nuevos barones. El rey no se
anda con chiquitas y hace que torturen a la baronesa. Esta suelta la sopa. Recobran
la ropa del licántropo y éste recobra su forma humana. Los adúlteros nos
reciben mas castigo que el exilio, pero María de Francia nos cuenta que tiempo
después cuando nacen sus hijos, todos vienen “desnarigados”. Bisclavret recobra
sus tierras y sigue convirtiéndose en lobo abiertamente, sin que haya reparos
de nadie.
Aunque parezca increíble pasarían más de setecientos años
antes que un hombre-lobo bueno volviera a aparecer en la ficción. De hecho, en
los próximos quinientos años, ley y religión torturarían y ejecutarían a muchos
acusados de licantropía y el mismo lobo tendría pésima prensa entre el campesinado
y la nobleza europea. (CONTINUARA)
Debido a que La Odisea
es mi texto clásico favorito, preferí darle un post separado. Sin contar que Ulises (u Odiseo) es el héroe más
complejo de los textos de la Antigüedad.
A ratos es heroico, a ratos parece villano, a ratos es víctima, en otras
es un canallita estafador. Lo que no se le puede quitar es que es un gran marinero
y que experimenta por esos andares por el Mediterráneo (y tal vez más allá)
aventuras náuticas prodigiosas.
Me encantó ver a Sean Bean encarnar al Rey de Ítaca en
“Troya”, ¡pero qué caracterización tan pobre! Lo tenían únicamente para
parlamentar con Aquiles, llegaba tarde a las batallas ¡y ni mencionaron que fue
el inventor del Caballo de Troya!
(collider.com)
En el entorno de la ficción greco-romana, Ulises es un
personaje muy diferente. Es un guerrero activo,
muy notable, pero también muy polémico. Su astucia, sus rencores y sus constantes
trampas y mentiras hirieron el sentido moral de griegos y romanos. Aun así,
como el trickster de los cuentos,
Ulises tiene un rol importante en la épica y leyendas de su mundo.
Sorprende que personalidad tan magnética no se encuentre
encerrada en el cuerpo de un semidiós. Era hijo de Laertes, Rey de Ítaca,
aunque más tarde se le inventaría un origen menos plebeyo y se le creerá hijo
del mentiroso Sísifo y por ende, nieto de Eolo, dios de los vientos. Por parte
de madre era bisnieto del dios Hermes. Aun antes de ocupar el trono de Laertes,
Ulises participó en varias hazañas. Postuló
por la mano de Helena, pero al perderla se casó con Penélope.
Ulises y Penélope según Ls Hermanos Coen
Como pretendiente de la Reina de Esparta se le exige que
vaya con la flota de Menelao en busca de la fugitiva. Ulises no tiene ganas de
ir a pelear por una mujer que no es la suya. Se finge loco, pero descubierta su ficción, se vuelve la mano
derecha de Agamenón y Menelao. Como embajador de los Atridas recluta a Aquiles
y otros guerreros. Durante el sitio de Troya sus dotes de diplomático son
indispensables casi tanto como sus labores de espionaje. Es quien va en busca
de las flechas de Hércules y roba el Paladio del templo troyano de Atenea,
ambos artilugios muy necesarios para la conquista de Troya. A pesar del robo, Atenea
favorecerá siempre al sagaz y sabio Rey de Ítaca.
Aunque su treta del Caballo de Troya consigue el triunfo de
los griegos, a Odiseo le toca un pobre botín. Le “regalan” a Hécuba, esposa de Príamo.
Aparte que la señora esta un poco viejilla, los dioses se apiadan de Hécuba y
la convierten en perra. Milagro que no llegará a oídos de Odiseo quien se ha embarcado
en una aventura marítima tan portentosa que de entonces se conocerán epopeyas similares como “odiseas”.
La Odisea es un
poema épico de construcción curiosa. Comprende dos viajes: el de Ulises que
anda perdido por los siete mares y el de Telémaco, su hijo, que va en busca del
padre. Será Telémaco quien descubra a Helena y Menelao reconciliados en
Esparta. La Odisea como tal comienza
a media-res con Ulises cautivo de la ninfa Calipso. Cuando al fin ella lo deja irse, el héroe se embarca en una
balsa que naufraga en la isla de los Feácios. Ahí Ulises contará sus aventuras
al Rey Alcínoo. Para los propósitos de ese post, voy a remitirme a los viajes
de Ulises en el orden cronológico en que ocurrieron y no el orden del poeta
Homero.
La Odisea es precursora
de muchas cosas, la principal el género
náutico. En este caso la aventura marinera va salpicada de encuentros con
criaturas fantásticas. Se cree que La Odisea
influyó en el mundo árabe y en la creación de Sinbad, el Marino. Yo también veo
elementos odiséicos en el imrama
celta Los Viajes de Mael Duin.
No solo el viaje marinero ha recibido inspiración del poema homérico. James
Joyce recrea el trayecto de Ulises en la odisea de su judío dublinés Leopold Bloom
en su famoso Ulysses. Los Hermanos
Coen le vieron cara de presidiario al héroe en su “¿Dónde estas hermano?”. Le
encargaron a George Clooney interpretar a Ulysses Everett McGill en esa parodia
de Homero situada en el Mississippi de la Depresión. En cambio para Charles
Frazer, Odiseo tiene el rostro de un desertor Confederado y reversiona La Odisea para situarla en el medio de
la Guerra de Secesión en su bestseller Cold
Mountain.
Ulises y Penélope en El Viejo Sur en "Regreso a Cold Mountain"
Odiseo será un personaje en obras de Calderón de La Barca y
de Shakespeare. Dante lo lanzará a los infiernos en su Divina Comedia y el poeta portugués Camoes lo considerará el
fundador de Lisboa en su épica Os
Luisiadas. En términos de adaptaciones fílmicas hay una docena desde que
George Melies probara suerte en 1905 con “L’ile de Calypso”. Las mejores son el peplo italiano “Ulisse” dirigido
por Mario Camerini, y ese genio del terror Mario Bava, y protagonizada por Kirk
Douglas. La sigue la más que competente miniserie de 1997 con Armand Assante
como el marinero.
¿Qué encuentro fascinante de La Odisea? Como admiradora de “Los Piratas del Caribe” pueden
adivinar que me encanta la combinación de crucero marítimo con criaturas sobrenaturales.
Además me interesa el rol de las mujeres en esta historia de machos. Admiro la fidelidad
y fortaleza de Penélope cuya has peripecias forman una subtrama importante de
la obra. A pesar de que los amores de Ulises crean ese cliché del marinero con
amor de cada puerto, son las mujeres quienes lo ayudan a llegar a casa, aunque también
sean representadas como femme fatales
que por capricho le provocan bastantes problemas. Por ultimo me apasiona el entorno geográfico
de Ulises que muchos estudiosos creen que abarcó más que el Mediterráneo
llegando inclusive al Atlántico y tal vez alcanzando las costas americanas.
Mapa de La Odisea (flickr.com)
Después de la caída de Troya, Ulises pone proa hacia su patria,
pero como no le han recompensado Los Atridas lo suficiente decide dedicarse a
la piratería y asalta la tierra de los Cicones en Tracia. Le dan como caja y
Ulises y sus hombres se hacen a la mar donde los asaltan fuertes temporales que
los llevan a la tierra de los Lotófagos. Estos son una tribu de drogadictos que
se la pasan comiendo flores de loto que les provocan apatía y olvido.
Los Coen vieron a los Lotófagos como una congregación religiosa (squarise.com)
Odiseo logra salvar a sus hombres de volverse lotófagos y se
hacen a la mar. Heródoto creía que esa isla quedaba en la costa de África del
Note, Libia para ser exactos, pero Polibio la identificó como la Isla tunecina
de Djerba. De ahí, Ulises y sus marineros llegan a la isla del Ciclope. Esta ha
sido identificada como Sicilia. De hecho se ha visto al único ojo del Ciclope Polifemo
como una metáfora del cráter del volcán Etna
en erupción.
Ulises y compañía son capturados por Polifemo, que tendrá
solo un ojo, pero posee mucho apetito. Encierra a sus “viandas” en una
cueva-bodega y cada día se come a un miembro de la tripulación. El suplicio
acaba cuando Ulises embriaga a Polifemo y le saca su único ojo. Para mayor burla,
el travieso le ice al gigante que se llama “Nadie” provocando que los gritos
del ciclope digan “¡Nadie me ha herido!” Como Polifemo es hijo de Poseidón, el
dios del mar venga la afrenta con terrible maldición. Ni Ulises ni sus marineros
llegarán a puerto. El héroe perderá tripulación y navío y tardará mucho tiempo
(y solo gracias a la caridad de extraños) en regresar a Ítaca.
El "cíclope" de Los Coen (ugo.com)
Efectivamente, las desgracias comienzan a apilarse sobre
Ulises y sus marineros. Tras su huida, arriban a la isa de Eolo (posible abuelo
de Ulises) quien le regala al héroe un saco portador de vientos favorables para
su rumbo a Ítaca. Agotado, Ulises se queda dormido. Sus codiciosos compañeros
abren la bolsa esperando hallar un tesoro y dejan huir los vientos. Esa isla
es identificada por Estrabón como una
de las islas Eolias o Archipiélago de las Lipari en el Mar Tirreno. Aunque hay
quien cree que se trata de La Isla del Aire en Las Baleares.
Vuelven donde Eolo que se rehúsa a ayudar a gente tan desordenada.
Tras un temporal, la tripulación arriba al
reino de los Lestrigones, unos gigantes caníbales que hunden toda flota
“odiseica”. Se cree que estos caníbales son los antiguos habitantes de Córcega y Cerdeña. El único barco que le queda a Ulises lo lleva
a él y a su tripulación restante a otra isla donde tendrá lugar una de las aventuras
más insólitas de la obra.
La Isla de Circe ha sido situada en la península italiana,
precisamente ceca del Monte Circeo en el Lazio. Pero hay quien cree que Ulises
se dio una vuelta entera por la península y que las tierras de la famosa bruja
quedan en alguna isla de la Costa Dálmata. Otros proponen que Ulises viajó
hacia el Atlántico empujado por vientos divinos y que conoció a Circe en
Madeira. Por último están los que señalan que el reino de la hechicera puede
encontrarse en Las Hébridas.
Sea en el Tirreno, Atlántico o Adriático, lo cierto es que Ulises
llega una isla donde reina Circe, hija de la temible Hécate. Circe los recibe
con grandes muestras de amistad, pero tras probar su sopa a un par de los marineros
le sale rabo y comienzan a decir “oink”. Entra en escena el dios Hermes que le
da a su bisnieto una yerba con la que puede contrarrestar los efectos de
pociones transformadoras y le aconseja enfrentar a la bruja. Descubierta, Circe
tomas una actitud conciliadora y franca. Le dice al héroe que le gusta y que si
la satisface en la cama ella convertirá a los cerditos en hombres. Ulises
acepta. Por un año se convierte en el amante de la solitaria bruja a la que no
solo deja satisfecha sino que además le hace un hijo.
Bernadete Peters como Circe en La Odisea televisiva(todoroms.com)
Circe cumple con su promesa, y le indica al héroe que antes
de zarpar rumbo a casa debe ir al Fin del Mundo y ahí hacer un sacrificio a los
muertos. Ulises obedece. La identidad del Fin del Mundo ha interesado a muchos geógrafos.
En la Antigüedad, se la ubicaba en dos puntos: hacia Oriente en los confines
del Mar Negro o traspasando los Pilares
de Hércules hoy conocidos como el Estrecho de Gibraltar. Si Ítaca es Cefalonia
en el Mar Jónico, seria absurdo pasar por su lado para alcanzar los confines
del mundo. Por eso, hay que pensar en una ruta atlántica, El historiador
croata-brasileño Enrico Mattievich ubica el sitio donde Odiseo entra al inframundo
en la desembocadura del Amazonas.
Sea donde fuere, Ulises ya esta al borde del inframundo y
después de un sacrificio de sangre animal comienza a comunicarse con los muertos
que lo atiborran de datos. El famoso adivino Tiresias le da consejos para llegar
a Ítaca; Aquiles le hace mala prensa al Reino de los Muerto; Agamenón le
chismea a su antiguo consejero de cómo su mujercita lo mató al llegar casa. Más
conmovedoras son las noticias que le da a Ulises su propia madre, fallecida
durante la ausencia del héroe. Ulises se entera de los sufrimientos de Penélope
quien ha debido fungir como madre soltera de Telémaco, y gobernante de Ítaca. Más
encima los jóvenes de Ítaca la acosan, creyendo a Ulises muerto, para que
escoja otro marido y rey de la isla.
Ulises regresa donde Circe quien le da más sugerencias y lo
embarca rumbo a su patria. Gracias a esos consejos, Ulises evade el hechicero
canto de las Sirenas y negocia las marea al pasar a través del peligroso estrecho
entre el torbellino Caribdis y Escila, una sierpe de seis cabezas. Pero al
llegar a Trinacria, la isla de Helios, los marineros, contraviniendo las
ordenes de la bruja y de Tiresias, cazan el ganado salvaje propiedad de Helios.
El dios se enoja, provoca otra tempestad que empuja al barco hasta Caribdis.
Solo Ulises se salva aferrándose a una higuera. El naufrago logra llegar a Isla
de Ogigia, pero ya sin nave ni compañeros.
Escila y Caribdis por Fussli (Wikipedia)
Creían los antiguos que la morada de las Sirenas era la
costa napolitana. Los griegos dieron a Nápoles el nombre de Parthénope, una
sirenita que murió en sus playas. Pero los geógrafos modernos sostienen que
estas vampiresas marinas habitaban la mágica isla de Capri. Escila y Caribdis
han sido identificadas por unos como el Estrecho de Messina en Sicilia. Los
partisanos de la idea de la ruta atlántica de La Odisea creen que se trata de
algún punto en el Estrecho de Gibraltar.
Las Sirenas de Los Hermanos Coen (gollner.ca)
Ogigia, reino de la ninfa Calipso es el sitio que más
teorías geográficas ha suscitado. Se ha hablado de Gozo, una isla del archipiélago
maltés. Plutarco supuso que se encontraba cerca de la costa inglesa. La han
situado en Las Azores, Las Bahamas y hasta en Irlanda. Hipótesis mas atrevidas la ubican en
Groenlandia, Islandia y hasta la propia Atlántida. Hay otros más centrados que
la identifican con el hoy disputado islote de Perejil entre Gibraltar y Ceuta.
Vanessa Williams como Calipso y Armand Assante como Ulises (azteca.com)
Calipso rescata al héroe nada más que para convertirlo en un
esclavo sexual. Luego de siete años de sacarle el jugo al pobre Ulises y
(cuenta la leyenda) dos hijos, Calipso debe dejarlo ir. Los mismos dioses lo
ordenan, previa intervención de Hermes a favor de su bisnieto. Antes, Calipso se quejará amargamente de la ley del embudo de
los Olímpicos. Ellos si pueden divertirse con mortales, pero a ella le quitan
su juguete. A pesar de que tiene razón, Calipso debe poner a Ulises en una
balsa con agua y comida y verlo hacerse a la mar.
Natalie Portman interpretó a Calipso (Catherine) en Cold Mountain (hotflick.net)
Es así como Odiseo llega a Esqueria, Reino de los Feácios.
En sus playas es rescatado por la dulce princesa Nausica quien lo lleva a la
corte de su padre el Rey Alcínoo. Tras escuchar su historia Alcínoo y su corte
deciden ayudarlo. Mientras duerme lo embarcan y lo llevan a su patria.
Sobre la ubicación de Esqueria también hay discrepancias. Debido
al breve tiempo que toma llevar al héroe desde la isla hasta Ítaca (Cefalonia)
se identifica a la patria de Nausica con Corfú o Chipre. Pero Nausica le dice a
Ulises que su reino es poco conocido porque está lejos de todo. Esto ha llevado
a geógrafos a divagar que Esqueria puede ser una de Las Canarias o incluso la
mítica Tartesios. ¡Conclusión que provoca la teoría de que Ítaca en realidad
quedaba en Cádiz y que Ulises era andaluz!
Kirk Douglas como Ulises y Rosanna Podesta como Nausica (laescueladelosdomingos.com)
El resto de la historia es simple y sangriento. Ulises encuentra a su patria en un estado caótico. Los pretendientes se han instalado en palacio. Penélope se encuentra sitiada, sus estratagemas para alejar a los acosadores son descubiertas, sus criadas la traicionan. Ulises es reconocido por Telémaco y algunos servidores fieles. Padre e hijo, con una puntería digna de Legolas, matan a flechazo limpio a los pretendientes y a los parientes que vienen a reclamarles la muerte de los suyos. Ítaca está furiosa. Un rey que los tiene abandonados por una década, ahora regresa y mata a la flor y nata de su isla. Solo la intervención de la sabia Atenea restaura la paz.
Penélope asediada por pretendientes por Waterhouse.
Existe un interesante epilogo escrito por otro poeta y
llamado La Telegonia. Años más tarde,
llega a Ítaca Telégono, hijo de Ulises y Circe. Accidentalmente mata a su
padre, pero la historia tendrá un final semi feliz. El arrepentido Telémaco se
casa con la viuda Penélope. Circe viene a la boda de su hijo ¡Y se casa con su hijastro
Telémaco! Una endogamia más insólita que la de Habsburgos y Targaryens.
En términos de fantasía,
La Odisea no defrauda. Encontramos en ella a ciclopes, sirenas y monstruos marinos.
Pero también presenta una cantidad de temas cotidianos incluso modernos que
abarcan desde el acoso sexual al que son sometidos Ulises y Penélope, hasta el tópico
de la caridad y hospitalidad. Vemos a Ulises ser recibido con pedradas por
caníbales; ser percibió más como almuerzo que como comensal, por Polifemo; y ser obligado a pagar en favores sexuales por
la hospitalidad de Calipso y Circe. Solo los Feacios ejercen la caridad y
hospitalidad que el mundo antiguo admiraba.
Ahora les toca a ustedes darme sus opiniones sobre La Odisea.
La mitología greco-romana, gran creadora de arquetipos,
también se ha hecho presente en el género fantástico. Pero para mi gusto, no se
ha conseguido muchos logros. Una mirada retrospectiva
solo consigue rescatar dos antiguas películas de Hollywood y una simpática saga
juvenil que también ha caído en manos de la industria del cine.
El mundo greco-romano ha sido retratado ampliamente en
novelas y cine, más que nada en esa variedad de filmes “B” conocida como sword and sandal o “peplo”. En las aventuras
de héroes clásicos de este género, como Maciste, Ursus o Hércules, se aparecerá
algún monstruo raro, pero no aparecen los habitantes del Olimpo.
En el Hollywood de los 40’s si honraron a los dioses, algo
que no hicieron Wolfgang Petesen (y su guionista David Benioff) cuando recrearon
la tragedia de la ciudad de Príamo en “Troya” (2003). En 1947, Rita Hayworth
dio vida a la musa Terpsícore en el musical “Down to Earth” que décadas más
tarde se convertiría en la hedionda “Xanadu” con Olivia Newton John. Al año
siguiente, Ava Gardner daba vida a la diosa
Venus en otro musical “A Touch of Venus”. Y no nos podemos olvidar del segmento
greco-romano de fantasía en que centauros y ninfas, al son de la Sinfonía
Pastoral de Beethoven, celebran ritos dionisiacos en la “Fantasía” de Disney.
En las décadas siguientes, Hollywood dejó al mundo del mito
en manos de europeos, pero los rating de taquilla del “Spaghetti Péplum” los
hizo reconsiderar las posibilidades de esas leyendas. En 1962, Los Tres
Chiflados se encuentran con Hércules y en tono más serio, al año siguiente
debuta “Jasón y Los Argonautas” en la gran pantalla.
“Jasón y Los Argonautas” es un filme estrictamente Clase
“B”, sin un gran reparto, sin un guion muy atractivo que se toma sus libertades
con la leyenda original y sin una gran dirección. Lo que distingue a este peplo
de otros son los efectos especiales del gran Ray Harryhausen que pone en práctica
todo lo que sabe de stop motion para
dar vida a los fenomenales monstruos que asolan el Egeo.
(telegraph.co.uk)
A pesar de haber fabricado dinosaurios gigantes y otros
monstruos para la variada ciencia ficción de los 50’s, Harryhausen no alcanzaba el reconocimiento que los
cinéfilos le otorgan hoy día. Para “Jasón”, el técnico crea criaturas y escenas
icónicas: Talo, la estatua monstruosa que vuelve a la vida debió a la codicia
de Hércules; las Arpías que atormentan al advino Fineas, y la hidra de cuyos
dientes nacerán los esqueletos contra quienes lucharán Los Argonautas.
Los dioses griegos alternan con los mortales sin ninguna circunspección.
Hera es la protectora de Jasón y sus compañeros, Zeus (Niall McGinnis) es
descrito como una deidad rencorosa. El es el culpable de que Jasón haya perdido
su trono y su familia, y es quien enviará a las Arpías a torturar a Fineas. Más
benévolo es el dios marino Tritón que rescata a la nave de Los Argonautas de
Las Simplégades.
“Jasón y los Argonautas” tuvo buena acogida con el publico y
Harryhausen por fin obtuvo la fama y el respeto que le debía la industria. Aun así los dioses y semidioses
no volverían a interesar a Hollywood por muchos años. En cambio la televisión
si se haría presente gracias una heroína de comics
y princesa del reino de Las Amazonas. En1975, Lynda Carter por primera vez hizo su inconfundible
giro para convertirse en “La Mujer
Maravilla”.
La tira cómica existía desde 1941, y la serie intentó
recrear el espacio original. Wonder Woman
vive bajo la identidad secreta de la oficial de Marina Diana Prince y su
mayor empresa es luchar contra espías Nazis en el Washington de la Segunda
Guerra Mundial. Aun así no olvida sus orígenes. A menudo visita a su familia en
el reino de Las Amazonas localizado en una isla oculta en El Triángulo de las
Bermudas.
La Princesa Diana de las Amazonas y su madre (Carolyn Jones) y hermana (Debra Winger) (sharetv.org)
En 1981, Hollywood volvió a solicitar las dotes de Harryhausen
para el que sería el último filme del legendario técnico. También sería el más
caro de toda su carrera. “Clash of the Titans” (Furia de Titanes) pretendía
relatar el mito de Perseo y Andrómeda, pero a diferencia de otras producciones,
se caracterizaría por tener un reparto
de lujo sobre todo en los interpretes de los dioses del Olimpo. Nada puede
superar a tener a Lord Olivier, el actor más famoso de la historia del cine,
encarnando a Zeus. Dame Maggie Smith es la diosa Tetis (mucho mas distinguida que
la pobre Julie Christie en el mismo papel en “Troya”). Dame Claire Bloom
interpreta a la diosa Hera y el símbolo sexual Úrsula Andress encarna,
apropiadamente, Afrodita, diosa del amor.
Para interpretar al semidiós Perseo, se eligió a Harry
Hamlin, recién salido de la exitosa miniserie “Studs Lanigan”. Este papel
traería mucha suerte a Hamlin, desde que la revista People lo eligiera “El Hombre Mas Sexy del Año” hasta Dimitri el
hijo que tendría con la Andress.
Harry Hamlin y Ursula Andress
La historia básicamente cuenta los orígenes semi divinos de
Perseo, uno de los innumerables bebés que Zeus anda dejando por el mundo. Zeus
embaraza a Dánae con una lluvia de oro. El padre de Dana lanza a su hija y a su nieto al mar. En castigo, Zeus hace que el Kraken, un monstruo marino, destruya
el reino del abuelo de Perseo. Este crece tranquilo en otro reino. Calibos hijo
de Tetis, va a casarse con la princesa Andrómeda, pero comete la tontería de matar
a todos los caballos alados de Zeus (solo Pegaso se salva). El airado Zeus convierte a Calibos en un monstruo. Andrómeda no lo quiere, Calibos la maldice.
Solo podrá casarse con el hombre que pueda resolver una adivinanza que el mismo
Calibos propone. Los perdedores deberán morir en la hoguera.
Ayudado por una capa de invisibilidad, Perseos descubre la respuesta
y gana la mano de Andrómeda, pero en su banquete de bodas su suegra ofende a Tetis.
La diosa envía el Kraken a asolar el reino de Andrómeda. Para calmar el apetito
del monstruo, el pueblo ofrece a su princesa como sacrificio. Tras consultar
unas brujas, Perseo va en busca de Medusa cuya mirada convierte en piedra al
que la mira. Después de muchas
aventuras, el héroe consigue la cabeza de Medusa. Con la ayuda de Pegaso mata
al Kraken, salva a la princesa, y viven felices y comen lombrices.
Hay mucho de inolvidable en este meticuloso trabajo. Sobre
el tema fantástico vale revisar las maravillas de Harryhausen: Medusa, los escorpiones
gigantes, el Kraken que no es el pulpo enorme de “Los Piratas del Caribe” sino
un homínido. Pegaso, las brujas Estigias que comparten un mismo ojo y se lo prestan para mirar al héroe, hasta el
mismo maquillaje de Calibos impresionan por su calidad. Aparte de efectos
especiales, buenas actuaciones y aventuras, la trama está plagada de personajes
queribles desde Perseo que es sexi, pero simpático, hasta el mismo Calibos que
inspira más lastima que odio.
A pesar del éxito de “Furia de Titanes”, los dioses griegos
no tomarían parte en la ficción audiovisual de los 80’s a menos que fuesen en
producciones menores o en roles secundarios. La presentadora Vanna White interpretó
a Venus el filme para televisión “Goddess of Love” y Uma Thurman dio vida a la misma diosa en “Las Aventuras del Barón Munchaussen”.
En los 90’s, la mitología griega experimentó un revival, pero tipo tira cómica con la exitosas
aventuras de Hércules y su spin off “Xena,
La princesa guerrera”. Hércules y Xena andaban todo el tiempo alternando y batallando
con los habitantes del panteón clásico.
(ociofacilisimo.com)
En el 2010, a Hollywood se le ocurrió fabricar una nueva
versión de la ahora legendaria “Clash of the Titans”. Si me preguntan se la
pudieron haber ahorrado. Palidece en comparación a la primera. Liam Neeson es un gran actor, pero no es
Laurence Olivier y su Zeus fue un poco de pacotilla. Cuando exige “Release the
Kraken!” uno extraña la voz (y tentáculos) de Bill Nighy dando la misma orden
en “Los Piratas del Caribe”. Danny Huston, uno de mis actores favoritos,
interpretó a Poseidón, pero como Huston se caracteriza por interpretar a todos sus personajes un poco en guasa, el dios
del mar se volvió una parodia. En cuanto a Ralph Fiennes como Hades, y a pesar
de greñas y barbas, solo le faltaba la culebra
Naguini para ser Lord Voldemort. La revista “Rolling Stone” resumió este desperdicio de talento diciendo que los
buenos actores “usaron barbas y mucho maquillaje para ocultar su vergüenza”.
Agreguémosle que Sam Worthington se las arregló para ser un
Perseo cargante, lleno de rencores
infantiles que no le interesaban a nadie. Alexa Davalos fue una Andrómeda insignificante
que ni siquiera tiene romance con Perseo; y hasta donde yo sabia Io era una vaca que
tuvo amores con Zeus, no una ex de Poseidón que, interpretada por Gemma Atterton,
se la pasó pegada a las sandalias de Perseo toda la película.
Como suele ocurrir, gracias a una gran campaña de mercadeo y
mucha publicidad, esta épica recaudó millones en taquilla y Hollywood
impenitente le hizo una secuela, casi tan olvidable como la primera. Sin embargo,
los críticos quedaron totalmente defraudados con este vergonzoso remake de un clásico (incluso estuvo
nominada como “Peor Remake del Año”). La mayor queja fue en contra de los
efectos especiales que no eran interesantes, que eran difíciles de seguir y que
más distraían que contribuían. Me quedo con lo dicho por Claudia Puig en USA Today quien describió ese esfuerzo
como “aburrido y caótico”.
En plena era de la fantasía daba la impresión de que los dioses
del Olimpo no merecían respeto ni homenaje, pero alguien logró otorgarles
ambos. Un maestro de mitología griega llamado Rick Riordan decidió publicar los
cuentos que inventaba para hacer dormir a su hijo. En el 2006 debutaba El Ladrón del Rayo, la primera de su
serie Percy Jackson y Los Dioses del Olimpo.
Esa serie que ha sido un exitazo con la audiencia menuda posee lo que le falta
al refrito de “Furia de Titanes”, profundo conocimiento de mitología clásica,
deferencia por el género y unos dioses a los que Riordan ha dotado de
personalidades únicas y complejas.
(fanpop.com)
Ha habido quejas de que Riordan se ha inspirado en el
esquema de Harry Potter. Ciertamente la historia de un niño problema,
despreciado por su familia que encuentra vocación, amistad y orgullo por sus
raíces en una escuela especial tiene más que un parecido con la saga de Rowling,
pero el autor sabe manejar los elementos “potterianos” hasta darles un toque
personal.
Confieso no haber leído los libros. Preferí ver la adaptación
fílmica donde Percy (Logan Lerman) es más mayorcito, por lo tanto me es más
fácil entender sus problemas. Los lectores de Riordan odian el filme porque se toma
muchas libertades, pero a mi me encantó. ¿Qué fan de la mitología se queja de
una película que abre con Zeus y Poseidón (vestidos de civil) reencontrándose
arriba del Empire Estate? Ayuda que sean interpretados por dos actores
favoritos de este blog como lo son Sean Bean y Kevin McKidd (otro de los Papirricos
de la Dama Blanca).
Reencuentro entre Poseidón y Zeus(herocomlex.latimes.com)
Zeus anda enojado porque le robaron su famoso rayo y acusa
del robo a Percy Jackson, su sobrino. El padre de Percy ósea el dios del mar, le recuerda a su
hermano que el chico ni sabe que es hijo de él. Zeus, terco, amenaza con
grandes cataclismos si no le devuelvan su rayo.
Percy tiene otros problemas, es disléxico, lo han expulsado
de no sé cuantas escuelas y odia a su padrastro. La única gente que lo apoya
son dos minusválidos, su maestro de latín (Pierce Brosnan en silla de ruedas) y
el cojito Grover (Brandon T.Jackson). Percy
es atacado por una maestra substituta que se convierte (literalmente) en una Furia.
El Maestro Brunner y Grover lo salvan. Percy descubre que Grover es un sátiro,
y que él es Perseo, hijo de una mortal y de Poseidón. Brunner entrega a Percy
una lapicera mágica y ordena a Grover
escoltar a Percy y a su madre a un centro de entrenamientos para semi-dioses conocido
como “Camp Half-Blood”. Antes de llegar
a este sitio, un minotauro ataca y aparentemente mata a la madre de Percy. Este
se defiende con el bolígrafo que se convierte en espada.
En el campamento, Percy tiene la sorpresa de descubrir que
el director, el Centauro Quirón, es en realidad su maestro de latín. Ahí conoce
a Annabeth ( Alexandra Daddario) hija de Athena y a Luke (Jake Abel) , hijo de
Hermes. Percy recibe un mensaje telepático de su tío Hades. Sally, su madre,
vive, pero en Los Infiernos. Para rescatarla, Percy debe llevarle al tío el
famoso rayo. Percy huye del campamento y Grover y Annabeth lo acompañan. Antes
de partir, Luke le hace entrega de tres presentes: un escudo, las sandalias
aladas, y un mapa para encontrar las perlas
de Perséfone que les permitirán salir del reino infernal.
De ahí deviene un entretenido “road trip” que lleva al trío
a diferentes puntos de la Unión Americana, y a una serie de aventuras y
peligrosos encuentros con la hidra de 7
cabezas, y con una Medusa muy moderna (con gafas de sol) interpretada por Uma Thurman.
Son casi atrapados por los Lotófagos en un hotel de Las Vegas y entran al infierno
apropiadamente, vía Hollywood.
El Tío Hades (Steve Coogan), será muy simpático y muy hip, pero no le cree al sobrino que no
es un ratero de rayos. Percy y Annabeth son rescatados del inframundo por la
vampiresa Perséfone (Rosario Dawson). Grover debe quedarse con la sexi Reina de
los infiernos, algo que no parece molestarle al sátiro. Percy logra descubrir
la identidad del ladrón, recuperar el rayo y regresárselo al Tío Zeus. Eso
permite que Percy y Annabeth conozcan y tengan una breve pero emotiva entrevista
con sus olímpicos padres. Percy regresa a la Tierra con su madre, y la cabeza
de Medusa le hace un último favor petrificando al su padrastro.
Los Reyes del Infierno, Hades y Perséfone (fanpop.com)
Los efectos especiales de “El Ladrón del Rayo”, aunque más
simples, son superiores y más efectivos que los de “Furia de Titanes” (2010). A pesar de su humor satírico,
este filme es uno de los pocos en mostrar tanto conocimiento como
reconocimiento de la poderosa fantasía del mito greco-romano.
¿Creen que exista alguna razón para que la mitología clásica
no sea una favorita de los autores de fantasía? ¿Se me olvidó o desconozco
algún otro trabajo sobre el tema?