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lunes, 13 de octubre de 2014

Inmortalidad vs Falta de Novedad: Forever


Por cuestión de principio suelo obligarme a ver, aunque sea un capítulo, de cualquier serie de televisión que toque temas sobrenaturales, pero este mes le he estado sacando el cuerpo a varias. Finalmente, decidí ver una sola y tras deshojar la margarita, la afortunada resultó ser “Forever”.
Francamente, si la Reina Guivi no me la hubiese recomendado, no sé si la hubiera visto. Ya traía una falla grave, falta de novedad, y un único atractivo, su protagonista. Tras dos capítulos puedo asegurar que las fallas existen y se hacen notar, y que su mayor atractivo sigue siendo Ioan Gruffudd (Aunque el galés se ve mejor en los flashbacks que en sus escenas en tiempo presente).

“Forever” es una amalgama  de otras series. Es la historia de Henry Morgan, un médico que es inmortal (“Highlander”) que a pesar de haber vivido siglos resuelve casos en la Nueva York del presente (“New Amsterdam”); aunque no es detective, es forense (Bones) y   logra resolver acertijos criminales gracias a una combinación de conocimientos adquiridos en dos siglos y una mentalidad digna de Sherlock Holmes lo que hace que la serie se asemeje a “Elementary”.

Henry tiene ya una ayudante, una policía étnica, en eso se parece a Ichabod y además vive de flashback en flashback tal como El Profesor Crane. La serie no será muy novedosa pero cumple con su cuota de corrección política introduciendo la determinada cantidad de minorías. La Teniente Jo Martínez (Alana de la Garza) es latina, su superior también es hembra y Afro-Americana, ósea al revés de lo que ocurre en la comisaria de “Sleepy Hollow”.


Aunque Henry  ha vivido doscientos años, solo llegó a enamorarse durante la Segunda Guerra Mundial cuando prestaba servicio en Europa. La enfermera Abigail (Maclenzie Mauzy) se convirtió en una de sus muchas esposas y el forense todavía no se recupera de su muerte. Abigail y Henry adoptaron a un bebé sobreviviente de un campo de concentración. Casi setenta años más tarde el bebé, convertido en Judd Hirsch, es el único pariente y confidente del Dr. Morgan. Es en su tienda de antigüedades donde Henry intenta investigar los motivos de su inmortalidad.


A Henry lo matan a cada rato (en el primer episodio murió en un accidente del metro, en el segundo se cayó de un puente al Hudson), pero aquí viene la parte curiosa e incomoda. Siempre resucita en el agua y desnudo, necesitando que su “hijo” Abraham venga a rescatarlo. Eso tampoco es muy original ya que es similar a lo que le ocurre a otro Henry, el protagonista de “The Time Traveler’s Wife”. En cuanto a las lamentaciones del forense sobre el peso de la inmortalidad ya lo vimos/vemos en todo cuento de vampiros. Al final, Henry se parece al vampiro-detective de “Forever Knight”.


La serie no está mal hecha, pero tampoco presenta nada muy seductor y, valga la redundancia, nada que no hayamos visto antes. Los personajes no son arrebatadores, hay cero química entre los supuestos protagonistas y los casos son del montón. Como en “Highlander” me quede más interesada en los flashbacks de Henry y Abigail en Italia al final de La Segunda Guerra Mundial. Y aun ahí sentí que había deslices. ¿Cómo se explica que Henry sirva en el ejército estadounidense (y en la policía neoyorquina) si es obvio, por el acento, que es súbdito británico? Pero lo que me descolocó fue el número tatuado en el bracito del bebé que después será Abraham.

 A los bebés no se les tatuaba por la sencilla razón de que las criaturas (y las embarazadas) iban directamente a la cámara de gas. Los Nazis no gastaban tinta en ellos. Los poquísimos bebés que sobrevivieron fueron los nacidos en los últimos meses de la guerra cuando había tal pandemonio en los campos que se pudo ocultar su existencia hasta La Liberación, ese es el caso de Abraham. Asi que no se entiende ese numerito. Como que ese lapsus histórico es mas imponente que el que Henry descubra que es  inmortal tras recibir un balazo de una Colt ¡en 1814! Cuarenta años antes que Samuel Colt fabricara ese revolver.

Ese no es el único agujero en la trama:
¿Cómo Henry desnudo y en el agua contacta a Abraham? Ni modo que lleve un celular pegado al trasero. 


Aunque parezca romántico no puedo creer que le haya tomado más de un siglo a Henry encontrar a la mujer ideal.


Si Henry tiene que cambiar de país cada vez que alguien sospecha de él ¿por qué sigue usando el mismo nombre y practicando la misma profesión?

No es por ser quisquillosa, pero el hecho de que me de cuenta de tantas fallas, cuando imagino que Sleepy y Penny también tienen las suyas y no las noto, es que el cuento sufre del defecto mas grave de toda ficción, no me transporta, no me subyuga, no me hipnotiza. Lástima, porque amo a IG y se merece lo mejor, pero también amo a mi Gran Danés y si a él no le resultó el cuento en “New Ámsterdam”, no veo porque “Forever” vaya a sobrevivir.

A ver ¿En qué se parecen los dos shows?
Los protagonistas trabajan para la policia neoyorquina:


A los protagonistas les cuesta morirse y se ven ultra jóvenes para tener más de cien años:


 Los protagonistas tienen hembras latinas como sidekicks





     Los protagonistas tienen hijos étnicos que nacieron cuando ellos prestaban servicio durante La Segunda Guerra Mundial.

                                       

Sin camisa, sin palabras...¡Sin aliento!

Me sorprende que no hayan encontrado maneras de hacer la serie más atractiva. Incuso la gran premisa de la que voy a hablar enseguida es tirada de las mechas. Supuestamente otro inmortal anda acechando a Henry. No se sabe con qué propósito. A lo mejor es para fundar un club de inmortales. El individuo utiliza técnicas de acosador sexual, llamando a Henry a cualquier hora, susurrando en el teléfono y manteniendo anonimato (“Puedes llamarme ‘Adán”).

Aun asi, no se entiende por que Henry se alarma tanto cada vez que Adán lo llama. No es como si fuera el Calibán. Ósea yo soy inmortal y se me aparece otro... ¡Qué rico! A ver si podemos compartir impresiones sobre nuestro estilo de vida o averiguar por qué nos pasan estas cosas.



A pesar de sus defectos, hay mucha gente que está encantada con el show. Creo que se debe a la posibilidad de ver semanalmente al Gran Gales renacer desnudo de las aguas como la Venus de Botticelli. Pero si quieren que dure más que una temporada, van a tener que meterle algo de mayor consistencia. Las conjeturas de los espectadores van desde que el tal “Adán” sea el difunto marido de Jo Martínez, hasta que Henry, al que le gusta jugar con los cadáveres construya un monstruito. ¿Es lo que esta de moda o no?