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martes, 12 de noviembre de 2013

Star Trek, Revolution y los caprichos del rating




Un problema de hacerse adicto a una serie es que se vive bajo el temor de que nos la cancelen. Por suerte, “Sleepy Hollow” ya ha sido renovada para su segunda temporada con un rating arriba de los 2 puntos. Sabemos que ya se viene la cuarta temporada de “Juego de Tronos”, aunque reina la inseguridad sobre la quinta, y el rumor crece de que a fines de esta segunda temporada acaba “Revolution”.

Este último rumor me trae intrigada. “Revolution” ha mantenido este año una solida sintonía de 1.4 puntos, más de lo que tienen “The Vampire Diaries”, “Arrow” y “Drácula” y eso que la tienen en pésimo horario. Aun así existe ese mal presentimiento entre el publico. Hay algo trágico en que una serie no llegue a su tercer año en el aire. Incluso mas trágico que ser cancelada durante la primera temporada.

Las razones por las cuales “Revolution” puede fenecer este año ya las mencioné en mi post anterior, pero no siempre quedan tan claras los motivos por los que una cadena decide cancelar un proyecto a medio camino. Hasta hoy no sé que tuvo de malo “New Amsterdam”. Unos dicen que se parecía demasiado a “Highlander” otros que no se parecía lo suficiente como para enganchar al publico seguidor de la serie del escoses inmortal.



A veces las razones son demasiado sutiles. Por ejemplo, todos saben que “Viaje a las estrellas” es la serie de culto y la franquicia de ciencia ficción más taquillera de todos los tiempos. ¿Pero cuántos saben que la serie original iba a ser cancelada ya en su segunda temporada? ¿O que en su tercera y ultima temporada se le cortó el presupuesto,  se le asignó el peor horario del primetime y Gene Rodenberry llegó a tal punto de exasperación que renunció a portazo limpio? Medio siglo después es difícil esclarecer qué hizo que la cadena de televisión NBC no viera todo lo que era y sería "Star Trek". Lo cierto es que para su época fue revolucionaria y tal vez eso asustó a algunos.

Los 60’s fueron una era de oro para la ciencia ficción televisiva. A pesar de que la pantalla chica pertenecía a las series de espionaje y del Oeste, los shows de ciencia ficción eran variados y exitosos. Había historias de viajes en el tiempo (“El túnel del tiempo” y el “Dr. Who” original); invasiones alienígenas (“Los invasores”); aventuras con un toque fantástico (“Viaje al fondo del mar”); humanos navegando por el espacio sideral (“Perdidos en el espacio”); comedias (“Mi marciano favorito”) y hasta dibujos animados (“Los supersónicos”).



En 1966, cuando debuta “Star Trek”, el publicó estadunidense ya está acostumbrado a los viajes interplanetarios y a las historias futuristas, pero la serie los sorprenderá en aéreas que poco tienen que ver con ciencia ficción. A diferencia de “Lost in Space” que pretendía ser una adaptación de Los Robinson Suizos al espacio, “Viaje a las estrellas” era una dramatización de la bitácora de una nave espacial, parte de la flota terrícola, pero que recuerda a un navío de la tierra. De hecho, Rodenberry se inspiró en la saga de Horatio Hornblower para crear al “Enterprise” y su tripulación.

En el siglo 23, el Capitán James T. Kirk, su tripulación y el Enterprise recorren el universo en una misión de exploración, pero también de diplomacia. Las historias se orientan hacia nuevas civilizaciones tanto como hacia las relaciones de los oficiales y la tripulación que incluye al peculiar Señor Spock, un oficial de origen alienígeno. Si eso no fuera ya bastante original, la trama oscila constantemente entre los conflictos morales y sicológicos de los personajes y los problemas que surgen al enfrentarse a extraterrestres que recuerdan muchísimo a los humanos.

(sherylfranklyn.com)


A diferencia de “Viaje al fondo del mar” y “Perdidos en el espacio”, Kirk y sus hombres no se tropiezan siempre con monstruos u hombrecitos verdes. Lo más impactante de las razas galácticas con las que interactúan es su parecido, físico y emocional, a los humanos, y como estas culturas son reflejos de espacios terrestres. Así vemos a los del Enterprise aterrizar en planetas que recuerdan al Lejano Oeste, a la Alemania de Hitler y a la antigua Grecia. Esto sirve para explorar  temas controversiales como racismo, sexismo, fanatismo y nacionalismos extremistas.

(screened.com)


Hasta entonces, las series de ciencia ficción se enfocaban en adelantos científicos, aventuras, y su mayor propósito era entretener, no hacer pensar. La cadena incluso consideró la serie como “muy cerebral” y les disgustaba que no atrajese a la audiencia juvenil sin importarle que los primeros “trekkies” fueran profesionales, médicos y científicos.

Por otro lado,  “Star Trek” estaba creando historia al atraer espectadoras que anteriormente consideraban  la ciencia ficción como un deporte masculino. Esa impresión nacía del que las series existentes no tenían personajes femeninos importantes. La gran excepción a esa regla, “Perdidos en el espacio”, trabajaba exclusivamente con acartonados estereotipos: la madre de familia, la adolescente malcriada, la nena con su mascota al hombro.



En cambio, en “Viaje a las Estrellas” los personajes femeninos, fueran miembros de la tripulación o e de otra galaxia, eran descritos con personalidades tan distintivas como las de sus contrapartes masculinas. Las mujeres de “Star Trek” incluían reinas y revolucionarias, científicas y guerreras,  mujeres seductoras, letales, ingenuas, y (muy osado para entonces) sexualmente activas. Después de todo, William Shatner al embutirse en el uniforme del Capitán Kirk pasó a ser el primer Casanova intergaláctico, un típico marinero con amores en cada puerto. Como decía mi hermano “Cada vez que aparece una mujer, el Capitán Kirk la toma de la mano, la lleva detrás de una roca y…”

(metatube.com)

Al abrazar esas relaciones entre géneros se abrió la posibilidad de dotar la trama de connotaciones románticas o sexuales, y de convertir a los actores en material de fantasía. Como ejemplo está que el fanfiction nació de entre las filas trekkies,  y el primer Slash de la historia describía los amores de Kirk y Spock. Por ultimo, vale recordar que fue en “Star Trek” donde se dio el primer beso interracial de la televisión entre William Shatner y Nichelle Nichols quien interpretaba a la Teniente Uhura.

(nsgeek.com.br)


Eso también incomodaba a la cadena y a los puristas. “Star Trek” no solo era cerebral y demasiado audaz, también le imponía un inapropiado tono “rosa” a la ciencia ficción. Hasta en el tema musical difería de la norma. En vez de unos acordes épicos y sobrenaturales, “Viaje a las Estrellas” abría con una fanfarria bailable. “Música de cabaret” la llamaba despectivamente mi padre.



El modo en que mi familia se aproximaba a la obra de Rodenberry es un reflejo de como la audiencia reaccionaba al show. Mi hermano y yo, pre-adolescentes, no lo entendíamos mucho y preferíamos “Perdidos en el espacio” y “Viaje al fondo del mar”. Mi madre, que no gustaba de la televisión, la veía regularmente, mi padre la seguía a regañadientes. Muchos episodios le parecían “cursis” y después de uno donde un Kirk amnésico aterriza en un planeta que es un clon de las naciones nativas de Norteamérica, y termina casándose y enviudando de la hija del jefe de la tribu, Mi Pa comentó enojado que "Star Trek" era “tan cebollenta como Simplemente María”.

(trekcaps.net)


Hoy se sabe que todo lo que se le criticó en su día es lo que convirtió a “Stark Trek” en precursora, modificadora de su genero y mega fenómeno. Es por eso que hoy, las series de ciencia ficción suelen ser más profundas y buscan atraer públicos de todos los sexos.

Volviendo al tema “Revolution”, con todas sus yayas sigue teniendo más que ofrecer que series parecidas y canceladas como “Terra Nova” y “Jericho”. Si llega a tener una tercera temporada debería dejar de centrarse en un conflicto con un mal exterior como lo hacen “The Walking Dead” y “Falling Skies” y enfatizar más los problemas de construir un espacio habitable a pesar de la diversidad de quienes lo habitan. Y rescatando una enseñanza de “Viaje a las Estrellas” deberían desarrollar los personajes femeninos y no permitir que Charlie y Rachel sigan siendo estereotipos  (nena malcriada-guerrera aputada y mama irresponsable-criminal demente). Porque hasta ahora, Charlie y Rachel no han conseguido llegar a la atura de los héroes-villanos de este cuento.