Everyone Says I Love You: Revolution 02x 09

El General Matheson va camino a ser el próximo Manco de Willoughby, Aaron es poseído por el espíritu de Aerys, El Rey Loco, y no necesitamos que El General Monroe diga “Soy Batman” para saber que...The Dark Knight Rises! Por fin vi el cierre de temporada 2013 de Revolution y valió la pena.

A pesar de que la mano infectada de Miles lo tiene al borde del delirio, a pesar de que son tres contra cuarenta, El Trío Matheson se dispone a asaltar la Fortaleza Patriota y liberar a Aaron, Cynthia y ¿por qué no? Al Abuelo Gene. Pero al llegar se encuentran con un espectáculo espeluznante, un valle de soldados caídos. Hasta el perro está aturdido. Entran a la guarida Patriota, mas soldados dormidos en sus puestos como los habitantes del castillo de La Bella Durmiente. Al fondo del edificio hay un boquete en la pared. Charlie descubre las huellas de Aaron y llevan hasta el túnel detrás del agujero.

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Los soldados comienzan a despertar. Los Matheson se internan en el túnel y llegan hasta las afueras del pueblo. Tienen que aceptar los hechos, Aaron noqueó a todos los soldados, rompió la pared y huyó. ¿Pero es también culpable de la súbita bruma de película de Drácula que cubre todo el lugar? Charlie pierde el rastro de Aaron, Rachel insiste en regresar para salvar a su padre, Miles se está volviendo loco con tanta mujer complicada. En eso aparecen Los Patriotas en masa. La infantería, la caballería y en su carruaje de emperador romano viene un Horn enloquecido por el dolor que ordena a un soldado que vaya en busca de Truman y todos los Patriotas. Es necesario que todas Las Fuerzas del Mal se pongan a rastrear a Aaron.

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Con tanta neblina londinense, Los Matheson se van de hocico con una patrulla Patriota que los toma prisioneros, pero entre la bruma aparece Bass, El Degollador que los rescata  y se presenta: “Soy Batman”. El grupo hace un alto en el camino para deliberar. Mientras las Matheson se repliegan para enmendar su relación familiar, Miles intenta convencer a su amigo de la infancia que se una a la campaña  “Salvemos a Aaron”. Bass no está tan seguro. Si, el gordito es muy simpático, pero él tiene otras prioridades: quiere saber el paradero del hijo.

El General Matheson intenta apelar a la compasión del ex Tirano y le muestra su brazo morado con las venas hinchadas. Monroe se horroriza. Miles tiene que ver un medico. Si, pero el único medico del pueblo también necesita rescate. Monroe sigue terco, quiere a su hijo y que los demás se vayan a freír monas a Acapulco. Exasperado, El General Matheson le habla en un idioma que Monroe entienda: o los ayuda o Miles se llevara el secreto del hijo perdido a la tumba.

Entretanto descubrimos que Aaron y Cynthia se ocultan en la biblioteca escolar. Aaron despierta, no recuerda como llegó hasta allí. Ve que Cynthia desmayada ya no tiene ninguna herida. La nanotecnología la ha curado. Aparece un niñito  que informa a Pittman que es de Oklahoma, pero que vive ahí y que anda buscando a sus padres. A Aaron le parece conocido, pero Cynthia despierta y no entiende porque su pareja habla solo.

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El niño quiere hablar con Aaron, pero este se frikea cuando ve que la criatura es invisible para la novia. Agarra a Cynthia  del brazo y huye por el pasillo, pero ella lo detiene. Tiene que hablar con el niño. A lo mejor eso aclara la situación. Aaron regresa y enfrenta al pequeño. Lo ha reconocido. Es Kevin, su amigo de la infancia. El niño le dice que lo ha sacado de la cabeza de Aaron. Ahora habla en tercera persona plural. “Nosotros te salvamos”. “Nosotros la curamos (a Cynthia)”. “Tu nos creaste”. Aaron comienza a entender. Recuerda la nefasta noche de las bombas y lo que hizo en el computador en La Torre Oscura. Vemos nuevamente esa escena icónica de  los rayos en la noche persiguiendo al Tirano Monroe. Esa noche Aaron creó un Frankenstein: una encarnación de la Nanotecnología.

En su nerviosismo, se pone maleducado. Acusa a l Niño-Nano de asesinar a Patriotas. “Tu lo pediste” dice el pequeño. Aaron se pone en un nivel de discurso John Connor-Terminator que ya sabemos, no lleva a ninguna parte. Le prohíbe al niño volver a matar y le exige que se aleje. “Ya llegaron” dice el pequeño.

Efectivamente, Los Patriotas irrumpen en el edificio seguidos por Los Matheson y Batman Monroe. Se separan en dos grupos, y Charlotte se queda con Bass. Las shiperas suspiramos. Buscan a Aaron y revisan los salones de clase. No se hablan, pero hay muchas miradas. Sienten las pisadas de los Patriotas, y Bass se va dejándola sola. ¡GRRR! gruñidos de shiperas. Asustada, Charlie se esconde en un locker. Cuando sale, la agarra un Patriota y la estampa contra la pared. Ahh, pero llega Batman y la rescata. Todo las shiperas de Clarloe suspiramos arrobados. “Volviste” dice Charlotte feliz y conmovida. El no responde, pero no me hubiera sorprendido que dijera “soñé con vos”.

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Rachel llega con Miles a un salón de clase donde El General se desploma. Por primera vez, Rachel se da cuenta que la fiebre lo consume. Obligatorio flashback.  6 años antes del apagón. Miles uniformado regresa con sus Marines, pero en la estación se le aparece su cuñada con micro mini, peluca de Britney (Britney 2006) y kilos de sombra lavanda. El la manda de regreso con su marido, le dice que no la quiere, ella no le cree, blabla. Regreso al presente, Miles exige que Rachel se salve y lo deje morir solo. Ella se niega, esta vez no lo soltará tan fácilmente. Miles se arrepiente de haber renunciado a ella en el pasado. Necesita decirle algo: “siempre fuiste la única…” se desmaya. Los Patriotas entran al salón de clase y Rachel los recibe con una ráfaga de metralla.

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Corriendo por los pasillos, Aaron y Cynthia se tropiezan con un Horn demente quien exige que Aaron le quite el doloroso tumor de la cabeza. De lo contrario matará a Cynthia. Horn ya no razona y termina baleando a la mujer. El desesperado Aaron llama al niño Nano que aparece. “Mátalo” gime Aaron poseído por el espíritu del Rey Loco. “Mátalos a todos”. Horn arde, los Patriotas en todo el edificio se convierten en antorchas humanas ante los asombrados ojos de Charloe, y Rachel (Miles sigue desmayado). Cuando ya solo cenizas quedan, el Niño-Nano le dice a Aaron que por qué no pidió que resucitara a Cynthia. Aaron, que no parece haberse leído ningún cuento de hadas, exige que revivan a su mujer, pero los deseos no funcionan así.

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El Niño-Nano le dice a Aaron que no lo entiende. Lo expulsó de su vida y luego lo llama. Le exigió que no matara, luego lo contrario. Como las hadas, los Nanos no soportan la rudeza ni la ingratitud humana. Antes que cumplir con otro capricho de su creador, prefieren abandonarlo. TELON.

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Un excelente capitulo, lleno de pequeñas lecciones y de pequeños pasos hacia adelante en la historia. Ahora toca habla del cuento intercalado de Tom Neville que por una vez funcionó precisamente porque se sentía tan alejado de la historia principal y ésta estuvo salpicada de momentos angustiosos que necesitaban de una interrupción.

Neville chantajea a Roger Allenford para que los integre a su corte a el y al cadete Jason y los lleve hasta la Casa Blanca. Los Neville y su patrón toman un moderno tren (bueno un modelito de los 70’s, pero mucho mejor que los carromatos en los que andan los demás) lleno de las comodidades de la civilización.

En una estación, Neville observa una pareja que sube al tren. La mujer voltea y Neville se demacra. ¡Es Julia! Mas tarde el Mayor ve a su mujer, y al hombre con el que viaja en el coche comedor. Ella también lo ve, turno de ponerse pálida, pero Tom Neville se las sabe todas. Pasa por el costado de la mesa sin dar señales de reconocerla. Se interna en un pasillo y entra a un cuarto de equipaje. Julia pide permiso para ir al tocador. Va directo al cuarto de equipaje. Entra mira a su marido. Se besan, se quitan la ropa...

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Cuando ya se han vestido, Julia pregunta por su hijo y se alegra de saberlo vivo. Neville, en la amargura post-coital, pregunta quien es “el payaso” que viaja con su mujer. “Mi marido” responde Julia. Cuenta como abandonó Atlanta antes del bombardeo. Pasó hambre, frio, necesidades. ¿No le enseñó Neville que uno debe  sobrevivir? Terminó casada con otro. Neville le dice que él planea ir a Washington y matar al Presidente que provocó la muerte de su mujer. Julia sonríe. Irán a Washington, pero Tom no tiene que matar a nadie, pronto tendrán lo que siempre han querido.

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Neville lleva a Julia con Jason Es un momento muy conmovedor, aun sin palabras, se ve la genuina felicidad y afecto en las miradas que intercambian madre e hijo. Neville le dice al “cadete” que escolte a “la Señora” de regreso a su mesa. Parece sádico, pero en realidad les da una excusa para estar juntos.

Muy buen episodio.

Come Blow Your Horn: Revolution: 02X08

En Cinemax eligieron cortar “Revolution” (para dar paso a la temporada navideña) en el cap. 8 y fue una acertada elección con ese fantástico cliffhanger en que el siniestro D. Horn se enfrenta  las Nano Luciérnagas incendiarias.

La población de Willoughby se divide entre perseguidos y perseguidores. Truman se dirige al pueblo y les anuncia que el insignificante Stu Redman, era en realidad el nefasto General Matheson que vino a infiltrarse entre ellos y a bombardearlos para vengar la muerte de Monroe. ¡Uy, que atrasado de noticias! Gene sigue a Truman y suplica sus vecinos que lo ayuden a encontrar a Rachel y a su nieta, que son víctimas inocentes. De lejos, Charlie lo observa con desagrado.

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Entretanto, El General Matheson muele a golpes a un prisionero. Necesita saber el paradero de Horn. Solo matando al médico loco podrán huir. En el cuarto contiguo, Rachel beatíficamente se ocupa de sus cosas. No sé si prepara una ensalada o inyecciones para revivir al prisionero. Entra Charlie y pregunta en qué anda el tío. Rachel responde que está con un “informante”. De adentro se oyen gemidos, a Miss Charlotte  no se le mueve una pestaña.

He aquí un viejo cliché sobre la tortura. La perdonamos si quien tortura lo hace para salvar su vida o la de seres queridos. La excusamos si el “apremio físico” ocurre en un momento de ira, tal como perdonamos el crimen pasional. La excusamos si las armas de tortura son pies y puños. Lo que nos incomoda son las picanas eléctricas, las tenazas, los látigos. Aborrecemos la tortura como política de estado, no como un acto “accidental”, producto del momento. Así de erráticos somos los humanos.

Charlie está preocupada por su madre. Le parece que antes de juzgar al abuelo, deben escucharlo. Le dice a Rachel que fue fácil odiarla. El tormento es el sentimiento de culpa que sigue al perdón. Rachel, y con razón, dice que su hija es mejor que ella.

Horn está histérico por la desaparición de Aaron. Amenaza con fusilar a todos los amigos de Pittman. Hasta Truman se escandaliza ante esa medida.

El General Monroe ha llevado a Aaron y a Cynthia al embarcadero abandonado. Cynthia aprovecha de cubrir de absurdos reproches a su pareja. Es un asesino. Es un mentiroso. Se acostó en la cama del hombre que mató. Aaron no puede replicar. Más encima, Monroe planea largarse. Miles no llegan, huele problemas, quiere ir en su busca.

Aparecen los Patriotas. Bass logra matar un par, pero como buen estratega se da cuenta que no puede contra una docena de soldados. Le dice a Aaron que como lo buscan, no corre peligro. En cambio, El General…. Soldado muerto no gana guerras. Aaron no puede seguirlo porque oye los gritos de Cynthia. Va en su ayuda. Los Patriotas lo golpean y le inyectan un sedante.

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Parece que el torturado habló, porque Los Matheson ya saben donde se esconde Horn. Rachel y su hija “cocinan” un veneno para dejarlo caer como Santa Claus por la chimenea y matar a Horn y sus secuaces. Charlie sigue preocupada de que Rachel vaya a cometer parricidio. Rachel no parece compartir esas dudas. Sube al tejado de la guarida de Horn y está a punto de lanzar el veneno cuando Miles la detiene. Aaron ha entrado en el edificio.

Horn recibe a Aaron con todo el sarcasmo del villano de opereta. Ni los flashbacks de su infancia, ni la revelación que tiene un tumor en el cerebro lo humanizan. Aaron suplica que deje libre a Cynthia. Horn no quiere. Es su única seguridad de que Aaron “se porte bien”. Tener a su mujer de rehén. A quien si expulsan es al Dr. Gene, aunque éste quiere quedarse. Apenas sale el abuelo, Horn comienza a torturar al gordito. Sus gritos llegan hasta la celda de Cynthia.

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Gene Porter no llega muy lejos. Lo secuestran Los Matheson y se lo llevan a un granero. Lo cubren de reproches. El intenta excusarse. Aparece Truman con un piquete de soldados y les grita que salgan, que están rodeados. Para darle una chance a su familia de huir, Gene sale solo y toma de rehén a Truman. Ah, pero el Abuelo no es guerrero. Truman se libra de él de un empujón. Antes, Gene le hace un corte menor que el rasguño de un gatito. ¡Pobre doctor!

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Horn está agotado de torturar a Aaron y de ver que todas las heridas que le practica se curan solas. Ahora quiere un experimento mayor. Hace que traigan a Cynthia. Aaron se pone histérico. Suplica que no le hagan daño. Comienzan a aparece luciérnagas. Música de “Tiburón”. Apenas un Patriota le clava un cortaplumas en la panza a la mujer, vemos a Aaron retorcerse y… ¡Dracarys!

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Ahora a esperar a la próxima semana.

(buddytv.com)

PD: Para el que se pregunte que hizo Tom Neville entretanto. Sucintamente, llegó hasta el marido de Allenford, lo convenció (previa vista del anillo de compromiso de Justine) que tenia a su mujercita, lo convenció que lo acompañara a visitarla y en el camino, lo convenció que ella era una carga peligrosa. Apenas Allenford ve a Justine le da un mortal balazo, antes que ella los pueda informar que Jason no está totalmente “desprogramado”.

One Riot, One Ranger: Revolution 2 x05

La nena vuelve a casa y con ella trae un perro rabioso. Su familia no la recibe precisamente con sonrisas. En cambio, el descubrir que es un asesino serial hace que Aaron huya de casa. Mientras la Resistencia se afianza en Willoughby, Neville y Allenford también cambian de bando. Y Monroe demuestra las cualidades que lo llevaron a crear una nación del caos.

Los Patriotas tienen muchos problemas en este episodio, que van más allá del equipo Monroe-Matheson, o de la vendetta Neville. Se acaban de encontrar dos soldados incinerados sin explicación de cómo ocurrió el hecho ni qué combustible fue empleado. Se los mandan a “Horn”. Primera vez que oímos ese nefasto nombre.

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Es un mal día para Culp y lo registra cuando los Rangers de Texas aparecen, a caballo y armados de carabinas y Stetsons,  en las puertas de Fort Willoughby. No hay imagen más de western que esos guardianes legendarios de la frontera. Su líder, John Franklin Frye (Jim Beaver), exige saber por qué estos advenedizos Patriotas han invadido la libre y soberana República de Texas. Culp, que debe haber visto en algún filme de vaqueros que con los Rangers no se juega, se muestra conciliador y simpático.

(tv.com)

Frye se dispone a abandonar el pueblo cuando es contactado por Miles que quiere su ayuda para sacar a los Patriotas del Suroeste y preferiblemente de la Unión Americana. No tiene suerte. El hecho de que en sus días de General Carnicero, Miles haya intentado matar a Frye no ayuda. Pero con esa sabiduría tejana, Frye ya ha notado que Los Patriotas son unos “oinks”. El problema es que Garver, Presidente de Texas, no quiere más guerra, a menos que el ex General Matheson tenga pruebas de la amenaza que encierra el nuevo gobierno de los Así-llamados-Estados Unidos. Sin muchas esperanzas, Miles le promete tenerle una para esa noche.

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Sigue el mal día para el General Matheson cuando llega Aaron y le cuenta con pelos y señales lo que le ocurrió (a Miles) la noche de Halloween. Las explicaciones científicas de Rachel y Aaron acaban por marear a Miles que deja este problema en manos de su cuñada.

Aaron toma la solución cobarde y como niño regañado, agarra su mochila, y huye de casa. No llega muy lejos sin que Rachel lo rastree. Ahí le cuenta la firme. No es la primera vez que exhibe el don de la piroquinesis. Una serie de flashbacks, nos muestran como Aaron inició su relación con Cynthia y como mató al marido de su novia actual.

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El marido era una fichita, abusador, odioso y mas encima infiel. Descubierto por Aaron en plena faena con otra mujer en un vehículo abandonado, el bully golpea y amenaza al gordito. Este se llena de ira, y sin decir “Dracarys”, se convierte en el Padre de Luciérnagas Lanza-Llamas asando al infiel (y a su pareja) en su auto. El problema es que Aaron no puede controlar a sus luciérnagas, solo darles órdenes, y no puede controlar las órdenes que su subconsciente emite. En realidad es un gran lio. Ya Aaron está como Remus Lupin, aullándole a la luna.

En Georgia, Justine Allenford recibe órdenes de dirigirse a Washington y ordena que Neville sea parte de su comitiva. Vemos a Allenford en su carruaje como emperatriz romana en su palanquín, mientras Neville anda a pie como esclavo nubio. Aparece otra carreta llena de soldados. El astuto Neville huele algo podrido. Saca el arma. Los soldados le disparan a la Secretaria y matan a su guardia. Neville consigue huir llevando consigo a la herida Justine.

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Con gran delicadeza, Neville limpia  y desinfecta la herida de su jefa, que tiene una bala adentro. Le pregunta los motivos del ataque. Avergonzada, Allenford confiesa haber escrito una carta a su gobierno protestando las terribles condiciones de los campos de “reprogramación”. Neville se dispone a abandonarla. El no apuesta a caballos perdedores y ella se ha convertido en una fugitiva. Justine le revela que Jason está en uno de esos campos y que llevará a Tom hasta allá si él la ayuda.

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Por fin, una buena noticia para El General Matheson. En un callejón se encuentra con su amada sobrina. Ese abrazo de los dos fue tiernísimo. Charlie le muestra el cartel donde dice que los Patriotas buscan a Rachel. Miles se pone paternal y le pide que sea amable con su madre. A ver, ¿cuán ciego es el ex Carnicero? El que Charlie haya vuelto demuestra su preocupación por su Mami. Aquí el problema no es la nena sino esa simpatía de tarántula de Rachel.

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Turbada, Miss Charlotte le dice a su tío que hay algo que debe mostrarle, pero espera que él no se enoje. Miles lanza una sonrisa condescendiente,  jura que eso no ocurrirá. La sigue, seguro de que la nena le mostrará algún renacuajo que encontró en el rio o un noviecito que conoció en el camino. La sonrisa se le congela cuando ve al nuevo “amiguito” de su sobrina. Reacciona como padre típico. Se abalanza sobre Monroe acusándolo de poco menos que de haber desflorado a la nena. Monroe patalea  y grita que le salvó la vida, la salvada sale con un “¿Tu crees que dejaría que EL me tocara?” (No, Charlotte, tu solo dejas que te toquen taberneros sudorosos a los que ni les sabes el nombre).

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De ahí sigue un Miloe nivel infantil con un Miles amenazando con matarlo y un Monroe sarcástico con sus “¡güichichio, no te atreves a apretar el gatillo!”Al final, Miles, muy a regañadientes, incorpora a Bass al Team Matheson. Monroe no cabe en el pellejo de contento, pero Miles lo para exigiendo que deje de dar brincos de alegría. Ellos no volverán a ser lo que fueron. Vivir con Monroe fue vivir en un agujero oscuro y Miles no quiere volver a entrar ahí (las connotaciones de esas frases ya erizan los pelos).

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Sin embargo, el pasado de Miloe los traiciona.  Su conversación está plagada de alusiones a experiencias pretéritas- Hasta usan un idioma propio lleno de referencias a batallas compartidas y a estrategias antiguas que exaspera a Charlie que se da cuenta que estos hombres, que de alguna manera son “sus hombres”, tienen misterios que ella desconoce.

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Esa noche, el A-Team de Willoughby les pone una emboscada a Los Patriotas, y los vencen porque...Hey! Miles, Charlie Y Monroe juntos... ¿Quién les gana? Capturan al soldado que le rompió la mano a Miles. Yo estaba esperando una escena de Generales dándole garrotazos, pero prefieren dejarlo amordazado y atado,  listo para ser entregado a Frye.

Todo esta preparado para la gran cita en un molino abandonado. Ahhh, pero a Aaron (a miles de kilómetros de distancia) se le ocurre tener otra de sus visiones remotas. Ve a Monroe con Charlie, le cuenta a Rachel y ¡arde Troya!

Rachel se aparece en el molino iracunda como una banshee. Le quita un arma a alguien y se dispone a matar a Monroe por encima de las suplicas de su hija y de su cuñado. Por fin, la convencen de que es un mal momento. Miles, fuera de sus casillas, empaca a todos (menos Monroe y el soldado) arriba, a la cama sin postre.

En el altillo, Aaron y Charlie se funden en cálido abrazo bajo la mirada ceñuda de Rachel. Un reseñador dijo que Rachel se veía “con el corazón destrozado”. ¿Qué no tienen ojos? Rachel estaba encolerizada y molesta ante el afecto que Aaron despliega hacia una hija que en ese momento (según su madre) solo merecía coscorrones. Con aire tímido, Miss Charlotte  se acerca a su madre. ¡Pobrecita! Parecía a punto de darle un abrazo, cuando su progenitora la rocía con chorro de recriminaciones de entre las cuales, la palabra más amable es “estúpida”. Charlie se da cuenta que fue un error regresar por una madre tan ingrata.

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Abajo, Miles recibe a Frye y triunfante lleva al Ranger a ver al prisionero. Ohh, pero como buen Nazi, el Patriota se ha tragado una capsula de cianuro que llevaba en una muela. Otro reseñador (que es obviamente un Charliehater) dijo que era culpa de ella por no vigilar al prisionero. Primero, que ella no estaba a cargo puesto que Miles la mandó al altillo con los otros. Segundo, ¿cómo se vigila a un hombre que carga veneno escondido en una muela?

Frye, meditabundo, le dice a Miles que sin pruebas poco puede hacer. Promete dar un mal informe sobre Los Patriotas, per nada más. No se llega a saber que opina el General Matheson porque se oye un balazo. Frye cae al suelo muerto por un disparo de Monroe.

Bass feliz le dice a Miles que ahora le colgarán el muertito a Los Patriotas  y Texas no  tendrá más remedio que declararles la guerra. Miles está estupefacto y Sebastián hace un pucherito. “¿No es eso lo que querías?”.  A ratos, Miloe parece John Connor (niño) y El Terminator.

Aparte de lo imprevisible y peligroso que sigue siendo Bass Monroe, hay que aceptar que su movida fue perfecta. Ahora entiendo porque hubo una República de Monroe y no de Matheson. Bass es inteligente, audaz y rápido en tomar decisiones. Eso contrasta con la impulsividad de Rachel cuyas decisiones no son siempre las acertadas y meten a todos en líos. Las medidas del General Monroe no serán las más morales, pero son las necesarias para conseguir un objetivo. Digamos que Macchiavello lo hubiera aplaudido.

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Estoy un poco complicada (y no soy la única) con la moralidad de este show. Por un lado Aaron se siente horrible con su habilidad para matar, Y obviamente Cynthia (que ya vimos, lo prejuzgó en el pasado de una manera horrenda) no va a aprobar sus nuevo talento. Por otro, Miles goza matando gente con Monroe, son como niños aplastando cucarachas. El modo en que miró a Rachel, luego ella le explicara como mató y enterró a Ken, indica que le pareció sexy que fuera la asesina de un antiguo amigo. Lo entiendo, es como Jaime admirado ante los letales mandobles de Brienne. ¿Entonces, por qué el doble estándar cuando se trata de Bass?

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Entiendo que Rachel quiera matar al hombre que la torturó. Ese es el único crimen que le adjudica a Monroe. La muerte de Danny no puede importarle menos a una mujer que de vez en cuando se acuerda que tuvo hijos. Y lo que dijo un reseñador que odia a Bass porque mató a su marido (¿Qué no ven la serie antes de hace un recap?) es totalmente falso. A la única que todavía le importa Ben es a Charlie.

Pero aun comprendiendo el odio que Rachel siente por el General tengo tres preguntas.

1.       Si ve que Miles y Charlie defienden a Monroe ¿no debería al menos tener un poco de curiosidad por saber el motivo de esa defensa?

2.       ¿Por qué tan colérica contra Monroe si la última vez que se vieron en la Torre Oscura hasta lo ayudó porque le convenía?

3.       ¿Por qué perdonó al Carnicero de Baltimore que tanto tuvo que ver con su tortura y le guarda rencor a Monroe?

(tv.com)

La verdad es que Rachel siempre tiene que ser las “3 Is”: irresponsable, irracional e insoportable, pero su comportamiento con Charlie no tiene excusa y me sorprende que los recapper no hayan hecho más hincapié en ese momento. Solo Lisa Macklem de spoilertv tuvo algo que decir y no precisamente a favor de Rachel.

Patriot Games: Revolution 2x04

En Noche de Brujas, Bass Monroe opta por volver a asustar gente; Las Nenas Matheson se meten en líos; y El General Matheson enfrenta su propio cuento de terror del que lo rescatan las “nano-luciérnagas” enviadas telepáticamente por un Aaron dormido. Todo eso en el cuarto episodio de “Revolution”, titulado "Patriot Games".

Después de ser atravesada por una flecha del Clan Andover, Rachel se pasa tres días inconsciente. Cuando despierta, descubre que los niños de Willoughby se preparan para su primer Haloween bajo ocupación americana. Rachel está aterrada, segura que estos soldados son los diabólicos aliados de Randal Flynn. Su desasosiego aumenta cuando conoce a Ed Truman  un afable oficial, con amplia sonrisa de Kennedy (tal vez porque Steve Culp dos veces ha interpretado a Bobby Kennedy en la pantalla), que comanda las fuerzas de ocupación.

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Rachel no consigue contagiar sus miedos a su cuñado. Tras tres días velando el sueño de su Bella Durmiente, Miles experimenta claustrofobia y quiere ir a husmear en la guarida del Clan Andover. Eso aunque Los Patriotas exigen que todo Willoughby se quede en el fuerte.

La Noche de Brujas, Rachel rompe la cerradura de la oficina de Truman. Antes de ser descubierta, alcanza a ver papeles con ese símbolo del ojo dentro de un triángulo que Randall llevaba en su anillo. Ante Truman, Rachel se muestra impenitente. A solas, trata de convencer a su padre de lo peligrosos que son Los Patriotas. Gene exasperado le dice que ella “asusta” a la gente. ¡Qué bueno! No tiene que gastar en disfraz de Halloween.

(argenteam.net)

Rachel comienza a sentirse parte de un escenario de “La invasión de los ladrones de cuerpo”. Nadie le cree. No sabe en quien confiar. Termina emborrachándose con Ken, su amigo de la infancia, y soltándole todo el rollo. Lo próximo es que Ken la aturde. Rachel despierta en el sótano de su amigo, y encadenada. El Patriota Ken está cavando una inmensa tumba para ella. Le dice que el nuevo gobierno la quiere viva, pero que “entenderán” que tuvo que matarla por peligrosa y entrometida. Rachel consigue escapar de sus esposas, mata a Ken y lo entierra en el sótano. Para su reencuentro con Miles, ambos tendrán anécdotas de Halloween que compartir.

(revolution-show.com)

La noche anterior, Aaron tiene un desmayo- visión en el que ve como El General Matheson llega a la guarida de los forajidos. Cyntia lo manda a dormir ignorando que su pareja acaba de experimentar visión remota. En la guarida Miles se encuentra con nada menos que con un indignado y resucitado Titus Andover. Titus le cuenta que Los Patriotas son unos traidores. Lo embutieron a él y a sus “niños” en un tren con rumbo desconocido. El ex maestro logró escapar, pero el destino de sus “niños” lo aflige. Recuerda que todo es culpa de Miles. Por él, Andover lo ha perdido todo, hasta la bala con la que pretendía matar al General Monroe. Miles termina acabando con Titus.

Al salir, ve que los “niños” de Andover son diezmados por Los Patriotas (liderados por el hombre que le rompió la mano, y que ahora viste uniforme). Los soldados luego desperdigan los cadáveres en las cercanías del pueblo para hacer creer a sus habitantes que es peligroso alejarse del fuerte. Dos soldados encuentran a Miles y se disponen a matarlo, pero es rescatado por las “linternas-robot” que Aaron dormido ha enviado a socorrerlo. Las linternas achicharran a los soldados. Miles escapa y Aaron despierta sobresaltado. ¡GUAUUUU!

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Ignorando la participación de Pittman en su rescate, Miles le dice a Rachel que solo tienen un camino. En toda ocupación debe haber una Resistencia. Ellos la serán.

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En Savannah no se celebra Haloween. Neville se ha convertido en un policía de bajo rango, encargado de lidiar con criminales, de perder muelas cuando estos lo golpean, y tener que calarse las órdenes del odioso Cooke que sigue desconfiando de Major Tom. Neville descubre que su superior es un drogadicto y que le gusta relajarse en un fumadero de opio cercano. Va allá y le paga a la dueña para que lo deje a cargo del somnoliento Cooke que despierta encadenado a la cama y con un espantajo de Haloween sonriéndole. Neville lo interroga. ¿Dónde esta Jason? Llorando, Cooke asegura que no sabe nada. No le sirve a Neville que lo mata con una sobredosis de heroína.

(buddytv.com)

Al día siguiente Allenford se sorprende al ver a Neville en comando. Con cara de inocente, Tom le dice que no ha llegado su superior y que consideró su deber encargarse de todo. Con cara de póker, Justine confirma su nuevo comando y dice que Cooke fue “trasladado”. Mentiroso que miente a mentiroso  tiene cien años de gozo. Tres preguntas.

1. En el fumadero de opio, tienen un tocadiscos. Yo tuve uno parecido, pero funcionaba con pilas. ¿No que las baterías murieron con el apagón?
2. ¿Para qué revivir y rematar a Titus Andover? Completamente innecesario.
3. Mi suspensión de credibilidad falló ante el fácil modo en que Rachel se quitó las esposas. A Jack Sparrow le tomó más tiempo y una lámpara de aceite lubricante. Aparentemente, Rachel se dislocó a propósito la muñeca para poder sacar una mano de las esposas. ¿Y con una muñeca dislocada y un chichón en la cabeza le hizo frente y mató a un hombre más alto, más fuerte y más lucido que ella?

Volvamos a Halloween en la Llanura donde Charlie Matheson se convierte en el caramelito más apetecido por los parroquianos de un bar. ¿Que caray hace una chica sola y desarmada en un bar lleno de  hombres de mala catadura? La explicación es que sirven comida y comenzamos la escena con una Charlie hambrienta limpiando el fondo de un plato. Se le acerca un borracho que quiere servírsela. Charlie rechaza sus requiebros y recién nota que no hay otras mujeres en la taberna. Lo que si hay es perros babosos que la miran con hambre.

(es.paperblog.com)

Hora de emprender la retirada, pero como su madre, Charlotte está en un lio muy gordo. Se encuentra que la puerta está cerrada con candado. Por más que patee y golpee a los perros con unos tacos de billar, ellos son mayoría. Mas encima, ha caído en la trampa más vieja del mundo, le han puesto algo en el trago. Comienza a marearse. Se derrumba en un rincón. Ve acercándose a sus futuros violadores, pero la puerta se abre e...in like Flynn.  Mejor dicho...In like Monroe.

No puedo describir mejor entrada. No hay tiempo para preguntarse de dónde sale el  tirano ni cómo abrió una puerta con candado. El General trae no uno, sino dos machetes. Lo que sigue es digno de película de samurái. ¡Esta si es Danza de Espadas! Bass ensarta a los cuasi violadores como si fueran pavos navideños. Acabada la masacre, se aproxima a Charlie que como beldad decimonónica se desvanece. (no hay video para esta escena, pero encontré uno de Charloe en el que la incluyen casi toda)

La despierta la lluvia. Es de noche, está en medio de un bosque y el asesino de su familia cocina para ambos.  El le hace beber agua, le dice que debe eliminar la droga de su sistema y la informa que lleva un día inconsciente. Para tranquilizar a la nena, El General le jura que ha sido “un perfecto caballero”. Charlie no está tranquila, intenta atacarlo, intenta robarle un cuchillo.

Bass sigue mostrándose compungido y contrito. Charlotte es implacable. Lo llama falso, manipulador, sociópata y asesino. Cuando Bass  reconoció ser lo ultimo,  me invadió una ola de Deja Vu. Esperaba oírlo decir “Tu padre fue un asesino, tu hermano es un asesino. Tus hijos serán asesinos. Todos los hombres lo son”. Tal vez fue la manera en que la salvó de los violadores, destripándolos con su machete, pero vi algo del Perro Clegane en Monroe. ¿O será, porque a pesar de toda su nueva fachada de dura y arisca, Charlie es más Sansa que Arya?

El General le dice a Charlie que no tiene alternativa, que tendrán que seguir juntos el camino de regreso a casa. Lo último que vemos es al par en ese vagón gitano, acercándose a Willoughby.

(dioscaficho.com)

No sé ustedes, pero hay algo en esa imagen de un cínico que lleva las riendas y una señorita con cara enfurruñada que a ratos lo mira de soslayo...Solo le falta la capota de paja y el acento sureño a Charlie. Miss Charlotte y El General Monroe son los clones modernos de Miss Scarlett y El Capitán Butler.

Como “Revolution” es el Reino del Flashback, espero algún día enterarme de cosas que ocurrieron en ese trayecto entre el bar y Willoughby con esta pareja dispareja.