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jueves, 8 de agosto de 2013

La Era de los Mundos Paralelos. (Crónicas Fantásticas V)


Shannara, Narnia, Terabithia, Terramar, Westeros, nombres exóticos que evocan tierras de caballeros, dragones y hechiceros. Se cree que toda fantasía tiene forzosamente que suceder en un mundo raro, completamente fuera de lo normal. Fue después del auge de Harry Potter que la fantasía urbana demostró que lo sobrenatural también ocurre en espacios prosaicos y la fantasía épica comenzó a crear reinos con características más terrenas.

La leyenda nos ha enseñado una geografía apócrifa con reinos subterráneos, islas que no aparecen en mapas y ciudades ocultas en junglas o desiertos. La literatura fantástica desde siempre ha buscado espacios imaginarios  fabulosos. El Infierno de Dante, Las tierras de gigantes y enanos que visita Gulliver y  El País de las Maravillas al que Alicia desciende en pos de un conejo blanco. Con ese precedente, es natural que la literatura fantástica moderna se destaque por fabricar mundos quiméricos a los que los protagonistas entran sea por un viejo armario o transportados por un vendaval, así llegan los Pensevies a Narnia y Dorothy a Oz.



Hasta fines del siglo XX, los autores de fantasía se esmeraban en crear topografías caprichosas como La Tierra Media de Tolkien, la cartografía compleja de Poniente de Martin y ese universo sostenido por elefantes y una tortuga que Sir Terry Pratchett denominó Mundodisco. Eso también cambió después de 1997.J.K. Rowling  al crear a Harry Potter crea  un universo paralelo, aunque diferente a los peregrinos territorios de la fantasía épica. 

(cazygallery.info)

Harry se mueve entre dos mundos, la Inglaterra contemporánea (o el mundo de los "Muggles”)  y el mundo de los “magos” que generalmente se centra en el milenario internado de Hogwarts. Lo  distintivo de Hogwarts, mas allá del Bosque encantado  y de su curiosa flora y fauna, es su similitud con las famosas y tradicionales "public school” inglesas (aunque se trate de un alumnado mixto).  

(mundokurioso.com)


Hogwarts es una copia del mundo humano,  sin embargo posee una particularidad, carece de tecnología avanzada. No hay celulares, ni ordenadores ni teléfonos, ni televisión, ni siquiera una trivial aspiradora. Todo lo que en el mundo real funciona con electricidad  o energía, en Hogwarts opera gracias a la magia. 

Tecnología mágica de Harry Potter


Así Rowling recalca la mayor diferencia entre fantasía y ciencia ficción, la ausencia de lo que en el mundo contemporáneo pasa por adelantos científicos. Esa particularidad dota al mundo de los magos de una cálida sensación de antigüedad, como si hubiesen quedado suspendidos en otro tiempo. Eso se siente en el último libro cuando Hermione lleva a sus amigos al Londres moderno. Ella está cómoda, ellos ni saben que pedir en una cafetería.

La idea de que lo sobrenatural puede tener lugar en universos paralelos muy parecidos al nuestro propició el auge de la fantasía urbana donde lo prodigioso puede suceder tanto en el prosaico Chicago de Harry Dresden o en un bayú creole en el que vampiros, hadas, licántropos y cambia-pieles alternan con humanos como en “True Blood”. Pero también fomentó una formula en la cua,l  por fantásticos que sean, los espacios mágicos deben  reflejar realidades identificables, incluso paralelismos con la historia de nuestro planeta.

 No sé si les ocurra algo parecido, pero  me satura el exceso de lo "irreal" en algunas obras de alta fantasía. . Admiro el trabajo  de  autores que se inventan geografías, religiones e historias, pero a veces siento el texto tan ajeno que no puedo realmente compenetrarme con quienes lo habitan. La grandeza de Canción de Hielo y de Fuego es que excluye esa sensación  gracias a personajes de tremenda profundidad sicológica  y de la presentación de situaciones,  cosmografías  e  instituciones  que tienen su equivalente en la historia de la humanidad. Lo mismo ocurre con Los Cuentos de los Otori del neozelandés Liam Hearn donde la acción transcurre en un mundo mágico que trasciende la historia, pero que obviamente es un reflejo del Japón medieval.

Mapa del Japón de los Otori (fanpop.com)
Por parecidos al nuestro que sean, estos universos fantásticos no son siempre  placenteros ni atractivos. Basta preguntarle a la Coraline de Neil Gaiman  que al huir de una familia que la exaspera  se encuentra en un espacio paralelo donde todo es igual a su mundo, solo que mucho mejor…o eso cree al comienzo.
Coraline y su madre "paralela" (Collider.com)



¿Donde creen que es más efectiva la fantasía? ¿En reinos encantados nacidos de imaginaciones fértiles o en espacios similares a nuestro mundo?