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lunes, 14 de julio de 2014

Closer than Sisters: Penny Dreadful 1x05


Traspasado el umbral de la mitad de temporada, “Penny Dreadful” comienza a responder preguntas y a enfocarse en un solo personaje. En este caso, la más enigmática de la serie: Vanessa Ives. Toda la hora  en un flashback que desenreda su pasado, devela sus lazos con la Familia Murray y nos descubre el enigma de sus poderes y de su amistad y enemistad con MIna. La actuación de Eva Green se vuelve un tour de force a medida que nos lleva de la Vanessa-niña a la perdida de su inocencia, y su encuentro con fuerzas diabólicas, muchas de ellas vestidas con batas de médico. Vamos a repasar “Más unidas que hermanas”, el quinto episodio de la primera temporada de “Penny Dreadful”

Para muchos, resultará discordante este episodio, sobre todo para quienes están más interesados en otros personajes, o se hayan acostumbrado al ritmo coral de la serie. Para la quinta entrega, John Logan y Sam Mendes eligieron encauzarse por Vanessa y su pasado, lo que determina la importancia del personaje y destapa sus secretos.

En la soledad de su cuarto, Miss Ives hace algo más que rezar. Repasa su ayer bajo la guisa de una voluminosa y unilateral correspondencia con Mina. Es a través de esa comunicación epistolar que Vanessa recuerda la amistad que la unió a la hija de Sir Malcom y que data de su infancia.


Asi conocemos a una Vanessa niña cuya vida está ligada a la de los Murray sus vecinos. Con solo cruzar una cerca de hierro que separa las propiedades de Los Ives y los Murray, Vanessa crece unida a Peter y Mina Murray. Sus familias son amigas, los niños se crían juntos, e incluso Sir Malcom, cuando se digna a regresar de sus exploraciones, prodiga a la vecinita  el mismo afecto que ofrece a su hija.


A través de la memoria de Vanessa, conocemos a los Murray, a un Sir Malcom alegre y animado, a una Lady Murray silenciosa y semi ignorada por su familia a un Peter que se siente indigno de ser hijo de tan aventurero padre (entonces no mintió Malcom al decir que Peter y Víctor se parecían) y una Mina, dócil y tímida, que idolatra su audaz amiguita. Los niños lo comparten todo, incluyendo la pasión por la taxidermia, y se insinúa que estarán siempre juntos, incluso que Vanessa y Peter terminarán casándose.

El único incidente que interrumpe esta semi idílica existencia ocurre cuando Vanessa, en los albores de la adolescencia, presencia un encuentro sexual entre su madre y Sir Malcom. Esa misma noche, la niña percibe por primera vez una presencia diabólica que la ronda.


Pasan los años, Vanessa y Mina son hermosas adolescentes. Mina se compromete con un oficial de nombre Branson y se dispone a trasladarse con su marido a la India. Peter está obsesionado con convencer a Malcom que lo lleve en su próxima expedición. Vanessa lo besa esperando que recuerde su promesa de matrimonio, pero solo consigue asustarlo. Sintiéndose abandonada y un poco celosa, Vanessa impulsivamente seduce al Capitán Branson en vísperas de la boda de éste. Mina sorprende a su amiga y a su prometido en plena faena en el gabinete de animales disecados.


Mina rompe su compromiso y los Murray expulsan a Vanessa de su mundo. Es el mismo Sir Malcolm quien cierra la verja de hierro en la cara de Vanessa y la llama “niña cruel”. Agobiada por los remordimientos, Vanessa cae en un estado catatónico interrumpido por crisis epilépticas.

Es llevada a un asilo donde es sometida a curas extremas para “la histeria”, el término victoriano para cualquier trastorno femenino. De principio el tratamiento de “hidroterapia” suena inofensivo, pero vemos que son sesiones de tortura en las cuales Vanessa (cuyo demonio ya asustó al director del hospital) es zambullida en tinas llenas de hielo, casi ahogada con mangueras de bombero y es finalmente sometida a una trepanación de cráneo. Lo que queda de Vanessa es enviado a morir a su casa. Allá la encuentra Pete Murray que va camino   a África. Vanessa le pide un último beso y le augura que morirá en esa expedición.


Poco después, una noche, el demonio se manifiesta bajo la apariencia de Sir Malcom. Vanessa inicialmente lo rechaza. El demonio la tienta ¿Quiere realmente perder los poderes que puede adquirir? Terminan haciendo el amor. La Señora Ives sube, atraída por los ruidos, y se encuentra a su hija desnuda en la cama, contorsionándose como si estuviera en medio de una sesión de sexo. A verle los ojos en blanco, Mrs. Ives reconoce la señal de posesión diabólica y cae victima de un infarto.


La muerte de la madre cura, aparentemente a Vanessa. Paseándose por la playa, tiene un encuentro con Mina. Es una escena bellísimamente filmada en la cual contrastan la morena  y enlutada Vanessa con la rubia Mina que viste de blanco. Mina le dice a su amiga que ha sido perdonada. Su sufrimiento ha borrado su falta. Vanessa no está tan segura de poder perdonarse. Mina le cuenta que se ha casado con Jonathan Harker. Hablan de Peter, y Mina reprocha a Vanessa no haber hablado con sinceridad con su hermano, no haberle dicho el día del beso que lo amaba, a pesar de su debilidad.


Vanessa se sorprende. ¿Cómo conoce Mina un detalle tan íntimo? Los ojos de Mina se ponen rojos y dice que “El Amo” le ha enseñado mucho. Esa noche oscura y tormentosa, como la describiría Bulwer Lytton, Vanessa enfrenta la lluvia y la ira de Sir Malcom y se presenta ante él. Mina necesita de la ayuda de ambos. Malcom le cree, pero no la ha perdonado. Le dice que todavía desea matarla. Dice que la “usará” para salvar a su hija, y que vivirán juntos (¿Qué pasó con Lady Murray?).

Mina termina su carta comentando que Malcom ama tanto a su hija que hará cualquier cosa por salvarla, pero ella, Vanessa, ama tanto a Mina, que esta dispuesta…a matarla. Con eso nos queda claro que la salvación de Mina reside en su destrucción.


Fue un capitulo tan hermoso y tan deprimente. Me llené de compasión por Vanessa, y también por su madre, que por muy adultera que fuera, cuidó devotamente de su hija enferma. Vanessa sufre de un complejo de Electra, solo que la figura paterna que desea es Sir Malcom. Por eso quería lo de Mina, por eso la muerte de la madre la liberó momentáneamente de su locura.  Sonará a lectura  freudiana, pero yo tengo una imagen medieval de la locura como resultado de la posesión o de ángeles o demonios. Vanessa sufre de remordimientos y de deseos reprimidos, una combinación muy apetitosa que invita a demonios y espíritus parásitos a invadirla.

miércoles, 18 de junio de 2014

Terror en el Londres Victoriano: Primeras impresiones de “Penny Dreadful”


Odio las sorpresas y me gusta estar avisada. “Penny Dreadful”la nueva fantasía de Showtime venia precedida de reseñas mixtas, que  ayudaron a prepararme para cualquier shock que la serie encerrase. Únicamente asi pude disfrutarla inmensamente, y aquí estoy a la espera de la segunda entrega.

Antes que todo, hay que explicar el título. “Penny Dreadful (literalmente “terror a un penique”) era como se llamaban unos folletines que circulaban por el mundo anglo decimonónico y que costaban un penique. Inmensamente populares, estas publicaciones baratas contenían un tipo de narrativa truculenta (“sensacionalista” se las llamaba entonces) (que dramatizaban crímenes  y relatos sobrenaturales.

Las reseñas que leí antes de ver este prime episodio, titulado “Night Work” (trabajo nocturno) recalcaban el mismo  rasgo negativo: el privilegio del gore y lo sexual por sobre la trama. Ya alertada me acerque a la serie con la mente abierta y me sorprendió.El único momento sexual fue una toma a distancia de las nalgas de Josh Harnett mientas seducía a una espectadora de su acto de tiro al banco. Toma necesaria supongo para quien admire a un actor que hasta ahora ha resultado mediocre, pero que hizo un buen papel esta noche a pesar de su trasero.Mas chocante me resultó la primera escena en la que un vampiro ataca y despedaza a una embarazada que está sentada en el inodoro (escena un poco mas tremebunda que la muerte de Tywin Lannister). 

Electivamente, “Penny Dreadful” es una serie sangrienta, colmada de violencia gráfica  que puede perturbar a los estómagos débiles, pero es la única manera de traducir la truculencia de los folletines originales.
Lo acusación mas grave que le ha caído a la serie es que carece de argumento, una acusación falsa porque existe un hilo argumental. El problema es que el show nos empuja por un tobogán de escenas apresuradas, cual mas asombrosa, cual más inesperada, pero que dificultan la comprensión de su esencia.


La trama básicamente se reduce a esto. Sir Malcolm Murray (Timothy Dalton) es un famoso explorador quien anda en pos de una presa muy especial,  su hija Mina secuestrada (no sorprenderá a los fans de Bran Stoker) por un vampiro. En esta búsqueda, que ya lleva algunos años, cuenta Murray con  la ayuda de la misteriosa y mística Vanessa Ives (Eva Green), quien fuera la mejor amiga de Mina.

A Sir Malcom no le basta Vanessa y decide  crear su propia versión de La Liga Extraordinaria. Será la Ives quien contacte al primer candidato, el americano Ethan Chandler (Josh H.) un expatriado pistolero ahora parte de la troupe de uno de esos espectáculos circenses, tipo Barnum and Bailey, que se hicieron “la América” en la Europa de fines del siglo XIX.


Vanessa asiste al espectáculo donde Ethan, caracterizado como Buffalo  Bill, asombra al público con su puntería mientras le calienta la oreja con sus remembranzas de la última carga de la caballería del General Custer contra los Sioux, de la cual Chandler pretende ser el último sobreviviente. Tras el espectáculo, el pistolero lleva a una espectadora encandilada a un descampado y le demuestra que puede follar con las botas puestas tal  como murió  Custer.

Vanessa lo aborda cuando ya vestido Chandler goza de su pasión favorita en una taberna cercana. Con sagacidad digna de Sherlock Holmes, ella lo analiza. La Batalla de Little Bighorn tuvo lugar cuando Chandler era un niño y no hubo sobrevivientes. El es un mentiroso que porta un reloj de oro que contrasta con su ropa raída. Eso indica que una vez tuvo una fortuna que perdió debido a sus excesos, las mujeres, y el alcohol que hace temblar su mano izquierda. Por eso la esconde bajo la mesa.



Impresionado ante los poderes de deducción de la desconocida (y a cambio de una sonrisa) Ethan acepta trabajar para ella. El trabajo exige de un hombre hábil con armas de fuego y que no le tema a labores ilegales. Chandler confiesa haber sido asesino a sueldo, en el pasado y esa misma noche se reúne con Vanessa en Limehouse, en un fumadero de opio donde conoce a Sir Malcolm. El trío sale por un callejón y se internan por lo que parece ser una estación del Tube (la acción tiene lugar en 1891, para entonces Londres ya poseía un sistema de trenes subterráneos) Ahí se encuentran con unos maquinistas cuyo aspecto cadavérico y flexibilidad corpórea indican que son no-muertos. Los zombis se rehúsan a dale información a Malcolm sobre el paradero de su hija y terminan atacándolo.

Vanessa deja a los hombres que solucionen sus asuntos masculinos, y sin ningún temor se adentra en un galpón saturado de cadáveres, algunos desnudos, otros vestidos, pero todos cubiertos de sangre.  Los revisa buscando a Mina. De entre ellos surge una bestia monstruosa armada de dientes afilados. Llegan Sir Malcom y Chandler. El monstruo ataca al explorador, pero Vanessa se interpone lanzándole una mirada de amonestación digna de  institutriz. Eso cohíbe a la criatura y da paso para que Sir Malcolm lo atraviese con un de esos punzones que los caballeros antiguos ocultaban en sus bastones.


La noche acaba en una especie de morgue habilitada por ladrones de tumbas para que los estudiantes de medicina y otros interesados encuentren cadáveres con los cuales experimentar. Le llevan lo que queda del monstruo a un joven medico que arrogantemente se niega ayudarlos hasta que Vanessa le muestra la criatura que cargan en una carretilla. Asombrado, el medico (que mejor ya les digo es Víctor Frankenstein) acepta hacer una autopsia cuyos resultados arrojan que el engendro no es humano. Lo más impresionante es que lo que parece piel es en realidad un caparazón bajo la cual Víctor descubre una serie de jeroglíficos tatuados en el tórax.

Al día siguiente, Malcolm y Vanessa visitan a  Fenton, un egiptólogo, quien reconoce el alfabeto de los jeroglíficos. Mientras Vanessa se muestra fascinada por unos escarabajos carroñeros que Fenton guarda en un gabinete de vidrio, el obsequioso egiptólogo informa a Sir Malcolm que se trata de “una maldición de sangre”, pero se niega a darle mas datos a menos que sus  visitantes prometan asistir a una de sus cenas unos días mas tarde.


Ese mismo día, Chandler llega a casa de Sir Malcolm a recibir su pago. Es Vanessa quien lo recibe en una biblioteca llena de libros esotéricos y ante una mesa sobre la que despliega una baraja del Tarot. Con cierto desprecio, el pistolero la identifica  como una “espiritista”.  Solo quiere su pago y una explicación de lo que vivió la noche anterior.


Vanessa crípticamente le habla de un mundo intermedio “entre la realidad y l que tememos”,   donde viven atrapadas criaturas como las que el pistolero tuvo que matar la pasada noche.  Lo invita a unirse al equipo de Sir Malcom, pero le recuerda que un hombre inteligente se negaría. Chandler decide ser inteligente y se niega. Antes de retirarse, acepta elegir una carta de la baraja. Le sale la de “Los Amantes”. (A propósito es una mala carta).

A pesar de que Chandler planea llevar su show del Oeste al Continente, ni Malcolm ni Vanessa planean dejarlo ir, ya sabe demasiado. Esa noche, Malcom recibe una visita. Su hija se le aparece, en su cuarto. Aunque Mina huye, lo ven como buena señal. Es la primera vez en años que uno de ellos se ha contactado con Mina (que por lo que vimos ya es vampira). Ahí Vanessa recuerda que por su culpa (“Mi transgresión”) su amiga fue secuestrada.


Por otro lado, Sir Malcolm ha reclutado un nuevo integrante a su equipo. Tras recibir el presente de un traje de noche, Víctor accede a cenar con el explorador en su club. Ese pequeño detalle nos recuerda, a la par del clasismo de la época en que un hombre mal vestido no podía entrar a un sitio tan exclusivo, la pobreza de Frankenstein quien no posee la ropa adecuada para pasar por un caballero.

En un apasionado discurso (lo único artificial en un capitulo que se caracterizó por fantásticos diálogos, lenguaje decimonónico ¡y una única palabrota!) El Dr. Frankenstein habla de su pasión. Toda su investigación y existencia están abocadas a descubrir el secreto que separa la vida de la muerte. Cuando descubre que Malcolm busca a su hija y que no le importa asesinar al mundo entero para recuperarla, acepta unirse a su empresa.


Tras dejar el Club de Exploradores, Víctor Frankenstein regresa su casa, a un laboratorio clandestino donde oculta lo que ya nos imaginamos. Una criatura fabricada con retazos de cadáveres. Se corta la luz de gas, hay tormenta eléctrica. Lo próximo que vemos es a Proteus (que asi elegirá llamarse) paseándose desnudo por el laboratorio (Nooo, un desnudo frontal masculino). Como me dijeron que esta serie era tremenda, mi cochambrosa mente ya veía a doctor y paciente revolcándose por el linóleo del laboratorio. Por eso me perdí el impacto de ver al científico llorando de emoción al  conocer a su creación.  Ahí quedó el capitulo fantástico, pero agotador.

Ayy, ya casi me olvidaba. Paralelo a los sucesos narrados, está la historia de un crimen que inicia el capitulo. Una mujer en el East End se levanta en la noche a hacer sus necesidades. “Algo” entra por la ventana y la despedaza al igual que a su hija. Tanto autoridades como vecinos sospechan que Jack el Destripador ha regresado a hacer de las suyas. Yo sospecho de la horda de vampiros que tiene a Mina secuestrada y especialmente del “Maestro” (ósea Drácula).

Fue un buen piloto que se las arregló para darnos choques eléctricos a la vez que nos intrigaba con sus misterios. El reparto es más que adecuado, ni Timothy Dalton ni el pobre Josh  son mis favoritos, pero  aquí no me han molestado para nada y me gustan sus personajes. Eva Green es sin duda lo más interesante de la serie. Su caracterización es perfecta, parece un Whistler, a pesar de que ha conseguido no verse ni tan sexy como La Morgana de “Camelot”, o La Chica Bond de Casino Royale. Incluso se ve mayor que en roles recientes como la Artemisia de “300” o la Ava de “Sin City”.


Sin embargo hay algo de atractivo, pero inquietante en ella. Como si fuera una versión más moderna de la Maléfica de Angelina Jolie. Será que Eva lleva años haciendo de bruja, o será que aparte de enfrentar vampiros y leer el Tarot, Vanessa Ives  es en si un ente sobrenatural. Factor que reconocemos por las escenas intercaladas en las que en la privacidad de su cuarto Vanessa se arrodilla a rezar el Rosario en latín (lo que indica que es católica) y en cada ocasión de su crucifijo emergen insectos que hacen que la penitente caiga en trance dando la impresión de ser poseída por algún espíritu errante.




Mas allá de la trama de los cazadores de vampiros que es archiconocida, la gracia de esta serie radica en los misterios de los personajes. Estoy segura que los pasados de sir Malcolm, Chandler y, sobre todo, de Vanessa están llenos de oscuros eventos que han contribuido a este enjambre de vampiros que asola Londres.

La serie posee una estética fascinante que recuerda obviamente a otros filmes con  background similares como "From Hell” y el Sherlock Holmes de Guy Ritchie,  sin olvidarnos de cierto homenaje a esos clásicos de terror de la Hammer. Pero la recreación oscura y sórdida del bajo mundo londinense y de las cuchitriles de su hoi polloi, me han traído a la memoria representaciones del mundo victoriano del cine silente, como en el “Broken Blossoms” de D. W. Griffith y  El “Lodger” de Ivor Novello, uno de los primeros acercamientos fílmicos a los crímenes de Jack el Destripador.

Algo que me ha atrapado de la serie es la recreación perfecta de la atmosfera del Londres de Fin de siecle, algo que no logró hacer  la “Drácula” de Rhys-Mayers. Se trata de un Londres identificable, salpicado de nombres propios que evocan imágenes literarias: el Barrio Chino del Limehouse, el Whitechapel donde son atacadas la madre y la hija, La elegante zona de Westminster donde vive Sir Malcolm. Este es  una ciudad que conocemos por la literatura de su época, es el Londres donde Sherlock y el Dr. Watson resuelven casos, donde deambulan Jekyll y Hyde, donde Doryan Grey permanecerá eternamente joven, y donde Drácula quiere asentarse. Pero también es un Londres real, donde el terror reinaba en las calles mal iluminadas, donde lo freak se vendía casi tan barato como un “Penny Dreadful”. Este es el mundo del Destripador, de Sweeney Todd, incluso el del Hombre Elefante.

¿Tiene fallas Penny Dreadful? Indudablemente, hay gafes anacrónicos. Hasta La Segunda Guerra Mundial, ningún espacio habitacional del East End poseía baños interiores. Lo normal seria que una mujer pobre como la victima de vampiros hubiera tenido que salir al patio a una letrina,  o “hacer” en casa, en un papel periódico. Resultó también extraño que Vanessa entrase tan campante a la taberna a contratar a Ethan  Chandler. Hasta después de La Primera Guerra Mundial ninguna mujer podía entrar a un bar sin la compañía de un hombre.

Por otro lado, el ritmo demencial de las escenas y la coralidad argumental pueden confundir al espectador. La escena inicial con madre e hija atacadas es el mejor ejemplo. He leído un recap donde el autor cree que la niña es Eva (sin reparar en que la criatura también es asesinada), y otro que cree que la madre es Mina Murray. Yo misma tuve que ver tres veces el episodio, para poder comprender muchas cosas.

¿Podrá superar Penny Dreadful esas pequeñas fallas o seguirá mareando con escenas desenfrenadas y perturbadoras?  Véanla y juzguen ustedes mismos. HBO está presentando “Penny Dreadful “los viernes de junio y julio en la parrilla nocturna. Curiosamente HBO LatinoAmerica ha colgado el capítulo entero (y con subtititulos en YouTube)



jueves, 5 de junio de 2014

Junio fantástico: lo que comienza, lo que veremos y lo que vendrá


A pesar de que en los últimos meses hemos sido testigos del fracaso de “Drácula” y de “Believe”, la fantasía sigue siendo tema obligado de la televisión. En estas últimas semanas nos hemos enterado de nuevas series con temas fantásticos y ya para junio, al menos en HBO, se perfilan varias ofertas fabulosas.

En mayo, vía AXN, entramos en un nuevo reino de fabula. El pueblito de Arcadia, donde comienzan a aparecer personas que llevan muertas muchos años, y no, no son zombis. “Resurrection” es lo que nos faltaba ver en términos de series fantásticas del 2013. Una cosecha perdida de la que apenas sobreviven, la ya probada “Sleepy Hollow”, la extravagante versión televisiva de “From Dusk till Noon”, y ahora “Resurrection” que ha recibido el indulto y la oportunidad de tener otra temporada. Algo que no han gozado muchas series. La lista de cancelaciones de proyectos fantásticos o de ciencia ficción es larga y va desde “Once Upon a Time in Wonderland” hasta “Revolution”. Solo Fox está tranquilo ya que sus dos series fantásticas, “Sleepy Hollow” y “Salem”, han sido renovadas.

El 23 de junio, inicia en TNT la cuarta temporada de “Falling Skies”. Además, HBO se volverá un Reino de Fabulas este invierno. LEl 22 de junio llega la sexta y última temporada de “True Blood”; el 13 de junio tendremos “Penny Dreadful”; y además el domingo 29 llega “The Leftovers”, con estreno simultáneo con los Estados Unidos.


Mi entusiasmo por las tres es bastante tibio. Ni siquiera la duda de si Eric Northman fue realmente achicharrado por el sol invernal (o volver a ver un desnudo frontal de Alex Skarsgard) me motiva a seguir esta última temporada de “True Blood”. La serie decayó horrendamente en los dos últimos años. No me interesa saber como la humanidad y los “vampiros buenos” podrán sobrevivir a ese marco apocalíptico en que una nueva y mas letal variación de la hepatitis está diezmando a la población humana y a la vampírica.


En cuanto a “Penny Dreadful”, tengo sentimientos encontrados. Este pastiche de relatos de terror victorianos, parece no tener un argumento lineal. Las reseñas son ambiguas, la mayoría se quejan de que se privilegia lo truculento y lo sexual antes que la trama. Ya me suena a una versión Starz del “Drácula” del año pasado.



Hay un tal Sir Malcom Murray (Timothy Dalton) que anda buscando a la hija raptada por un vampiro (y la hija se llama Mina Murray, ya sabemos de qué se trata). Hay un Dorian Grey (Reeve Carney)que es bueno para las escenas de cama con una prostituta tísica (Billie Piper), y hay un Josh Harnett que, los críticos concuerdan, es lo mas flojo de la trama. Pero hay una Eva Green, cuyo personaje Vanessa Ives, parece estar empeñado en luchar por el Bien mientras la tientan las Fuerzas del Mal. Con eso ya me decidí a darle una oportunidad.


The Leftovers” (literalmente “Los Sobrantes”) es una de esas historias apocalípticas. La diferencia es que aquí los sobrevivientes son los que no calificaron para “The Rapture”. No sé como se llama en castellano ese concepto cristiano protestante de que al final de los tiempos, D-s se llevará a los buenos, dejando para que sean testigos (y participantes) del Armagedón a los pecadores y a los menos malos.

En un año en que “Drácula” y “Believe” demostraron que no basta ir a recrear un Londres Victoriano en Budapest, o contratar a Alfonso Cuarón como director, para convencer a la audiencia de engancharse en un proyecto fantástico, uno esperaría que ya se dieran por vencidos con el género. Al contrario, los recientes Upfronts  traen su buena dosis de escapismo sobrenatural. Falta saber si esa dosis es realmente buena.

En términos de miniseries y adaptaciones, todavía no se tiene fecha para el debut de “Outlander”, de “Jonathan Strange y Mr. Norrell” y otros proyectos de los que ya hemos hablado en este blog. “The Strain”, basada en la trilogía vampírica de Guillermo Del Toro, inicia en julio por FX (solo en USA). Sin embargo ya se sabe que a fin de año, la NBC prepara dos proyectos de miniseries,  uno fantástico y el otro de ciencia ficción. En “Héroes Reborn” volveremos a encontrarnos con los niños con superpoderes que nos engancharon hace unos años en “Héroes”. En “Emerald City” veremos las aventuras de una Dorothy Gale más mayorcita en una secuela de El Mago de Oz.


Respecto a series, la NBC  trae esta primavera más aventuras de “Constantine” el atormentado héroe de tiras cómicas que Keanu Reeves interpretase en el cine. Matt Ryan será el cazador de demonios, siempre sarcástico, siempre atormentado, siempre dividido  entre su pasado pecador y su lucha por redimirse. Lucy Grifith dará vida a Liv, la hija de un amigo de John, a quien el caza demonios debe proteger.



La CBS se rehúsa a meterse de nuevo con la fantasía, pero sus cadenas rivales se atreven a seguirle apostando a lo sobrenatural. Todavía no sabemos si Milo Ventimiglia estará en “Heroes Reborn”, pero si aparecerá en “The Whispers”, una producción de Steven Spielberg para la ABC que está siendo vendida como “el retorno del Terror” a las pantallas chicas. Todos los niñitos tienen amiguitos imaginarios ¿pero que pasa cuando esos amiguitos son alienigenos asesinos? Eso es lo que dos agentes del FBI deben investigar.

De otro estilo es “Forever” que nos trae un ejemplo más de la invasión británica a la televisión estadounidense. El galés Ioan Gruffudd (chongo de la Reina Guivi y de Servidora) interpreta a Henry, un forense que también es un inmortal. Mientras trata de descubrir como se las ha arreglado para vivir dos siglos, ayuda a una detective a resolver crímenes. Si, Guillermina, tristemente ya sabemos que la historias de detectives matusalénicos (ya muchos la han comparado  con “New Amsterdam”) no suelen tener largas vidas.



Aunque tiene sus diferencias, en "Forever", Henry cada vez que muere, resucita (A lo La Mujer del Viajero del Tiempo) desnudo en el East River u otra corriente de agua, y siempre es rescatado por el único que conoce su secreto, su amigo Abe (Judd Hirsh).

En FOX van a aprovechar el éxito cosechado por “Sleepy Hollow” y lanzarán otra propuesta sobrenatural, aunque en un estilo diferente. En “Hieroglyph” bajaremos al Antiguo Egipto durante el reinado de Shai Kanakht que será un faraón inventado, pero eso no le quita lo poderoso. Cuando un peligroso manuscrito, “El Libro de los Umbrales”, desaparece de su bóveda secreta, el Faraón saca de las mazmorras a Ambrose (Max Brown), el mejor ladrón de su reino, y lo envía a encontrar el libro.



Ambrose tendrá que luchar contra las intrigas de la hermanastra del faraón y otros cortesanos que tienen su propia versión del “juego de tronos”. Además debe reconectarse con sus antiguos aliados, entre ellos su mentor Vocifer, vendedor de objetos mágicos, y Peshet, su antiguo amor, ahora dedicada al misticismo. En sus encuentros con villanos, espías, concubinas y sacerdotes, Ambrose descubrirá que peligrosas fuerzas mágicas amenazan al reino y a toda la civilización egipcia.



No solo he escrito largo sobre “Jeroglífico”, por tener más información sobre esta serie, pero además porque le tengo fe. Suena muy novedosa, es de Fox, y lo egipcio está de moda. Ya se habla de una miniserie sobre la vida de Tutankhamon, Sir Ridley Scott tiene proyectado un show sobre alienígenos en el antiguo Egipto, y en el 2015 podrán ver en el cine “Gods of Egypt”. Esta ultima es una fantasía épica sobre mitología egipcia en la cual Geoffrey Rush será Ra, Gerard Butler dará vida a Set y cierto danés de nariz quebrada encarnará a Horus. Si, ya sé que no se ve muy egipcio que digamos, pero es el dios del sol, tendrá que ser rubio ¿No?

Por ultimo, veamos lo que nos tiene reservado el Canal Warner. Comenzamos con un spinoff de “Arrow”, “The Flash” en la que Stephen Amell nos presenta a otro súper héroe que lucha por la verdad y la justicia. Pero la oferta que más me atrae de todos los Upfronts presentados, es “IZombi”. Ya saben que no me gustan los zombis, pero este argumento sonó muy interesante.



Olivia Moore (Rose McIver) es una estudiante de medicina que se convierte en zombi. En vez de andar atacando gente por la calle, consigue empleo en un equipo forense y asi puede comerse todos los cerebros que encuentra en la morgue. El problema es que cada cerebro transmite a “Liv” los recuerdos de su dueño.  La zombi se verá obligada a soluciona los problemas e incluso asesinatos de sus alimentos.
¿Cuál de estas series les parece digna de ser vista? ¿Conocen algun otro proyecto fantástico que se esté preparando?


domingo, 24 de noviembre de 2013

Drácula Redux...y por mi que se quedara en la tumba


Aunque todas mis esperanzas de esta temporada estaban cifradas en la “Drácula” de la NBC, su baja sintonía, y comentarios agridulces de quienes la vieron, me tenían un poco predispuesta hacia ella. Ver la primera mitad confirmó mis miedos. Pretenciosa, tendenciosa y tan soporífera que me quedé dormida viéndola. Una lástima que tan buena premisa haya tenido tan mal tratamiento.

Como inició en Universal este lunes 18, estaba en el dilema entre ver el debut del vampiro o al Jinete sin Cabeza persiguiendo a Los Testigos. Obvio que me fui a “Sleepy Hollow” y usé por primera vez mi D-Box para grabar la serie de NBC. A las 11pm me puse a verla.

(sidereel.com)


Comenzó con un par de ladrones de cadáveres desvalijando la tumba de Drácula. Uno de ellos le corta el pescuezo al otro ratero. Su sangre cae sobre la momia en la tumba y Drácula revive. Inmediatamente, pasamos a Londres en 1896. Drácula ahora se llama Alexander Grayson y pasa por yanqui. ¿Por qué? ¿Cómo llegó a eso? No lo sabemos. El que sabe todo es Renfield que ya no es el maniático come-moscas del libro sino el mismísimo Xaro Xhoan Daxos (Engordó un poquito durante su periodo de encierro en la bóveda).

defanafan.com)


Recién llegado a Londres, Grayson da una fiesta para la aristocracia a la cual asisten la estudiante de medicina, Mina Murray, su pretendiente, el periodista Jonathan Harker, y su amiga Lucy Westenra. La fiesta es una a la que no quisiera ir. No sirven comida, apenas unas escuálidas copas de champagne; la orquesta es mediocre; y la concurrencia parece tener un solo propósito, hablar mal de su anfitrión.

(defanafan.com)


El momento cumbre de la noche es cuando Grayson decide mostrar el invento que planea patentar, la energía geofísica. Todos los invitados reciben una ampolleta, que sin estar enchufada a ninguna fuente de corriente, se enciende. Los invitados varones se escandalizan. Ese tipo de energía puede acabar con sus fortunas  cifradas en el poder del petróleo. Me dan ganas de entrar al salón a susurrarles en el oído que no se asusten, que en los próximos cien años, el mundo seguirá viviendo del petróleo y dependiendo de las naciones que lo producen. Aparte que ni Drácula-Grayson ha conseguido dominar un invento que en el sótano casi ha achicharrado a los siervos que lo implementan.
(tvguide.com)


El experimento no ha conseguido que los invitados se interesen más por el parvenu yaqui. La única es Lady Jane, que se nota es una depredadora de cuidado, y trata de enredar a Drácula en su red. Grayson anda más interesado en Mina, que, como ya sabemos, le recuerda a su mujer quemada por culpa de La Orden del Dragón (irónicamente, Vlad Tepes, el verdadero Drácula, era miembro de esa orden).

Sir Clive, uno de los invitados, se acerca al anfitrión y lo amenaza con correrlo de Londres y de cualquier posible aventura de negocios. ¡Qué maleducado! Drácula castiga esa falta de modales, esperando a Sir Clive en la puerta de su mansión y despedazándolo antes que el aristócrata se de cuenta de quien lo ataca.
Mas adelante, en tete-a-tete con Renfeld, Drácula recuerda su juramento de venganza en contra de la Orden del Dragón, cuyos descendientes son los invitados a su latosa velada. El vampiro pretende castigarlos dónde más le duela: en el bolsillo. De ahí hay un discurso y una visión de los crímenes de La Orden, que es una apología al pensamiento progresista de hoy, con mensajes ateos y provocación a la lucha de clases. Entre bostezo y bostezo, (en serio) me quedé dormida.



El miércoles por fin, reanude sin muchas ganas una historia que tiene poco que ofrecer. Antes revisé reseñas para encontrar una explicación al bajo rating. Básicamente, se adjudica el fracaso a dos factores: pésimo horario y lentitud de la trama. Yo añadiría que es confusa. Hay mas interrogantes que en “Águila Roja”, e igualmente mal desarrolladas. No llegan a interesar ni a entretener. Una escena de acción en la que Drácula mata a Kruger, parecía pertenecer a otro capitulo. No entendí de dónde salió ni qué  la motivó.

(tv.com)


La Orden del Dragón parece estar muy informada sobre la existencia y comportamiento de los vampiros. Al menos, Lady Jane que tiene una vampira secuestrada en el sótano, pero todavía no conectan a Grayson con esos engendros. Ya comenzamos con la mitología histórica a lo “Sleepy Hollow”, cuando nos cuentan que Jack el Destripador, en realidad era un vampiro.

Lo mejor de la serie son las tomas exteriores. Es una filigrana lo que han hecho recreando el Londres Victoriano en Budapest. En cambio, los interiores se sienten muy comprimidos. Ocurrió con el baile y también con la clase de medicina en la que descubrimos que van Helsing es maestro de Mina.

El vestuario de ambos sexos es espectacular. Una pena que el diseño de ropa no se compare al diseño de los personajes. Rhys-Meyers es un Drácula poco atractivo, poco interesante, cn un sex-appeal que no me convence.y. Sus admiradoras se estarán relamiendo los bigotes. Lo vimos tener sexo con una prostituta y con Lady Jane en el palco de opera. Escena poco sensual, ya que mientras le besa las pechugas a la rucia, no le quita el ojo a la morena Mina, en un palco aledaño.



Que me caiga mal Drácula pase, pero no me cae bien nadie más. Lady Jane es demasiado villana, Harker demasiado bruto. El único que me interesa es van Helsing. Primero que lo interpreta Tomas Kretschmann ; segundo que  es como el único que entiendo en la historia. Y a pesar que no conozco el modo en que La Orden acabó con su familia, me suena más creíble su venganza que la de Drácula. No me perturbó mucho su alianza con el vampiro, porque es obvio que no se simpatizan y profetizo que pronto se volverán enemigos.



Curioso, pero aunque predispuesta en contra de Mina, no me ha molestado su personaje, aunque me desconcierta su dualidad. Se vio muy en su rol en su conversación con Lucy, y en la clase de medicina. Me conmovió su intercambio con el Profesor van Helsing donde confiesa su incapacidad para la cirugía (¿por qué no busca otra especialidad entonces?). Se veía insegura, un poco tímida y bonita. Contrasta esa actitud con la que exhibe cuando está con el novio donde se vuelve muy desinhibida y se ve un poco vulgar. Me gustaría que tuviera algo con el maestro, porque no le veo química con Drácula, y la que tiene con Harker es menos que 0.

(monsterscritics.com)


No voy a meterme en quejas sobre la falta de historicidad de la obra, pero hubo algo que me dio un poco de risa. Aunque Inglaterra abolió la esclavitud a fines del Siglo XVIII, eso no implicó que se olvidaran los prejuicios contra los de descendencia africana. Ver a un negro como el Renfield de esta versión alternar en sociedad, y tener un puesto importante, resulta absurdo en una sociedad donde hasta después de la Segunda Guerra Mundial no se aceptaban a las personas de color como iguales. Eso se aplica a cualquier color, en la Inglaterra Victoriana ni los judíos eran realmente aceptados socialmente.

(atlantablackstar.com)



En suma, ¿qué contribuciones y novedades trae este Drácula? Por un lado que van Helsing se ha convertido en la Julia Hoffman de un chupasangre que no es tan divertido como Barnabas. Que Drácula ya no es conde, en cambio se involucra en guerra vengadora en contra de aristócratas, y poderosos. Si le roba a los ricos para darles a los pobres, tal vez me caiga mejor. Finalmente, los malos son los europeos, principalmente los británicos. Ya están como en “Sleepy Hollow”. ¿Qué les pasa a los americanos que siempre fueron tan anglófilos?


jueves, 13 de septiembre de 2012

Mina Harker y Lucy Westenra: Las Primeras Heroínas del Género “Vampírico” (II Parte)



El Dracula de 1979 permanecería como un caso único de un vampiro sexi y romántico hasta que Francis Ford Coppola llevaría hasta sus máximos extremos las posibilidades trági-eroticas del personaje en su adaptación de la novela de Stoker. Los críticos han discutido hasta la nausea los meritos de un filme que pretende seguir la novela al pie de la letra, pero termina deviniendo en una historia de amor. Se ha hablado de los alcances interpretativos de Gary Oldman al retratar a Dracula como una fusión de monstruo de película de terror y  héroe byroniano, pero poco se ha dicho de la transformación del personaje de Mina, la cual trasciende su represión victoriana para convertirse en compañera del Conde y  dotada de sus mismos poderes.

Es una de esas ironías hollywoodenses que la versión Coppola pudo no hacerse y que Winona Ryder pudo no interpretar a Mina. Como saben los cinéfilos, la actriz, por motivos de salud, tuvo que dejar la filmación de la tercera parte de “El Padrino”. Coppola no se lo perdonaba. Para hacer las paces, Winona le llevó el guion de James V. Hart. Encantado con los aspectos sensuales de la historia, Coppola decidió crear “un sueño erótico” con Winona como protagonista femenina.

El espíritu de Elisabeta
Elisabeta muerta (itsvery.net)

A pesar de ser considerada la más cercana al libro (por algo se llama “Bram Stoker´s Dracula”) el filme se aleja del original precisamente con el personaje de Mina que ya no solo es la tímida novia-esposa que atrae la indeseada atención de un vampiro. La Mina de Coppola es la reencarnación del gran amor de Dracula, y a pesar de sus escrúpulos, e incluso ya casada, está más que dispuesta a regresar con su vampiro-primer marido.

La trama inicia en Valaquia, a fines del siglo XV. Elisabeta (Winona R.), esposa del Príncipe Vlad Tepes (Gary Oldman) espera el retorno de su marido que lucha contra los turcos. Un falso rumor de que Vlad ha muerto la enloquece y lleva al suicidio. Vlad regresa para encontrarse que los monjes se niegan a darle cristiana sepultura a Elisabeta. En un gesto blasfemo, el enfurecido Príncipe atraviesa la cruz de su capilla con la espada precipitando el primer baño de sangre del film.

Pasan cinco siglos, Elisabeta es ahora Mina Murray, una tímida maestra comprometida con el tieso Jonathan Harker (Keanu Reeves, en una de sus peores actuaciones). Mina es la viva imagen de la represión victoriana, su ropa es cerrada, abotonada hasta el cuello, su cabello está recogido tan tirante que las orejas de la actriz se proyectan como las del Señor Spock. Todo en ella huele a orden, pulcritud y moderación.
(screened.com)

Contrasta con su amiga Lucy (Sadie Frost) cuya extravagancia en vestuario, discurso y actitud la hacen parecer más mundana de lo que realmente es. Aunque en su diario Mina segura que ambas son virtuosas, las amigas poseen una curiosidad sexual que se manifiesta en su interés por las laminas pornográficas de un de esos manuales orientales que hacían las delicias de los burgueses decimonónicos.



En su diario, Mina revela sus ansias de independencia (desea ser más como Lucy, desobedece el deseo de su novio de alejarse de su amiga, y sueña con viajar y tener una mejor vida). Aunque es la descarada Lucy la que dice tener sueños eróticos y acaricia jadeante el cuchillo Bowie (símbolo fálico) de su pretendiente tejano, es Mina a quien la vemos más intensa en su exploración sexual. Tras una carrera bajo la lluvia, Mina intercambia un casto, pero lésbico, beso con  Lucy, y al despedir a Jonathan, que parte al Castillo de Dracula, es ella quien lo besa apasionadamente.

Mientras Jonathan vive experiencias dantescas en el Castillo de Dracula, Lucy finalmente acepta casarse con Lord Arthur Holmwood. Una noche, Mina despierta y ve a Lucy sonámbula camino al jardín. La sigue y presencia como Dracula en forma de hombre-lobo viola a su amiga. El monstruo ve a Mina, le grita con voz cavernosa “¡No me mires!” y huye. Lucy no recuerda nada del ataque, per enferma gravemente. Su ex pretendiente, el Dr. Seward manda venir a un antiguo maestro, el Profesor van Helsing (Anthony Hopkins).


Mina Enamorada


Un día, en la calle, un extraño (Gary Oldman con unas antiparras azules y una peluca horrorosa)  interpela a Mina. Creyéndose acosada, ella reacciona iracunda y lo amenaza con “su marido”. El extraño se disculpa y se presenta como “El Príncipe Vlad”. Al oír el título aristocrático, Mina acepta acompañarlo a una exhibición de lo que pasaba por cine en esa época. Es ahí cuando Dracula arrastra a Mina a un rincón y dice esa frase clásica “He cruzado océanos de tiempo para encontrarte”. Intenta morder a la asombrada mujer, pero la presencia de un gran lobo blanco en la sala lo detiene. El Príncipe es el único en no demostrar temor, domina a la fiera e insta a Mina a acariciar al lobo.



La recatada Mina acepta cenar con el Príncipe. En la cena, Miss Murray aparece con un traje que prueba su nueva independencia, un vestido rojo y escotado, y lleva el cabello suelto. Tras probar ajenjo, Mina comienza a recordar su vida pasada como Elisabeta y demuestra sentirse muy atraída por el noble. Pero el aguafiestas de Harker logra huir del Castillo y manda aviso a su prometida que se reúna con él en Rumania donde se casan. A pesar de que Mina se recrimina por su veleidad amorosa, mantiene oculta a su marido su relación con el Príncipe.

(solohd.net46.net)


En Londres, Lucy empeora, ni los esfuerzos de van Helsing pueden impedir que muera. Convencido de que ella es un vampiro, van Helsing junto a los pretendientes de Lucy exhuma el cuerpo de ella y lo destruye. Los Harker retornan a Inglaterra.  Mina ha vuelto a ser la damita medrosa, reprimida y un poquito pedante, pero a su diario confiesa que ahora casada por fin comprende la naturaleza de las emociones que el Príncipe despertó en ella. Con esas medias palabras, Mina dice que ya no es virgen, pero que su marido no la satisface hasta el punto de hacerla olvidar a su enigmático pretendiente.

(periodrama.com)


Harker le cuenta a van Helsing sobre los horrores que vivió en el castillo de Dracula. El Profesor convencido de que Dracula mató a Lucy, reúne una partida para asaltar la Abadía de Carfax que Dracula compró cerca de Londres (justamente al frente del asilo del Dr. Seward). Sin saber que Dracula es “su Príncipe”, Mina comete la incorrección política de expresar lástima por el vampiro.

 Seward lleva a Mina a su manicomio. Ahí ella conoce a Renfeld que le dice que “El Amo ya viene por ella”. Ofendida, Mina dice que ella está casada (maravillosos los altibajos de voz de Winona para expresar su dualidad moral). Esa noche, mientras Seward y los otros toman por asalto la Abadía, Mina duerme en la cama del médico. Dracula entra en el asilo, mata a Renfeld y se mete en la cama de Mina quien despierta gozosa y corresponde a las caricias del vampiro. Su desfachatada pasión acaba cuando él se identifica: “Yo soy Dracula”.

Al darse cuenta que él mató a Lucy, Mina lo golpea, pero su pasión trasciende el dolor de perder una amiga. Le suplica que la convierta en vampiro (esto más de una década antes que a Bella Swann se le metiera en la cabeza la misma manía). “Quiero ser lo que tu eres, ver lo que tu ves, amar lo que tu amas” suplica Mina. Dracula siente que la ama demasiado para convertirla en un monstruo, pero finalmente la muerde y le da a beber su sangre. Los cazadores irrumpen en el cuarto y se encuentran con una Mina semidesnuda de rodillas en la cama, besando a una figura invisible y con la cara manchada con sangre. Sus gritos la despiertan   (Coppola consiguió el rostro de sorprendida vergüenza de  Winona a base de gritarle “¡Puta, Puta!” fuera de cámaras). Dracula aparece en el otro lado del cuarto y con facha de monstruo. Tras gritar que Mina le pertenece, se convierte en una manada de ratas y huye.



La Novia de Dracula

Lo próximo es que los cazadores, con Mina a la rastra, parten en tren rumbo a Rumania donde creen que se oculta Dracula. Tras ingerir la sangre del vampiro, Mina hipnotizada puede rastrearlo y guiar a los cazadores, pero ella ha cambiado físicamente. A pesar de que es invierno viste un traje muy escotado y de color verde musgo (color que se asocia con brujas y hadas) lleva el cabello suelto y alborotado, y ya tiene incipientes colmillos.

La partida debe seguir a caballo su persecución. Los cazadores se separan y van Helsing y Mina continúan solos. Esa noche, se detienen en la nieve. La llegada de las Novias de Dracula (capitaneadas por Monica Bellucci en su debut en el cine) alborota a Mina que intenta seducir a van Helsing. El corresponde a su beso  y ella se dispone a morderlo (Winona es la más besada de la película, habiendo compartido besos con Gary, Keanu, Sir Anthony y hasta con Sadie Frost).Aunque van Helsing la neutraliza, incrustándole una hostia en la frente, ya está claro de que lado esta Mina.


Van Helsing destruye a las Novias y prosigue su camino hacia el castillo, Mina lo sigue, pero es obvio que no planea ayudar en la destrucción del vampiro. Esta sufriendo cambios físicos que la hacen poderosa. Por ejemplo,  no necesita de binoculares para ver dónde esta el castillo.  Mina  provoca una tormenta invocando  llamas azules con sus manos que  atraen vientos que al ascender a las nubes y provocan una tormenta. Esta escena, que para mi representa todo el poder del personaje, nunca la he visto comentada por nadie.
(media.theiaplis.com)

Dracula llega a su morada, pero es interceptado por los cazadores que lo degüellan. Quincy, antes de morir, alcanza a clavarle su cuchillo al vampiro. La carnicería es detenida por Mina que los apunta con un arma. “¿Cuándo llegue el momento, harás lo mismo conmigo? “le pregunta a su marido.

(photoslucywho.com)
 Avergonzados, los cazadores dejan que Mina arrastre a Dracula hasta la capilla. Ahí él le suplica “Dame paz”. Ella lo decapita. La película termina con Mina mirando el techo donde un fresco representa a Vlad y Elisabeta ascendiendo al Cielo. Originalmente, el filme acababa con Mina abrazada a Jonathan, pero Coppola editó esa escena para que el público imaginara que Dracula y su mujer se habían reunido en la eternidad.

Antes de comenzar la filmación, Coppola se encerró con los actores protagonistas por un par de días para trabajar en el guion. Fue él quien agregó ese prologo en que conocemos a Dracula antes de ser vampiro. No fue tan novedoso. Ya en su exitosa “Sombras Tenebrosas” Dan Curtis había humanizado al vampiro Barnabas dándole un amor del pasado al que reencuentra en el presente. Cuando Curtis dirige su versión de Dracula con Jack Palance le agrega este tema del amor reencarnado, pero la reencarnación es Lucy (Fiona Lewis).

Sentando un precedente

 Lo que Coppola hace es rescatar a Mina como personaje y dotarla de una personalidad vigorosa. Muchos han criticado al director por haber convertido a la devota esposa e Stoker en adúltera descarada. Se olvidan que Mina es un personaje confundido, dividida por  los deberes y formación puritana y los recuerdos de una vida pasada que ella no logra comprender. Muchos lectores modernos se han sentido incómodos ante la esclavitud de Mina, su subordinación a Jonathan. Coppola  la desliga de esa imagen de mujer sin voluntad y crea un precedente para futuros retratos del personaje. Sin la historia de amor de Coppola no existirían ni Bella ni sus hermanas de los romances vampíricos tan en boga en el Siglo XXI.

 En 1999 en el comic “La Liga Extraordinaria”, Alan Moore integra a Mina Murray a la Liga como una de las agentes del servicio de inteligencia Británico. Esta mujer independiente, inteligente y sexualmente activa (se divorció de Jonathan porque no la satisfacía) poco tiene que ver con las represiones sociales del personaje de Stoker. 

Mina Harker y Lucy Westenra: Las Primeras Heroínas del Género “Vampírico” (I Parte)



Creadas por Bram Stoker como la personificación de la pureza y fragilidad femenina, Lucy y Mina han logrado capturar la imaginación de los fanáticos de Dracula. Gracias a esa popularidad, estas jóvenes han vivido una evolución en las versiones fílmicas de la inmortal historia del conde-vampiro hasta dejar atrás esas imágenes idealizadas que les otorgará Stoker.

En Dracula, Mina Murray es una joven maestra en la Inglaterra de a fines del Siglo XIX. Está comprometida con el abogado Jonathan Harker. En las cartas que intercambia mientras él está de visita en el castillo de Dracula, Mina menciona a su amiga Lucy Westenra a la que va a visitar durante las vacaciones. Después que Jonathan logra huir del castillo de Dracula, Mina se reúne con él en Budapest donde se casan.

(fanpop.com)


 Entretanto, Lucy se debate entre tres pretendientes: el aristocrático Arthur, el ranchero Quincy y el médico John Seward. Finalmente escoge a Arthur. Dracula ha llegado a Inglaterra y comienza a atacar a Lucy cuando está dormida. Ella enferma y Seward, incapaz de curarla, solicita la ayuda de van Helsing. Lucy y su madre son atacadas por el vampiro ahora en forma de lobo, ambas mueren. Los pretendientes se unen a van Helsing para destruir al vampiro. Comienza a aparecerse el aspecto de Lucy pero con conductas vampíricas.  Van Helsing y el trió de pretendientes se ven obligados a destruir el cadáver de la joven para terminar con su nefasta actividad.

Lupita Tovar en la versión mexicana (1931) de Dracula (drkrm.com)


Llegan los Harker que se unen a los cazadores de vampiros. En venganza, Dracula ataca a Mina en varias ocasiones y la hace beber su sangre. Todo indica que ella se convertirá también en chupa-sangre. Dracula telepáticamente da órdenes a Mina lo que les permite a los hombres seguirlo hasta los Cárpatos y destruirlo. Tras la muerte del vampiro, Mina queda libre de todo mal, ella y Jonathan reciben felices a su primer hijo.

La audiencia del siglo XX, que seria la primera en abrazar la obra de Stoker, inmediatamente reconoce en estos personajes al ideal femenino de su época, el epitome de la dama perfecta.  A pesar de que Mina trabaja, lo hace por necesidad no por independencia, incluso se expresa con desprecio sobre sus compatriotas que buscan liberarse. Lucy es rica, no necesita hacer nada y puede darse el lujo de elegir al más adinerado de sus pretendientes. Ambas amigas son sumisas, obedientes y sexualmente ingenuas. Esto contrasta con las “novias de Dracula” que atacan a Harker demostrando ser  liberadas e insaciables. Lucy que, antes de su muerte era discretamente coqueta, al convertirse en vampira se  vuelve una agresiva seductora. Mina, en cambio,  representa la inocencia de la mujer inglesa que debe ser protegida de corruptas influencias extranjeras. La lucha entre Dracula y sus opositores evidencia una necesidad masculina de ejercer control sobre la mujer.

La Cazadora de Vampiros
Aunque ya antes del Siglo XIX, Dracula fue llevada al escenario, sus derechos para el cine no estaban en venta. Por esa razón, el director impresionista alemán F. Murnau debe cambiarles el nombre a los personajes cuando adapta la novela de Stoker ahora llamada “Nosferatu” (1922). La historia  tiene lugar mayormente en el puerto alemán de Bremen a mediados del Siglo XIX. Thomas Hutter se despide de su esposa Ellen para viajar al castillo del Conde Orlok. Allá, el siniestro Orlok admira el cuello de Frau Harker en un portarretratos que Harker lleva consigo. Harker regresa a Bremen, tras vivir terribles aventuras en ese castillo en los Cárpatos. Orlok también llega al puerto y con él viene lo que los aterrados habitantes creen es una plaga mortal. Solo Hutter conoce a raíz del mal.
Greta Schroeder como Ellen (sopranosimage.tripod.com)

Como el Harker de Stoker, Hutter tiene una actitud protectora hacia su mujer y trata de mantenerla al margen del horror que la rodea, pero Ellen desobedece a su marido y lee un libro sobre vampiros que la ilumina e impulsa a la acción. Cuando fracasan sus esfuerzos por alertar a la población sobre el vampiro, Ellen solo tiene un camino por delante: sacrificarse por su comunidad. Sabedora que la luz del sol mata al engendro, atrae a Orlok a su cuarto y le permite morderla. Tan deliciosa es la sangre de Ellen que el vampiro no se da cuenta que salió el sol y muere, pero  ha alcanzado a desangrar a la mujer. La película termina con Hutter abrazado al cadáver de Ellen.

En 1979, Werner Herzog dirige una nueva versión de “Nosferatu” con Bruno Ganz como Jonathan y Klaus Kinski (quien había interpretado a Renfeld en la versión española de Dracula) como el vampiro. Ahora no existían problemas legales por lo que se podían usar los nombres verdaderos. Aun así, la protagonista, interpretada por la siempre exquisita Isabel Adjani, se llama Lucy no Mina Murray. Dracula tiene un encuentro con Lucy en el que le suplica que le brinde un poquito del amor que le ofrece a Harker. Ella se niega.  Como en el filme de Murnau, Lucy intenta alertar a sus conciudadanos sobre el peligro que representa el vampiro. Cuando fracasa, decide sacrificarse cediendo a los deseos de Dracula. El vampiro ocupado en saborearla no repara en que ha llegado el día y muere junto con Lucy. En un inexplicable final, Herzog hace que Harker los sobreviva a ambos… ¡Pero convertido en vampiro!
Nosferatu y Lucy (lacinerata.com.ar)


A diferencia de las versiones anglosajonas que insisten en representar a Mina y a Lucy como victimas de su propia fragilidad femenina, las adaptaciones continentales convierten a Mina en una mujer poderosa, luchadora y altruista. En la versión de la RAI del 2002, y que tiene lugar en la Budapest moderna, contrasta el espíritu filantrópico de Mina (Stefania Rocca) con la frivolidad de Lucy (Muriel Baumeister). En esta miniserie, Dracula (llamado Conde Vladislav Tepes) demuestra tener más carácter que todos y se aprovecha de  los deseos y miedos de los personajes para convencerlos de dejarse convertir en vampiros. Solamente Mina, con su combinación de voluntad y fe, será  quien consiga destruirlo a pesar de que eso conlleve  dejarse convertir en una chupasangre.

El Poder Recae en Lucy
Por siete décadas el cine y la televisión angloparlantes producirán versión tras versión de Dracula. A diferencia de los europeos, la mayoría de ellas seguirán retratando a Mina y a Lucy como unidimensionales señoritas victorianas, damiselas en eterno peligro de convertirse en “Las Novias de Dracula”.  Este esquema aparece por primera vez en la versión de Todd Browning de 1931, una primera versión sonora  recordada por su estética onírica y por la imponente presencia de Bela Lugosi en el rol protagónico. Una variación es que el Conde (a diferencia del libro) interactúa socialmente con sus  futuras víctimas. Debido a la crisis económica, Dracula fue situada en el Londres contemporáneo, pero aun en un marco moderno, tanto Lucy como Mina (Helen Chandler) se comportan como  inútiles doncellas decimonónicas.
Bela Lugosi y Helen Chandler (doctormacro.com)


Las únicas variaciones que verán Lucy y Mina  tendrán que ver con su parentesco. En la versión de Hammer en que Sir Christopher Lee por primera vez da vida al Conde, Lucy es la cuñada de Mina. En la versión de la BBC de 1973, con Louis Jourdan interpretando a Dracula, Lucy y Mina son hermanas. Pero la mayor variación consistió en convertir a Lucy en la heroína de la historia. Ya vimos que Werner Herzog llama así a la protagonista femenina de su filme a pesar de que las características corresponden al personaje de Mina.

En la versión televisiva de 1968 en que Sir Denholm Elliot hace de Dracula, Lucy (Susan George) es quien muerde a la olvidable  Mina (Suzanne Neve). En la versión de Hammer, Lucy es la novia de Harker, por lo tanto es más importante que su cuñada  Mina (casada con Lord Arthur Holmwood). En la disparatada versión televisiva de 2006, mezclaron estos elementos y Lucy (Sophia Myles) está casada con Lord Arthur y es la protagonista. Aun más terrible, Lucy es la víctima tanto de Dracula como de su esposo que se ha casado con ella sin confesarle que sufre de sífilis. Desesperado por encontrar una cura a su mal, Lord Arthur recurre a una sociedad secreta llamada “La Hermandad” y es así  que se vincula con el vampiro. Encuentra la cura, pero el precio será su mujer.

Sophia Myles y Stephanie Leonidas(burnham-on-the-sea.com)


Mina (Stephanie Leonidas) es amiga de Lucy y novia de Jonathan Harker. En esta versión Dracula (Marc Warren) mata a Harker. Mina va a pasar su duelo en el Castillo de Holmwood. Las amigas conocen a Dracula en un cementerio y Lucy lo invita a cenar. Aunque Arthur sabe quien es Dracula, no puede evitar que éste muerda a su mujer. El Dr. Seward, amigo de la pareja, entra en sospechas cuando Arthur niega su permiso para que se le haga una transfusión a Lucy que muere. Convertida en vampiro, Lucy ataca a Mina. Arthur la salva y remata a su no-muerta esposa. Dracula mata a Arthur, Seward mata al vampiro y se queda con Mina. Versión olvidable que no recomiendo.

El mejor retrato de Lucy como protagonista será en la maravillosa "Dracula" que Frank Langella protagonizó en 1979. Langella había interpretado exitosamente al Conde en Broadway y aceptó el rol en una historia que  debe más a la adaptación teatral que a la novela de Bram Stoker. La acción transcurre solamente en la costa  inglesa (Cornualles) donde John Seward (Donald Pleasance) tiene su asilo para lunáticos y su casona donde vive con su hija Lucy (Kate Nelligan). La historia tiene lugar un poco antes de la Primera Guerra Mundial y Lucy es una moderna estudiante de Leyes,  independiente, feminista y consiente de su poder sexual. Un completo contraste con la romántica y enfermiza Mina (Jan Francis) que en esta versión es hija de van Helsing.


De visita en casa de los Seward, y en una noche de tormenta,  Mina  baja a la playa y rescata el cuerpo del Conde Dracula. Langella interpreta un Dracula muy particular que aunque no soporta el sol, puede ser visto de día si está nublado. Así aparece en casa de los Seward a agradecer a su “salvadora” como la llama. Después que el Conde, para quitarle una migraña,  hipnotiza a  Mina todo indica que ella será  su novia, no la voluntariosa Lucy que se incomoda ante lo que cree es el poder del extranjero para dominar a su amiga. Pero Lucy también ha caído bajo el hechizo del vampiro. Sin embargo, Lucy es la novia de Jonathan Harker, un abogado  a cargo de los negocios del Conde  en Inglaterra.


Aunque desde Bela Lugosi que se hablaba del potencial sexi de Dracula, es Langella el primero en reflejar todo su sex-appeal romántico. Para eso, el actor exigió que en sus escenas no se mostrase nunca sangre, y que jamás usaría colmillos falsos por lo que siempre parece estar haciéndoles el amor a sus “novias”. Todo en este vampiro es sensual (mucho mas que el pobre Robert Pattinson), elegante, intenso, pero Kate Nelligan no se le queda atrás. La química entre ambos es manifiesta cuando bailan un vals en casa de los Seward. Su Lucy es atrevida declara que ama la noche y el terror y  no teme tener encuentros amorosos y clandestinos con Jonathan.  Es en uno de ellos que Dracula aprovecha para drenar a Mina provocándole la muerte.


Aunque todo indica que Mina murió de un fallo respiratorio (las marquitas en el cuello son demasiado pequeñas para haberla desangrado),  Lucy siente remordimientos. Cuando Jonathan insiste en llevársela a Londres para poder verla “feliz nuevamente”, le responde colérica “¡No quiero ser feliz!”. Sin embargo, esa misma noche, Lucy vuelve a sonreír durante una cena en la Abadía de Carfax donde vive el vampiro. Es una escena cargada de tensión sexual, a pesar de que ambos están separados por una larguísima mesa. El Conde la conquista con una combinación de consideradas galanterías y sus reminiscencias nostálgicas que lo hacen anhelar su pasado y aborrecer el presente (“He visto a muchos amigos morir”). La noche termina con un apasionado beso. Dracula pide disculpas, pero Lucy es enfática, ella ha venido por su propia voluntad y por su propia voluntad ha correspondido al beso de su anfitrión.
Lucy Seward (egosumqui.blogspot.com)


De ahí en adelante la relación entre ambos será muy diferente a la del libro. Llega al pueblo el Profesor van Helsing (Sir Laurence Olivier), padre de Mina. Sospecha que su hija fue atacada por un vampiro. Lucy no cree en esas patrañas, pero acepta usar la cruz que le regala el profesor. A Dracula no le gustan ni la cruz ni los ajos que van Helsing cuelga en la tumba de Mina. Esa noche una criatura monstruosa irrumpe en el manicomio y agrede a las pacientes, una de ellas la identifica como “Miss Mina”. Van Helsing no tiene dudas y exige que Seward lo acompañe al cementerio de noche. Efectivamente, Mina es un vampiro y su padre debe destruirla. Entretanto, Lucy se prepara para acostarse y  se quita el crucifijo. Aparece el Conde en su cuarto y ella se le entrega voluntariamente en una de las cinco escenas más eróticas que recuerde haber visto en el cine (y eso que no muestran ni un pezón). Se las dejo para que juzguen, pero no me sorprende la anécdota que cuenta Langella que muchos maridos le han dicho que, tras ver esta escena, sus mujeres se vuelven sexualmente agresivas.



Una oportuna transfusión rescata a Lucy de la muerte, pero ella le pertenece a Dracula y  no por hipnosis ni por beber sangre de vampiro sino porque cree que el Conde es su pareja ideal. Se niega a creer nada malo de su amante y acusa a van Helsing de atormentar al hombre “más triste y más bueno del mundo”. Dracula ya no se oculta de sus cazadores. “Ella es mía” le dice descaradamente a Harker. A van Helsing le confiesa que  tuvo muchas mujeres, pero que Lucy tendrá un lugar por encima de todas ellas. A Lucy le dice que se irán juntos y que procrearan nuevos vampiros. Este es un parlamento novedoso puesto que no se refiere a convertir a humanos en vampiros sino a tener hijos de su amor. En este sentido, la película abraza la tradición europea de que los vampiros pueden engendrar hijos o con  los de su especie o con humanos.
(ebay.com)

Lucy y su Conde se marchan rumbo a Rumania en un barco. Van Helsing y Harker abordan el navío en alta mar. En la  bodega encuentran una gigantesca caja dentro de la cual duermen abrasados Dracula y su mujer. El vampiro despierta y los ataca. Deja malherido a van Helsing quien alcanza a atravesarlo con un arpón. Harker arrastra el cuerpo de Dracula hasta la luz del  sol. El vampiro se deshace, pero queda una Lucy cuya sonrisa enigmática pronostica que no está  libre de la influencia vampírica. (CONTINUARA)