Lo siento, Niños de Verano, pero lo digo sin empacho. El
verdadero Tronero es Lector. La serie no representa lo que el libro realmente encierra. La serie se ha convertido en parodia de Una Canción de Hielo y Fuego, un pobre
sustituto a una obra que al quedar trunca ha ocasionado problemas mayúsculos
para Los Arcángeles. Basta ver cómo andan Weiss&Benioff de apurados dando explicaciones
por haberse tenido que inventar una Quinta Temporada de “Juego de Tronos”. Y
ahora sale Ser George a decir que él pretendió sacar Vientos de Invierno el año
pasado. Se le agradece el esfuerzo.
Pero ni las buenas intenciones de George R.R. Martin ni los
esfuerzos de los Ds van a evitar que la Quinta Temporada ya huela a desastre.
El mismo hecho de que no haya material promocional espectacular como en el
pasado, lo dice todo.
Como la Reina Guivi, como muchos, yo espero, no fumando como
Sarita Montiel (y eso que también ando esperando que El Hombre que Yo Quiero aparezca)
pero si con mucha fe a Winds of Winter.
Y en lo que esperamos les preparo un mini quiz para recordar (bueno para
dilatar el Alzheimer) nuestra saga favorita. Aquí les va:
Si pudieras ir de turista
al universo Martiniano ¿qué espacio de Poniente o Essos te gustaría
visitar?
Si pudieras elegir un
personaje de Una Canción...y
traerlo al presente para que fuera tu amigo/a ¿a quién elegirías?
¿Qué personaje de la saga
que no fue incluido en la serie, extrañas más?
¿Si pudieras blandir una
de las espadas de la novela, cuál querrías tener en la mano?
¿Si estuvieras enfermo quién
te gustaría que te atendiera de la serie? Hablo en términos de
conocimientos médicos.
Y aquí van mis respuestas. Espero
las suyas.
1.Asshai.
Tengo curiosidad de ver esa magia que dicen se esconde por allá.
2.Sam
Tarly, sin duda. Nos pondríamos a criar gatitos y a limpiar mi biblioteca.
3.Vargo
Hoat. Ese Locke fue in insulto a La Cabra.
4.Guardajuramentos.
Aunque no creo tener fuerzas para alzarla.
5.El
Maestre Lewin. Pycelles huele a orín de gato como le dijo Cersei , Qyburn es un
sabio loco. Y Aemon está muy viejito y medio ciego.
A un par de semanas del estreno de la Quinta Temporada, las noticias
se han cifrado, no tanto en lo que ocurrirá el 2015 en la serie de HBO, sino en
eventos más futuristas. En HBO quieren alargar la serie y George R.R. Martin aprovecha
de contarles a sus lectores de los sacrificios que debe hacer para terminar Winds
of Winter.
Toda la semana he estado leyendo que en HBO quieren alargar
la serie más allá de la anunciada Temporada 7, que incluso les gustaría que “Juego
de Tronos” durara una década. Al menos
eso dijo Michael Lombardo, Presidente de programación de HBO en una entrevista a Entertainment
Weekly.
Las razones como siempre van ligadas a Cupitas, ese pecado que tanto denunciaran los místicos medievales.
No se puede perder una franquicia más jugosa que las salchichas de Ramsey Snow
(perdón Bolton). Hay que exprimir el material hasta donde de. No me sorprendería
que pronto vendieran calzones marca “Khaleesi” y que hicieran parques de
diversiones con el tema de Poniente. O que crearan sitios porno-S&M
titulados 50 Sombras de Greyjoy.
Pero por otro lado está el miedo a las demoras eternas y
omnipresentes del fabricante de sueños Weiss&Benioff pueden inventarse las historias
que quieran y fomentar la idea que están “mejorando” el texto Martiniano con
toda esa deformación. Lo cierto es que aunque sepan el final, no saben lo que está
entremedio de Danza de Dragones y la
palabra “Fin” por la sencilla razón de que Martin todavía no ha terminado Vientos y ni piensa como llegar a la
primavera.
Martin les habrá dado un esquema de su final, de quien
morirá y de quien vivirá (si sobrevive alguno) y eso no lo puede cambiar, pero
en las mil y más páginas que le quedan por redactar puede hacer lo que le pegue
en gana. Puede resucitar muertos, matarlos de nuevo, puede haber bodas antes de
los funerales de los contrayentes.
Nos olvidamos que lo que HBO compró fue el derecho a adaptar
la obra presente y futura, no su contenido que eso le pertenece a la editorial
de Martin (Bantam). De hecho Martin
explicó en su blog el año pasado que lo
que HBO compró fue el mundo/espacio de Poniente (Westeros), pero no los
personajes (por eso no son dueños de Dunk y Egg). Curioso ¿Poniente, pero no
Essos?
Por más que le inventen arcos sin sentido, por más que maten
personajes para ahorrarse actores, por más que supriman lo que consideren
“subtramas dispensables”, en algún momento tendrán que volverá la ruta trazada
por el autor. Ellos mismos han dicho que sería un alivio si Martin publica ya
su bendita secuela. Mayor razón para alargar la serie.
Pero también noto en Martin un alivio de “alejarse” de la serie
como un “dejen la ca—da, solitos y después que limpien, yo traigo el pastel.”
Siento claro que su objetivo y sus intereses no son los mismos que los de Los Arcángeles.
Algo que se me acaba de ocurrir. En la serie no tendremos a
Ser Hyle Hunt. Lo que me lleva a suponer que Hyle murió, a pesar del sacrificio de Brienne, a manos
de Lady Corazón de Piedra y sus secuaces. ¿Significa eso también que en la saga
morirán Arianne Martell, Jon Connington, La Septa Lemore y Victarion Greyjoy?
Sino no se explica la facilidad con la que los aniquilan en la serie. Obviamente no jugarán un rol importante en la
saga si son tan prescindibles.
¿Y si fuera al revés? ¿Si a Martin ahora, para fastidiar, se
le ocurre crearles arcos importantes a todos esos “desaparecidos”? Obvio que
aunque serie y saga acaben de la misma manera, la última contendrá historias
fascinantes que no podrán ser superadas por invenciones arcangélicas.
Entretanto, Ser George anunció en su blog que no asistirá este
año a la Comicon de San Diego ni a la World Fantasy Convention de Saratoga. Quiere dedicar su valioso tiempo para agilizar su labor titánica de acabar la tan
esperada continuación de Una Canción de
Hielo y Fuego. El que tenga que hacer un reporte de su agenda social suena
ya a disculpas. ¿Lo disculpamos?
Sinceramente, no creo que llegue a terminarlo antes del 2016, y de ahí a
ver cuánto se demora con el otro libro.
En El
Caballero del Árbol Sonriente, El Rey Daniel ha iniciado una interesante
discusión sobre si los fans deberíamos sentirnos “traicionados” por el atraso
de Martin en sacar a la luz su nuevo libro. Francamente, no me siento traicionada.
Me sentiría peor si ya tuviéramos Vientos
de Invierno en las manos y Los Arcángeles nos lo adaptaran con el mismo
descuido que han adaptado otras escenas cumbres de la saga.
Como van las cosas yo todavía espero sorpresas de Una Canción de Hielo y Fuego. Sorpresas buenas,
porque de las otras ya se encargaran Weiss&Benioff.
Aquí les dejo el último tráiler de “Juego de Tronos”.
Muchísimas gracias a la Reina Jessica Sánchez y a su
blog Entre Hojas de Papel por
nominar a este Reino a un Premio Dardos.
Las reglas son simples. Primero, poner la imagen del Premio en el blog. Aparte de agradecer, mencionar y
enlazar al blog nominador, debo dejar una cita
literaria que me haya impactado. Dejo la que siempre ha guiado mi vida
y que leí por primera vez a los nueve años. Se trata de la declaración del
zorro al Príncipito de Antoine de St. Exupery y entraña el compromiso que
estableces con todos los seres que amas.
- Los hombres han olvidado esta
verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para
siempre de lo que has domesticado. Eres responsable de tu rosa...
Por último nominar a otros once blogs con menos de 200 seguidores.
A todos los shiperos del “Jaimienne” (o como lo llamen,) nos
sostiene la esperanza de que en algún momento de la saga, Ser George se apiade
de nosotros, y nos regale romance entre Moza y Matarreyes. ¿Pero qué tipo de romance
será ése? Conociendo a Martin, no será lo que esperamos nosotros, ni lo que
espera Brienne. Para tener una idea, vamos a repasar como describe los asuntos del corazón el autor de Una Canción de Hielo y Fuego.
No tengo que decirles, Mis Reyes, que el amor es un tema sensible
para mí en estos días, y me hace sensible a las manifestaciones románticas en la
ficción, sea pantalla o libro. La de veces que apago la tele con un “¡Puaj! ¡Esos
no se besan tan bien como H. y Yo!”. Aprovechando ese estado alterado de mi
psiquis me fui a la Canción a buscar
historias de amor. ¡Sorpresa! Está lleno de relaciones amorosas: hetero y homosexuales.
Y hablo de amor, no de sexo. Pero cuidado que “amor” y “romance” no son
realmente sinónimos.
Los grandes amores martiniano son patentes en el texto
gracias a la cuidadosa exploración psíquica, por parte del autor, de los
integrantes de la pareja. Así sabemos del inmenso lazo afectivo que existía
entre Ned y Catelyn Stark. El respeto que el Señor de Invernalia tenía por su cónyuge
lo obligó a hacerse responsable de la
trastada de Cat de raptarse al Gnomo.
Por mucho que a veces quise ahorcar a Catelyn, sus capítulos
son los más pasionales y tiernos de la novela, porque ahí Lady Stark da rienda
suelta a sus emociones. Nos describe Martin, a través de Cat, la evolución
de ese lazo amoroso desde la sorpresa de encontrarse comprometida con el que
iba a ser su cuñado hasta la amargura de saberse victima de una traición encarnada
en el pobre Jon Snow.
El amor que Catelyn siente por su marido es el amor de una
mujer que ha dormido muchos años junto al mismo hombre, es el de la socia en un
proyecto en común que abarca todo Winterfell y los hijos que ella y Ned han
procreado. Pero sigue siendo un amor carnal y es tremendamente erótico que, en
vísperas de que Ned parta a Desembarco del Rey, hagan el amor y que ella,
después de cinco hijos, se sienta con ansias de preñarse nuevamente como un recordatorio
de la pasión compartida. Tan grande es se amor que continua aun después de ser
Ned decapitado. El último pensamiento de Catelyn, en el medio de la masacre de
La Boda Roja, es que no le corten el cabello, porque a Ned le gustaba tanto.
Pongo como ejemplo a Los Esposos Stark porque los sigo
viendo como el modelo máximo de amor humano en la saga (por eso son el emblema de mi Reino), pero debajo de
ellos hay finas y trágicas historias sentimentales: Daenerys y su Khal, Rhaegar
y Lyanna, Renly y Loras, etc.). Sin embargo, lo que está totalmente ausente de
la historia es el romance.
Sabemos cómo sienten los personajes, como viven sus
pasiones, pero su manera de expresarlas
es muy poco romántica. George R. R. Martin no es Corín Tellado y su mundo
tampoco es un libro de horas donde se borden escenas gentiles del amor cortes cantado por trovadores medievales. Ser Jaime
Lannister lanzará niños por la ventana por amor a su gemela, pero cuando están
juntos no le toca la vihuela ni le lleva serenatas. Jon Snow traicionará sus
votos para hacer conocer a Ygritte las delicias del sexo oral, pero no se le
ocurre escribirle poemas. Y sin embargo, el mundo de Poniente conoce una variedad “ficticia” de amor cortes.
Hay trovadores en Desembarco del Rey y en El Valle de Arryn. Hay canciones
épicas sobre grandes amantes, y hay niñas ingenuas (Léase Sansa y Brienne) que creen
que el amor es lo que vivieron Jonquil y Florian,
Florian y Jonquil
En varias ocasiones se menciona en los libros esta pareja
formada por el caballero-bufón y la
doncella que encuentra bañándose en Maidenspool. Siempre se les retrata como muestra
de un querer apasionado y legendario. Son esas representaciones las que sintetizan
el concepto del cortejo en las mentes de las niñas impresionables.
Así Sansa cree que Joffrey es el epitome del perfecto
caballero novelesco hasta que a golpes el Reyezuelo le quita esa idea.
Consiente de ese concepto distorsionado y quimérico del amor que tiene la hija de Cat, Meñique envía a
Ser Dontos a enamorarla. El borracho bufón es lo suficientemente listo para
utilizar el paradigma de Jonquil y Florian como arma de seducción. Sansa cae
redonda porque la retorica de Dontos es la que ella espera de un hombre
enamorado.
Aun así, tanto lectores y shiperos del San-San (increíble
pero están muy vivos en ese fandom), reconocen que el verdadero Florian del cuento
de Sansa es Sandor Clegane. Por algo cuando el Hound va a exigirle una canción
a la niña es una sobre ese par (a los
que antes menospreció describiéndolos como
“un bobo y su puta"). Por algo Dontos le dice sabiamente a la Niña Stark que si
le quitan todo refinamiento a Florian debajo encontrarán al Perro Clegane.
El problema de Sansa, y el problema de muchas mujeres, es
que tienen esa idea preconcebida del romance que equiparan a un verdadero amor.
Nos gusta que nos digan cosas bonitas, que nos doren la píldora, que nos
traigan regalitos, que estén pendientes de nosotras. Muy bonito, pero en un
mundo duro, un mundo en guerra, un mundo disfuncional a veces el amor se
expresa de otra manera.
Dejando aparte a Sansa, pasemos a Brienne. Ella también cree
que el amor debe ser como en las leyendas y en las canciones. Así fue como cayó
en las trampas de sus compañeros de arma. Cada uno trató de llevarla a la cama
recurriendo a añejas tretas románticas. Si no es por Ser Randyll Tarly,
nuestra Doncella ya no sería tal.
Es clarísimo en el libro (y en la serie ya lo reconoció
Cersei) que Brienne alucina por Jaime Lannister, pero si alguna vez él llega
corresponderle, que no se espere la heredera de Tarth que le traiga bombones y le toque la guitarra bajo
la ventana. Mucho menos que le diga que es bonita, que se muere sin ella, o que
le declare su amor a cada segundo.
Aunque Jaime es generoso, y ya le ha hecho regalos a
Brienne, eso se debe a que es un Lannister y paga deudas y hace regalitos a sus
mujeres (si hasta a Tysha le dieron sus moneditas). Pero para Jaime es más fácil expresar amor enfrentándose
aun oso que con requiebros quijotescos.
Ciertamente como lectores nos impacta el “Sueño con vos”. Es infinitamente superior,
románticamente hablando, a cualquier galantería
que pueda propinarle Ser Jaime a La Doncella de Tarth. Nos conmueve que Jaime
piense que los ojos azules de La Moza son bonitos ¿pero no sería mejor que se
lo dijera a ella?
La mayor expresión de amor “martiniano” es la declaración de
Cersei a Ned Stark confirmando y jactándose de su incesto-adulterio. Cada
palabra importa: “Mi hermano vale más que mil
hombres como tu amigo”, “Cuando Jaime esta dentro de mí, me siento
completa, etc.” ¿Pero se habrá confesado así con su mellizo? Yo creo que el twincest sería diferente si Jaime no se
sintiera manipulado, y realmente se supiera amado por su hermana.
Curiosamente, la única vez en que Cersei prodiga cariño y
palabras tiernas al padre de sus hijos es en El Septo ante el cadáver de
Joffrey. El dolor de madre, el shock de volver a ver al amado, más encima
manco, y la preocupación de que alguien los descubra hace aflorar en La Leona
lo más vehemente de su pasión.
Ese dialogo, es una demostración de Martin como
escritor romántico y contrasta con otra expresión afectiva de Cersei: la carta
que Jaime quema. En ella, La Reina utiliza un recurso literario muy utilizado
por escritores románticos, la repetición, (“Sálvame” “Socórreme” “Te amo, te
amo, te amo. Ven enseguida”.) Sin embargo, no funciona. Tanto nosotros como
Jaime sabemos que Cersei busca manipular. Es sincera, pero lo que siente es
miedo, urgencia y necesidad, no es amor del bueno.
Y ahora vienen las preguntas que la situación eleva. Una
para los lectores/escritores; otra más a nivel personal. ¿Qué es más romántico
en Martin? ¿Las escenas de amor con diálogos incluidos, o lo que pasa por la
mente de los enamorados? Elijan su momento romántico favorito de la saga.
El amor es una emoción tan fácil de malinterpretar y
confundir que es todo un desafío para el escritor expresarlo. Ahora me doy
cuenta que lo más difícil en describir una escena de amor o una escena erótica
está en el dialogo. Por algo, E.L. James no tiene a Christian y Anastasia
involucrados en tertulias preliminares o coitales.
Hablando en serio, las dificultades de escribir diálogos
románticos explican el motivo por el cual Martin evita esos intercambios que pueden
llegar a ser cursis. Mas logrado le quedan los apelativos cariñoso. Yo estoy
enamorada del “Mi Sol y Mis Estrellas” y el “Luna de mi Vida”, y me encanta que Sandor apode a Sansa
“Pajarito”. Pero no me puedo imaginar a Jaime y Brienne intercambiando ternezas
o simplemente hablando de su relación o confesándose lo que sienten el uno por
el otro. ¿Shiperos, como se imaginan va a ser ese romance?
De ahí surge la pregunta del millón. ¿Y cómo lo hacemos
nosotros en la vida real? El amor en la ficción es siempre un reflejo o de recónditas
fantasías del autor o de recuerdos de affaires pasados. . En retrospectiva, (o
en el presente para los que estamos en medio de la marejada de un nuevo
romance) atrevámonos a responder. ¿Somos zalameros? ¿¿Nos gusta echarle flores
a nuestra pareja? Ahí no existe diferencia de sexos. Yo he tenido hombres
cariñosísimos y otros que no saben lo que es “regalonearte” (mimar), como
decimos en Chile.
Yo soy muy vocal en mis afectos. Al pobre hombre lo dejo
chato con “Mi vida”, “Mi tesoro”, Mi Rey”, “Lindo precioso”, pero él también ve
que le aplico las mismas palabritas a mi
perro Nene (¡!). En cuanto a hablar de sentimientos, ya por fin aprendí a palos
que a los hombres no les gusta ni les interesa que una les cuente cómo y cuánto
los quieren, prefieren que se los demostremos con hechos. Y ellos nunca cuentan
lo que sienten por una. Hay que adivinar y leer entre líneas.
A lo mejor si La Moza supiera hacer eso, se daría cuenta que
a Jaime lo excitó sexualmente en La Tina de Harrenhaal, que él cree que tiene ojos lindos, y que
cuando en su última escena en Danza con Dragones El Matarreyes le dice
“Mi Señora” no es como titulo de cortesía sino que inconscientemente la considera "suya".
Tenemos otro trailer oficial de La Quinta Temporada de GOT. Está bien contundente y se los dejo aquí para que los desmenuzemos juntos. Yo todavía estou en "La Visión" (gracias 7 Reinos por los subtitulos). Quiero saber quién es "El buen señor" del que habla Briemne. ¿Renly? ¿O le han llegado noticias del fallecimiento del Matarreyes?