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jueves, 6 de marzo de 2014

Mellizas y chupasangre: Las Hermanas Vampiro


Una tarde me puse a hacer zapping y descubrí que la hora del té del cable latino le pertenece a los chupasangres: En MTV tenían reposiciones de los “Vampire Diaries”; en  la Universal la repetición de la Primera Temporada de Drácula; en Nikelodeon se puede ve la telenovela colombiana “Chica vampiro” y el canal Disney ofrecía “Las Hermanas Vampiro”. Me quedé con esta última porque me entró la curiosidad de ver como la Disney abordaba el tema vampírico.


La primera sorpresa es que  no se trata de un producto Disney. Es un filme alemán (“ Die Vampirschwestern”) basado en una serie de novelas juveniles de Franziska Gehn. Mejor aun. Me gusta mucho ver series o filmes juveniles europeos porque espero encontrar diferencias con los productos americanos. Sobre todo porque el genero juvenil latino, con excepción del mexicano, está muy teñido por influencias anglosajonas. Primera desilusión, los niños alemanes parecían calcados de sus equivalentes gringos, y como el filme estaba doblado, no se sentía ninguna atmosfera germana, aparte de los nombres y del paisaje.



Aun así me resultó una película simpática, capaz de entretener a un adulto, y hasta ofrece un par de  mensajes positivos. Dakaria “Daka” y Sylvania Tepes son mellizas, hijas de vampiro y de humana, lo que las dota de ciertos poderes como la capacidad de volar, de hipnotizar humanos y de suspenderse en el aire. Se han criado en una ciudad rumana subterránea, pero al cumplir los doce años son llevadas por sus padres a Alemania a vivir “una vida normal”.

(tiff.net)


La vida normal consiste en  ocultar quienes son. Eso significa que no pueden comer cucarachas, que no pueden volar, que nadie debe conocer su verdadera naturaleza. Las dificultades de adaptarse a una nueva escuela y ambiente son doblemente difíciles para las mellizas quienes terminan haciéndose amigas de Helene, la chica mas extraña de su clase cuya mayor idiosincrasia es su afición a los cementerios. Pronto Helene confía su secreto a sus nuevas amigas. Es sorda y solo escucha gracias a un dispositivo.

Para las mellizas el misterio de Helene es el equivalente a su propia necesidad de ocultar su secreto. La romántica Sylvania sueña con ser normal como su madre, encontrar el amor y pasarse el día tomando sol. En contraste, Daka abraza completamente su identidad vampírica y desearía ser exactamente como su padre y hacer de la noche su día.

(kinofans.com)


La posibilidad de hacer realidad su sueño les llega a las mellizas con un encuentro con un mago. Este les dice que hay un hechizo gracias al cual Silvania será humana y su hermana totalmente vampira. Para eso deberán recoger una hierba mágica que crece en el cementerio. La planta que debe ser recolectada antes de las doce campanadas de la medianoche, solo puede ser reconocida por su olor, una combinación de crema, calcetines usados y regaliz.

Las mellizas jamás han olido regaliz así que deciden reclutar a Helene quien, debido a su minusvalidez, ha desarrollado un olfato de lebrel. Ahora, como es una historia juvenil, las mellizas discuten sus planes en medio de la calle y a toda boca. ¿Quiénes se enteran? Pues los matoncitos de su clase que (obvio) solo escuchan la parte que Helene es sorda. Van al cementerio y someten a la minusválida a un bullying verbal tan fuerte que me chocaría sino supiera que los niños pueden ser más crueles que los adultos.
(stopklatka.pl)


Helene acusa a Las Mellizas de haberla delatado con los bullies. Las medio vampiras se ven obligadas a revelarle su secreta a su amiga. Aunque al comienzo, Helene se asusta pronto esta encantada con los dones de Las Mellizas y con la posibilidad de salir a volar con ellas. Lo malo es que al verlas volando, un vecino decide convertirse en caza-vampiros.

Las Mellizas vencen todos los obstáculos, consiguen la planta y hacen el hechizo. Ahí comienzan sus verdaderos problemas, porque nada sale como lo planean. Ahora, Sylvania es la que anda con ganas de beber sangre humana.  Daka duerme toda la noche y ya no puede volar. Las desesperadas hermanitas buscan al hechicero, ¡pero resulta que éste era un fantasma! No les cuento el resto dela historia porque tienen que verla.

La Familia Tepes y su nuevo vecino (kickassmovies.com)


Es una película muy simpática, pero que también trae mensajes didácticos. La comparación de la minusvalidez de Helene con el secreto de Las Mellizas ayuda a crear un concepto de “auto aceptación” de la gente especial. Al final, las vampiritas descubren que ser “diferentes” es un motivo de orgullo y no de vergüenza. Otro merito del guión es como se describe el  afecto entre Las Mellizas tan dispares física y mentalmente, Es un respiro después de ver  tantas historias de rivalidades entre hermanas.
(www.cinema.de)


Solo hubo un aspecto en el filme que me dejó preocupada. Un detalle que puede se divertido es el uso del “Drácula” por parte de Daka en sus aclamaciones, juramentos y hasta interjecciones “Por Drácula que creo que...” “¡Gracias a Drácula que estás bien!”. Es como si “Drácula” viniese a ser el nombre de una deidad.
Como dije es divertido, pero la idea de que los vampiros tengan una religión separada en la que el objeto de adoración sea Vlad Tepes puede resulta un poco confuso y perturbador para las jóvenes audiencias. Ya fue bastante irritante cuando en “True Blood” se inventaron un credo vampírico con Lilith o Diosa Madre y con Biblia “vampira “y todo.

Para rematarlas estuvo la escena del cementerio con el enfrentamiento de las niñas y el vecino caza vampiros. Cuando este esgrime las viejas armas de crucifijos y agua bendita recibe las burlas de Daka. ¿Cómo puede seguir aferrado a tecnologías añejas? Sin embargo Slvania se retuerce al ver la cruz y el agua bendita le provoca horribles quemadura y un desmayo. Todo indica que sucumbirá hasta que es rescatada por Elena quien recuerda que las sales pueden revivirla.
Daka intenta proteger a su hermana del cazavampiros.  (cinebergen.nl)


Más allá de lo absurdo que resulta que una vampira al borde de a muerte se recupere gracias a un pomo de sales, como si fuera una doncella victoriana afectada por un sofoco, está la asociación de los chupasangres con fuerzas demoniacas. No pongo en duda el poder del agua bendita pero va en contra de la imagen positiva de un vampiro hacer que le huya a símbolos cristianos y no resista el contacto con ellos.

Uno de los meritos de “True Blood” fue cuando en la primera temporada, Bill Compton demuestra, durante una charla en una iglesia de Bon Temps, que los vampiros pueden perfectamente sostener un crucifijo. Un detalle novedosísimo fue convertir a Bill en  un personaje profundamente religioso tanto que fue su fe la que lo precipitó a ese dañino fervor mesiánico. Ese  progreso retrocede con escenas como las de Slvania neutralizada por el poder cristiano.
El vampiro Bill va a la iglesia (imnostalker.com)


No pretendo que todos  los vampiros vayan a misa pero si la orientación de la ficción vampírica contemporánea es hacerlos seres positivos y atractivos no es recomendable retratarlos con un temor a la cruz como si fueran entes satánicos. ¿Están de acuerdo?