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lunes, 3 de febrero de 2025

Nos vamos p’a Macondo: 100 Años de Soledad en Netflix

 

 


Teníamos miedo y por razones legitimas. Adaptar una novela casi sin diálogos, con cientos de imágenes sobrenaturales, y con constantes saltos de tiempo parecía tarea irrealizable. Mas si la ponían en manos de Netflix. Nos ha asombrado que se ha podido hacer y que es un espejo de un libro considerado una obra maestra de literatura.

Existe una confusión sobre las declaraciones de Gabriel García Márquez respecto a este magno opus. Se cree que él no quería que su obra fuese llevada a la pantalla. Hay algo de cierto en eso, pero la realidad de sus palabras es que escribió Cien Años …de manera tan criptica que fuese imposible adaptarla. Pues el equipo de esta producción ha superado esa valla.



Lo que el premio Nobel afirmase es quey la sabia de amboses que existe una dinámica diferente para escribir guiones y escribir novelas. . Refiriéndose puntualmente a Cien Años de Soledad, Gabo relataba que muchos lectores se identificaban con los personajes o los identificaban con parientes, amigos o conocido. El asignarles rostros de actores específicos destruía esa identificación. Yo tengo mis problemas con el elenco, que me reservaré, pero como que los personajes no se asemejan a la imagen física que me había imaginado.

Los directores Alex García López , Laura Mora y su gente comenzaron por apoyarse en dos factores: el primero fue ordenar los eventos del libro de acuerdo a un orden cronológico. La novela comienza en un futuro remoto: Aureliano Buendía enfrenta un pelotón de fusilamiento y evoca un momento de su infancia, cuando su padre lo llevó a conocer el hielo. De ahí pasamos a un Macondo ya fundado adonde llegan Melquiades y su tribu de gitanos y para el tercer episodio retrocedemos para saber por qué Jose Arcadio Buendía y su esposa Úrsula Iguaran abandonaron su tierra para internarse en la selva en busca del mar.



Pues aquí comenzamos por la boda de Los Buendía; seguimos con el duelo entre José Arcadio y Prudencio; el exilio, acompañados de amigos fieles; la infructuosa búsqueda del mar; el nacimiento de Arcadio y la fundación de Macondo. Eso da fluidez al relato y nos permite apreciar lo visual, especialmente el paisaje que va desde lo desértico con cactus del pueblo de donde son originarios los Buendía hasta ciénagas y junglas para acabar en las esplendorosas playas de Barranquilla.

Si agregamos que han retenido una voz narradora que explica-con las palabras del texto lo que va ocurriendo junto con pensamientos de los personajes, no hay manera de que el espectador se pierda. Toda la serie mantiene nuestros sentidos alerta y de paso conocemos e identificamos a los personajes.

                            Ursula y José Arcadio

Existía también el temoren mi caso acrecentado por la nueva y bochornosa adaptación de Como agua para chocolatede que esta versión restase importancia al realismo mágico. No ha sido así. A cada paso nos percatamos que esto ocurre en un universo donde prima lo real maravilloso desde esas creencias de que la endogamia produce niños monstruos hasta los imanes de Melquiades. Aunque ambos pueden ser posibles, mientras no veamos niños con cola de puerco podemos dudar o no, tal como el ver objetos que hacen moverse otros objetos , aun conociendo la explicación científica, nos parece un acto prodigioso.

Incluso antes de llegar a Macondo lo extraordinario persigue a los Buendía como esas puertas que se cierran solas sin que ráfaga de viento las empuje o el espectro de Prudencio que se vuelve presencia constante en la casa del hombre que le quitó la vida hasta empujar a José Arcadio y a los suyos a emigrar adonde el fantasma no los persiga.

                      Prudencio

Las actuaciones son adecuadas y la historia se va desarrollando de manera lineal, nacen niños que se vuelven hombres, desaparecen personajes como José Arcadio Jr., su madre que va en su busca, y retorna con hermanos indígenas, Llega pronto la niña Rebeca, portando un saco con los huesos de sus antepasados y con ella la enfermedad del insomnio. Ese es el menor de los males que acarreará Rebeca. También retorna Melquiades que había muerto, pero resucitó. Así se suceden los detalles prodigiosos que aumentan a medida que Macondo crece y se pone en contacto con los males de la civilización.

                                   Melquiades

Podríamos decir que los ocho episodios capturan la esencia del libro con modificaciones menores. ¿Cuáles son estas? Diría que antes de mencionarlas tenemos que recordar que Netflix busca atraer a públicos diversos. Cien Años de Soledad podrá ser una obra maestra de la literatura, pero no es un cebo para toda audiencia. Se lee más fácil que se vehe ahí el secreto de su difícil adaptacióny no tiene mucha acción.

Por eso ha sido en los episodios finales donde más cambios se han hecho, debido a que ahí se sale del marco fabuloso y se entra en la historia. En este caso la de una revolución armada entre liberales y conservadores que duraría décadas a fines del siglo XIX y entrado el XX. Lo que se ha hecho en realidad es agilizar la trama con mucho balazo, mucha violencia, mucha muerte que es lo que busca cierto público.



Por otro lado,  la novela de García Márquez traía muchos elementos que ofenden las sensibilidades modernas. Aunque ni en Colombia ni en América Latina se prohíbe el matrimonio entre primos, para el televidente estadounidense son perfectamente comprensibles las supersticiones que rodean el producto de tal unión y que atormentan a Úrsula.

El incesto en la obra de Gabo toma otros carices. Cuando Úrsula llama “puta” a su amiga Pilar al enterarse que es amante de su hijo, no es porque haya diferencias de edad entre ella y José Arcadio. Tampoco porque Pilar haya sido partera en el nacimiento de su joven amante, sino porque esos amores han empujado a José Arcadio a abandonar a su familia. Otro que está enojado con Pilar es Aureliano, el hermanito de José Arcadio, pero cuando crece se acuesta y preña a Pilar. Su hijo Aureliano José se cría con los abuelos y ya de mayorcito anda acosando sexualmente a su tía Amaranta.

                              Pilar Ternera

Habiendo tanto incesto en la novela, me hizo gracia que un reseñador colombiano (joven) en YT armase todo un escándalo por lo que determinó “un asco”, una relación incestuosa que no es tal. Se refiere a Rebeca y José Arcadio. Un absurdo total puesto que no solo no los unen lazos sanguíneos, además acaban de conocerse. El que Rebeca se haya criado con los padres de su amante no afecta a José Arcadio, puesto que no estuvo ahí, para él es incluso más desconocida que Pilar Ternera.

Sin embargo, es innegable el rol que el incesto juega en esta obra y antes de acusar a Gabo de degenerado,  tenemos que recordar que esta novela es una epopeya combinada con mitos de origen y fundación. Agradezco a Gato Sir George que me ha hecho ver como el incesto hace esa aparición en las épicas griegas y en la leyenda artúrica (ni hablar de la Biblia) como indicación de la superioridad de estos personajes. En este caso los Buendía, como ocurriera con los Targaryen y Mellizos Lannister,  son los que trascienden reglas sociales y barreras morales en su auge. Ahí estará su talón de Aquiles que provocará su caída.

Mas no quiero adelantarme, ya que todavía falta mucho por contar y ver,  y vamos a estar esperando con ansias la segunda parte. Sorprendida todavía de lo bien que les ha quedado, la recomiendo tanto para los amantes de la novela como para quien nunca la haya leído.



Contenido Violento y Gory: Como dije, los episodios finales traen la violencia histórica a Macondo, pero desde el comienzo tenemos sangre y muertos. Un poco Gory el fantasma de Prudencio con esa herida de lanza en el cuello y ese asqueroso tapón de esparto con el que intenta evitar desangrarse.

Contenido Sexual y Desnudos: Gabo era muy dado a meter sexo en su historia, pero no era pornográfico. Ahora, en Netflix, se han destapado para convertir cada uno de esos encuentros en escenas pasionales y graficas, tal como aprovechan cualquier oportunidad para encuerar a los actores.

Hay un detalle que mucho incomoda al lector moderno, no a los de nuestra época, conscientes de que en este universo mágico ocurre lo insólito. La pasión que Remedios Moscoso despierta en Aurelianohombre hecho y derecho una nena de nueve años. Aunque en la obra Aureliano se espera un par de años hasta que Remedios entre en la pubertad para hacerla su esposa, el lector moderno verá pedofilia y perversión en esa relación, por lo que la intérprete de Remedios es una niña de como trece años.



Factor Diversidad: Tenemos la descripción de vida y costumbres de la Colombia costeña con actores que representen las mixturas de razas;  tenemos gitanos; un italiano, el fotógrafo Pietro, y Úrsula retorna de su infructuosa búsqueda de su hijo mayor en compañía de una pareja de indígenas que pasan a ser parte de la Familia Buendía.

martes, 20 de febrero de 2024

Psiquiatría vs Fantasmas Rurales Victorianos en The Living and the Dead

 

Cuando en Chile hacia listas de todo lo que vería en la tele, a mi regreso a Nueva York, esta serie del 2015 estaba en los primeros cinco espacios. Recuerdo que en su momento se habló de que sería una contrincante para Penny Dreadful. Aunque nada se compara a la serie de Showtime, Los vivos y los muertos demuestra que la BBC también era capaz de asustar con un sólido relato gótico.

El 2015 es un año importante en la cultura popular occidental. Marca casi el final de un mundo en donde imperaba la calidad por sobre lo políticamente correcto. Para los propósitos de este blog, marca el fin del auge de los fantástico. Curiosamente, es en este decline que encontramos un breve renacimiento del relato gótico.

Aunque, a fines de Los 90, la fantasía había entrado con una estampida en la literatura/y pantallas chicas y grandes, el terror gótico no había sido bien representado. En el 2014, Penny Dreadful vino a cambiar las cosas y a abrir nuevas puertas al subgénero. Ese mismo año, la televisión abierta de USA presentó la excelente Sleepy Hollow con Ichabod Crane resucitando en el Siglo XX y colaborando con una policía de un pueblo del estado de Nueva York para evitar que el Jinete sin Cabeza provoque el Apocalipsis.

Fue por entonces que la ITV decidió seguir esa pauta y recobrar un género al que le iba bien en el cine donde Daniel Radcliff dejaba atrás a Harry Potter para perseguir fantasmas victorianos en La mujer de negro y Tim Burton y Johnny Depp parodiaban el gótico televisivo por excelencia,  Sombras Tenebrosas.

La ITV se veía como una creadora de productos más refinados que las series de sabor cockney de la BBC. Después de todo llevaba cinco temporadas de un fenómeno mundial como Downton Abbey. Así se le encargó este cuento de fantasmas que tiene lugar en la campiña de Somerset en 1894.

Nathan Appleby (Colin “Merlin” Morgan) es un médico siquiatra reconocido en toda Europa que viene a visitar a su madre enferma en su propiedad ancestral en Somerset. Lo acompaña su mujer, Charlotte, (Charlotte Spencer,  la Lady Esther de Sanditon), una emancipada fotógrafa. Su llegada coincide con las festividades del solsticio.



La madre de Nathan le pide que no sea él quien encienda la fogata que inicia las festividades, pero el psiquiatra le recuerda que es un deber de todo varón Appleby.. Mientras los Esposos Appleby celebran con los trabajadores, un espíritu maligno acecha a la enferma.  “¡Deja en paz a mi hijo! “le ordena la mujer, pero el esfuerzo la mata. ¿Se trata del mismo viejo siniestro que persigue a Harriet, la hija adolescente del Vicario Denning?

Los Appleby entierran a la madre. Los trabajadores están asustados, creen que el psiquiatra venderá la propiedad y se volverá a Londres. Esa casa no trae buenos recuerdos a Nathan puesto que ahí murieron su primera esposa y Gabriel, su hijito.

Para no dejar a nadie desempleado, Nathan decide abandonar su práctica médica y dedicarse a sacar adelante una propiedad que ha estado en su familia por siglos. Charlotte abraza con entusiasmo los planes del marido y utiliza su dote para comprar un rudimentario tractor . Esto incomoda a los labriegos que temen que la maquina los reemplace.





El vicario visita a Nathan, teme por su hija. Harriet se ha vuelto taciturna. Sabemos que también se ha vuelto cruel. La vimos arrojar un patito vivo a los cerdos para que se lo devoraran. Nathan está muy ocupado con su granja y se niega a aceptar una paciente rural.



Cambia su actitud cuando, una noche,  Harriet aparece en su propiedad y se zambulle en la laguna. Nathan decide dejarla en la granja bajo observación. Cuando la interroga, la chica dice no recordar nada, pero luego habla de un espíritu que la domina y que le ordenó lanzarse al lago.



Nathan confía a su esposa que Harriet está sufriendo de una crisis debido al miedo a su sexualidad adolescente. Eso la lleva a adoptar otras personalidades. En un acto digno del Dr. House, Nathan se mete en el cuarto de Harriet, en la vicaría,  y lo registra buscando alcohol u otra señal que explique la perturbación de la chica. Encuentra algo más sorprendente, unos cilindros que son los predecesores de la cintas de grabación.

En un vitáfono , la primera máquina grabadora/reproductora, Los Appleby escuchan encantados las voces de la gente a su alrededor que al parecer grabase Harriet. Nathan se perturba cuando escucha la voz de su hijo llamándolo, pero hay algo más perturbador. De pronto de la maquina sale una voz cascada y desconocida. Dice llamarse Abel North y entona una serie de quejas blasfemas y agresivas. En un momento, la grabación se detiene y es Harriet quien entra en la sala y la acaba con la misma voz masculina de Abel North.



La situación es grave. El Dr. Appleby cree que se trata de un caso de doble personalidad, pero a Charlotte comienza a incomodarla la paciente. Cree que quiere seducir a su esposo y no está equivocada. Una tarde, la hija del vicario acompaña a su psiquiatra a poner flores en las tumbas de sus seres querido. Ahí Harriet comienza a hablar, primero con la voz de Olivia y luego con la del pequeño Gabriel. Nathan le exige que se deje de bromas. Ella se abalanza sobre el médico y lo besa en la boca. Cuando él la rechaza, la joven lo golpea con una fuerza insospechada y huye.

Charlotte no aguanta más . Ese mismo día ha descubierto que han roto el tractor y acusa a John, el capataz, lo que la sitúa en contra de sus labriegos que confían en él . No necesita de más problemas. Exige a su esposo que envíe a Harriet de regreso con sus padres.

Los esposos Appleby buscan a Harriet en los campos y presencian el macabro suicidio de John. No saben que ha sido impulsado por Harriet o el espíritu que la posee. Nathan solicita el permiso del vicario para hipnotizar a Harriet. El experimento es un desastre y la chica huye para luego intentar matar a Gwen, la doncella de Charlotte.



Nathan ha averiguado que Abel North fue un antiguo labriego, un hombre de mala catadura que no caía bien a nadie y cuya aura criminal aumentaba con su bravata de que había matado a una mujer. Nathan medita sobre una frase que Harriet repite cada vez que North la posee: “lo que no está bautizado no puede ser enterrado”.

Sospecha que el espíritu de North no puede descansar porque no ha tenido un entierro cristiano debido a que nunca lo bautizaron. De ahí su empeño en zambullir a Harriet en el lago o de ella intentar ahogar a Gwen. Entonces será el propio Vicario Denning quien bautice a North, dentro del cuerpo de Harriet, y así se libran de ese espíritu…pero hay más.

En los próximos cinco episodios, Nathan se enfrentará a fantasmas de todo tipo, incluso algunos que vienen del futuro. A medida que entierra sus prejuicios científicos va desenterrando secretos, algunos relacionados con su familia, y que deberían permanecer bajo tierra. Todo este proceso va enloqueciendo a Nathan y alejándolo de Charlotte quien también enfrenta problemas propios. Se ha convertido en la mayoral de un grupo de labriegos que desconfía de ella y ademas intenta quedar embarazada.



La atmosfera victoriana se consigue de una manera ya perdida en las nuevas producciones británicas, gracias a vestuario y música apropiada, al igual que la iluminación y escenografía que ha recordado a los espectadores la obra pictórica de Constable y que nos transporta a las novelas de Thomas Hardy. El ambiente de la serie ayuda mucho a aumentar la atmosfera de terror y angustia.

Existe una yuxtaposición entre un mundo oscuro y misterioso poblado de espíritus poco amistosos y un paisaje bucólico, un remanso de paz donde solo parecen habitar humanos benévolos cuya bondad desaparece cuando interviene lo sobrenatural. Me ha recordado a la excelente De Lark Rise a Candleford, con la descripción de pueblos pintorescos donde en contraposición al progreso de fines de la era Victoriana se encontraban costumbres y creencias que los campesinos conservaban desde tiempos milenarios.

Aquí también las vemos,  desde la celebración del solsticio,  hasta el Árbol de los Deseos, donde Gwen cuelga un paño manchado con sangre menstrual de Charlotte para pedir que su ama conciba. Pero también sentimos que estos resabios del paganismo pueden ocultar fuerza ocultas y violencias que nos hacen sentir que entramos en el territorio de The Wicker Man.



Hay un conflicto constante entre pasado y progreso que se refleja en una lucha en contra de Charlotte,  de sus máquinas,  de sus esfuerzos por traer el tren a sus tierras y por su incapacidad de quedarse en el sitio que corresponde a la esposa del amo. Y es que Charlotte va perdiendo a su mayor aliado.

A medida que aumenten sus dudas, Nathan va a ir cayendo cada vez más en el oscurantismo de sus empleados a pesar de los esfuerzos del Vicario Denning por traerlo al presente. Es fascinante ver a un clérigo ser más librepensador y progresista que un psiquiatra. Realmente es el tipo de detalles que hace a The Living and the Dead imperdible.



Contenido Violento y Gore: Fuerte el suicidio de John. También la escena del patito devorado por puercos, aunque solo oímos sus gritos. Los poseídos atacan a la gente e intentan matarlos tal como los labriegos agreden a quien creen ser brujos.

Contenido Sexual y Desnudos: Un labriego muestra nalgas mientras tiene sexo con Gwen. Otro se baña desnudo en la laguna en el tercer episodio. Muchas escenas de cama de los Appleby, pero nada más allá del foreplay y no hay desnudos.

Factor Feminista: Charlotte es una mujer independiente, moderna y con idea progresistas que debe luchar contra los recelos de un pueblo que desconfía de ella por afuerina y por ser mujer. Vemos muchas familias de asalariados que son manejadas por una madre viuda por lo que no es extraño este comportamiento independiente, la misma Gwen es dueña de su vida. El problema de Charlotte no está en su género sino en su clase y en ser forastera. Otro caso interesante es el del vicario librepensador que permite que su hija lea y desarrolle un criterio independiente.



Factor Diversidad: Aunque no hay diferencias étnicas ni de otro tipo, hay un fuerte distingo entre lo de afuera y la cultura rural imperante. Cualquier intento de cambiarla, sea a través de progreso o brujería, convierte al revolucionario en un” otro”,  un paria. A fines de la serie hay un viaje en el tiempo y conocemos a la bisnieta de los Appleby que está casada con un anglo-africano.

 

lunes, 3 de enero de 2022

Momias, Flores Mágicas y Efrits en el Egipto de los 60: Paranormal en Netflix

 


Especulaba con qué serie abriría este blog en el 2022. ¿Reseñaría The Witcher? Después de ver la primera temporada y escribir dos notas sobre ella, no me quedaba imaginación. Tampoco me ha interesado La rueda del tiempo. La respuesta recayó en mi sorprendente encuentro con la serie egipcia de terror Paranormal. Tan novedoso (y terrorífico) ha sido este encuentro con la primera coproducción entre Netflix y Egipto que tuve que venir a recomendarla.

Comenzamos con un niño llamado Taha, que,  en una casona,  juega al escondite con sus amiguitos. Está contando con los ojos cerrados. Aunque siente pasos atrás no abre los ojos. Solo nosotros sabemos que se trata de adultos que se mueven muy velozmente. Taha acaba de contar y va a buscar a los escondidos. Lo que encuentra es tan espeluznante que no los muestran. Solo vemos su carita desencajada y oímos un alarido.



Fantasmas del pasado y una Mansión Embrujada

Hacemos a Taha a un lado para concentrarnos en su tío y protagonista de este cuento. El Dr. Reefat Ismail, es un catedrático con tan poco interés en sus alumnos como en las cosas mundanas y espirituales. Pesimista, escéptico y gran creyente en La Ley de Murphy, Ismail ha aceptado que su familia lo comprometa con su primita Howaida, una dulce maestra de piano.

En el día en que cumple 40 años, y muy a regañadientes, Reefat acepta ir a una fiesta familiar, pero justo ese día aparecen dos mujeres de su pasado. La primera es Maggie, su ex condiscípula de cuando Reefat estudiaba medicina en Gran Bretaña. La pelirroja acaba de divorciarse y viene en busca del Dr. Ismail con intenciones románticas.

                                              El retorno de Maggie

Reefat tiene la pésima idea de invitar a Maggie a su cumpleaños. Es una experiencia humillante para la pelirroja y para Howaida. Las hermanas del Dr. Ismail están furiosas, pero los hermanos están encantados con la guapa extranjera. A uno de ellos se le ocurre contarle la historia del primer amor de Reefat.

Nos vamos a un flashback. En una zona rural, en los Años 30, vemos a los hermanos Ismail jugar al escondite en La Mansión Jadrawy, un palacete abandonado .Solo Reefat ve extraños personajes deambular, en silencio,   pero todos en su grupo si pueden ver a la pequeña Shiraz, una chica un poco extraña porque no parece experimentar dolor aun cuando se da un golpe y sangre mana de su cabeza.

                                           Shiraz no es un fantasmita simpático como Gasparín

Reefat se enamora de Shiraz y se le declara. Shiraz confiesa sentirse sola. Ella también ve a las misteriosas figuras, pero no puede comunicarse con ellas. Hay una manera de acabar con esa soledad , pero Reefat debe venir en secreto esa noche.

Cuando Reefat obedece, descubre que el hermoso palacio es una casa quemada. En su interior presencia extrañas visiones, un señor y su criado,  ambos con quemaduras en el rostro,  y una mujer de parto. Llega Shiraz y lo guía hasta la azotea.



Entretanto, los hermanos de Reefat han descubierto su ausencia y van a la mansión capitaneados por Reda , su hermano mayor. Al llegar,  ven que Reefat se dispone a lanzarse al vacío, azuzado por Shiraz. Reda alcanza a amortiguar la ciada del hermano, pero se rompe una pierna.

                                                 Shiraz quiere un amiguito

Unos días más tarde, Reda (que ha quedado con una cojera de por vida) hace a sus hermanos jurar sobre El Corán que no volverán a la Manson Jadrawy. Les explica que Shiraz es un fantasma. Ella y su familia perecieron en un incendio. La casa fue reconstruida, pero los que la habitaron sufrieron muerte y desgracia,  por eso está abandonada.

Volvemos al presente. La fiesta acaba con un bombardeo. Ahí sabemos que estamos en 1968, que la ciudad está siendo bombardeada por la Fuerza Aérea Israelí (sucintamente llamada “el enemigo “a través de la serie). El bombardeo es parte de las escaramuzas que siguieron a La Guerra de los 6 Días.

En el refugio antiaéreo estalla el pánico cuando se descubre que el pequeño Taha ha desaparecido. El miedo se convierte en indignación cuando se descubre que Reefat lo envió a comprar cigarrillos. Vemos que Taha está en el gallinero degollando una gallina.

Reefat sale a buscar al pequeño. Maggie, incomoda al estar encerrada con mujeres que lanzan miradas asesinas, sale tras de él. El Dr. Ismail siente la presencia de Shiraz. Se da cuenta que la fantasmita sigue buscando un compañerito. Sube a la azotea y rescata al sobrino que está a punto de lanzarse al vacío. Antes, Taha ha escrito “muerte” con la sangre de la gallina en la pared.



Las Mujeres de Reefat

Esa noche Reefat trata de convencer a Taha y a Maggie que los fantasmas no existen. Maggie es lo suficientemente escocesa para creer lo contrario. Descubrimos que Shiraz persigue al médico. Cuando Reefat la ignora, la pequeña fantasma decide buscarse una víctima más sensible: Howaida.

Para salvar a Howaida, Reefat deberá luchar contra momias, maldiciones faraónicas y monstruos en el desierto de Libia. Todo para descubrir que esta fauna monstruosa está subordinada a Shiraz. En sus empresas, el médico se verá acompañado por curiosos ayudantes desde el gordito Ramis, experto en mitología e historia egipcias hasta un farmacéutico albino que una vez fue su estudiante, y siempre Reefat tendrá su lado a la valerosa Maggie.

                

Este primer esfuerzo en conjunto de Netflix y la televisión egipcia está basado en la serie de novelas de terror del escritor egipcio Ahmed Khaled Tawfik. Curiosamente nunca han sido traducidas al español ni al inglés a pesar de ser (son 81 novelas) bestsellers en Egipto.

Paranormal ha sido un éxito en Netflix a pesar de quejas por la baja calidad de sus efectos especiales. Yo no soy muy amiga de lo técnico y me ha ganado la atmosfera que combina la de las aventuras de Indiana Jones con el relato de La Momia (versión Frazer-Weisz). Mención aparte los personajes que viran desde un supuesto guía religioso que fomenta la superstición en una zona rural hasta Reda,  el noble hermano mayor de Reefat,  al que el médico ve como figura paterna.



Sobre ellos están Maggie y Howaida, tan buenas y encantadoras que uno se sorprende de que pierdan el tiempo con un misántropo amargado como el Dr. Ismail. En realidad, mi mayor problema ha sido aguantar al protagonista que supera el rotulo de antihéroe. El Dr. Ismail exaspera con su escepticismo desubicado casi tanto como con su soberbia, egoísmo,  y descortesía. Son características que lo colocan al borde del narcisismo.

Me dicen que en los libros no es tan antipático, tal como Howaida en la serie es más inteligente y sensible, lo que explica que el Dr. Ismail le tenga cariño. Aun así, su dilema romántico es incomprensible. Este tipo de disyuntiva solo se da en Occidente. Reefat tiene la solución en su mano siendo musulmán y viviendo en un país donde,  hasta hoy,  la poligamia es legal. Que se case con las dos y se dé una roca en el pecho de que,  siendo un viejo cínico y gruñón,  lo quieran estas dos mujeres fantásticas..

                                                  Dos mujeres y un Reefat

Con todo y las mañas y fallas del protagonista, hay momentos de verdadero terror en la serie lo que la sitúa sin problemas dentro del género. Ayuda a crear atmosfera la inclusión de elementos mitológicos. Por ejemplo, el silfio realmente existió y se extinguió debido a que era “la píldora del día después” de La Antigüedad. Se cree que era una especie de las férulas y su aspecto físico era el de un hinojo gigante, no la flor que aparece en la serie. Estrabón cometió el error de confundir al silfio con la asafétida, tan usada en ritos mágicos, pero cuando se vio que carecía de propiedades anticonceptivas se dieron cuenta del error.

                                              Una representación de la verdadera silfio y la üsurpadora"férula"

La serie abarca muchas alusiones culturales del mundo del horror desde las maldiciones de momias hasta las náyades. Ellas eran ninfas de la mitología griega, pero veo en Wikipedia que muchas de estas ondinas de rio estaban asociadas con el Nilo como Arsinoe, madre de Cadmo, y Europa, madre de las Danaides. Me pareció interesante que el termino efrit que en folclore árabe se refiere a los genios criaturas que oscilan entre hadas y demonios en Egipto sirva de sinónimo de fantasma. Eso se debe al legado de la religión faraónica.

Recomiendo la serie y ojalá le hagan una segunda parte.

Contenido Violento o Gore: Como buen relato de terror,  Paranormal no escatima escenas espeluznantes:  autopsia de una momia, vistas panorámicas de cuerpos despedazados esparcidos por las arenas del desierto, y las alucinaciones y sueños de Reefat que incluyen un laberinto por el que fluyen ríos de sangre. Mas tenebrosa es la descripción de un crimen de honor o que una mujer torture al violador de su hermana

Contenido sexual: Como toda producción de un país islámico, no hay sexo ni alusiones sexuales. Se infiere de la trama que la pasión sexual engendra violencia en contra de quien es una víctima como en el caso de la madre de Shiraz o de la náyade que, tras ser violada,  fue ajusticiada por su propio padre.


                          La futura nayade antes de ser victima de un crímen de honor

Contenido feminista: Egipto ha sido uno de los países musulmanes que más libertad ha dado a sus mujeres. Eso lo notamos en el retrato de Howaida que,  a pesar de su sumisión, timidez y semi-pasividad,  usa minifaldas, sabe conducir, vive sola y tiene una profesión que ejerce. Por otro lado, vemos en Raefa, el cliché semita (que no deja de ser cierto) de la esposa que adentro de su casa manda y domina al marido y a su familia.

Lo fascinante de la serie, es como nos señala que el peor horror viene de creencias patriarcales. El Señor Jadrawy que por mantener su honor destruye la vida de su hija y la de su nieta no es muy diferente al curandero local que asesina a su hija por dejarse violar,  y corta la lengua de la otra para que no lo delate. El que esta última logre secuestrar al violador de su hermana y se dedique a torturarlo diariamente ofrece otro aspecto del empoderamiento femenino en esta sociedad de víctimas del machismo.

Factor Diversidad: Como se trata de una historia que ocurre en un país africano, ya de por si es diversa. Lo “diverso” de la historia es la aparición de personajes como Maggie que viene de Europa

 

 

jueves, 16 de abril de 2020

Doctor Freud, Cazador de Taltos: Netflix Lleva a Sigmund a un Oscuro Reino de Fábulas.



“Freud”, la nueva serie de Netflix es difícil de digerir, de entender y de calificar. Tras mucha meditación, la coloqué en este blog porque la presencia de una Taltos la hace fabulosa; la enredosa conspiración Szapary la acerca a una ucronía; y ver al Padre del Psicoanálisis pasar de hipnotista a detective, a exorcista drogadicto (sin olvidarnos de sus escenas soft porn) son suficiente razón para hablar de una fantasía imposible. Si la han visto opinemos, si no, lean y tiemblen.

¿Era Freud drogadicto? Secretos de la Historia
En tres palabras, “Freud” es una melange de sexo, gore y drogas. Lo que fuera característica de las series de HBO ahora lo es de Netflix. Al menos en sus tres primeros episodios es entretenida, misteriosa, y llena de posibilidades, pero a partir del cuarto hasta los de estómago fuerte se aprietan la nariz, ahogan las náuseas y abusan del Fast Forward.

Ustedes saben que soy amiga del pasado y que me molesta cuando lo pasan a llevar en los seudo period pieces, pero hay tres subgéneros dentro de la ficción histórica donde se permiten licencias: la ucronía (Inglorious Basterds); la fantasía (Abraham Lincoln, Vampire Hunter) y los historical whodunnit. “Freud” parecía pertenecer a este último subgénero y por eso no compartí la ira sagrada de Adrian Horton en The Guardian (un periódico enamorado de las fake news y licencias dramáticas ofrecidas por series y filmes que propagan sus ideas) ante las falsa historicidad de esta serie.

En un misterio histórico, el personaje real pasa a ser el detective y como tal pierde muchos de los atributos que los biógrafos le imprimen. Además, este es un Freud pre-psicoanalisis que está experimentando con la hipnosis como en mi época experimentábamos con los yoyos (en vez del juguete, tiene un reloj de bolsillo que balancea ante los ojos de quien quiere poner en trance).

Robert Finster interpreta a un Freud jovencito que tiene más deudas que pacientes, que irrespeta la cena de Sabbath en casa de sus padres para exigirle al cuñado que le devuelva un préstamo, y que debe posponer su boda (con Martha Bernays que eventualmente se convirtió en Frau Doktor Freud) porque la suegra no cree que pueda mantener una familia.

Si enfatizo este punto es porque me ha asombrado que bastiones progresistas como The Guardian  aúllen airados ante la “falta de historicidad” de la serie cuando ni se inmutaron ante la premisa esbozada en “The Crown” de que Isabel II es físicamente incapaz de llorar; cuando babean mieles sobre el inexacto retrato de Madam CJ Walker que tiene a historiadores afroamericanos y hasta a la nieta de esta heroína impactados por sus desatinos:  o cuando permanecieron mudos ante la mamarrachada cometida con el relato del incendio del Bazar de la Charité.

Aquí no hay problemas históricos, graves. Sigmund Freud fue repudiado en sus inicios (y en su madurez) por el colectivo médico y científico y fue tildado de charlatán. El antisemitismo era rampante en el imperio austrohúngaro y alcanzó frontalmente a Freud en los 1880, tal como atacaría a Paul Ehrlich en Alemania en los 1890 (ver “Charite”) y a Max Liebermann en la Viena de la Belle Epoque (ver “Vienna Blood”).

La clase militar austriaca era tan rígida, conservadora y antisemita como la alemana. El reinado de Francisco José se vio sacudido por revoluciones y levantamientos en diversos puntos de su amplia geografía. El peor fue la revolución de Kossuth de 1848 que dejó al emperador (y a pesar de la adoración de Sissi por todo lo húngaro) con profunda desconfianza por sus súbditos magiares y en el pueblo húngaro dejó rencor y un amargo deseo de revanchismo. Debido a eso no es imposible imaginarse la posibilidad de una conspiración vengativa como la de la Condesa Szapary (Anja Kling). Pero lo que convierte a este relato en historia alternativa es trasladar esa revolución a 1868 para permitir a Freud interactuar con los conspiradores.

Primera Interrogante.  ¿Fue Sigmund Freud un cocainómano?  Desde sus años en la universidad había usado la cocaína (que sería un medicamento legal hasta el Siglo XX) para curarse los ataques de sinusitis y es más que probable que se volviese adicto a la droga. Así es que mostrárnoslo tomándose sus gotitas hasta en la ópera y usando la coca para calmar pacientes y engatusar a su ama de llaves no son meros inventos.

Pues parece que ha sido un shock para los Freud Fans (todavía existen) saber que Sigmund jalaba coca. Bueno, jalar, jalar…solo se plantaba sorbitos como si fuese un jarabe para la tos. No he visto todavía un sitio importante no comenzar su crítica de esta serie sin aludir a la drogadicción del gran psiquiatra.

Aun cuando saben de la amistad de Freud con la pasta, les parece de mal gusto que se incluya en la serie. Sii, los mismos que ni se quejaron cuando en otra serie de Netflix convirtieron a la Zarina Alejandra en drogodependiente o que les encanta “Elite”, una oda al drogadicto y al camello que lo provee.

¿Plagio de Vienna Blood?
“Freud” es un coctel de “Vienna Blood” y “Penny Dreadful” sin la profundidad o humanidad de la última. Tiene una estética que recuerda a los filmes de horror de la Hammer salpicada del gore de Dario Argento. Su trama, como en” Vienna Blood”, se centra en la curiosa sinergia entre un joven médico judío y un reprimido y austero policía, aquí llamado Alfred Kiss (Georg Frederich).

Un ex soldado, Kiss rumia su antisocial tristeza en la policía vienesa, guarda su ternura para sus nietecitas, y lucha como un don Quijote por batallas perdidas porque en Viena siempre mandan los poderosos. Su Sancho Panza es el obeso, centrado y escéptico Porschaerer (Christoph F. Krutzler) al que le da por cantar en las tabernas..

El primer encuentro entre Kiss y Freud es motivado por el horrible ataque a una muchacha llamada Steffi que, aunque vive en un burdel, no es prostituta. Kiss carga a la joven agonizante a casa del médico más cercano que resulta ser el futuro psiquiatra. Freud no puede evitar la muerte de Steffi, pero esto genera una relación no muy amigable entre policía y médico.

Los temas de “Vienna Blood” que tiene lugar veinte años más tarde, se repiten en este relato, solo que los crímenes van todos conectados. Así notamos que el imperio no era muy distinto: tenemos secretos militares, conspiraciones de xenófobos nacionalistas, prostitutas mutiladas y hasta una médium, aunque esta parece estar viva.
Freud antes del psicoaalisis  y Schnitzler antes de La Ronda

Freud es arrastrado por su mejor amigo (y cocaine buddy) Arthur Schnitzler (el austro-chileno Noah Saavedra) a casa de los Condes Szapary, una pareja de exiliados húngaros. No se sabe si los Szapary son pareja o hermanos, aunque usan la misma mascara de ojos. lo que si saben hacer son soirées extravagantes, desde sesiones espiritistas hasta tableau vivants con gente semi desnuda de todos los sexos. Hasta se consiguen una momia para tener una ceremonia egipcia con la que entretienen al heredero al trono, el Archiduque Rodolfo, si el de Mayerling. En todas estas empresas, los Szapary son asistidos por Fleur Salome (Ella Rumpf), una huerfanita a la que han criado, pero de quien exigen que colabore en sus estafas ocultistas como médium, sacerdotisa, etc..

El problema es que Fleur comienza a manifestar poderes reales. Tiene visiones del pasado, presente y premonitorias. Así consigue rescatar a la pequeña Clara, descubrir a su secuestrador y presenciar una horrorosa masacre perpetrada por el tenor de moda.

A pesar de que Fleur se convierte en colaboradora del Dr. Freud, su talento choca con el escepticismo de la mente científica freudiana. Una subtema de la serie es la incredulidad, tanto la de la clase médica por los métodos de Sigmund, como por parte de él hacia los inexplicables dones mediunísticos de Fraulein Salomé.

En el Laberinto de la Hipnosis
A pesar de que la serie es extravagante (Tipo “Sherlock Holmes” de Guy Ritchie) la acción es convulsa y disparatada, y que personajes y subtramas se desperdigan sobre el tapete que es Viena, hay un hilo conductor:  la hipnosis. Ese es el eslabón que vincula este cuento con la verdadera obra freudiana. Al comienzo de la historia, Freud acaba de regresar de Paris donde, bajo la guía de Charcot, se ha iniciado en los misterios del hipnotismo que los neurólogos vieneses ven como una maroma de circo.

Freud entrena a Lenore, su casera, para que finja ser una mujer que ha quedado muda debido a la muerte de una hija. El problema es que tanto ensayan la escena que cuando llega el momento para hacer creer a los médicos serios que existe una cura hipnótica para el mal, ¡la pobre Lenore cae en trance y queda muda de verdad!

Freud es acusado de ser” un charlatán judío” y es el hazmerreír hasta de sus parientes, Pero la cura en manos más expertas es efectiva. Lo demuestra el Dr. Breuer, mentor de Sigmund, que cura a una mujer ciega y paralitica haciéndola retroceder, bajo hipnosis, a su juventud. El mismo Freud usa la hipnosis para curar a Kiss de una mano agarrotada y así le permite sobrevivir un duelo.

Una noche en que el psiquiatra ha ingerido demasiada cocaína (o le hace mal un coctel, con un toquecito de belladona, que le sirven los Szapary) cae en un delirio y creyendo buscar a su novia acaba en el cuarto de Fleur. Después que ella se ha burlado del relojito hipnótico de Sigmund, acepta ser hipnotizada, así asiste al secuestro y tortura de la pequeña Clara. Días después, cuando gracias a ella Clara es rescatada, Fleur vuelve a caer en trance justo cuando Freud pretende hipnotizar a la pequeña.
Fleur en trance hipnótico 

Sin embargo, Fleur está en las garras de Sophia Szapary cuyos poderes de hipnotizadora son más fuertes que los de Freud y Breuer combinados. Los Szapary quieren destruir al emperador y vengar a su país creando un ejército de zombis vivos, pero en estado de trance que los lleva a cometer crímenes monstruosos como apuñalar en la vagina a la amante, mutilar a la hermanita o en el caso del cantante Mucha, volverse caníbal y engullirse a los padres.
Sophia hipnotiza a Freud

Sophia incluso hipnotiza a Freud, y tal como a Leopold (el hermano de Clara) lo empuja al suicidio, pero Freud, a punta de beberse un ácido en vez de cocaína, logra evitar su auto defenestración. Ahora ya tiene claro que son los Szapary los que representan un peligro para su protegida. Solo que Fleur es más peligrosa de lo que cree el buen doctor.

Es a partir del quinto capítulo donde descubrimos los planes Szapary y donde entra en juego el tema sobrenatural. Es una lástima que de ahí en adelante la trama se concentre más en sexo y sangre, lo que me hace entender por qué los críticos han quedado patitiesos. Incluso nos muestran un Freud pusilánime, totalmente adicto e incapaz de tomar decisiones coherentes o profesionales. Pasa a ser lo que Gereon Rath en la Tercera Temporada de “Babylon Berlin”, un ente hipnotizado y sometido a las drogas. Eso disminuye a Freud que de psiquiatra-detective pasa ser exorcista cuando el endemoniado es el.

Fantasmas, Premoniciones y una Taltos
El tema sobrenatural se presenta de varias formas en la serie. Algunas no llegan a ninguna parte como el vecino fantasma de Freud, o el sueño premonitorio de su novia Martha quien ve a Sigmund a punto de saltar por una ventana. El toque “Reino de Fabulas” de la serie es la supuesta transformación o posesión de Fleur por algo llamado Taltos que nunca llega a entenderse del todo debido a una confusión ignorante que vuelve incoherente al argumento.
Fleur en su infancia

Los Szapary quieren hipnotizar al Archiduque Rodolfo. Este quiere servirse a la médium. Sin advertirle, Sophia envía a Fleur a una sesión espiritista “privada “. Fleur se encuentra con el príncipe encuerado y con ánimo violador. Casi consigue abusar de la médium, pero el ataque provoca que afloren en Fleur fuerzas sobrehumanas y a cabezazo limpio le baja la libido al heredero al trono. Mas encima le vomita encima y huye.
Archiduque violador

Fleur violadora

En la calle, un hombre acosa a Fleur que sin tocarlo lo hace darse de cabezazos en la pared, llega al piso de Freud donde procede a violarlo varias veces de noche, de día, e incluso en presencia de Lenore y de Eli, su cuñado por partida doble. Eli, que ha venido a cancelar una deuda, cambia de idea y prefiere chantajear al novio de su hermana. Freud no está para eso porque Fleur ha vuelto a desaparecer

Entre el cuarto y quinto episodio el argumento deriva en cuento de terror y se descalabra. No es que no sea posible combinar lo sobrenatural con un misterio policiaco, pero debe hacerse con lógica, palabra que los libretistas desconocen.

Antes de ir a su encuentro con el archiduque, Fleur se para ante un espejo y Sophia le dice “te estas convirtiendo en una Taltos”. ¡Error!  Se nace Taltos, no se convierte en uno, pero la serie insiste en mostrarnos a Fleur como poseída por un demonio, para colmo, masculino. Para mayor ignominia, Fleur es atacada por un tremendo apetito sexual, una resurrección del mito misógino que la mujer que expresa agresividad sexual está endemoniada.

Freud consulta en un libro el significado de la palabra “Taltos” que Fleur repite en sueños. Descubre que se trata de personas que poseen poderes sobrenaturales tales como la necromancia y el dominio sobre voluntades ajenas. Quedémonos en “personas con poderes sobrenaturales”.  Históricamente, Taltos era el nombre que los primeros húngaros (magiares y hunos) daban a sus chamanes. Los Taltos sobrevivieron a la llegada del cristianismo. Se cree que varios reyes de la Dinastía Arpad fueron Taltos como lo fue San Esteban (el húngaro, no el judío lapidado).

Un/una Taltos nace con defectos físicos (seis dedos en cada mano, membrana sobre la cabeza, etc.) y sus dones se acrecientan con la madurez. Su mayor talento es el viaje astral en el cual “envía su alma a las estrellas” lo que le permite encontrar tesoros ocultos y prever el futuro, pero el principal objetivo de todo/toda Taltos es proteger a la comunidad magyar. Eso es lo que hizo Fleur de niña cuando salvó la vida de Sophia y es lo que hará al final.
Fleur salva la vida de Sophia

Por eso no se entiende que, por cuatro capítulos, Fleur actúe como poseída por un ente maligno lo que hace creer a Freud que sufre de doble personalidad y a la policía que se trata de una psicópata criminal. Mas incomprensible, si Taltos ya está dentro de la médium no se entiende la necesidad de esa ceremonia sangrienta y obscena en que se busca recrear el momento en que afloraron los poderes de Fleur.
Como no nos cuentan quien es Fleur (hasta ese nombre francés no es propio de una campesinita húngara) no sabemos si antes de conocer a Sophia ya manifestaba su condición de Taltos. Tampoco la serie nos explica de donde le nació la clarividencia. A juzgar por la de veces que vemos sus paños higiénicos ensangrentados, tiene que ver con su regla. Víctor Szapary dice que Fleur “siempre ha estado maldita”. Esa no sería la manera en que un húngaro se referiría a una Taltos.

La serie ha sido escrita entre tres libretistas, pero da la impresión, a partir del desmadre del capítulo 5, que cada uno escribe desde su casa y no se contactan entre sí. Eso podría explicar la madeja de absurdos que se desovilla a partir de la posesión de Fleur y la cantidad de cables desconectados que quedan al final. Un final atropellado y absurdo. ¿Tenemos que creer que fueron los poderes psiquiatricos-hipnoticos de Freud los que consiguieron que Fleur encontrase su verdadera personalidad o acaso el médico practicó un exorcismo que expulsó al espíritu maligno del cuerpo de la médium?

Mirando la descripción con la que se vendió la serie nos percatamos de que no cumple ninguna de sus promesas. “El joven Sigmund Freud resuelve varios misterios en a Viena de 1886 con la ayuda de la médium Fleur Salome y del policía Alfred Kiss”.  Freud no resuelve ningún misterio, y en un momento, los tres protagonistas andan cada uno por su lado, preocupados de sus asuntos y no se sabe cuál de los tres está más loco.

Las Dificultades de Convertir a Freud en Personaje de Ficción
Las descripciones culturales de Sigmund Freud siempre han sido controversiales, incluso la mejor, una miniserie de la BBC de 1984 en donde David “Poirot” Suchet se encargaba de representarlo. Recuerdo una escena totalmente WTF donde Miriam Margolyes, interpretando a una paciente, ¡le solicita al psiquiatra “un masaje genital”! (Era una práctica muy común de los psiquiatras de la época “para calmar” a mujeres histéricas. ¡Cochinones!)

Pero incluso en una visión “seria” de Freud se encuentran estas extravagancias. Vale recordar “Freud: Pasión Secreta”, la visión surrealista de John Huston del origen del psicoanálisis con un Montgomery Clift atormentado por fantasías edípicas con su madre y una paciente (Susannah York), tan seductora y enigmática como Fleur. ¿Qué se puede esperar de un libreto de Jean Paul Sartre?

Ni habar de la exitosa novela de Nicholas Meyer The Seven Per Cent Solution llevada al cine en 1976 con Alan Arkin como la quintaesencia del doctor judío atendiendo nada menos que a Sherlock Holmes que viene a curarse de su drogadicción. Un caso de “medico cúrate a ti mismo” acompañó a esta premisa de que se pueden mezclar personajes de ficción con seres de la vida real.

Solo que nada llega al nivel demencial de esta última barbaridad netflixiana que entremedio de disparates tiene motivos recurrentes e inexplicables. ¿Cuál es el significado del gentil lobo que aparece tanto en los sueños de Fleur como en los de Kiss? ¿Qué significado tiene que Sophia para un hechizo entierre su peluca? ¿O que Fleur al transformarse en Taltos se rasure las cejas? ¿Y por qué, porque los escritores tienen esa obsesión con gente vomitando?
Lobo inexplicable
El entierro de la peluca

Aunque la pregunta del millón es ¿cuál es la razón o motivo de que a cada rato veamos penes ensangrentados en pantalla? Es tan importante la presencia de los genitales masculinos en esta obra que en The Irish Times, el crítico comentó que la próxima vez que “El Chico” (The Lad) aparezca en pantalla “se debería darle algún parlamento”.

No, puedo, con dolor del corazón porque pudo ser una magnifica serie, no puedo recomendar “Freud “a menos que quieran ver hombres brincando con sus colgantes dando brincos al unísono, o tengan mucha curiosidad y tiempo para ver relatos mal contados y llenos de despropósitos.