Decidí tomarme un descanso de mis reportes en Facebook, y
darle una clausura decente a este reino, al menos por lo que resta del año y
desearles unas felices fiestas y augurarles nada más que cosas buenas para este
año que viene.
Como saben, regreso (Primero D-s) al Hemisferio Norte en
unos días. Voy a tener que sacrificar a mi Khaleesi dejándola en casa para que...no
sé...pero las hordas Dothraki la amenazan. A mi amado Samwell (mi laptop) lo pude mandar a resguardo en otra
ciudad en un armario que será el equivalente de la Ciudadela de Antigua. A
pesar de que recientemente adquirí la tablet Melisandre, esta, como
corresponde a la Mujer Roja, sigue siendo un enigma para mí. En resumen, no sé cuándo
ni cómo reanudaré mis actividades blogueras.
Ha sido un año muy curioso en lo que respecta a la fantasía.
Por un lado perdimos a grandes exponentes como lo fueron David Bowie y Alan
Rickman, por otro presenciamos los desastrosos cierres de “Penny Dreadful” y la
muerte de Abbie en “Sleepy Hollow”. Pero no puedo hablar mal de un año que
acaba con las aventuras de Newt Scamander. Aunque no he visto todavía el filme,
(. Lo bajaré de Netflix una vez que este instalada en Queens) los trailers y
clips me traen loca. No solo porque me encantan Newt y Tina Goldstein (También Eddie Remayne y
Katherine Waterston que los interpretan) sino porque “Las Bestias Fantásticas”
han abierto la puerta para que regresen todos los personajes de J.K. Rowling. Increíble
que gracias a un texto escolar podamos
recobrar el mundo de Hogwarts pre-Harry Potter. Mejor dicho la cultura ya que
ahora estamos viendo los conflictos entre magos y muggles en una Nueva York alternativa de los años 20s donde los duendes regentan speakeasies y las brujas se viste de flappers.
Mis franquicias favoritas regresan en el 2017. No solo
tenemos la felicidad de saber que Newt ya tiene dos filmes más (el próximo debuta
a fines del 2018) en los que el mago luchará contra Gellert Grindewald, un
villano peor que Voldemort. En mayo Johnny Depp (quien interpreta a Gellert)
surcará los 7 mares nuevamente y en
compañía del Holandés Errante. No tendremos Kiera, pero si a Jack Sparrow y a
Will Turner (Orlando Bloom). Aunque lo que más me ha gustado del tráiler es
Javier Bardem. Si Pe casi arruina la franquicia, su marido, en la piel del Capitán
Salazar, logrará opacar a Depp en esta nueva entrega de "Los Piratas del Caribe".
Estoy tan contenta que hasta la nueva versión de “La Momia”
me parece atractiva. Creo que esta versión con Tom Cruise volverá los ojos al clásico
de Karloff y no a la fantástica amalgama de terror y humor que Stephen Sommers
nos brindara a fines del Siglo XX.
Hablando de acostumbrarnos a nuevas versiones, veré “La
Bella y La Bestia” nada más que por Emma Watson, pero no quiero ver “The Dark Tower”. A
ver, primero te dicen que va a ser una serie, luego que van a comprimir toda una
saga en un par de horas. Primero que Roland será Javier Bardem, luego Russell
Crowe y de pronto te tiran a Idris Ebla encima. No me malinterpreten que no soy
racista, pero nunca me imagine a Roland con ese aspecto y ya me lo hacía con
acento español o neozelandés.
En cambio, tengo mucho interés en un filme francés que se
llama “Planetarium”. Natalie Portman me ha impresionado con sus elecciones de filmes en los últimos
años y esta historia de hermanas con poderes paranormales que son utilizadas
por los medios en una Francia al borde de la Segunda Guerra Mundial es
llamativa. Además que ver a Lily Rose Depp (la primogénita de Johnny)
interpretar a la hermana menor de Nat ya es un plus mayor.
Pero es en la televisión donde la fantasía ofrece la mayor
diversidad para el año que viene. Nunca les he hablado de uno de mis filmes favoritos,
a pesar de que está dirigido a una audiencia más joven. Me refiero a “Lemony Snickets:
Una serie de sucesos desdichados”. Aunque
pensé siempre que el Conde Olaf solo podía ser Jim Carey, ya quiero ver a Neil
Patrick Harris dándole vida en la nueva versión, ahora en formato de serie que
ha creado Netflix.
Voy a despreciar a Stephen King porque solo veo mediocridad en
la adaptación de La Torre Oscura,
pero si espero con ansias a ver cómo han traducido a Neil Gaiman en Starz, Finalmente tendremos “American Gods” este 2017.
Ian McShane como Mr. Wednesday (Entertainment Weekly)
Este va a ser un año de viajes en el tiempo. Tenemos al
inventor de la máquina del tiempo H.G.
Wells (Freddy “Dickon Tarly” Stroma) en “Time
after Time”, “Timeless” que tiene un
vago parecido con la española “El Ministerio del Tiempo” y que ya Sony puso en pantalla, y una comedia que es la que más me atrae llamada
“Making History”.
Charlaine Harris no solo es culpable de “True Blood”, también
escribió una serie que ahora llega a las pantallas de la NBC, se trata de “Midnight,
Texas”, la historia de un pueblecito pintoresco donde conviven brujas,
vampiros, licántropos y ángeles.
Y aunque le huyo a toda esa camada de superhéroes tipo Marvel
si voy a ver “Iron Fist “(Puño de Hierro) tal vez porque el héroe es interpretado
por un tal Finn Jones, ex Caballero de las Flores o mejor dicho Ser Loras Tyrrell.
(E Online)
Ya sé que hay más, pero estas son en las cuales quiero invertir mi tiempo y energía. Díganme cuales les parecen más interesantes y que otras ofertas fantásticas, que o ya debutaron en cine y televisión o se anuncian, les interesan.
Ya es hora de cerrar esta página e irme a dormir. Solo me resta
decirles que los amo, mis Reinas y mis Reyes y que espero volver a encontrarlos pronto en
ese Reino de Fábula que se llama New York. Muy Feliz Navidad y nos veremos
el próximo año. Téngame en sus pensamientos y oraciones.
Hace tiempo que tenía ganas de escribir algo sobre ese universo
fantástico nacido de la fértil imaginación de J.K. Rowling. Solo que decir “Harry
Potter “evoca tal desmesura de información que decidí empezar por algo “sencillito”
(como diría Lord H.)e imaginarme como sería si hubiera recibido una Carta de
Aceptación para estudiar en Hogwarts.
¿Qué tipo de aprendiz de bruja sería yo? ¿A quién admiraría en esa institución? ¿Cuál hubiera
sido mi curso favorito? ¿Mi maestro predilecto? ¿De quién me hubiera enamorado? ¿Y qué personas importantes en mi vida me recuerdan a personajes de HP?
¿Cuál sería mi casa?:
Ravenclaw sin duda. Ahí es donde me enviaría
el Sombrero Seleccionador. Usar la bufanda azul y bronce es el destino de los
intuitivos, creativos e intelectuales y
también de los excéntricos, antisociales, ect. como Servidora.
¿Quién sería mi estudiante favorita y modelo a
seguir?
No es noticia que Hermione
Granger es mi adoración, mi personaje favorito de todos los creados por J. K. Es una de mis heroínas
más queridas en toda la literatura, no solo de género, solo comparable a
Melanie Hamilton en mi lista de protagonistas ideales. Y si Melanie fuera bruja
(que es una posibilidad inexplorada) sería como Hermione. Aun así no creo que
“Mione” y yo llegáramos a amistar. La sinergia que comparte La Bruja más Inteligente de su Generación
con Harry y Ron, impide su intimidad con otras
plebeyas. A pesar de que no se llevaba mal con Ginny y Luna, no la creo capaz
de sentirse igual a otras de sus pares.
¿Qué tipo de
estudiante seria yo?:
No hay modo que pudiera ser Hermione aunque comparto
sus inseguridades. Tras revisar el currículo de Hogwarts, creo que podría ser
tan buena estudiante como ella (solo la clase de vuelo me parce difícil). En
general, me veo como un cruce ente Luna Lovegood y Neville Longbottom. El tipo de
persona que invita al bullying pero que también desarrolla amistades profundas con
gente que vale la pena. Sería menos
valiente que Neville y menos franca y exagerada en el vestuario, que Luna. Pero
sería excéntrica sin empacho (por algo Hogwarts es una escuela poco
tradicional) apegada a las reglas de la institución, tímida, solitaria, y a
ratos distante.
¿Cuáles sería mis cursos
favoritos?: Pociones, Herbología y Defensa contra las Artes Oscuras.
¿Quiénes seria mis
maestros favoritos?:
Esa es respuesta fácil. Los mismos que siempre
apoyaron a Hermione: Albus Dumbledore y Minerva McGonagall. Aunque es innegable
que Severus Snape era un mago brillante, era un pésimo maestro. El tipo que
promociona el bullying contra estudiantes frágiles como Neville y a la vez desprecia
el intelecto precoz. Lo notamos por el
sarcasmo con que trataba a Hermione. Una lástima porque me encantaría asistir a
sus clases.
¿De quién me
enamoraría?:
Obviamente de Sirius Black si tuviera la suerte de codearme
con él. Y si no es de Sirius, me enamoraría de Remus Lupin, mi única debilidad (como diría Dorcas Lane) son
los licántropos.
¿Qué mascota me
gustaría tener?:
Gatos, gatos y gatos. La Profesora McGonagall en su
versión de animago, Crookshanks y hasta Mrs.
Norris.
¿Cómo sería yo si me
graduara de Hogwarts? :
Me temo que estaría tan cómoda e el internado que
no querría abandonarlo por lo que me convertiría en parte de su equipo docente y
terminaría siendo una especie de Sybil Trelawney.
Eso si no me rompen el
corazón y me paso al lado oscuro que entonces terminaría siendo... ¡Bellatrix
Lestrange!
¿A quién querría
tener en mi vida?
Hagrid. No puedo imaginarme alguien más leal y útil que
ese gigante, y también me gustaría ser adoptada por Mama Weasley.
Aparte de sus idiosincrasias sobrenaturales y poderes
mágicos, existen en nuestras vidas personajes como los de la saga. Una grandeza
de J-K Rowling fue adjudicarle “humanidad” a sus magos, brujos. Hasta en el
gran villano del cuento (en su etapa Tom Riddle) encontramos la soberbia del
inseguro, y después al vanidad del hambriento de poder (en su etapa Voldemort).
En mi vida hay muggles cuyas personalidades se asemejan a
los del universo de Harry Potter. Obvio que hubo un Draco (y Dracas) en todas
las escuelas a las que asistí y he conocido personas tan oscuras y nocivas que
no tienen nada que envidiarle a un dementor. Y mujeres sádicas que no deberían
estar a cargo de niños como la Dolores Umbridge.
En mi escuela judía conocí una
Hermione, pero se movía en otra esfera. Estaba tan obsesionada con proteger a
los elfos que nunca pudimos ser realmente amigas. Creo que salí alguna vez con
algún Neville, y por supuesto lo desprecié. Así de bruta he sido.
Mm, llevo casi dos páginas y no he nombrado al Innombrable
(no no me refiero al interpretado por Ralph Fiennes).Si se preguntan a qué personaje
de Hogwarts corresponde Lord H, la respuesta es simple, sin ser pelirrojo el
hombre es un Ron Weasley total y por eso,
parafraseando a Hermione, “Vivo enojada con él”.
Aun sin iniciar, La Quinta Temporada de “Juego de Tronos”
viene precedida por una controversia. Es casi aparente que no incorporaran
totalmente a la trama las familias Greyjoy y Martell, a pesar de se prominentes
en los últimos libros de Una canción de hielo
y fuego. Es comprensible, meter tanto personaje nuevo exigiría gastar en
más actores y terminaría de confundir a una audiencia que los productores de la
serie ven como mentalmente limitada. Sin embargo, los lectores de la saga hemos
podido reconocer y amar a todos esos personajes a través de cinco libros. ¿O no
es eso cierto y George R.R. Martin se da el lujo de asesinar personajes porque le sobran?
A comienzos de este milenio, la industria editorial
angloparlante (la más grande del mundo puesto que abarca también un vasto
mercado de libros en traducción) estableció una serie de reglas para la futura
publicación de libros. Una de ellas era un cierto límite de personajes. Por un
lado, cuantos más personajes existan en una novela afecta el grosor de la misma, se crea un gasto mayor en la impresión de paginas y un aumento en la tala de los arboles.
Para ayudar a recordar los personajes
Por otro lado está la percepción que la industria tiene del
publico lector, grupo en vías de extinción. Se parte de la base, no totalmente
errada, de que debido a la prevalencia
de una cultura audiovisual, las nuevas generaciones ya vienen con déficit de
atención y discapacidad de retener información. Muchos personajes cuyos nombres
no pueden retener apabullan a estos
lectores y lo alejan de lecturas pesadas.
Ese es un factor que no se aplica a mí. En mi lista de libros
favoritos las novelas abarca-personajes son una presencia constante: desde La guerra y la paz hasta The Winds of War de Herman Wouk; desde Quo Vadis? hasta Lo que el viento se llevó; desde
Llegaron las lluvias de Louis Bromfield (un Premio Pulitzer ya olvidado,
pero maestro de la novela coral) hasta El
cuarteto del Raj de Paul Scott.
Se cree que quienes más se confunden con un exceso de
protagonistas son los lectores más jóvenes. No sé cuan cierta sea esa
aseveración puesto que leí casi todos esos libros a edades impresionables y
tempranas. Me zampé Quo Vadis a los
ocho años. Un año más tarde estaba leyendo el libraco de la Mitchell, y Bromfield se convirtió en mi novelista favorito
entre mis once y catorce años.
No recuerdo haberme intimidado ante el diluvio de personajes,
por el contrario lo que suele ocurrirme con ese tipo de novela es que tiendo a
encariñarme con figuras menores (Léase Sam Tarly y Melisandre) y mentalmente me pongo crearles sus propias
historias. La de fanfiction que escribí,
antes de que existiera este término, sobre La Familia Fontaine de GWTW.
Mi opinión no es aplicable a este caso puesto que soy una freak del Siglo XX, No pertenezco
al colectivo en cual la industria editorial espera pesca adeptos. Pero si fuera
cierto ¿Entonces cómo se explica que nuevas generaciones sean fanáticas de las
sagas de Tolkien, de la serie de Harry Potter y de Una canción de hielo y fuego? Todos esos títulos abarcan mamotretos
(aun divididos en diferentes volúmenes) colmados de nombres propios que van asociados
a rostros y personalidades reconocibles.
Recientemente volví a escribir ficción, más como experimento
y terapia que por deseos de publicar. Por eso no me estoy ateniendo mucho a las
reglas. Decidí “resucitar” una novela casi terminada en el 2004 y que abandoné
precisamente por tener un plétora de
personajes. Ahora el rescribirla, y para reducir el problema de los enredos del
múltiple puntos de vista, decidí abocarme solo a seis narradores (todos en
primera persona).
Cuando mis Betas me recordaron la regla en contra de ese
exceso, me detuve a meditar si realmente es valida. La respuesta la tienen
ustedes mis Reyes lectores. Y me refiero a quienes leyeron la saga de Martin
antes de conocer la versión televisiva. Como saben, yo vi y me enamoré de la adaptación arcangélica
antes de hincarle el diente a los libros. Por lo tanto no puedo responder las
preguntas que estoy a punto de formularles:
¿Les cohibió la cantidad
de personajes que encontraron ya en el prime volumen (Juego de Tronos)?
¿Pudieron seguir la novela
sin problemas o necesitaron de una
segunda o tercera relectura para engancharse?
¿Hay personajes menores
que olvidaron? O por el contrario, ¿fueron atrapados por algún personaje
secundario (léase no narrador)?
¿Se consideran fanáticos
de novelas con muchos personajes o
Martin seria la excepción?
Recientemente hablaba con alguien que me confesaba haber
dejado la saga precisamente por el problema
de la sobrepoblación. No solo el exceso numérico la había estorbado sino
que además era el modo en que los presentaba el autor lo que dificultaba su
lectura. Me pareció valido ese punto, porque Martin,y en esto se diferencia de
otros escritores, nos hacer ver la acción dese múltiples puntos de vista.
Rowling podrá manejar docenas de personajes e igual número
de criaturas sobrenaturales, pero la acción siempre es enfocada desde la óptica
de Harry Potter. En cambio, Ser George, y solo en la primera entrega de su Canción, ya nos coloca en las manos de
ocho narradores (Ned, Cat, Bran, Jon, Sansa, Arya, Daenerys y Tyrion), cada uno
con determinada cantidad de capítulos a su haber.
Este problema no afecta al espectador de la serie, porque
ahí los puntos de vista son más sutiles. A pesar de eso, conozco gente que dice
“Dejé de verla porque me dejó agotado. Tantos nombres, tantas caras distintas,
tantos lugares”. Es cierto. Al comienzo estamos en Invernalia tratando de reconocer
a toda esa gente rara, con un poco de ayuda de la sobre-exposición como cuando Arya
susurra “Ese es Jaime Lannister, el hermano mellizo de la Reina”. (Gracias.
Nena, ahora sé quien es ese rucio con nariz quebrada). Pero, a medida que avanzamos
en nuestra lectura nos proyectamos por todo Poniente: El Muro, El Valle, La
Roca y Desembarco del Rey.
En cada viaje nos tropezamos con nuevos y más complejos personajes.
Para colmo, entremedio, nos hacen conocer otro continente y otra cultura. Ósea,
¿Quién es Ilirio? ¿Quién es Jorah? ¿Y cómo diferenciamos a Mirri de Irri y a
todos los khales?Al menos en la serie tienen rostros identificables. En el
libro únicamente tienen nombres, para colmo parecidos. Conozco gente que
confunde a Varys con Vyseris. Y yo por casi un año confundía a Tyrrel con Martell,
y a Tarly con Manderly (“Anoche soñé que volvía a Tarly”. No, como que no pega).
La amiga que abandonó la lectura afirma no molestarle la
cantidad de personajes sino el que los
presente todos juntos tan al comienzo y que no llegue a desarrollarlos
totalmente. Me dijo que aunque el personaje parecía interesante, Martin no había llegado a profundizar en Tyrion, tan
ocupado estaba en contarnos los pensamientos y opiniones de Daenerys y de La
Familia Stark.
Traté de leer Un juego
de tronos para notar esa diferencia. Es tan obvio que Tyrion y Daenerys son
los protagonistas de la saga ¿Pero lo es a partir del primer libro? Mi experimento
fracasó por culpa de Peter Dinklage. Era su voz la que oía cuando el Gnomo responde esa pegunta “Como te gustaría morir” o
confiesa sus pecados ante Lysa Tully (más divertida en la serie que en el libro). En
realidad, yo encuentro que la serie supo capear las debilidades y falencias de
los primeros dos libros. Por algo en su momento la consideré superior a la
saga. Evaluación que las últimas temporadas han probado totalmente errónea.
Sin embargo, el inicio de La Canción antecedió por mas de una década a la adaptación Weiss&Benioff.
La serie tenía un fandom gigantesco y era ya un fenómeno aun antes de la
publicación de Danza de Dragones y
que viéramos en pantalla a nuestro primer Caminante Blanco. Eso, a pesar, de su
sinnúmero de personajes y de sus múltiples puntos de vista que crecen con cada
entrega.
Por eso les pido que retrocedan y recuerden lo que sintieron
cuando por primera vez pisaron Poniente. ¿Qué fue lo que los enamoró de ese
primer libro? ¿El espacio, la historia o algún personaje? Si fue lo ultimo
cuénteme su experiencia porque si de algo culpo a Ser George es de ser un
magnifico desarrollador y creador de individuos, un conocedor finísimo de la
psiquis humana.
Si tuviera la oportunidad de entrevistar a Martin lo primero
que le preguntaría es por qué motivo quiso escribir su obra desde tantos enfoques
diferentes. ¿Acaso era necesario saber lo que pasaba en Invernalia desde el punto de vista de Arya y Sansa? ¿No
bastaba con conocer lo que ocurría desde la perspectiva de Ned y Jon? ¿No
hubiera sido mas interesante si no hubiéramos sabido, sino hasta mas tarde,
quién arrojó a Bran desde la torre y qué relación realmente existía/existe
entre Los Mellizos Lannister? Confieso que para mí la novela esta perfecta como
está escrita, pero si George R.R Martin se hubiera abocado a as reglas
contemporáneas tendría que haber reducido a sus narradores y privilegiado el misterio,
el suspense para incentivar a
lectores.
Si tuviera que escoger a un novelista favorito ese seria
Benito Pérez Galdós. Don Benito escribió entre 1870 y 1915 más de sesenta
novelas (“y sin ordenador”, como nos recordaba a sus alumnos La Dra. Carolyn Richmond,
viuda de Francisco Ayala), aparte de obras de teatro, cuentos y artículos. Sus últimos
libros son voluminosos, llenos de detalles, de alusiones históricas, de descripciones
y plagados de personajes, que, siguiendo la onda Balzac, reaparecen en novelas
siguientes.
Galdós es un novelista genio, peo siempre me he quedado con
lo que mi profesor el Dr. Andrés Franco (QEPD) dijo en una ocasión “Nadie, hoy
en día, escribiría una novela como Galdós”. Aunque gran admirador del escritor
canario, se refería a que la moda
literaria de ese tiempo (Los Ochentas) ya no aceptaría libros tan abigarrados y
exagerados.
Curiosamente, yo encuentro similitudes entre la prosa de Don
Benito y la de Ser George (Galdós también escribió novelas fantásticas): en su
afición al detalle; en lo graficas y apetitosa de sus descripciones de ropa y comida;
y sobre todo en esa humanidad de personajes que por un lado son shakesperianos
en su tragedia, y, por otro, son tan modernos en sus mezquindades y
vulnerabilidad.
Yo soy, como se dice en inglés, character-oriented. No puedo engancharme en ninguna lectura, sea en
papel o audiovisual, si los personajes no me llegan. Y algo que amo en estos
legajos sobrepoblados es la capacidad del autor para hacernos memorables aun a
personajes pequeños. Tal como admiro a Platón Karatiev de La guerra y la paz y eso que
aparece casi al final de la obra y solo sobrevive por unas paginas, uno de los personajes
que mas amo de La Canción es el
Septón Meribald (y Perro) que también solo conocemos en la penúltima novela y probablemente
no volvamos a ver.
Me parece legítimo que haya gente que prefiera novelas con
pocos personajes, pero no que sea un defecto tener tantos actores en una misma
tragedia. Yo entiendo que no se pueda asimilar a la primera una historia tan conglomerada.
Entiendo y comparto la necesidad de leer varias veces la obra. Cada vez que lo
hago (tal como con Lo que el viento se llevó)
descubro algo nuevo, y no me parece un pecado que a un tronero se le olviden
algunos de los nombres de los Greyjoy o
de los Karstarck. ¿Qué opinan ustedes?
Por ultimo, regreso a la comparación Galdós-Martin. Hay
evidencia de que Martin escribe como un novelista decimonónico. El mismo
reconoce que se inspira en Tolstoi y Sir Walter Scott, ambos amigos de los
muchos personajes. ¿Pero ha sentado un modelo Ser George? ¿Hay otros autores
que sigan esas pautas de múltiples narradores y sinnúmero de personajes? ¿O es
Martin único en ese arte y nadie más se atreve a seguir su ejemplo?
A pesar de que el tema fantástico ha existido en la
literatura desde que el cavernícola contaba cuentos a la luz de una fogata, todo
amante de la fantasía estará de acuerdo en que el género ha tenido un auge en
estos primeros años del Tercer Milenio. Pero si tuviéramos que elegir un año
clave para indicar el inicio de esta Era de la Fantasía, ese sería 1997, el año
en que Harry Potter fue a la escuela.
Aunque todos concuerden en que el auge de la fantasía es un
fenómeno fin de siecle y que ha
permitido incluso la resurrección de autores clásicos como Tolkien y C.S.
Lewis, habrá más de alguno que dispute la
importancia de la primera obra de la saga de Rowling. Es cierto que Robert
Jordan, Ursula Le Guin y Sir Terry Pratchett llevaban rato creando su propio
nicho en el reino de la literatura fantástica. Es cierto que fue en1995 que Philip
Pulman comienza con su saga La materia oscura, y que George R.R .Martin inicia la suya en 1996, pero, con todo
respeto, ninguna de esas obras tendrá el impacto que Harry Potter y la Piedra Filosofal, ni pondrán de moda un género
que hasta entonces era considerado solo para aficionados.
La primera novela de J. K. Rowling estaba dirigida a un
publico infantil, pero muchos adultos nos convertimos en adictos a una saga
donde se combinaba personajes tan carismáticos que a ratos no parecían niños;
una estructura familiar a todas los ex alumnos de internados, pero original en
su currículo y cuerpo docente; y la aparición sucesiva de criaturas fantásticas
y elementos mágicos que hiceron la delicia de los esotéricos.
Fue en 1997 que Rowling por fin consiguió un mercado para su
primera novela, pero la génesis de Harry Potter había tenido lugar en dos
países muy diferentes y había necesitado años (y una gran investigación académica)
de preparación. Harry Potter vino a cerrar con broche de oro la New Age del Siglo XX, e inició una
fascinación por la ficción fantástica que caracterizaría a la Era de Acuario y que
es el resultado del angst que suele
aquejar a los humanos cuando ven aproximarse un nuevo siglo.
Se puede decir que Rowling instituye un zeitgeist literario que luego se contagiará a Hollywood y a las
series de televisión. Eso explica la proliferación actual de textos escritos y audiovisuales
que juegan con lo sobrenatural y lo fabuloso. Y ese será el tema de esas “crónicas
fantásticas”. Si bien estaré hablando de productos anglosajones, el fenómeno es
casi universal. Espero que con esta crónica de la fantasía contemporánea
desenterremos productos que pertenezcan a otras culturas y hayan visto la luz
en idiomas que no sean el inglés.
Aunque en los últimos años, críticos y catedráticos han
inventado divisiones y subdivisiones para explicar la diversidad del género fantástico,
yo he preferido crear mis propias definiciones. Así tengo la Era de los
Vampiros que no necesita mayor explicación; La Era de los Mundos Alternativos
que cubre la Alta Fantasía, pero también hace hincapié en la creación y
desarrollo de mundos alternos que pueden surgir de otras fuentes (Fantasía
Artúrica) o ser invento del propio autor como ocurre con La Tierra Media y
nuestro amado Poniente.
También hablaremos de La Era de Los Guardianes que abarca todas
esas historias juveniles del nerd que
se convierte en héroe accidental tras recibir la misión de rescatar a alguien o
recuperar un objeto que puede impedir grandes catástrofes. Finalmente están las
obras inclasificables. ¿Dónde colocamos a Temeraire,
la fantasía histórica de flotillas de dragones que salvan a Inglaterra de una
invasión napoleónica? ¿O esa pasión tan de hoy por los zombis? Y no podemos
habla de fantasía sin mencionar el steampunk
donde lo histórico, la ciencia ficción y lo fabuloso forman un extraordinario menage-a-trois.
Comenzaremos esta ruta fantástica hablando de La Era de los Magos
que obviamente nace con Harry Potter.
Antes quiero hacerles unas preguntas. ¿Por qué son fanáticos del género fantástico? ¿Tienen
alguna división favorita dentro del género? ¿Y qué obra los llevó a entrar en
el mundo de la fantasía? Por ultimo ¿A cuántos de ustedes les llegó el amor por
lo fantástico cuando ya eran adultos?
Un detalle de la maestría de J.K. Rowling es la habilidad
con la que entrecruza los caminos de su Harry Potter con los de cuanta criatura
sobrenatural haya emergido de la imaginación humana. No podían faltar en su
saga los hombres-lobos, pero con Remus Lupin llega el apoteosis de la nobleza licantrópica.
Mas adelante otras autoras de bestseller fantásticos seguirán explorando los
matices benévolos y románticos de los héroes lobunos.
En 1999, el año de Blood
and Chocolate, Rowling presenta en su Harry
Potter y el Prisionero de Azkaban al nuevo Maestro de Defensa contra las Artes
Oscuras, el licántropo Remus Lupin. En su creación de Remus, la autora conserva tres clichés: como humano, Remus es un hombre ejemplar, como bestia es una
fiera peligrosa; la sociedad de magos y brujos también les temen y recelan de
los licántropos; Remus se transforma en cada plenilunio y su apariencia es la
de un escuálido perro gigante y bípedo; y su incurable enfermedad viene de una
mordida de otro lobo humano.
Lo que más me impresionó de Remus, que junto a Sirius y Hermione
son mis personajes favoritos de la saga, fueron los prejuicios que el maestro
debía enfrentar. Prejuicios inexplicables de parte de una comunidad que es blanco
de desconfianzas y que se espera que sea tolerante con especies diferentes. Se
entiende un poco ese temor cuando se observa al otro licántropo de la saga, el
malvado Fenrir cuyo mordisco cambió la vida del Profesor Lupin.
Rowling, famosa por transformar mitos gracias a su
prodigiosa imaginación, le dio sus matices originales al genial maestro-lobo.
Remus únicamente ataca humanos, no es un peligro para los animales del bosque.
Hay maneras de neutralizar su mal. En su juventud la presencia de sus amigos lo
tranquilizaba y la poción de Snape controla sus instintos primarios permitiéndole
ser más humano que fiera, aun en noches de luna. Pero ya vimos lo que ocurre
cuando El Profesor Lupin se olvida de tomar su poción.
Un leitmotiv en la
historia de Remus Lupin es su lucha contra los prejuicios, lo que lo obliga a
renunciar a su puesto luego que se descubre su secreto. Pero también él siente
mucho rechazo por su condición, eso lo hace dudar antes de aceptar el amor de Tonks
y vive una gran angustia durante el embarazo de su mujer ya que teme que el
niño herede su licantropía.
El Matrimonio Lupin (es.harrypotter.wikia.com)
A pesar de que la
literatura fantástica de este Tercer
Milenio, desde fantasías urbanas hasta romances paranormales, hace buen uso de
protagonistas licántropos, la realidad es que los grandes héroes sobrenaturales
son los vampiros cuyo poder romántico ha sido explotado desde que Anne Rice
creara a Louis y Lestat. Tal como el Hollywood
de los 40’s descubriera el potencial de combinar monstruos en pantalla, el género
fantástico de la primera década también decidió explotar esa veta. El resultado
se llamó “Underworld”, una historia de un universo paralelo donde licántropos y
vampiros viven en eterna pugna.
Con Kate Beckinsdale como heroína vampira ya era obvio de
qué lado debíamos estar, pero no fue tan fácil descalificar al licántropo
que Stephanie Meyer crea en su saga Crepúsculo. Jacob Black vino a erradicar toda percepción
de hombres-lobos como bestias feas y poco atractivas.
Más de un purista me saldrá con que Jacob y su pueblo, la
etnia nativa Quileute, no son licántropos sino cambia-pieles. Me vale, si se convierten
en lobos y no en otros animales y viven en tribu/manada son licántropos.
Jacob en traje de lobo (fanpop.com)
En Crepúsculo,
conocimos a Jacob Black hijo de un amigo de Charlie Swann, un chico nativo-americano
huérfano de madre que hace amistad con Bella. Jacob es
quien le advierte a la heroína de que su enigmático compañero Edward Cullen
puede ser un vampiro. A la autora le quedó gustando tanto el personaje que decidió
convertirlo en co-protagonista, parte de un triangulo amoroso, y para añadirle fascinación, lo hizo convertirse en lobo.
Los Quileute son una milenaria etnia que habita los bosques
del noroeste estadunidense. Por siglos han luchado en contra de “Los Fríos” los
vampiros de la región, y para esa lucha pueden transformarse a voluntad en
gigantescos lobos. En Luna Nueva, Jacob
está tratando, a regañadientes, de aceptar que con su madurez ha llegado la
metamorfosis. Al final de la saga el ha asumido su licantropía y la lleva con
orgullo como parte de su herencia Quileute.
La Manada Quileute (freewebs.com)
Pronto Jacob tendría millones de fans “crepusculares” que
hasta hoy se quejan de que no terminara siendo el marido de Bella. La misma Bella
tuvo fuertes dudas, es que a pesar de su lado animal, Jacob es un tipo a todo
dar. Es bueno, valiente, protector y sensato. Más importante, está vivo. Sus
costumbres y las de su gente son menos peligrosas que los hábitos vampíricos.
Aparte de tener la temperatura del cuerpo más alta que la de los demás humanos
es totalmente normal.
La temperatura alta trae a Jacob casi siempre descamisado (twilightsagawikia.com)
Tan normal es Jacob, y tan buen candidato a la mano de
Bella, que Edward, cuando contempla hacer abortar a su mujer, le ofrece
permitirle que se embarace en el futuro
con Jacob. De esa forma, Meyer nos demuestra que por muy licántropo que sea, Jacob es
humano y no representa un peligro para la heroína. Aun así, hay algunos bemoles
en ser mujer de hombre-lobo. El caso Emily es uno. Novia de Sam, el licántropo,
esta humana lleva en el rostro las cicatrices de una discusión con el novio. Mala
idea hacerlo cuando él anda vestido de lobo. Ese episodio hace que al comienzo
de su enamoramiento, Jacob intente alejarse de Bella temiendo hacer daño, pero
rápidamente se da cuenta que puede dominar su instinto aun en la forma de un
animal.
Además de su poder de cambia-piel, Jacob posee otros dones sobrenaturales.
Se comunica telepáticamente con suscompañeros lobos, su fuerza y agilidad son superiores
a la de otros humanos, y tiene la capacidad de que sus heridas cicatrizan
rápidamente. Aunque Bella lo describe como “una persona feliz”, sus ataques de enojo
son de temer. La característica más controversial que la autora le imprimiera a
su licántropo es su manera de enamorarse. Jacob es tan apasionado que a primera
vista elige pareja y nada ni nadie le puede arrancar ese sentimiento. Es lo que
le ocurre con Bella y esa facultad, aparte de la química que existe ente ambos,
fue lo que hizo a muchos pensar que Jacob seria el gran, único y final amor de
la heroína de la saga.
La autora encontró una polémica manera de resolver el
asunto. Jacob se ha jurado matar a la hija recién nacida de Bella, creyendo
como muchos que se trata de una criatura peligrosa. Una sola mirada a la bebé hace que el licántropo transfiera su apasionado amor por la madre a la hija. El
libro acaba con esa posibilidad, que algún día Jacob se casará con Reneesmee.
Jacob y la futura Mrs. Black (fanpop.com)
Con todo el desprecio
que sintamos por la saga Crepúsculo,
es innegable que Jacob Black es el gran héroe licántropo. El cliché del hombre
lobo como un monstruo feo puede continuar en muchas obras menores, pero ya
nadie siente repulsión instantánea por los metamorfos.
Millones de adolescentes de todo el mundo se enamoraron de
Jacob y más se les unieron luego que Taylor Lautner lo interpretara en la franquicia
fílmica. Se puede decir que Jacob puso de moda la licantropía, y estas
criaturas pasaron a ser héroes de sus propias historias desde el “Teen Wolf” de
MTV hasta los protagonistas de “Feroz” la contribución de las telenovelas
chilenas al género.
En el 2009, la tercera entrega de la saga “Inframundo” lleva
de subtitulo “The Rise of the Lycans” y es un retrato conmovedor del sufrimientos
de los licántropos esclavizados por vampiros. Por primera vez el publico
entiende al sed de venganza de Lucian quien perdiera mujer e hijo cuando Viktor
sacrifica a su propia hija antes que verla madre de una criatura híbrida.
Sin embargo, tanto Lucien como Remus Lupin son criaturas de mundos
paralelos. Jacob Black, en cambio, circula en el mundo real, en una reserva india
del estado de Washington. Tres años antes que Stephanie Meyer se enamorara de
este personaje, Charlaine Harris introducía a sus fans y a Sookie Stackhouse al
atractivo loup-garou Cajun Alcide Herveaux en Club Dead. Otro caso de hombre lobo "urbano".
Aunque Alcide aparece en varias novelas de Harris, el
personaje no se haría famoso sino hasta
que en el 2010, en la tercera temporada de la serie, lo interpetrara Joe
Manganiello. Alan Ball y su equipo combinaron esfuerzos para convertir a Alcide
en un galán intenso por dentro y por fuera de sus pieles humanas y lobunas. Como
Jacob, la transformación de Alcide lo convierte en un lobo común y corriente.
Aparte que se le ponen los ojos amarillos, no hay otras características
grotescas en su proceso de metamorfosis, no necesita ni de noche ni de luz de
luna. Con solo quitarse la ropa ya le crece el pelaje.
Como en el libro, Alcide tiene una deuda con el Sheriff Eric
Northman, y éste se la cobra convirtiéndolo en guardaespaldas de Sookie cuando
ella anda en busca del secuestrado Bill. Desde el primer instante hay química
entre el par, y eso que Alcide todavía no se ha recuperado de la pérdida de
Debbie Pelt, su novia de la infancia.
La serie hace un contraste entre el noble y recto Alcide y
la manada de hombres-lobos que obedece a Russell Edginton y que han atacado ya a Sookie.
Como en “Underworld”, los licántropos sirven a los vampiros quienes los desprecian.
Pero aquí es una opción por parte de la manada y de, Coot su líder, quien es la
actual pareja de Debbie. La razón de este servilismo es que los lobos son
adictos a la sangre de vampiro, la famosa “V” y Russell los provee de esa droga
mientras cumplan con sus órdenes.
Ofendido ante la indignidad de depender de vampiros y drogas,
Alcide opta por desligarse de a Manada. Como lobo solitario él puede seguir sus propias reglas morales que lo
llevan a ayudar a Sookie y a sus amigos. En la cuarta temporada, Alcide está
viviendo con Debbie que ha entrado a un programa de rehabilitación, pero el
lobo se ha enamorado de Sookie. Mala idea puesto que ella se debate entre el amnésico Eric y Bill, ahora Rey de los Vampiros de Luisiana.
Alcide y Debbie (silveroffice.com)
Alcide recibe la visita de Marcus, nuevo líder de La Manada
quien desea reintegrar al lobo solitario. Solo por complacer a Debbie, Alcide
acepta, pero su mujer ya ha notado a afición de su compañero por la camarera telépata.
Sookie es rescatada por vampiro y hombre-lobo(cinemaeries.es)
Alcide sigue ayudando a Sookie ahora enfrentada a las brujas.
En una magnifica escena, el licántropo y Bill rescatan a la moribunda mesera. En su desesperación, ambos rezan por ella, la a pesar de que Bill dice que poco valdrán
las oraciones de un vampiro y un licántropo. Debbie enojada con Alcide inicia
una relación con Marcus. Alcide está harto de La Manada, cuyos miembros han
matado a Tommy, hermano de Sam.
(sookiestackhouse.wikia.com)
Cuando el lobo descubre que Debbie no solo le es
infiel, sino que además ha ayudado a Marcus a secuestrar a su hija, Alcide mata
al líder de La Manada y reniega de Debbie con esas famosas palabras:
” Reniego
de ti Debbie Pelt. Nunca más te veré. No cazaremos juntos nunca mas y nunca mas
compartiré mi carne contigo”. La respuesta de Debbie es ir a Casa Stackhouse y atacar
a Sookie quien la mata.
Alcide Herveaux, y su interprete, se habían convertido en un
gran atractivo de a serie de HBO, pero en la desastrosa quinta temporada, el
lobo comienza a perder su gancho y a disminuir como personaje. Su relación con Sookie
va de mal en peor. La mesera, borracha y harta de vampiros, decide probar carne
de lobo pero termina vomitando sobre las botas del licántropo. Eric “glamoriza”
a Alcide para que no tenga sexo con Sookie, pero lo que realmente separa al
hombre-lobo y al hada es el descubrimiento que ella mató a Debbie.
Separado de Sookie, Alcide deambula sin encontrar una
historia propia, aunque en el camino se consigue una licántropa pechugona y la
cámara se enamora del torso y nalgas del lobo. Además de andar desnudo, o semi
desnudo, en casi todos los capítulos, Alcide sufre una crisis existencial. Desea
rescatar a La Manada y enseñarles a sus miembros a vivir con dignidad, para eso
desafía a JD, el nuevo líder...y pierde. Con el rabo entre las piernas, busca
auxilio en Jackson, su padre, a quien Alcide rechazara por ser narcotraficante.
Jackson convence a Alcide que por el bien de La Manada debe drogarse y así vencer
a JD. Alcide mata a JD, pero a costa de sus principios.
En lo que va de esta temporada, hemos visto a Alcide ser antropófago, ayudar
a Martha a robarse a Emma y hasta mostrar trasero en un menage-a trois lobuno. Sin embargo, el que Alcide impidiera a su
violenta Manada matar a Nicole volvió a demostrar su espíritu independiente y
el código valórico que lo convierte en el licántropo mas sexi de la televisión.
En 1999, Harry Potter
y La Piedra Filosofal coronaba las listas de los más vendidos en USA. Ese
mismo año, tres padres de Michigan conseguían que una biblioteca escolar prohibiese
el acceso de ese libro a sus estudiantes. Iniciaba así la guerra entre la
religión organizada y la novela de Rowling a la que se acusaba de promover el
paganismo y de exaltar el aprendizaje de la nigromancia. Pero en un momento en
que todos los medios de entretenimiento masivo homenajeaban los usos de la
magia ¿por qué seria Harry Potter la causa de tal repudio? ¿No seria por su retrato de niños magos
estudiando ciencias ocultas? ¿O por la
peligrosa idea de una niña normal (muggle)
que abandona el hogar para convertirse en hechicera?
blghogwarts.com
Los sucesos de Michigan iniciaron una ola anti-Harry Potter.
Ese mismo año trece estados de la Unión Americana vieron a padres, apoyados por
el clero local, oponerse a que sus
hijos leyeran una historia que iba en
contra del principio cristiano de rechazar la hechicería. En el primer año del
Siglo XXI, una biblioteca publica de la Florida comenzó a dar premios (eso es común
en mi profesión para motivar a los niños a leer) a los lectores de Harry
Potter. El acto originó que los padres demandasen al Sistema de Bibliotecas Públicas
de la ciudad arguyendo que mejor dieran premios por leer la Biblia. La
biblioteca optó por no dar más premios a los lectores de las aventuras del niño-mago.
(loveandlemonpeels.wordpress.com)
Aun así, las demandas en contra de bibliotecas y sistemas escolares
aumentaron y no solo en Estados Unidos. En una escuela cristiana de Kent,
Inglaterra, se prohibió la lectura de la saga, lo mismo ocurrió en escuelas en Canadá
y Nueva Zelandia. Vale decir que todas estas medidas han provocado airadas protestas
de padres y alumnos que apoyan la obra de Rowling, y que el sistema legal estadounidense
siempre ha fallado a favor de la anti-censura, pero como fenómeno
socio-religioso la controversia continuaba.
En el 2001, la congregación de una iglesia de Alamogordo, Nuevo México
incitó a una quema pública de los libros de Harry Potter. En Maine, un pastor y
sus feligreses se congregaron para tijeretear el famoso libro.
(Wikipedia.com)
No es únicamente una manifestación del fundamentalismo Anglo.
La Iglesia Ortodoxa de Bulgaria también ha protestado contra la promoción de la
brujería por parte de una obra dirigida a un público infantil. En el 2003, una
madre rusa demandó a una librería por vender una novela que impulsaba a sus
jóvenes lectores a unirse a cultos satánicos” (¡!!). Como si fuera poco, los
imanes han percibido en Harry Potter expresiones que divergen de las creencias islámicas.
El libro ha sido prohibido en todas las escuelas de los Emiratos Árabes y el
gobierno iraní también ha mostrado desagrado ante su existencia. Aunque en el caso
de las autoridades persas, el problema es que lo vinculan a “conspiraciones
sionistas” (Cada loco con su tema).
Irónicamente, la única religión monoteísta que no tiene
reparos con el contenido mágico de Harry Potter es el judaísmo. Inclusive se
han escrito libros en los que se comparan los valores judaicos (que al final
son los mismos judeo-cristianos) con los códigos valóricos que gobiernan el
universo de Hogwarts. En el 2001, el
Rabino Moshe Rosenberg escribió Morality
for Muggles: Ehtics in the Bible and the World of Harry Potter (Moralidad para
Muggles: Ética en la Biblia y el Mundo de Harry Potter). En el 2007, el
también rabino Dov Kruscher escribió Harry Potter and Torah, y continua explorando
el tema en su blog. Este septiembre pueden leer ahí una comparación entre el concepto
de arrepentimiento que predomina en el
Año Nuevo judío y el tratamiento del
mismo factor en las novelas de Rowling.
(goodreads.com)
Una breve acotación.
El contarles que el judaísmo endorsa a Harry Potter no hace a mi religión
mejor ni a los judíos más tolerantes. Lamentablemente, hay quien considere la
aprobación judaica de la saga como mala prensa. Un poco como la relegación de las obras de Karl
May, escritor libertario y progresista, solo porque era el autor favorito de Hitler.
Por siglos se acusó a los judíos de ser hechiceros satánicos,
desafortunadamente hoy en día hay quienes todavía lo creen. La triste realidad
es que eso afecta al judaísmo moderno obligándolo a desligarse de todo aspecto místico,
sobrenatural y hasta folclórico de nuestra tradición. Tengo amigos que me
critican por escribir fantasía, e incluso por este blog ya que, tal como Harry
Potter, puede crear falsos conceptos (sobre
mi gente y religión) en mentes imberbes.
Pero volvamos a lo que nos importa. Si el judaísmo acepta
que Harry Potter representa valores judeocristianos ¿entonces por qué lo atacan
los cristianos? Una razón de peso la encontramos en un artículo del 2008 de L’Osservatore Romano, el diario del
Vaticano. Ahí el periodista reconoce las buenas enseñanzas de la obra, pero su
mayor reparo es que en el mundo “potteriano” no hay D-s, ósea hay una completa ausencia
de una fuerza sobrenatural benévola y superior a todos los protagonistas del cuento.
(fanpop.com)
En Harry Potter el poder mágico es heredado o adquirido a través del estudio. Es un don
que debe ser desarrollado pero siempre dentro de un marco de equilibrio que
impide que se concentre en un solo ser. Si Voldemort es tan nefasto es porque quiere ser dios, tener más poder que ninguno y
ejercer potestad sobre todo el mundo. Ese seria el primer punto en contra de la
serie. A eso le agregamos una negación de valores religiosos monoteístas más la glorificación de hechiceros vinculada al incentivo de estudiar magia.
Aunque los ateos militantes adoran ese aspecto de magia
impía, no basta para tildar a Harry Potter de propaganda antirreligiosa. Sus
valores, que son los de la autora, son básicamente cristianos. Aquí no se encuentra
el mensaje pro-ateísmo de la obra de Philip Pullman. Hay cristianos sensatos
que admiran la saga y han concedido que hay aspectos religiosos en ellas. Connie Neal lo expresa así en su The Gospel According to Harry Potter(El Evangelio según Harry Potter), tal
como lo hacen John Granger en Looking for God in Harry Potter (Buscando a D-s en Harry Potter) y Luke
Bell en Baptizing Harry Potter (Bautizando
a Harry Potter). Pero poco se puede
contra hordas fundamentalistas que interpretan la Biblia tan literalmente que
ven peligros aun en la ficción fantástica.
(articulo.mercadolibre.com)
Cuando se les recuerda a los anti-Potter que, después de
todo, se trata de una obra de fantasía, responden que para ellos demonios,
brujos y magia son asuntos reales y peligrosos, que un buen cristiano, especialmente
un niño, no debe estar expuesto a ellos. Vale decir, que ningún padre ni
autoridad religiosa ha elevado la voz en contra del derecho de existir de Harry
Potter, ni de que se le venda o circule en bibliotecas publicas…siempre y cuando
su lectura se restrinja a adultos de criterio formado. (¿Hay tal cosa?) De pronto,
las aventuras del niño-mago se han vuelto estrictamente para adultos.
No se entiende que Harry Potter sea más vilipendiado que
series de televisión donde también se mencionaba la brujería como “Los Locos
Addams”,” Hechizada” y “Sabrina”. La respuesta radica en el tono de esas series.
El solo hecho de ser comedias ya distanciaba la hechicería de Sabrina, Sam y la
Abuela Addams de la realidad. El público infantil tenía claro que lo que veía
en la pantalla no era “en serio”. En cambio en Harry Potter, la magia está bien
documentada, la brujería es presentada como algo concreto y trascendental y los hechiceros como personas
de carne y hueso que bien pueden circular entre los Muggles. Entonces existe la posibilidad de que más de que algún
lector se incline por aprender alquimia, por fabricar filtros o a
convertir una escoba en montura para
jugar una partida de quidditch.
(allmoviephoto.com)
Para quienes conocimos Harry Potter siendo ya lectores
maduros es más que claro que se trata de una fantasía sin ninguna intención de promover
estudios ocultistas. Los alumnos de Hogwarts cumplen una tradición heredada de
sus ancestros, inclusive un mago mestizo como Harry trae un bagaje demasiado
lleno de sturm und drang para poder
ser considerado un personaje “real”. Sin
embargo, existe un personaje protagónico de la saga que puede resultar identificable
para muchos lectores juveniles.
(potterfics.com)
Hermione Granger es una niña normal, una “sangre sucia” lo
que la hace blanco de bullying y
racismo por parte de alumnos más elitistas orgullosos de su mágico pedigrí como
Draco Malfoy. Hermione es la hija de una prosaica pareja de dentistas, que ha
optado por dejar el mundo Muggle y
dedicarse a estudiar artes mágicas. Ella es la encarnación del miedo de padres,
maestros y clérigos.
(es.harrypotter.wikia.com)
Como la proverbial estudiante aplicada del curso, Hermione
descuella en sus estudios, llega a ser irritante por sus conocimientos, su fe
en los libros y su capacidad analítica de ver lo que los demás ignoran. Si se
esfuerza más que sus compañeros es porque sabe que debe competir con herederos
de grandes dinastías hechiceras y eso la hace insegura. La inseguridad de
Hermione es un aspecto de su carácter que a veces supera sus cualidades de
lealtad, compasión y altruismo.
(fanpop.com)
Es fácil reconocer en
Hermione a un tipo de niña y adolescente muy común en la sociedad moderna. La over-achiever, la que siempre vive bajo
presión, aterrorizada ante la
posibilidad de un fracaso. J.K. Rowling ha dicho que Hermione es su alter ego, yo misma me reconozco en ella
y por eso la quiero tanto, pero también me doy cuenta que es el personaje con
más paralelos con los lectores de carne y hueso de la saga. Ahora, decir que
todas las inseguras víctimas de bullying van a irse al bosque a hacer
conjuros es un poco descabellado, pero no para los fundamentalistas que ven a Hermione
como un mal ejemplo, y la encarnación de las brujas bíblicas que arrastran a
otros al pecado.
El mundo de Hogwarts está poblado de toda variedad de
brujas. Las hay sabías como la profesora Minerva McGonagall, despistadas como
Sybil Trelawney, maternales como Molly Weasley y dementes como Bellatrix
Lestrange, pero ninguna llega al nivel de importancia de Hermione. Siempre me
he preguntado porque Hermione no es la heroína de la serie. ¿Por qué no
Hermione Potter en vez de Harry Potter? Ya sé que me van caer encima los
“potterianos”, pero como personaje, la brujita le “gana” al héroe en términos
de complejidad y consumación.
(favim.com)
Hermione es, después de Samantha Stevens, la mejor bruja de
la ficción. Sin embargo, su creadora no la vio con derecho a protagonizar su propia
historia. Más encima, y en eso somos muchos los que nos quejamos, ni siquiera
la emparejó con Harry cuando era obvio que era su media naranja. Que me perdonen
las Weasley fans, pero Ron no estaba a
la altura de su consorte, como decimos en Chile “mucha carne para tan poco
gato”. ¿No serían estos desaires parte de un plan subconsciente de La Rowling?
Tal vez reconocía en Hermione el personaje más polémico de la saga, la que
podría ser blanco de ataques precisamente por personificar al estereotipo
negativo de la magia: la bruja por opción. (Continuará)