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jueves, 24 de enero de 2013

A la sombra del Olimpo: La presencia de la mitología greco-romana en el género fantástico



La mitología greco-romana, gran creadora de arquetipos, también se ha hecho presente en el género fantástico. Pero para mi gusto, no se  ha conseguido muchos logros. Una mirada retrospectiva solo consigue rescatar dos antiguas películas de Hollywood y una simpática saga juvenil que también ha caído en manos de la industria del cine.

El mundo greco-romano ha sido retratado ampliamente en novelas y cine, más que nada en esa variedad de filmes “B” conocida como sword and sandal o “peplo”. En las aventuras de héroes clásicos de este género, como Maciste, Ursus o Hércules, se aparecerá algún monstruo raro, pero no aparecen los habitantes del Olimpo.

En el Hollywood de los 40’s si honraron a los dioses, algo que no hicieron Wolfgang Petesen (y su guionista David Benioff) cuando recrearon la tragedia de la ciudad de Príamo en “Troya” (2003). En 1947, Rita Hayworth dio vida a la musa Terpsícore en el musical “Down to Earth” que décadas más tarde se convertiría en la hedionda “Xanadu” con Olivia Newton John. Al año siguiente,  Ava Gardner daba vida a la diosa Venus en otro musical “A Touch of Venus”. Y no nos podemos olvidar del segmento greco-romano de fantasía en que centauros y ninfas, al son de la Sinfonía Pastoral de Beethoven, celebran ritos dionisiacos en la “Fantasía” de Disney.



En las décadas siguientes, Hollywood dejó al mundo del mito en manos de europeos, pero los rating de taquilla del “Spaghetti Péplum” los hizo reconsiderar las posibilidades de esas leyendas. En 1962, Los Tres Chiflados se encuentran con Hércules y en tono más serio, al año siguiente debuta “Jasón y Los Argonautas” en la gran pantalla.


“Jasón y Los Argonautas” es un filme estrictamente Clase “B”, sin un gran reparto, sin un guion muy atractivo que se toma sus libertades con la leyenda original y sin una gran dirección. Lo que distingue a este peplo de otros son los efectos especiales del gran Ray Harryhausen que pone en práctica todo lo que sabe de stop motion para dar vida a los fenomenales monstruos que asolan el Egeo.

(telegraph.co.uk)


A pesar de haber fabricado dinosaurios gigantes y otros monstruos para la variada ciencia ficción de los 50’s, Harryhausen  no alcanzaba el reconocimiento que los cinéfilos le otorgan hoy día. Para “Jasón”, el técnico crea criaturas y escenas icónicas: Talo, la estatua monstruosa que vuelve a la vida debió a la codicia de Hércules; las Arpías que atormentan al advino Fineas, y la hidra de cuyos dientes nacerán los esqueletos contra quienes lucharán Los Argonautas.



Los dioses griegos alternan con los mortales sin ninguna circunspección. Hera es la protectora de Jasón y sus compañeros, Zeus (Niall McGinnis) es descrito como una deidad rencorosa. El es el culpable de que Jasón haya perdido su trono y su familia, y es quien enviará a las Arpías a torturar a Fineas. Más benévolo es el dios marino Tritón que rescata a la nave de Los Argonautas de Las Simplégades.

“Jasón y los Argonautas” tuvo buena acogida con el publico y Harryhausen por fin obtuvo la fama y el respeto que le debía  la industria. Aun así los dioses y semidioses no volverían a interesar a Hollywood por muchos años. En cambio la televisión si se haría presente gracias una heroína de comics y princesa del reino de Las Amazonas. En1975, Lynda  Carter por primera vez hizo su inconfundible giro  para convertirse en “La Mujer Maravilla”.

La tira cómica existía desde 1941, y la serie intentó recrear el espacio original. Wonder Woman vive bajo la identidad secreta de la oficial de Marina Diana Prince y su mayor empresa es luchar contra espías Nazis en el Washington de la Segunda Guerra Mundial. Aun así no olvida sus orígenes. A menudo visita a su familia en el reino de Las Amazonas localizado en una isla oculta en El Triángulo de las Bermudas.
La Princesa Diana de las Amazonas y su madre (Carolyn Jones) y hermana (Debra Winger) (sharetv.org)


En 1981, Hollywood volvió a solicitar las dotes de Harryhausen para el que sería el último filme del legendario técnico. También sería el más caro de toda su carrera. “Clash of the Titans” (Furia de Titanes) pretendía relatar el mito de Perseo y Andrómeda, pero a diferencia de otras producciones,  se caracterizaría por tener un reparto de lujo sobre todo en los interpretes de los dioses del Olimpo. Nada puede superar a tener a Lord Olivier, el actor más famoso de la historia del cine, encarnando a Zeus. Dame Maggie Smith es la diosa Tetis (mucho mas distinguida que la pobre Julie Christie en el mismo papel en “Troya”). Dame Claire Bloom interpreta a la diosa Hera y el símbolo sexual Úrsula Andress encarna, apropiadamente, Afrodita, diosa del amor.



Para interpretar al semidiós Perseo, se eligió a Harry Hamlin, recién salido de la exitosa miniserie “Studs Lanigan”. Este papel traería mucha suerte a Hamlin, desde que la revista People lo eligiera “El Hombre Mas Sexy del Año” hasta Dimitri el hijo que tendría con la Andress.

Harry Hamlin y Ursula Andress

La historia básicamente cuenta los orígenes semi divinos de Perseo, uno de los innumerables bebés que Zeus anda dejando por el mundo. Zeus embaraza a Dánae con una lluvia de oro. El padre de Dana lanza a su hija  y a su nieto al mar. En castigo, Zeus  hace que el Kraken, un monstruo marino, destruya el reino del abuelo de Perseo. Este crece tranquilo en otro reino. Calibos hijo de Tetis, va a casarse con la princesa Andrómeda, pero comete la tontería de matar a todos los caballos alados de Zeus (solo Pegaso se salva).  El airado Zeus convierte a Calibos en un  monstruo. Andrómeda no lo quiere, Calibos la maldice. Solo podrá casarse con el hombre que pueda resolver una adivinanza que el mismo Calibos propone. Los perdedores deberán morir en la hoguera.

Ayudado por una capa de invisibilidad, Perseos descubre la respuesta y gana la mano de Andrómeda, pero en su banquete de bodas su suegra ofende a Tetis. La diosa envía el Kraken a asolar el reino de Andrómeda. Para calmar el apetito del monstruo, el pueblo ofrece a su princesa como sacrificio. Tras consultar unas brujas, Perseo va en busca de Medusa cuya mirada convierte en piedra al que la mira. Después de  muchas aventuras, el héroe consigue la cabeza de Medusa. Con la ayuda de Pegaso mata al Kraken, salva a la princesa, y viven felices y comen lombrices.



Hay mucho de inolvidable en este meticuloso trabajo. Sobre el tema fantástico vale revisar las maravillas de Harryhausen: Medusa, los escorpiones gigantes, el Kraken que no es el pulpo enorme de “Los Piratas del Caribe” sino un homínido. Pegaso, las brujas Estigias que comparten un mismo ojo  y se lo prestan para mirar al héroe, hasta el mismo maquillaje de Calibos impresionan por su calidad. Aparte de efectos especiales, buenas actuaciones y aventuras, la trama está plagada de personajes queribles desde Perseo que es sexi, pero simpático, hasta el mismo Calibos que inspira más lastima que odio.

A pesar del éxito de “Furia de Titanes”, los dioses griegos no tomarían parte en la ficción audiovisual de los 80’s a menos que fuesen en producciones menores o en roles secundarios. La presentadora Vanna White interpretó a Venus el filme para televisión “Goddess of Love” y  Uma Thurman dio vida a la misma diosa  en “Las Aventuras del Barón Munchaussen”.

En los 90’s, la mitología griega experimentó un revival,  pero tipo tira cómica con la exitosas aventuras de Hércules y su spin off “Xena, La princesa guerrera”. Hércules y Xena andaban todo el tiempo alternando y batallando con los habitantes del panteón clásico.

(ociofacilisimo.com)


En el 2010, a Hollywood se le ocurrió fabricar una nueva versión de la ahora legendaria “Clash of the Titans”. Si me preguntan se la pudieron haber ahorrado. Palidece en comparación a la primera.  Liam Neeson es un gran actor, pero no es Laurence Olivier y su Zeus fue un poco de pacotilla. Cuando exige “Release the Kraken!” uno extraña la voz (y tentáculos) de Bill Nighy dando la misma orden en “Los Piratas del Caribe”. Danny Huston, uno de mis actores favoritos, interpretó a Poseidón, pero como Huston se caracteriza por interpretar a  todos sus personajes un poco en guasa, el dios del mar se volvió una parodia. En cuanto a Ralph Fiennes como Hades, y a pesar de greñas y barbas,  solo le faltaba la culebra Naguini para ser Lord Voldemort. La revista “Rolling Stone” resumió  este desperdicio de talento diciendo que los buenos actores “usaron barbas y mucho maquillaje para ocultar su vergüenza”.

Agreguémosle que Sam Worthington se las arregló para ser un Perseo cargante, lleno de rencores  infantiles que no le interesaban a nadie.  Alexa Davalos fue una Andrómeda insignificante que ni siquiera tiene romance con Perseo;  y hasta donde yo sabia Io era una vaca que tuvo amores con Zeus, no una ex de Poseidón que, interpretada por Gemma Atterton, se la pasó pegada a las sandalias de Perseo toda la película.


Como suele ocurrir, gracias a una gran campaña de mercadeo y mucha publicidad, esta épica recaudó millones en taquilla y Hollywood impenitente le hizo una secuela, casi tan olvidable como la primera. Sin embargo, los críticos quedaron totalmente defraudados con este vergonzoso remake de un clásico (incluso estuvo nominada como “Peor Remake del Año”). La mayor queja fue en contra de los efectos especiales que no eran interesantes, que eran difíciles de seguir y que más distraían que contribuían. Me quedo con lo dicho por Claudia Puig en USA Today quien describió ese esfuerzo como “aburrido y caótico”.

En plena era de la fantasía daba la impresión de que los dioses del Olimpo no merecían respeto ni homenaje, pero alguien logró otorgarles ambos. Un maestro de mitología griega llamado Rick Riordan decidió publicar los cuentos que inventaba para hacer dormir a su hijo. En el 2006 debutaba El Ladrón del Rayo, la primera de su serie Percy Jackson y Los Dioses del Olimpo. Esa serie que ha sido un exitazo con la audiencia menuda posee lo que le falta al refrito de “Furia de Titanes”, profundo conocimiento de mitología clásica, deferencia por el género y unos dioses a los que Riordan ha dotado de personalidades únicas y complejas.
(fanpop.com)


Ha habido quejas de que Riordan se ha inspirado en el esquema de Harry Potter. Ciertamente la historia de un niño problema, despreciado por su familia que encuentra vocación, amistad y orgullo por sus raíces en una escuela especial tiene más que un parecido con la saga de Rowling, pero el autor sabe manejar los elementos “potterianos” hasta darles un toque personal.

Confieso no haber leído los libros. Preferí ver la adaptación fílmica donde Percy (Logan Lerman) es más mayorcito, por lo tanto me es más fácil entender sus problemas. Los lectores de Riordan odian el filme porque se toma muchas libertades, pero a mi me encantó. ¿Qué fan de la mitología se queja de una película que abre con Zeus y Poseidón (vestidos de civil) reencontrándose arriba del Empire Estate? Ayuda que sean interpretados por dos actores favoritos de este blog como lo son Sean Bean y Kevin McKidd (otro de los Papirricos de la Dama Blanca).

Reencuentro entre Poseidón y Zeus(herocomlex.latimes.com)


Zeus anda enojado porque le robaron su famoso rayo y acusa del robo a Percy Jackson, su sobrino. El padre de Percy  ósea el dios del mar, le recuerda a su hermano que el chico ni sabe que es hijo de él. Zeus, terco, amenaza con grandes cataclismos si no le devuelvan su rayo.

Percy tiene otros problemas, es disléxico, lo han expulsado de no sé cuantas escuelas y odia a su padrastro. La única gente que lo apoya son dos minusválidos, su maestro de latín (Pierce Brosnan en silla de ruedas) y el cojito Grover (Brandon  T.Jackson). Percy es atacado por una maestra substituta que se convierte (literalmente) en una Furia. El Maestro Brunner y Grover lo salvan. Percy descubre que Grover es un sátiro, y que él es Perseo, hijo de una mortal y de Poseidón. Brunner entrega a Percy una lapicera mágica y ordena a  Grover escoltar a Percy y a su madre a un centro de entrenamientos para semi-dioses conocido como “Camp Half-Blood”.  Antes de llegar a este sitio, un minotauro ataca y aparentemente mata a la madre de Percy. Este se defiende con el bolígrafo que se convierte en espada.




En el campamento, Percy tiene la sorpresa de descubrir que el director, el Centauro Quirón, es en realidad su maestro de latín. Ahí conoce a Annabeth ( Alexandra Daddario) hija de Athena y a Luke (Jake Abel) , hijo de Hermes. Percy recibe un mensaje telepático de su tío Hades. Sally, su madre, vive, pero en Los Infiernos. Para rescatarla, Percy debe llevarle al tío el famoso rayo. Percy huye del campamento y Grover y Annabeth lo acompañan. Antes de partir, Luke le hace entrega de tres presentes: un escudo, las sandalias aladas, y un mapa para encontrar las  perlas de Perséfone que les permitirán salir del reino infernal.

De ahí deviene un entretenido “road trip” que lleva al trío a diferentes puntos de la Unión Americana, y a una serie de aventuras y peligrosos encuentros  con la hidra de 7 cabezas, y con una Medusa muy moderna (con gafas de sol) interpretada por Uma Thurman. Son casi atrapados por los Lotófagos en un hotel de Las Vegas y entran al infierno apropiadamente, vía Hollywood.



El Tío Hades (Steve Coogan), será muy simpático y muy hip, pero no le cree al sobrino que no es un ratero de rayos. Percy y Annabeth son rescatados del inframundo por la vampiresa Perséfone (Rosario Dawson). Grover debe quedarse con la sexi Reina de los infiernos, algo que no parece molestarle al sátiro. Percy logra descubrir la identidad del ladrón, recuperar el rayo y regresárselo al Tío Zeus. Eso permite que Percy y Annabeth conozcan y tengan una breve pero emotiva entrevista con sus olímpicos padres. Percy regresa a la Tierra con su madre, y la cabeza de Medusa le hace un último favor petrificando al su padrastro.

Los Reyes del Infierno, Hades y Perséfone (fanpop.com)


Los efectos especiales de “El Ladrón del Rayo”, aunque más simples, son superiores y más efectivos que los de “Furia de  Titanes” (2010). A pesar de su humor satírico, este filme es uno de los pocos en mostrar tanto conocimiento como reconocimiento de la poderosa fantasía del mito greco-romano.

¿Creen que exista alguna razón para que la mitología clásica no sea una favorita de los autores de fantasía? ¿Se me olvidó o desconozco algún otro trabajo sobre el tema?