lunes, 29 de febrero de 2016

Actores Fantásticos: Gary Oldman


Los “actores de género” existen desde que el cine es cine.  A John  Wayne se le asociaba con los wésterns, a Humphrey Bogart con el Film Noir, Adam Sandler es comediante,  y antes de “Filadelfia” Tom Hanks era estrictamente “galán de comedia romántica”.  ¿Por qué entonces no pensar que hay actores, aun con grandes y versátiles currículos, que  representan a  los filmes fantásticos? A pesar de ser un mega actor, con un variadísimo historial, quiero nombrar a  Gary Oldman como la primera estrella de las películas fantásticas y de ciencia ficción.

Como la  fantasía es un descubrimiento del Siglo XXI, no se puede hablar de “cine fantástico” anterior al 2000, a pesar que desde el cine mudo que se han hecho proyectos que hoy calificarían como “fantásticos”. La ciencia ficción como género nace en los 50’s. Hasta que Stanley Kubrick no nos llevara en su “Odisea del Espacio”, los filmes de “anticipación” eran estrictamente cine “B”, muy baratieri. Los actores que trabajaban en esas películas futuristas  eran también de los que cobraban poquito y solo eran conocidos por los fanáticos del género.

En cambio, el cine de terror siempre tuvo sus rostros característicos: Lon Chaney en el cine mudo; su hijo, acompañado de Bela Lugosi y Boris Karloff, en los 30 y 40, y  Vincent Price y Sir Christopher Lee en los 50. Pero a fines del Siglo XX, este cine alucinante y fabuloso  ya era respetado y se gastaba dinero en fabricarlo y  más de algún actor importante aceptaba  ser parte de algún proyecto de esa clase.

De no ser por eso,  Sir Alec Guinnes nunca hubiera dado vida a Obi ben Kenobi o Jack Nicholson no hubiera vagado en la nieve, hacha en mano,  en “El resplandor”. Pero aun así no se les puede considerar “rostros fantásticos”. “Star Wars” fue la única aventura de Sir Alec en el terreno sobrenatural y Mr. Nicholson no volvería a trabajar el género hasta “Las Brujas de Eatwick”, ocho años después de “The Shining”.

En cambio, Gary Oldman es alguien que tiene en su hoja de vida incursiones  totalmente representativas del cine fantástico. Curioso, porque como todo actor respetable ingles alternó en sus comienzos  entre el teatro shakesperiano  con un cine realista  e independiente, bastante irreverente. Basta recordar su interpretación del cantante de los Sex Pistols en “Sid and Nancy”.

En 1992, recién divorciado de Uma Thurman y ya en amores con Isabella Rosellini, el actor inglés fue convocado por Francis Ford Coppola para dar vida a Drácula. Aunque he hablado mas de este filme en otro post, para mí es una versión, que tal vez atropelle el texto de Bram Stoker, pero que posee  una belleza y una emotividad que va mas allá del romanticismo. La versión Coppola nos ofrece la posibilidad  de acercarnos a un universo fantástico, a ratos onírico, a ratos desmesurado, pero que  enamora. La interpretación de Gary Oldman, a pesar de la extravagancia de su vestuario y maquillaje, es inesperadamente conmovedora y romántica.  Jamás  visualizamos a su Drácula como un monstruo.

“Drácula” convirtió a Oldman en una estrella internacional y le ameritó proféticamente un Saturno como Mejor Actor del año. Estos premios que otorga la Academia de Filmes de Ciencia Ficción, Fantasía y Horror, son un carnet  de identificación para los actores fantásticos.

Gary Oldman siguió “Drácula” con una serie de filmes semi-noir  donde desarrolló actuaciones impecables, a pesar de que a menudo se le asignara el rol del “malo” de la película. Cinco años después de “Drácula “, vuelve al mundo ilusorio como el villano del clásico francés de ciencia ficción “El Quinto Elemento”. 

Siempre en el terreno de la ciencia ficción actúa en la desilusionante versión fílmica de mi serie favorita de la infancia,  “Perdidos en el espacio”. Aunque su interpretación del retorcido Dr. Smith no desmerece en nada al original (interpretado por Jonathan Harris) y que Oldman fue nominado para otro Saturno, su excelente actuación no salvó la película de ser un fiasco.

A pesar de que en el 2001, Gary Oldman crea una de sus caracterizaciones más pavorosas, el millonario desfigurado Mason Verger en “Hannibal”, su carrera sufre un bajón que tal vez coincida con  la reducción de calidad del cine comercial en el Siglo 21. Lo que lo salvará y lo que definitivamente le proporcionará una identidad de actor fantástico será su rol de Sirius Black en “Harry Potter y El Prisionero de Azkaban.” Precisamente el ser El Prisionero convertirá a Gary Oldman en un ídolo y rostro identificable para una  nueva generación de espectadores. Por siete años dará vida al padrino de Harry Potter.

Tanto lo identificamos con Sirius que nos olvidamos de su participación en otra franquicia,  también fantástica. Gary Oldman es parte del mundo de los superhéroes gracias a su encarnación de James Gordon, Comisionado de Ciudad Gótica, papel que viene interpretando desde el 2008 en “The Dark Knight” y en el 2012 en “The Dark Knight Rises”.

En medio de tanta fantasía, Gary Oldman decidió probar con el género de terror puro dando vida a un rabino que se ve involucrado coen un exorcismo de  un dybbuk (un fantasma del folclore judío) en “The Unborn” (2009) Ese mismo año el actor prestó su voz para una versión animada de la fantasía navideña “A Christmas Carol” y para la cinta animada de ciencia ficción “Planet 51”.


Gary Oldman parecía no cansarse del mundo fabuloso. Como le faltaba todavía incursionar en las distopias apocalípticas en el 2011 se convierte en el antagonista de “The Book of Eli”. Carnegie es un villano que busca controlar lo que queda de la sociedad después de una guerra nuclear. Para ello necesita conseguir la última copia de la Biblia que está en poder de Eli (Eli Washington), un solitario caminante ciego.


A pesar de su heroico Sirius Black, Gary Oldman gozaba haciendo de villano en el mundo fantástico y lo demostró en esa visión del cuento de hadas de Caperucita Roja del 2011. Como el sádico cazador de brujas metido a inquisidor, Gary Oldman fue lo bastante siniestro para hacerme creer hasta casi el final que él era el hombre-lobo.


Ya parecía haber probado todas las posibilidades fantásticas, pero aun quedaba una: el ciberpunk al que entró en el 2014. En la nueva versión de “Robocop”, Gary Oldman se vuelve al lado de “los buenos” como el fabricante de robots que termina desarrollando una conciencia.


Ese mismo año, Oldman regresa a la ciencia ficción, como un humano villano en “El Amanecer del Planeta de los Simios” y este año  (2016) aparecerá en “The Space Between Us”, filme  descrito como “un romance de ciencia ficción”. Con eso demuestra que no abandona un género que ya lo ve como uno de sus máximos representantes.

¿Cuál ha sido la pélicula "fantastica" de Gary Oldman que más te ha gustado? ¿O encuentras que se ha superado en otro tipo de cine? ¿cuál crees que es su mejor rol en general?

martes, 16 de febrero de 2016

Si fuéramos a Hogwarts…¿Cómo sería vivir en el mundo de Harry Potter?


Hace tiempo que tenía ganas de escribir algo sobre ese universo fantástico nacido de la fértil imaginación de J.K. Rowling. Solo que  decir “Harry Potter “evoca tal desmesura de información que decidí empezar por algo “sencillito” (como diría Lord H.)e imaginarme como sería si  hubiera recibido una Carta de Aceptación  para estudiar en Hogwarts. ¿Qué tipo de aprendiz de bruja sería yo?  ¿A quién admiraría en esa institución? ¿Cuál hubiera sido mi curso favorito? ¿Mi maestro predilecto? ¿De quién me hubiera enamorado? ¿Y qué personas importantes en mi vida me recuerdan a personajes de HP?


¿Cuál sería mi casa?:
Ravenclaw sin duda.  Ahí es donde me enviaría el Sombrero Seleccionador. Usar la bufanda azul y bronce es el destino de los intuitivos, creativos e intelectuales  y también de los excéntricos, antisociales, ect. como Servidora.

¿Quién  sería mi estudiante favorita y modelo a seguir?
No es  noticia que Hermione Granger es  mi adoración,  mi personaje favorito de todos  los creados por J. K. Es una de mis heroínas más queridas en toda la literatura, no solo de género, solo comparable a Melanie Hamilton en mi lista de protagonistas ideales. Y si Melanie fuera bruja (que es una posibilidad inexplorada) sería como Hermione. Aun así no creo que “Mione” y yo llegáramos a amistar. La sinergia que comparte  La Bruja más Inteligente de su Generación con   Harry y Ron, impide su intimidad con otras plebeyas. A pesar de que no se llevaba mal con Ginny y Luna, no la creo capaz de sentirse igual a otras de sus pares.

¿Qué tipo de estudiante seria yo?:
No hay modo que pudiera ser Hermione aunque comparto sus inseguridades. Tras revisar el currículo de Hogwarts, creo que podría ser tan buena estudiante como ella (solo la clase de vuelo me parce difícil). En general, me veo como un cruce ente Luna Lovegood y Neville Longbottom. El tipo de persona que invita al bullying pero que también desarrolla amistades profundas con gente que vale la pena.  Sería menos valiente que Neville y menos franca y exagerada en el vestuario, que Luna. Pero sería excéntrica sin empacho (por algo Hogwarts es una escuela poco tradicional) apegada a las reglas de la institución, tímida, solitaria, y a ratos distante.

¿Cuáles sería mis cursos favoritos?: Pociones, Herbología y Defensa contra las Artes Oscuras.


¿Quiénes seria mis maestros favoritos?:
Esa es respuesta fácil. Los mismos que siempre apoyaron a Hermione: Albus Dumbledore y Minerva McGonagall. Aunque es innegable que Severus Snape era un mago brillante, era un pésimo maestro. El tipo que promociona el bullying contra estudiantes frágiles como Neville y a la vez desprecia el intelecto precoz. Lo  notamos por el sarcasmo con que trataba a Hermione. Una lástima porque me encantaría asistir a sus clases.

¿De quién me enamoraría?:
Obviamente de Sirius Black si tuviera la suerte de codearme con él. Y si no es de Sirius, me enamoraría  de Remus Lupin, mi única debilidad (como diría Dorcas Lane) son los licántropos.

¿Qué mascota me gustaría tener?:

Gatos, gatos y gatos. La Profesora McGonagall en su versión de animago, Crookshanks y  hasta Mrs. Norris.

¿Cómo sería yo si me graduara de Hogwarts? :
Me temo que estaría tan cómoda e el internado que no querría abandonarlo por lo que me convertiría en parte de su equipo docente y terminaría siendo una especie de Sybil Trelawney.







Eso si no me rompen el corazón y me paso al lado oscuro que entonces terminaría siendo... ¡Bellatrix Lestrange!


¿A quién querría tener en mi vida?

Hagrid. No puedo imaginarme alguien más leal y útil que ese gigante, y también me gustaría ser adoptada por Mama Weasley.

Aparte de sus idiosincrasias sobrenaturales y poderes mágicos, existen en nuestras vidas personajes como los de la saga. Una grandeza de J-K Rowling fue adjudicarle “humanidad” a sus magos, brujos. Hasta en el gran villano del cuento (en su etapa Tom Riddle) encontramos la soberbia del inseguro,  y después al vanidad del hambriento de poder (en su etapa Voldemort).

En mi vida hay muggles cuyas personalidades se asemejan a los del universo de Harry Potter. Obvio que hubo un Draco (y Dracas) en todas las escuelas a las que asistí y he conocido personas tan oscuras y nocivas que no tienen nada que envidiarle a un dementor. Y mujeres sádicas que no deberían estar a cargo de niños como la Dolores Umbridge.


En mi escuela judía conocí una Hermione, pero se movía en otra esfera. Estaba tan obsesionada con proteger a los elfos que nunca pudimos ser realmente amigas. Creo que salí alguna vez con algún Neville, y por supuesto lo desprecié. Así de bruta he sido.

Mm, llevo casi dos páginas y no he nombrado al Innombrable (no no me refiero al interpretado por Ralph Fiennes).Si se preguntan a qué personaje de Hogwarts corresponde Lord H, la respuesta es simple, sin ser pelirrojo el hombre es un  Ron Weasley total y por eso, parafraseando a Hermione, “Vivo enojada con él”.


Ahora les toca a ustedes

lunes, 1 de febrero de 2016

El Mago Gordito y La Salvajita Despeinada: Sam y Eli, el mejor romance de Juego de Tronos (Segunda Parte)


“No hay nada más asqueroso que un hombre enamorado” (Edd, El Penas sobre Sam. Juego de Tronos 02x7)

Para la Segunda Temporada, Samwell Tarly era un personaje mucho más cabal y atractivo que  el creado por George R.R. Martin. El otrora llorón cobarde es quien ilustra (y salva a sus Hermanos con sus consejos) sobre cómo eliminar a los Caminantes Blancos. Es también quien lidera la partida que convence a Jon de regresar al Muro. Aunque empiece el cuento con el gordito siendo cargado en un trineo porque le duelen los pies, tenemos altas expectativas sobre su actividad futura.

Ya en otro artículo hablé de cómo La Pandilla del Castillo Negro se altera al ver al harem de Craster y que su tema de conversación a través de su estadía, serán las mujeres. Sin embargo los Arcángeles consiguen que sea el asustadizo Sam el único del grupo que interactué con una de las hijas-esposas del anfitrión.

De entre esa tribu de mujeres abusadas, destaca Eli (Hannah Murray). Despeinada y mohína,  es la portavoz de Craster, la que le hace propaganda al incesto como modo de vida. Aun así es Eli, la rebelde, la que teme que al parir un macho, su padre-marido lo sacrifique a los Caminantes. Eli descubre que quien puede socorrerla es El Curvo obeso. Con tres escenas, Weiss&Benioff, presenta a La Salvajita (y a nosotros) con el retrato de un héroe.


En el libro, es Jon el que rescata a Eli del huargo. En la serie, será Sam quien lo haga, evidenciando dos virtudes que Eli necesita: es valiente y posee un don para comunicarse con las criaturas salvajes. Acto seguido, y tras escuchar las cuitas de La Salvajita, Sam busca ayuda en Jon, una ayuda que El Bastardo  le niega. Sam permanece impertérrito a los reproches de su amigo y solo reacciona ante la acusación de que pretende “robarse” a Eli. “No es una cabra” dice. Y es la primera persona en la serie que le otorga estatus de persona a un habitante de Más-Allá-Del -Muro. Al despedirse de Eli, Sam le regalará su más preciada posesión, el dedal de su madre y promete volver.

Con esas tres escenas, Los Arcángeles construyen su mejor historia de amor, y a la vez, recrean los elementos románticos de la leyenda caballeresca. El caballero salva a la dama de una fiera; el caballero promete serle devoto;  El caballero le regala a la dama un objeto que  simboliza su amor y lealtad. Aun si haber leído  leer el libro, yo estaba clara de que Sam y Eli volverían a verse y que se enamorarían.

El que Sam, después de este primer connato de amorío, se vuelva un latoso monotemático que solo habla de Eli, debe haber exasperado a más de un tronero que coincidirá con Edd, El Penas que no hay nada mas odioso que “un hombre enamorado”. A mí, por el contrario, me encantaba y eso que no sabía que un año más tarde yo estaría igual, machacándoles las orejas a mis lectores con mis  cuitas amorosas.

Así llegamos a ese estrepitoso final de Segunda Temporada con Samwell abandonado por sus hermanos, en medio de la tundra, y rodeado de Walking Deads.  Los troneros esperamos con ansias La Tercera Temporada, pero el desenlace de ese cliffhanger nos dejó furiosos: A Sam lo rescata Fantasma en una escena que apesta a Deus ex machina.

Para más remate,  Sam confiesa haberse olvidado de cumplir el encargo del Comandante Mormont, algo que no ocurre en el libro. Su inutilidad es tan patente que su compañeros, Edd y Grenn, no solo no se arrepienten de haberlo abandonado  a los peligros de Los Caminantes, más encima lo acusan de ser un peso muerto.

A pesar de la ira con la que fui testigo de estas desviaciones de canon, ahora me doy cuenta de que eran necesarias para recordarnos la vulnerabilidad física y mental del hijo de Lord Randyll. Este periodo de humillación antecede a la aparición de un nuevo Sam, mucho más heroico que el original.

El repliegue de las escasas fuerzas de Mormont al Torreón de Craster reencuentra a Sam y Eli, pero La Salvajita tiene otras cosas que preocuparse. Sam será testigo del parto de Eli. El ser madre de un varoncito y futura victima de los Caminantes hace que Eli recobre la voz. Le devuelve el dedal, y le dice que solo le importa la seguridad de su hijo. Serán esas palabras las que motiven a Sam, apenas comenzado el motín  para huir con Elí y el niño. El no tiene que ser obligado o convencido por otros a emprender esa  huida. Es una decisión propia. A muchos nos incomodó que Sam no fuese testigo de las últimas palabras de Mormont ni recibiera su espada ¿pero no fue más emocionante verlo correr en la noche, con Eli y bebé a cuestas, perseguido por las amenazas de Rast?


Lo notable es que ya en el bosque será la hija-viuda de Craster la que guie el camino estableciendo así  la sinergia que gobernará a este par. Una sinergia común en las relaciones románticas donde exista una desigualdad, sea por edad, clase social o educación. Esas relaciones sobreviven gracias a lo que aporta cada miembro que siempre son atributos que le faltan al otro miembro de la pareja. Eso permite un acoplamiento total, pero es una espada de dos filos porque la ausencia de esa cualidad crea un complejo de inferioridad en quien la carece.

Sam es incapaz de encender fuego, pero a Eli no le importa. Todos los que ella conoce pueden encender una fogata, pero Sam es único porque sabe cantar y descifrar marcas en los libros, porque Sam es un mago. Pero también Eli se siente menoscabada al no entender la importancia de un nombre, aunque es rápida en comprender la difícil relación de Sam con Lord Randyll.

Cuanto más veo esas escenas, más admiro el trabajo de Los Arcángeles tanto en la evolución de la relación como en el poder que le otorgan a Eli como personaje, haciéndola más intuitiva  que en el libro. Curioso, porque es una  relación paralela a la de Ygritte y Jon Snow, pero es mi parecer que esta ultima carece de la delicadeza y romanticismo de las aventuras de Los Huerfanitos del Bosque. Tal vez se deba al elemento de peligro y vulnerabilidad que permea ese viaje por un bosque oscuro de cuento de hadas y que acaba en ese pavoroso encuentro con El  Otro.

En el libro, Sam se convierte en “El Mortífero” en compañía, y ante los ojos, de La Guardia Oscura. En la serie optaron por otro tipo de  escenario. Sam y su familia se han detenido a descansar en una choza abandonada. En la noche sienten ruido de cuervos afuera. Sam decide salir a echar un vistazo. Eli le suplica que no vaya, y razón no le falta.

Afuera en la nieve, El Gordito se enfrenta a un ente de aspecto aterrador. Es para orinarse de susto y es de admirar que el cobarde en residencia ataque al Caminante con un palo. Obvio que el engendro, de un empujón, lo manda a volar al otro lado del bosque. Es un momento en que nadie respira, ni los personajes, ni  el publico. El Caminante avanza hacia Eli dispuesto a robarle su hijo. Sam se levanta apenas, y se abalanza sobre el monstruo con el famoso cuchillo de obsidiana. El vidrio dragón cumple su efecto y ante los asombrados y espantados ojos de Los Huerfanitos del Bosque, El Otro se derrite. Apenas ve la desaparición del peligro, la pareja huye despavorida.

Si,  no me lo recuerden. Huyen, dejando el arma en la nieve. Haber perdido el cuchillo es una burrada, pero me pregunto si yo en la misma situación no hubiera hecho lo mismo. Lo traumático del episodio obliga a pensar que ninguno de los sobrevivientes estaba pensando, solo actuaban por instinto. Aparte que le toma un tiempo a Sam darse cuenta que fue la obsidiana la que los salvó.

Tan impactante fue ese duelo que el siguiente evento, el encuentro de los Huerfanitos con Bran y su pandilla, llega a ser irrelevante y anti climático. Para la llegada de Sam y familia al Castillo Negro es evidente, incluso para El Maestre Amon, recién llegado al cuento, que Los Huerfanitos son pareja. Los  une todo lo vivido, toda la admiración y respeto que ha crecido entre ambos y que cristaliza en el que Eli bautice a su hijo como “Sam”.

Para La Cuarta Temporada, la situación de Eli y Sam es compleja. A pesar de la utilidad de tener una lavandera en un castillo lleno de hombres puercos, también Eli es tremenda tentación para los que han hecho voto de castidad a regañadientes. Sam empaca a Eli y a Sam Jr al pueblo más cercano. Una solución bastante absurda. Para proteger la virtud de la Salvajita la llevan a vivir a un burdel. Las racistas prostitutas la maltratan por ser  una Salvaje. El Pueblo Libre ataca al pueblo esclavo. Todos son pasados por las armas, menos Eli quien es rescatada por nada menos que Ygritte.

Eli, corre por el paramo congelado, y se las arregla para regresar al Castillo Negro donde un Pyp que de pronto se revela como amigo de las reglas, no quiere darle paso. Sera Sam el que,  a punta de palabrotas convenza a su hermano de abrir el portón para dejar pasar a la madre y al bebé.

La presencia de Eli otorga importancia al arco de Sam en ese emotivo y estremecedor episodio de La Batalla del Castillo Negro.  Sam oculta a su familia en el sótano antes de unirse a la batalla. Es ahí donde tiene lugar una de las escenas mas románticas de la serie. Sin usar la palabra “amor”,  Sam y Eli se lo juran. El Gordito intenta explicar sus votos, la razón por la cual debe alejarse de ella y cumplir con su deber de Guardia de la Noche.  Eli exige una promesa: Sam no morirá, no arriesgará su vida, estarán siempre juntos. Intercambian un beso.

Poco después Sam y Jon se involucran en otra de esas famosas charlas de sexo. El entrometido Jon insiste en preguntar si el romance Mago-Salvajita ha sobrepasado los límites platónicos. Pero como ocurriera en la primera de las charlas, la curiosidad morbosa da paso a la sensibilidad cuando El Bastardo le explica a su amigo el lado sublime y tierno del sexo: “Por un breve momento, tu eres más que tú”.

Durante la batalla, Sam da rienda suelta a su personalidad de “Mortífero”. Mata a un Thenn y recoge el último suspiro de Pyp. Entretanto,  Eli ha conseguido un compañero de escondite: Janos Slynt. Contrasta la cobardía del traidor con la imagen de una Eli serena, más preocupada por Sam que de su propia salvación. Eli es extremadamente valiente, con ese valor que Brienne llamo “de mujer”. Para mí  la escena más badass de  un personaje femenino de la serie es la que  muestra a La Salvajita enfrentándose a Un Caminante Blanco y gritando “¡no te lo llevarás!” Y eso es parte de la mitología arcangélica, no está en el libro.

La Quinta Temporada tiene a Sam ocupado en políticas de la Guardia Oscura. Aunque más breve que en la saga,  serán las intrigas palaciegas de Sam las que le consigan a Jon el puesto de Lord Commander. Los Arcángeles se las arreglan para inventarle un encuentro con Stannis totalmente forrado de foreshadowing, con recordatorio del linaje de Sam, con profecía de un reencuentro con Lord Randyll , con una confirmación de que solo la sapiencia de Sam ayudará a encontrarle una cura a ese mal llamado  Los Otros.

Eli está igualmente ocupada, alegra las últimas horas del Maestre Aemon, recibe clases de lectura de Shireen, opina sobre la psoriasis y emerge en ella de nuevo esa inseguridad ante la  superioridad intelectual  de Sam. Es tan conmovedor ver que Eli mira hacia arriba un hombre al que siempre se le ha menospreciado. Más allá de la admiración que debe existir entre enamorados, está ese reconocimiento de Eli de virtudes que solo el que ama  puede ver en el ser amado.

El momento cumbre de la relación  ocurre durante La Batalla de Casa Austera. Con Jon lejos y Aemon muerto, Sam queda, como le dice Ser Alliser,  “sin muchos amigos”. Una noche, Los Guardias atacan a Eli y golpean a Sam. Solo la aparición mágica de Fantasma evita que violen a La Salvajita y muelan a palos al Gordito. Eli atiende al muy apaleado Sam, y hacen el amor. 

Al comienzo, me chocó como se dieron las cosas. Me pareció que era un mal momento, pero sumando los elementos del romance fue oportuno. A diferencia de en el texto original,  está claro que es un gesto de gratitud de parte de Eli, pero ya también teníamos claros el cariño y admiración que siente por Sam. La combinación es para mí la ecuación perfecta del amor.

Al regreso de Jon, Sam le cuenta que ya no es virgen. A diferencia del libro ni se siente culpable ni planea cesar su vida sexual. Consciente de eso, Jon lo envía a La Ciudadela a tomar un curso rápido de cómo matar Otros. La ultima escena nos muestra un Lord Comandante Snow lanzando una mirada nostálgica a la carreta donde Sam, Eli y bebé,  abandonan el Castillo Negro.


Contrasta la desolación de Jon con la expresion de Gilly que tal vez es la unica consiente de lo que ha evolucionado Sam.El joven Tarly ha recorrido y cerrado un círculo. Lord Randyll exilió a su hijo por cobarde, por no ser hombre, por ser indigno de formar una familia. Ahora regresa al mundo un Sam-Mortífero, un Sam con mujer e hijo, un Sam-Mago que puede salvar a Poniente con sus conocimientos. Esto está muy alejado de la imagen del Sam al que despedimos en Festín de Cuervos en la cual lo vemos obligado por su amigo a emprender ese viaje a La Antigua. Más encima Jon hace a Sam cómplice de su acto más deleznable, el cambio de bebés. Me alegro que hayan extirpado esa mancha en el historial del Bastardo de Invernalia  y me alegro que en la serie nos  hayan dejado esa visión optimista de Sam. ¿Qué opinan ustedes?