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jueves, 20 de noviembre de 2014

¿Pesadillas o Milagros?: el embarazo en ciencia ficción y fantasía


Hace unos días al reseñar “Deliverance”, la séptima entrega de esta temporada de “Sleepy Hollow”, comentaba mi sorpresa al descubrir que  en la sociedad primer mundista y políticamente correcta existe la idea que representar a una mujer de parto es sexista. Ahora en el blog Feminist Fiction, Rhiannon ha escrito sobre Katrina y sobre  la perpetuación de conceptos misóginos que va encadenada al tropo del embarazo fantástico. Eso me ha hecho recapacitar sobre este recurso y sobre como, en algunos casos,  el embarazo si puede convertirse en una alegoría del poder femenino.

¿El embarazo de Katrina es una metafora de los embarazos no deseados?


 En los Sesentas viví la “moda” de “El Bebe de Rosemary”.  Recuerdo bien la seguidilla de clones que provocó el filme de  Polanski. “The Entity”, “The Stranger Within”,  "The Omen", “The Unborn”, hasta “Alien”, involucraban  mujeres preñadas, en contra de su voluntad, por El Diablo, demonios o alienígenos. Me dicen que hasta hoy el embarazo, mágico, místico o diabólico, invade comics, mangas y fanficiccion  y se ha vuelto un  cliché del género de terror, del fantástico, y de la ciencia ficción.
Barbara Eden y su bebé alienígeno en "The Stranger Within"


El problema con este lugar común es que presenta dos factores negativos: uno es que no hay imagen más aminorada de la mujer que la de mostrarla de parto. El segundo es que  la idea de una mujer preñada por una fuerza nociva y desconocida crea una concepción del embarazo como una pesadilla. ¿Pero qué imagen del embarazo y el parto en la televisión no es grotesca, espeluznante y negativa? Tal vez solo esa imagen, heredada del cine antiguo, donde la recién parida aparece bonita y rozagante en camisón limpio, y cargando un crío angelical que parece escapado de un comercial de comida de bebé.

Para mayor confusión, y a raíz de este mismo tema que parece estar dando bastante que hablar, otra bloguera rechazó que fuese negativo ese cliché, puesto que hay muchas mujeres que se ven sometidas a embarazos obligados. Ellas si se identifican con estos relatos dantescos. ¿Pero cuan identificables son estas historias si estadísticamente la mayoría de los embarazos no deseados en la realidad acaban en abortos?

Otra duda es que si efectivamente estas preñeces “mágicas” son metáforas para concepciones forzadas, ¿cómo es que muchas tienen finales felices? El peor embarazo de la ficción fantástica, donde incluso el momento de concepción es doloroso, tiene lugar al final de la saga de Crepúsculo. Mas allá de si Stephanie M. intentaba crear una fabula para alertar a sus jóvenes lectoras del peligro del sexo y sus consecuencias, la experiencia de la pobre Bella es funesta e infernal. Sin embargo, el resultado es una preciosa nena que se convierte en la adoración de los padres.



Incluso en la historia que genera este infame tropo, Rosemary's Baby de Ira Levin, la protagonista no es tan frágil ni aborrece su embarazo.  En la novela y filme vemos como Rosemary Woodehouse, chica católica, campesina e ingenua profesional, es elegida por el mismísimo Don Satas para concebir y parir al heredero del Reino de Las Tinieblas. Lo curioso es que Rosemary cree, hasta los últimos veinte minutos del filme, que su hijo fue procreado por Guy, su inescrupuloso marido, y que es el bebé que ha deseado y planificado desde antes de casarse. Precisamente, el que se pase los primeros seis meses pachucha y con terribles dolores es un drama para ella porque teme perder al niño.
Rosemary comparte con Guy las primeras patadas del bebé. Solo que él no es el padre,


En cuanto a la debilidad de Rosemary incluso en el momento de dar a luz, también es un tema discutible. Sera ingenua, pero no estúpida. Durante su embarazo y, a pesar de que es semi prisionera de contrariedades físicas y de sus vecinos, un grupo de brujos  que con la excusa de cuidarla la aíslan, el personaje de Mía Farrow se rebela. Deja de tomar las pociones que le administran y hasta lanza una fiesta para reunir a sus amistades en la que prohíbe la entrada a los satánicos.
Minnie Castevets preocupada de la nutrición del Diablito


Ya en su noveno mes, Rosemary se da cuenta que hay un grupo de locos  (que abarca hasta a su esposo) que quieren hacerle daño a su hijo. Entonces decide huir, es atrapada, pero antes de volver a su hogar, vuelve a escaparse y se encierra bajo llave en su apartamento. Los brujos entran por un portal secreto y a Rosemary, que se ha caído al saltar de un ascensor, le vienen los dolores de parto. Aun así lucha hasta el final y deben drogarla para poder someterla. Terroríficas como son estas escenas no nos ofrecen una imagen de una mujer endeble e insegura.
Rosemary huye de los brujos


Muchos lectores quedan descontentos por el final del libro en el que Rosemary tiene tres opciones. Su marido le ofrece renunciar al Diablito, irse con él  a Hollywood y tener otros hijos. Ella le escupe en la cara. La segunda opción es matar el niño y suicidarse ella, saltando ambos por la ventana, pero Rosemary prefiere cuidar de su hijo aunque esto conlleve convivir con los satánicos. Como feminista yo creo que lo importante es que una mujer siempre tenga la facultad de tomar decisiones. Tal vez no me guste la opción de Rosemary, pero me gusta que sea ella quien decida.
El momento de la verdad. Rosemary conoce a su hijo.


No todos los embarazos invasivos son perpetrados por entidades malignas. En “Viaje a las Estrellas: La Próxima Generación” lo vimos cuando un espíritu descarnado ocupó el cuerpo de Deanna Troi en un episodio que sigue siendo mi preferido, tal vez por ser muy conmovedor o tal vez porque en el Deanna demostró porque es mi personaje femenino favorito de toda la franquicia.

La Comandante Troi necesita de un apoyo durante el parto.


Deanna despierta en su camarote del Enterprise sintiendo que la invade  una presencia extraña que le provoca un  orgasmo. Al día siguiente, un examen medico revela que ha quedado encinta. La alta jerarquía de la nave  desea que  aborte este extraño feto. Ella se niega. Como suele ocurrir en estos casos, el bebé se desarrolla rápidamente y en menos de 36 horas ya La Comandante Troi está en trabajo de parto. Con la ayuda de la Dra. Pulaski y de Data, Troi trae al mundo un niño sano y normal al que bautiza como Ian Andrew en memoria de su padre.

Casi tan rápido como se gestó, Ian comienza a crecer. Entretanto una extraña plaga amenaza a la tripulación. Ian le confiesa su madre que él provoca esa plaga y debe marcharse para salvarlos a todos. Ian fallece en brazos de su llorosa madre. Poco después, Troi recibe una visita de su hijo quien le cuenta que la “invadió” para experimentar como es la vida de un humano. Le agradece su cariño y el haberle dado la oportunidad de nacer.

Deanna e Ian Andrew

El episodio maneja el cuento del “embarazo mágico” de manera excepcional y compasiva. Troi no está traumatizada por la experiencia puesto que concibió de manera placentera y pare sin dolor. Su relación con su hijo aunque breve, es feliz y productiva. El tema del episodio es la curiosidad que provoca la maternidad. La curiosidad del alienígeno por conocer una experiencia que lo hace feliz, la de Data que interroga a Deanna durante el parto para saber lo que se siente y la de la misma Troi que opta por llevar a termino su gestación para saber lo que es ser madre.

Es fascinante como la maternidad de La Comandante es enfocada casi como una metáfora de las madres solteras. Como una  mujer es juzgada y casi empujada a no tener un hijo que representa una vergüenza para familia y sociedad. Eso se ve durante el reporte que la medico de la nave le hace a Picard y a sus oficiales. Mientras los hombres debaten la necesidad de practicarle un aborto a su compañera, Troi está en un rincón, aislada. Nadie la consulta, se ha convertido en un estorbo vergonzoso. De pronto encuentra su voz y anuncia con firmeza que va a tener ese hijo a pesar de lo que sus compañeros opinen. Por eso veo esto como una reversión novedosa y positiva del cliché.

Lo contrario ocurre con el caso de Phoebe Haliwell que en "Charmed” fue un ejemplo torpe y negativo de retratar a una bruja en estado interesante. Embarazada de su marido,  Phoebe toma la decisión de irse con él a pesar de que Cole ya haya preferido quedarse en El Lado Oscuro.  Una hechicera le roba el feto y lo transfiere a su interior. La criatura termina matando a su nueva “madre” y muriendo en el proceso. Phoebe se consuela diciendo que el bebé siempre fue más hijo de la hechicera que de ella, y no derrama ni una lágrima por una criatura que supuestamente engendró con amor.
Las Hermanas Halliwell celebran el embarazo de Piper

Mucho mejores  fueron los embarazos de Piper. Eso de que sus hijos fueran buenos, malos y todos esos viajes en el tiempo, me enredaron un poco, pero algo me quedo en claro. Piper se embarazaba como cualquier humana, y quería a sus bebés. Lo más importante es que el embarazo no debilitó a ninguna de las Haliwell. A pesar de malestares y barrigas, seguían activas en su lucha por proteger a los Inocentes. Incluso Phoebe, en un momento, hace desaparecer a varios demonios menores. Ante la mirada de reproche de Cole solo atina a excusarse con un  “¡Son mis hormonas!”

Finalmente pasamos a imágenes de débiles mujeres de parto. ¿Podemos aplicarle ese calificativo a Melisandre de Asshai? En su caso, la fabricación de sombritas es parte de su arsenal mágico. Es ella quien utiliza a Stannis para embazarse. Aun asi es una escena tremendamente erótica en la cual el Rey y la Bruja encuentran placer en concebir un arma letal. El embarazo de La Mujer Roja es muy breve y su parto, aunque incomodo, no es terriblemente doloroso. En todo momento, ella está en control y es totalmente activa en el proceso.
¡A fabricar sombritas asesinas se ha dicho!


Otra imagen del parto como ejemplo del poder femenino la tuvimos en la Quinta Temporada de “True Blood”. El Sheriff Andy Bellefleur tiene un encuentro romántico en el bosque con la sexy hada Morella. Semanas más tarde, Morella ya está en avanzado estado de gravidez. Aparentemente, las hadas paren más sápido que los humanos, y aparte de antojos por tragarse el contenido del salero, Morella no parece sufrir molestias. Se presenta ante Andy y la novia de éste, a anunciarle que va ser padre. Mientras él digiere la información a Morella se le rompe la fuente…de luz. Procede a parir cuatro haditas en la mesa de billar de Merlotte’s. Lo divertido es que Morella en vez de contracciones ¡tiene orgasmos!



Después de esta revisión, me queda en claro que no todos los embarazos del género sobrenatural son pesadillas. En cambio encuentro que hay más posibilidades en la fantasía para crear imágenes de  preñadas recias y poderosas. ¿Recuerdan algún otro caso?

domingo, 16 de septiembre de 2012

La Era de Oro de las Brujas en la Ficción Fantástica (III Parte)





(Por motivos religiosos este blog se va a tomar unos días de vacaciones, así que preferí publicar hoy antes que esperar al jueves. Pueden dejar sus comentarios, solo ténganme paciencia en que los responda ya más entrada la semana.)

En 1997, finalmente J.K Rowling consigue representación para su longeva novela-debut Harry Potter y la Piedra Filosofal. La publicación de este libro marcará un antes y un después en la literatura juvenil y en la representación de magia y sus practicantes en el género fantástico. Pero la saga de  Harry Potter no surge de la nada. El género fantástico de los 90’s se caracteriza por  la inclusión de brujas buenas, sexis y poderosas que parecen haber llegado para quedarse.
(harrypotter.es.net)


Como lo saben todos los seguidores de la serie, Harry Potter nació en la imaginación de su autora en el transcurso de un viaje de tren en 1991. Cinco años le tomaría a Rowling gestar el universo mágico donde habita su niño mago. A pesar de su inmensa originalidad, la obra tiene predecesores en varias series de libros infantiles como las de Chrestomancy de Diana Wynn Jones y The Worst Witch (La Peor Bruja) de Jill Murphy, las cuales describen a jóvenes hechiceros estudiando en academias mágicas. Aun así, ninguna de esas obras tuvo el impacto de Harry Potter como tampoco lo han tenido los miles de clones que emergerían  tras la aparición del bestseller.

Vamos a dejar un momento a Harry Potter y a sus brujos y brujas que merecen una entrada aparte, para ver  el contexto en que nacieron, lo que podría conocerse como “La Era de Oro de las Brujas de Ficción”. Ya durante los años en que Rowling inventaba las primeras aventuras del “Niño que Vivió”, varias novelas adultas trataban el tema de la brujería. En 1995, Gregory Maguire escribió Wicked: The Life and Times of the Wicked Witch of the West, que en castellano se conocerá como Memorias de una Bruja Mala. Maguire, famoso por sus nuevas versiones de cuentos de hadas, narra las tragedias que llevan a la compasiva Elphaba a convertirse en La Bruja Mala del Oeste en El Mago de Oz. Con gran dosis de violencia, lenguaje grosero y fuerte contenido sexual, Wicked definitivamente era para adultos que la apreciaron hasta el punto de convertirla en uno de los libros mas vendidos del año.

(fantasytienda.com)


Otro bestseller del ’95 fue  Practical Magic  (Hechizo de Amor o Prácticamente Magia, como se la llamó en España) de Alice Hoffman. Tras la muerte de sus padres en un incendio, Sally y Gillian Owens van a vivir con sus excéntricas tías en un pueblo de Massachusetts. En la escuela, Sally y Gillian son blancos de las burlas y ofensas de sus compañeros debido a que pertenecen a una familia de brujas. Las tías de las niñas se especializan en filtros amorosos muy solicitados por los habitantes del pueblo. 

(bookhurricane.com)


Después de años de ver y oír los sufrimientos de la clientas de sus tías, Gillian y Sally concluyen en que el amor no es para las Owen y hacen un hechizo para no enamorarse jamás y así serle fiel a un “hombre ideal” que no existe. Poco después, Gillian huye de casa y desaparece de sus vidas. Sally permanece con las tías, eventualmente se casa y tiene dos hijas, pero sus parientas brujas le advierten que su marido morirá joven. Cuando esto ocurre, Sally cae en una depresión de la cual emerge al descubrir que en la escuela sus hijas están siendo expuestas al mismo bullying que ella conoció en su infancia.



Sally se lleva a sus hijas a Nueva York   e intenta darles una vida normal. Un día, cuando las niñas ya son adolescentes, Gillian retorna a la vida de Sally trayendo el cadáver de Jimmy, su última pareja, en la cajuela del automóvil. Jimmy, un golpeador, murió por una sobredosis de belladona que le administró Gillian para evitar sus abusos. Las hermanas entierran a Jimmy en el patio de Sally, pero pronto comienzan a ocurrir sucesos extraños. La comida se pudre inexplicablemente, aparecen animales muertos en la casa y unas plantas que crecen en la tumba de Jimmy perturban a los transeúntes. Kylie, la menor de las hijas de Sally, que ha heredado los poderes de las Owen, le cuenta a sus parientas que se trata del espíritu intranquilo de Jimmy. Para proteger a su familia, Sally tendrá que regresar a la casa de las brujas a solicitar la ayuda de sus tías.

piratasdelcine.net)

En plena fiebre esotérica de la Nueva Era, el cine y la televisión se unen a ese fenómeno con brujas positivas. En 1996, los asiduos al cine y al género de terror podían gozar de “The Craft” (“Jóvenes y Brujas) una exploración del poder de la magia por parte de cuatro singulares colegialas. Sarah (Robín Tunney) es una chica desadaptada y con manías suicidas marcada por la muerte de su madreen el parto. Su padre y su madrastra se trasladan a Los Ángeles  y enrolan a Sarah en una escuela católica mixta esperando que pueda iniciar una nueva vida. Pero tras un desastroso incidente romántico, Sarah inicia amistad con un trió de rebeldes con muy mala reputación. Ellas son la tímida y acomplejada Bonnie (Neve Campbell), rechazada por tener el cuerpo cubierto de quemaduras; la mulata Rochelle, blanco de los ataques racistas de compañeras rubias y populares, y la pobretona Nancy (Fairuza Balk), una amagada llena de rencores.


El trió le cuenta a Sarah que para entretenerse estudian ocultismo y la invitan a ser parte de su aquelarre. Ahí descubren que Sarah es una “bruja natural” con poderes propios.  Juntas se van a una excursión en la cual tras practicar ríos paganos, invocan a un espíritu para que las ayude a cumplir sus deseos. El conjuro del aquelarre pronto dará frutos. Rochelle puede vengarse dejando calvas a sus verdugos, milagrosamente el cuerpo de Bonnie se ve libre de sus cicatrices, pero eso la hace convertirse en una frívola narcisista. Nancy provoca la muerte de su padrastro, a raíz de la cual ella y su madre heredan un seguro que las hace millonarias. Sarah logra dominar a Chris, el chico que la depreció en el pasado, y que se convierte en su perro faldero.


Sin embargo, Sarah pronto se da cuenta que sus amigas no pueden controlar  poderes que afectan negativamente sus personalidades. Cuando Nancy mata a Chris, Sarah hace un hechizo para detenerla, pero lo único que consigue es que el aquelarre se vuelva en contra suya. Las brujas se presentan en casa de Sarah para torturarla hasta llevarla al suicidio, pero ella recurre a todo su poder y vence a Nancy. Al final, Nancy termina en el manicomio y sus escarmentadas amigas pierden sus poderes. Solo Sarah los conserva.



Algunos críticos han visto el filme como una advertencia en contra de la magia.  Por el contrario,  la advertencia es en contra de amateurs y neuróticos en cuyas manos cualquier don se vuelve peligroso. El hecho de que su poder de bruja salve la vida de Sarah y la capacidad de no perderlo demuestra que ha superado su periodo de iniciación. Otra señal positiva hacia la brujería es la inclusión de Lirio (Assumpta Serna), la hechicera latina dueña de una librería esotérica que provee de material de lectura a las jóvenes brujas. Lirio advierte a Nancy que no debe jugar con la magia y más tarde la vemos guiar y proteger a Sarah. 
Sarah y Lirio (cineplex.com)


El filme se muestra respetuoso por “El Oficio” y usa verdaderos ritos paganos. Fairuza Balk que era Wicana ayudó a asesorar a los guionistas. Hay algunas leyendas sobre estos ritos que cuando se practicaban en el plato se apagaban las velas, corrían vientos helados y ocurrían otros episodios extraños que aumentaron el aura sobrenatural del filme.



A pesar de que estaba hecha para ser mero entretenimiento veraniego, Jóvenes y Brujas se convirtió en un éxito de taquilla y un filme de culto. Tan influyente fue que  Silver Ravenwolf usó para cubierta de Teen Witch, su manual de hechicería para adolescentes, una ilustración que guardaba similitudes con el poster del film.  Y en castellano, Teen Witch se llama Jóvenes y Brujas.
(buscalibre.com)

Menos oscura, pero igualmente enérgica, fue la brujita televisiva interpretada por Melissa Joan Hart en “Sabrina, La Bruja Adolescente”. Originalmente, Sabrina fue un filme para televisión que debutó en el Canal Showtime en 1996. La historia era similar al comic. A sus 16 años, Sabrina descubre que es una bruja con poderes, lo que no impide que cometa errores típicos de adolescente como enamorarse del más guapo de la escuela, sin reparar en que el verdadero amor está más cerca de lo que cree. Tanto éxito tuvo la película, que seis meses más tarde, Melissa repetiría el rol, pero ahora en una serie que iba a durar siete temporadas.



Sabrina Spellman vive con sus Tías Zelda e Hilda, y Salem un parlanchín gato que en realidad es un brujo castigado a vivir eternamente en cuerpo de felino. Sabrina era una bruja un poco atolondrada cuyos hechizos muchas veces terminaban en catástrofes. Los productores querían convertirla en una versión juvenil de Samantha Stevens así que el énfasis era en la edad de Sabrina más que en su brujería. A pesar de ser capaz de convertir humanos en animales y frutas, Sabrina es una típica jovencita, amiga de los trapos, fan de Britney Spears y bastante romántica. Una especie de Cher de “Clueless”, pero con poderes mágicos.

(poprosa.com)


Dos años más tarde, apareció en el cine la esperada adaptación de Practical Magic. A pesar de las excelentes actuaciones de Sandra Bullock y de Nicole Kidman como las Hermanas Owen, muchos amantes de la novela quedaron decepcionados. Se quejaban de los cambios en un  guión que habían recortado todo el episodio de a infancia de las Owen, los quehaceres de las tías brujas e incluso los  de las hijas de Sally a las que les rebajaron la edad por lo que sus vidas fílmicas carecieron de interés.
(blog.songofthegoddess.com)


Sin embargo, en el aspecto mágico y en el retrato de las brujas la película tuvo sus aciertos. Son Sally y su hermana las culpables de la muerte de Jimmy Angelov (Goran Visnic). Arrepentidas, lo resucitan usando un antiguo hechizo que las tías se había rehusado  invocar para resucitar al marido de  Sally. Ahora entienden por qué, Jimmy vuelve como un zombi que las ataca y que Sally debe matar a sartenazos. Tras enterrarlo en el jardín, su espíritu las persigue y finalmente posee a Gillian. Es ahí que Sally se ve obligada a solicitar la ayuda de las tías y también la de las mujeres de su comunidad para formar un aquelarre que consiga exorcizar el espíritu maligno y salvar la vida de Gillian.

Hay otro detalle que no está en el libro, Harry (Aidn Quinn), el detective encargado de investigar la desaparición de Jimmy es el Hombre Ideal al que una vez Sally conjuró. La película está llena de mensajes positivos sobre magia y brujas. A diferencia de antiguas historias que hacían que la bruja renunciase y repudiase sus poderes, aquí Sally debe abrazar la tradición familiar como único medio de proteger a su hermana. Si el libro hace hincapié en el desprecio de la comunidad hacia las brujas, la película deja un mensaje de tolerancia al mostrar la unión de las Owen con sus vecinas en su esfuerzo por rescatar a Gillian. Y aunque Practical Magic indica que no se debe jugar con algunos sortilegios, también demuestra que el verdadero amor es más fuerte que cualquier hechizo.



A pesar de las críticas, Practical Magic fue un éxito de taquilla. Éxito que combinado con la sintonía de Sabrina, y la aparición en el mercado norteamericano de Harry Potter, llevaron a los productores de televisión a pensar que el público americano estaba preparado para una serial “seria” sobre brujas. Se llamó “Charmed” (“Hechiceras” y en España “Embrujadas”).

(charmed.wikia.com)


Aprovechando el alto rating de la versión televisiva de “Buffy”, la Warner decidió darse la oportunidad e crear una serie sobrenatural sobre brujas modernas. A su cargo estuvo el legendario productor Aarón Spelling y la guionista Constance  M. Burge. Sin embargo, todavía había dudas de si una serie sobre tres brujas podría interesar al público, sobre todo si carecía del humor de Sabrina y “Bewitched”.  A Burge entonces se le ocurrió combinar ritos paganos, hechicería y seres sobrenaturales con valores domésticos y feministas. Estos estarían encarnados en las Hermanas Halliwell  tres chicas de hoy que deben recurrir a magia del ayer para sobrevivir en el mundo real y el fantástico que tienen la mala costumbre de entroncarse a cada rato.

“Charmed” llegó a tener ocho temporadas, igual que  “Bewitched”, son las series de tema sobrenatural más longevas. Fue una serie “trendy”  con actrices que imponían modas y con las que las televidentes podían identificarse. Para interpretar a Prue, la mayor de las Halliwell, Spelling trajo a su enfant terrible de “Beverly Hills 9201”, el icono de los 90’s Shannen Doherty. Para dar vida a su hermana Piper, se contrató a Holly Marie Combs, y a Phoebe Halliwell le dio vida Alyssa Milano, a la que el mundo había visto crecer en la famosa serie “¿Quién manda a quién?” (“Who is the Boss”).


(articulo.mercadolibre.com.ve)

Las Halliwell tenían algunos rasgos en común con Las Owen de Practical Magic. Tras la muerte de la madre y el abandono del padre, las hermanas son criadas por su abuela paterna. Sin embargo, apenas tienen edad para hacerlo cada una huye del hogar. Phoebe como Gillian se mantiene alejada de sus hermanas. La enfermedad y muerte de la Abuela Penny, y el legado de su casona victoriana en San Francisco, obliga a Las Halliwell a reunirse.

 Prue, a sus 28 años es  la más centrada e instruía de las tres, antes trabajaba en el Museo de Historia Natural de San Francisco y ahora en una agencia de subastas de objetos de arte. Es responsable, conservadora y seria hasta el punto de carecer del sentido del humor. De pequeña tuvo que cuidar de sus hermanas, algo que nunca ha superado,  tal como no se perdona haber provocado un accidente a Phoebe (mucho angst reprimido en esta serie). Piper es la reina de la cocina, una excelente chef pero un desastre en sus relaciones amorosas. Phoebe es la loca irresponsable, la que nunca terminó sus estudios y salta de cama en cama, incluso tuvo amores con el ex prometido de Prue. Las hermanas no están contentas de verse y mueren por decirse “Chao” eternamente, pero la herencia de la abuela las obligará a vivir en la misma casa.


Resulta que Penny era bruja, que las Halliwell descienden de un linaje de brujas y que tienen una misión: perfeccionar su magia para destruir demonios y proteger inocentes. Solo la despreocupada Phoebe le ve el lado entretenido a la misión. Pero poco a poco, las Hermanas comienzan a exhibir aptitudes que les sirven para ayudar al prójimo. Prue descubre que tiene el don de la telequinesis y puede mover objetos, más tarde aprenderá a proyectarse astralmente. Piper congela el tiempo y eso la ayuda neutralizar a sus enemigos, y Phoebe posee la facultad de la clarividencia que más tarde aumenta al adquirir el poder de la empatía.

A pesar de que la serie tiene a las Halliwell destruyendo demonios, neutralizando brujos malos y luchando contra criaturas extrañas, lo más memorable es su combate interior por aceptarse y aceptar que sus hermanas, aunque ejes de su aquelarre, son entidades independientes. Un atractivo de” Charmed” era su mixtura de fantasía sobrenatural con drama familiar. Más que los hechizos de las Halliwell recordamos sus relaciones fraternales, su reencuentro con el fantasma de Patty, su madre, y con su muy vivo padre Victor Halliwell. Inolvidables fueron los disparatados embarazos de Piper, el desdichado matrimonio de Phoebe con el demonio Cole, y la trágica muerte de Prue.



La misión principal de las Halliwell se cifra en dos aspectos: la destrucción de las fuerzas del mal y el avance de su magia a través del estudio y de experimentos (algunos de los cuales terminaban en catástrofes). Las brujas no solo son protectoras sino también estudiantes/aprendices. Toda familia de brujas tiene una especie de ángel guardián, un Guía Blanco. El de las Halliwell se llama Leo y se convertirá en el marido de Piper. Leo tiene poderes para orbitar y para curar. Poderes que no tienen las brujas. Tas la muerte de Prue, las Halliwell descubren que su madre tuvo amores con su Guía Blanco, y que de ellos nació Paige Matthews (Rose McGowan). Como hija de un Guía Blanco, Paige si tiene acceso a dones curativos y de orbitacion. Las Halliwell convencen a su hermana perdida a integrarse a su aquelarre.

(fanpop.com)


A pesar de las muchas capacidades paranormales de las Halliwell, también tuvieron que entrenarse en artes marciales para poder derrotar a sus muchos enemigos. Por un lado hacia más interesante la trama y aumentaba el aura de las hechiceras como heroínas de acción, pero esa fue mi única queja de una serie que me encantaba, el enfatizar las capacidades físicas y destructivas de las brujas más que su desarrollo espiritual e  intuitivo. Aun así, la magia, en todas sus formas, se manifestaba constantemente en la Mansión Halliwell.

De la abuela Penny las “Charmed Ones” habían heredado un gigantesco grimorio, El Libro de las Sombras, que era una enciclopedia de ocultismo, una crónica de todo suceso paranormal en el universo y un recetario de filtros y pociones. Parte del aprendizaje de las hechiceras consistía en inventarse sus propios hechizos. En ese arte descollaba Piper que como cocinera era experta en hierbas. Como complemento al encantamiento, las Halliwell debían acompañarlo con una invocación en rima, que tal como el hechizo debía ser original, ningún hechizo ni ensalmo eran reciclables. Así pudimos conocer diferentes combinaciones de productos naturales y el poder de la voz en la magia.
Phoebe y The Book of Shadows (fanpop.com)


Con “Charmed”, ya parecía que las brujas serían parte eterna de la industria del entretenimiento, pero en 1999 ocurrió un sorpresivo cambio de planes del cual no fueron culpables las Halliwell. (Continuará)