Bye, Bye Ros: Otra de las víctimas de “The Climb”

¿Como era el viejo cliché? Una adaptación fílmica es cuando lo único que se conserva del libro es el título. Eso pudo aplicarse a la sexta entrega de la Tercera Temporada de “Juego de Tronos” puesto que casi todas las escenas fueron inventadas por Weiss&Benioff y hasta Martin. Fue una noche que cobró muchas víctimas: Ros fue asesinada, Theon torturado, Gendry secuestrado y cinco personajes se enfrentan a matrimonios forzados. Pero la mayor víctima de la noche se llamó Tormenta de Espadas y su carnicería nos afectó al público Lector como siempre.

Debí haber seguido el ejemplo de la Reina Loveclois y no haberme creado muchas ilusiones... es que después del capítulazo de la semana pasada... Salimos de Cogman para caer en brazos de Los Arcángeles y eso significa desequilibrio. “El caos es una escalera” dijo Meñique y este capitulo fue una escala en la que algunas escenas alcanzaron la cumbre de la excelencia y otras rodaron cuesta bajo creando un efecto caótico. 

Fue una noche de sorpresas, de sorprendidos y de declaraciones sorprendentes. No me imaginé que Ygritte descubriera que su amante sigue prestando lealtad a la Guardia Oscura, y me gusto su razonamiento. Jon no debe servir ni a Mance ni a Los Cuervos sino a lo que ama. Yo también creo que ideología y gobernantes son secundarios cuando se comparan al bienestar de nuestros seres queridos.

Descubrimos junto a Tyrion que no fue Cersei la que envió a cortarle la nariz, lo que hace a Joffrey el segundo hombre más peligroso delos 7 Reinos. El primero es Lord Baelish que le mueve los hilos al reyezuelo.Después de tanta especulación, fue Tywin el encargado de encadenar a Ser Loras a La Guardia Real. 

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Pobre Loras, este fue el último clavo en el ataúd de su personaje. Weiss&Benioff se encargaron además de encajarle unos parlamentos dignos de “Gossip Girl” en el que se recalcó esa imagen cliché de gay frívolo y afeminado al que le interesa más el vestido de novia que la novia. ¿Los Arcángeles nunca han conocido homosexuales que  no sean feminoides, que no sean promiscuos y que se enamoren hasta el punto de la fidelidad? Pues esta vieja chapada a la antigua si los conoció/conoce.

Fue una noche dedicada a la minucia donde todo ameritaba  una discusión. Si un broche es lo mismo que un prendedor (Loras a Sansa), si la homosexualidad es peor pecado  que el incesto (Olenna vs Tywin) o si Osha sabe despellejar una liebre mejor que Meera. Si el quinto capítulo se caracterizó por no desperdiciar escenas, éste se encargo de hacer lo contrario.

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Entiendo que para satisfacer a los amantes del morbo había que darle a Ros una muerte truculenta y dedicarle sus buenos cinco minutos a la tortura semanal de Theon que acabó con él perdiendo un dedo. ¿Vamos a pasarnos dos temporadas  viendo como lo van haciendo cachitos? Aun así no entiendo el propósito de gastar tiempo en la ridícula escena de Bran, Jojen y Compañía. Aparte de tener a Bran sirviendo de árbitro en una pelea de niñas y  a Hodor diciendo “Hodor” ¿cuál fue el propósito de la escena? ¿Que Jojen le contara a Bran que su hermano Jon se pasó al bando enemigo? Eso ya lo sabíamos. Los guionistas se olvidaron que el propósito de un libreto no es informar a los personajes sino al público.

Fue una noche de buena dirección ( Alik Sakharov se lució en la escalada del Muro), pero de pésimos diálogos. Lo que indica que un buen director se pierde cuando el libreto no lo acompaña. El desnivel de buenas escenas (y las hubo) con las inútiles o fragmentadas creó lo que definió Serena en Kissed by Fire como un capitulo seco y lento. Como ella, yo bostecé muchas veces y otras tamborileé mis dedos en la pared…esperando, esperando.

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A ratos me sobrecogía la buena cinematografía. En la escalada del Muro hubo momentos que me recordaron al “Infierno de Fitz Palu” de Leni Riefenshtal, y ese despertar de Los Amantes de Los Hielos con una toma en descenso de un valle de nieve azulada fue de  una belleza paralizante. También me gustó ese recurso de las escenas sobrepuestas como el monologo de Meñique que nos lleva a un último adiós a Ros, convertida en alfiletero, y a una toma de Joffrey con cara complacida. O El juego de mostrar primero a Cersei preguntando quién informará a Sansa de su triste destino, corte a un Tyrion que por una vez no sabe usar las palabras, y luego  a Sansa desloada viendo alejarse el barco de Meñique. La ironía es que Sansa cree que Petyr Baelish es su salvación.

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Sin embargo esas escenas, donde más operó la buena actuación  fisonómica que los parlamentos insubstanciales, chocaban con escenas atropelladas como La Cena de Harrenhaal (ni quiero comentar eso) o mal armadas como la de Olenna y Tywin que resultó sosa, larga e incomprensible. ¿Cuál fue el mensaje críptico? ¿¿Qué a sus 32 años Cersei está al borde de  la menopausia? ¿Que todo hombre ha tenido sus asuntos con su  mismo sexo? ¿Qué el incesto es peor que ser gay?

Bueno, basta de quejas y pasemos a lo mejor de la noche

Mejor frase: Como los diálogos anduvieron flojitos, no tuve para hacer una lista de frases celebres, pero me quedo con “Estás pagando mis pecados, Tío” de Robb a Edmure luego que éste aceptará casarse con una de las Frey.

Mejor mirada: En ese discordante episodio en que los Hermanitos Lannister entierran el tomahawk y comienzan a condolerse (y casi a consolarse) mutuamente por esos matrimonios impuestos, Cersei dice “Cuando Jaime regrese...” y lanza una mirada al horizonte, esperanzada y nostálgica, de quien sueña con el regreso del padre de sus hijos.

¡Yupiii! Ya pinché mi carne! (imgur.com)

Mejor escena cómica (aunque no creo que fuera intencional): Jaime tratando de partir la carne. Me recordó a mi hermano cuando era chico y era zurdo (ahora creo que es ambidextro). Esa torpeza, esa manga de un traje que le queda grande y por supuesto el talento de NCW para “comerse la pantalla” fueron el highlight de la noche.

Cuando a Brienne finalmente la gana la impaciencia y le sujeta la carne, me recordó una escena de la primera temporada. Bran, que intenta fungir como Señor de Invernalia, es interrumpido por Rickon con un incesante cascar nueces. Eso fue exactamente lo que pasó aquí. Brienne tiene que controlar al chico malcriado que quiere llamar la atención. En los tres minutos que le dieron a La Dupla, Jaime fue lo menos importante, y estoy siendo sarcástica porque tanto Brienne como Bolton tampoco lucieron para nada. Se les quitó un libreto de lujo, y mas encima los dejaron con frases a media res. ¿De dónde sacó Brienne un vestido? ¿Cómo que Bolton se la va a regalar a Robb y en cambio regresa a Jaime? ¿Qué pasó con el rescate? ¿Y como si dejamos a un Jaime sucio y medio muerto la semana pasada, ahora aparece en la mesa de nuevo convertido en Jack Sparrow? ¿Ahh y Jaime es incapaz de cortar carne, pero si puede servir vino con la mano izquierda?

Hay algo más grave. Esta mini escena, aunada al absurdo discurso de Brienne en el cuarto capitulo, parecen decir lo mismo: perder una mano es la nada misma. Los invito a leer el magnifico ensayo de la Reina Koranda sobre el trauma que está pasando Jaime y cualquier persona que sufra una amputación. Esa cena era el momento en que El Matarreyes se daba cuenta que no solo había dejado de ser un espadachín, más encima ni podía cortar su propia carne. Pero la serie se lo toma a broma, como la ceguera de Mr. Magoo, y muestra a un Matarreyes que con sus payasadas sigue impacientando a La Doncella.

Mejor escena romántica: Todos los críticos están escribiendo odas sobre  Romeo y Julieta Más-Allá-del-Muro, yo me quedo con los Huerfanitos del Bosque: Ser Piggy y su Alelí (y no nos olvidemos del bebé).  Samwell Tarly  se las ha arreglado para sobrevivir en la tundra (oscura y llena de terrores) y mantener vivos a una recién parida y a un recién nacido. Para ser un cobarde, lo vemos muy tranquilo y casi contento aunque sus dones como encendedor de fogatas sean nulos. Y para ser un inútil ya tiene una audiencia cautiva con sus cuentos y canciones. Recuérdenme llevarlo conmigo si alguna vez me pierdo en Islandia. Pero lo más romántico es la admiración que provoca en Eli.

Estamos acostumbrados a mujeres que critican la inutilidad de los aristócratas cuando se enfrentan a las duras realidades. Ya me imagino como Brienne e Ygritte se hubiesen burlado de sus compañeros si estos no supieran armar una fogata. En cambio, Eli dulcemente enseña a Sam a  no desperdiciar leña y luego abre los ojazos llena de comprensión ante la incapacidad del gordito, él es un señor bien nacido, por eso desperdicia leña.  Pero ese señor la rescató,  la ha cuidado, le cuenta cuentos y le canta nanas a su hijito. ¿Qué más puede pedir una mamá soltera sin recursos?

Lo mejor de la noche: Se notó la ausencia de Bryan Cogman, casi tanto como que las escenas de Melisandre no las escribieron los mismos que asesinaron La Cena de Harrenhaal o que insertaron esa riña pueril entre Meera y Osha. Martin se rescribió a si mismo y lo hizo muy bien.

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La lección de arquería de Arya es interrumpida por la llegada de una extraña dama , vestida de rojo, y rodeada de soldados quien se dirige a Thoros en Alto Valirio. Anguy  y Gendry babean  y con razón. Carice van Houten se ve exquisita. Al herrero se le acaba la baba cuando los hombres de la Sacerdotisa se lo llevan a la rastra. Arya desde el comienzo sospecha de Melisandre, pero El Hada Roja también sospecha de la Niña-Loba.

"Eres injusto, Señor. Yo ni como, ¿y al Borracho le das poderes?" (imgur.com)

Martin nos llena de información. Thoros fue enviado a Desembarco del Rey a “convertir” a Robert. Meli lo apostrofa. ¿Qué fue de su misión? “Fracasé” responde Thoros y me doy cuenta que de los personajes nuevos es mi favorito. Su cándida confesión de como los placeres de Poniente (vino y mujeres) lo ganaron y le hicieron perder la fe, lo humaniza. Su revelación de cómo la fe lo dominó al ver morir a su amigo, lo hace sublime. Melisandre está escandalizada ante el don del colega borrachín. El no puede tener ese poder. Thoros humildemente le explica que él no tiene poder, es solo un instrumento de R’hllor. Nuevamente nos preguntamos ¿Quién sirve mejor al Señor de la Luz?

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Beric Dondarrion le revela a Melisandre que después de la muerte solo viene la oscuridad. Con razón él sirve tan diligentemente a un dios que lo rescata de esa oscuridad. El precio de ese servicio es “vender” a Gendry por unos sacos de oro. Tanto Gendry como Arya son defraudados por una Hermandad donde el fanatismo y la codicia priman sobre la solidaridad. Y sin embargo, Beric y Thoros tienen razón, hay que servir a quien bien le sirve y el oro de la Mujer Roja es tan necesario.

Melisandre vuelve a hacer vaticinios. Gendry hará caer reyes y Arya será una gran asesina. ¿Qué es peor ser bruja o asesina? Nos quedamos con esas palabras proféticas del Hada Roja a Arya “Nos volveremos a ver”.

En Juego de Tronos. Ar. encontraron la gran falla de esta temporada, la “sobredosis de tramas” que puede volver  tedioso un capítulo. Es el problema de traducir un libro de la envergadura de “Tormenta de Espadas”, pero también existen otros problemas, como servir a un público muy variado o  de tener límites de tiempo y presupuesto. Esto lleva a sacrificar escenas, arcos, personajes.

Mi mayor problema es que la trama se vuelve circular y hemos vuelto al principio. Cersei vuelve a ser La Melliza enamorada; Jaime, el mismo bruto que diseñó Vanessa Taylor, (hubo por ahí una crítica que dice que “vendió” a Brienne); Brienne lo detesta; La Hermandad es una tropa de bandidos; Joffrey, a pesar del esmero de Margaery, sigue siendo un monstruo; Lady Olenna es derrotada en tres minutos por Tywin, y Ros nunca existió.