The Rains of Castamere: ¿En qué momento comenzaron a llorar?

¿Cuando comenzaron a tocar “Las Lluvias de Castamere”? ¿Cuando matan a Talisa y a su bebé? ¿Cuándo asaetearon con flechas a Viento Gris? ¿O Cuando Roose Bolton dijo “Los Lannister os mandan saludos”? La verdad es que yo estaba lagrimeando desde que Osha y Rickon se despidieron de Bran. ¡Qué capitulo tan triste, pero qué bien hecho y qué actuaciones!

Hubo boda, hubo masacre, hubo huidas, hubo traiciones, hubo “warging”,  hubo de todo. Fue un capitulo insuperable casi tan dramático como “Baelor”. Descubrimos que a los Stark no les gusta matar gente, pero que cuando tienen que hacerlo lo hacen. También descubrimos que  tampoco se debe confiar mucho en sus promesas de amor. Por desdeñar a las feas (y a la gorda que ahora es madrastra de Ramsey, El Corneta) Robb Stark pagó con su vida, la de sus hombres, la de su madre, la de su esposa y la de su hijo nonato. ¿Qué pecio pagará Jon Snow por haber traicionado a Ygrette y a Los Salvajes?

Mientras espero al miércoles para ver de nuevo este megacapitulazo revisemos los hitos de la noche.

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Adiós a las reinas latinas: En un mismo capítulo dijimos adiós a Oona Castilla-Chaplin y hasta la vista a Natalia Tena. Talisa fue vilmente asesinada y Osha se marchó con Rickon rumbo a las tierras de los Umber: ¿De Talisa qué puedo decir?  Pobrecita, pensar que dijimos que era una cochina espía, pero fue un personaje poco querido y su partida fue más que anunciada. ¡Adiós Reina del Norte, al menos te fuiste junto a tu marido!

Diferente es el caso de La Madre Postiza favorita de la serie. Pensar que cuando conocimos a la ex “Tonks” todos vimos en ella a una desalmada salvaje que pretendía matar a un niño invalido. Su estadía en Invernalia despertó la gratitud de Osha y sus sentimientos maternales. No tuvo que abrazar a Bran, solo decirles a Los Reed lo mucho que significaba él pequeño “warg” para ella para ya hacerme lagrimear. Y a Rickon (ése si me hizo llora a mares) le dio más besos que los que Cersei le ha dado a sus hijos en su vida. Vamos a tener que esperar largo tiempo antes de volver a ver a Osha, Rickon y Shaggy Dog, pero no los olvidaremos fácilmente.

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Las mejores expresiones. Fue una noche de despliegue de actuación facial.  La desilusión se pintó en el rostro de Ser Jorah cuando, fresco del fragor de batalla, llega donde su Khaleesi a ofrecerle el Reino de Yunkai y a ella solo se le ocurre preguntar por Daario.

Sorpresa no muy agradable fue lo que reflejó el  rostro del Perro Clegane cuando Arya le confesó conocer su fobia y secreto familiar. Sorpresa más que agradable, fue la que vimos en la faz de Edmure Tully al descubrir que se había casado con la más guapa de las Frey.

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La incredulidad más dolorosa se dibujó en la cara pecosa de Ygritte al finalmente aceptar que Jon Snow si sabía traicionar, si podía matar (a Orrell) y que la había dejado plantada a ella y también a La Causa de Los Salvajes.

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Miedo y esperanza vimos en Arya. Como reconoció Clegane, tenía miedo de que, a pesar de estar tan cerca, nunca llegaría a reunirse con su familia...y tenía razón.

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El mejor guardaespaldas es un perro: Las Stark lo han ninguneado, pero Sandor Clegane siempre está ahí cuando ellas están en apuros. Lo demostró anoche al rescatar a Arya e impedir que fuera otra víctima de la venganza de Walder Frey.

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La noche de los huargos: Los lobos se ganaron su sueldo actoral en este episodio. Primero Verano y Lanudo se fueron de cacería, mientras sus protegidos pernoctaban en un molino (o castillo según Ygritte) y pudieron observar las maniobras de Los Salvajes. Luego, tras que Bran accidentalmente descubre sus poderes de “cambia pieles”, el espíritu del Niño Stark invade a su huargo y rescata a su hermano Jon. Pero quién me conmovió hasta las lágrimas fue Viento Gris, la víctima más inocente de La Boda Roja. Atravesado por flechas como un San Sebastián canino en su jaula. Los gemidos del lobo mientras expiraba ante los desolados ojos de Arya me hicieron pensar que debería haber Emmys para animalitos.

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Mejor actuación: Y ni decirlo, Michelle Farley como Catelyn Stark fue impagable, insuperable, conmovedora hasta los gritos. Su tierna felicidad al ver a su hermano bien casado, su mirada escandalizada al oír la prosaica descripción de Bolton de su enlace con los Frey, su nostalgia al recordar la negativa de Ned a que hubiera “encamamiento” en su boda, todo esto de premio. Pero luego su sentido “Casandra” de percatarse antes que nadie que algo iba mal, el horror al notar que Bolton lleva una cota de mallas bajo sus prendas cortesanas y su ira al abofetearlo, para acabar en esa fútil y desgarradora suplica por la vida de su hijo. Que Señora Actriz, que clase da a algunas que se creen que por ser jóvenes y tetonas valen más en pantalla.

Encuentros y desencuentros: un detalle que aumentó la angustia y el patetismo del capítulo fue ese acercar a los Stark entre si para luego separarlos. Jon nunca supo lo cerca que estuvo de sus hermanos, tal como Cat ignoró que su hija menor estaba en Los Gemelos. Pero qué felicidad en el rostro de Bran al contarle a Rickon que había visto a Jon.

El momento oportuno para orinar. Ni que le hubieran susurrado al oído al Pez Negro que debía mover la próstata. El tío de Los Tully se fue a la foresta en busca de un baño y no regresó. Eso le salvó la vida.

(guyism.com)

Y de como Samwell se convirtió en mago (¿A qué casa pertenece?): Muchos considerarán que fue la escena-relleno de la semana, pero a mí me encantó ver a Los Huerfanitos del Bosque seguir su paso por la nieve rumbo al Fuerte de la Noche, con Sam relatando episodios históricos. Tanta admiración provoca en Eli que lo nombra “mago”, ya parecía el sombrero de Hogwarts. Y la cara de felicidad de Sam al oírla me dio ganas de dale un beso.

(forbes.com)

En El Solitario de Providence se preguntaban si la calidad de ese capítulo compensaba el desnivel de la temporada. Eso lo responderé en un par de semanas, cuando pueda ver la serie con objetividad, lo que si me queda claro es que Los Arcángeles son maestros en el arte de terminar temporadas. Y ahora espero sus reacciones a La Boda Roja y a los otros sucesos de “Las Lluvias de Castamere”.