Oathkeeper: Jaime y Brienne

Mientras los críticos y recappers se devanan los sesos tratando de identificar quién es el verdadero Jaime Lannister (¿El violador del Septo o el pobre incompetente que debe encomendar su honor a una mujer?) Alex Graves sigue metiendo las patas. En una entrevista a Vulture dice que obviamente lo del Septo fue sexo red hot, que al final Cersei pone sus piernas alrededor de su hermano (WTF) y que si se aferra  a la cortina del féretro de Joffrey es para un punto de apoyo y permitir que Jaime la penetre mejor. ¡Señor, perdónanos! Yo creo que la única solución es que Los Arcángeles nos digan que lo del Septo fue una pesadilla de Jaime o Cersei, y que ya para este episodio han despertado.

Comenzamos con Jaime entrenando con Bronn, parece estar haciendo progresos, al menos eso cree, pero Bronn le quita la manito de oro y usándola de arma lo manda al suelo de un zuacate.  

(pagetopremiere.com)

Acto seguido, el mercenario  comienza a darle un sermón. Que Bronn se meta a darle sermones a alguien es todo un espectáculo. Básicamente, lo regaña por no ayudar a su hermano, por ni siquiera visitarlo Recuerda que en El Valle, Tyrion solicitó como campeón a su hermano porque sabia que El Matarreyes galoparía miles de millas por rescatar a su hermano.

Jaime comienza con excusas. De Jaime El Violador volvió a ser  Jaime, El Inepto. Y más procrastinador que El Chapulín Colorado. Ya comienza con evasivas “Ya lo hago”. No, esperen, en Poniente ya tenemos a un Procrastinador Crónico y fue patrón de Jaime. Ahora nos está saliendo un Rhaegar.

Finalmente, Jaime visita a Tyrion y comienzan con una competencia de quien ha estado en peor prisión. Seria divertido en otra ocasión, pero concuerdo con Sarah Hughes de The Guardian que suena raro que ante las circunstancias, Jaime todavía no se tome la vida en serio.

Tyrion dice que son los Hermanos Matarreyes. Yo diría que lo que tienen en común es que ambos han violado a sus mujeres. Bueno, dejemos es a un lado. Lo único útil de la visita (ni un vinito le trajo el mendigo manco) es que Jaime sale convencido de que Tyrion es inocente. El Gnomo además insiste que su esposa no es una asesina (“todavía”). Jaime nuevamente muestra su nulidad al negarse a ayudar a huir a su hermano.

Sin embargo, La Reina se entera de la reunión fraterna y hace venir a su hermano-amante-violador. Cuando Jaime llega Cersei ya le está dando duro ala botella.

“¿Me habéis llamado, Alteza?”

“¿Alteza? ¡Qué formal!”

 Y se siente lo que pasa por la cabeza de la borracha “` ¿Y ahora me sales con “Alteza”, tullido canijo, después que me arrastraste por el suelo del Septo?”

Pero nunca sale a colación lo ocurrido. Cersei recrimina a su mellizo por

a)      Visitar a Tyrion

b)      Por haberlo protegido desde su infancia

c)       Por no haber protegido a Joffrey. Y posiblemente ser incapaz de proteger a Tommen. Jaime jura que Ser Boros está apostado en la puerta de su hijo menor. Si lindo, pero Maergery está adentro.

d)             Por haberle jurado a Catelyn Stark que le devolvería las hijas. Dice que desde que “esa         vaca” lo trajo de regreso que ha dudado de la lealtad de Jaime. (A ver ¿a quién le dices vaca? ¡Lady Brienne y te queda la boca donde siempre!)

El caso es que Cersei nunca le reprocha a Jaime lo del Septo y ese es el camino que HBO espera que tomemos, que nos olvidemos de lo que pasó porque nunca ocurrió. Todo fue culpa de un guion torpe y de mal rodaje. El caso es que se han olvidado del asunto en la serie y esperan que sigamos esa corriente.

Cersei termina su retahíla de reproches con una pregunta. Si le pide la cabeza de Sansa Stark “¿Me la traerías?” Jaime se ve tan traspapelado que en el primer recap de Winteriscoming. Net creyeron que había aceptado Ósea, ya se espera lo peor de Jaimito.

Descubrimos que no fue así, gracias a las subsecuentes acciones del Matarreyes. Antes, Cersei ordena que Jaime ponga más guardias en la puerta del Rey Gatito. Jame quiere decir al, per ella le da la espalda. Vuelve a su vino y lo despide llamándolo “Comandante”. Hay quien dice que ese es el fin de la relación Jaime-Cersei; hay quien dice que esa es su manea de castigarlo por violarla; hay quien dice que Cersei esta enojada no por la violación sino porque Jaime ya no le sirve. Esa me la creo más.

Lo próximo es que  vemos a Jaime en su “oficina” de La Guardia Real. Brienne está con él  y se pone a curiosear dentro del Libro Blanco. Para mayor humillación, lee en voz alta el breve, mediocre y vergonzoso recorrido de Jaime en su único empleo.

Sin embargo, no la vemos con ánimo de avergonzarlo. Aplaudo a maquillaje y, por supuesto a las dotes histriónicas de Gwen que sabe verse vulnerable, femenina, dulce cuando le conviene a su personaje, pero también se ve bonita.

Jaime está en ánimo generoso y comienza a prodigarle regalos. El primero es la espada. Brienne se impresiona. Me imagino que es la primera vez que posee acero valirio.  Es Brienne quien bautiza la espada como “Guardajuramentos”. Luego, Jaime quita una sabana  y descubre la armadura azul Tarth. Ahí Jaime comienza a hacer su famoso pedido. Quiere que Brienne busque a Sansa y la proteja con la espada que fue de Ned Stark.

“Lo haré” dice a Doncella con voz quebrada de emoción. “Por Lady Catelyn...y por ti”

Ahora, todos sabemos (y ella también) que Brienne ama a Jaime. Es terrible separase de él, pero alivia saber que es una manera de demostrarle su amor. Ohh, pero Jaime todavía le tiene otro regalo.

Corte a un descampado en las afueras de Desembarco del Rey. Jaime presenta a Brienne con su nuevo escudero. El pobre Pod hace unas muecas que no se sabe si llora  o ríe.

Bri afirma que no necesita escudero y que este niño (y eso que no sabe que es El Rey de los Burdeles) solo la atrasará. Jaime la convence. Hay que salvar a Pod. Se lo ha pedido Tyrion. Pod le dice “Ser” y luego “Milady” tal como en el libro. Brienne acepta.

Bronn se acerca despedirse de Pod, le entrega el último regalo de su amo. El hacha que Tyrion blandió en Aguas Negras. Pod ahora si parece que va a llorar. Bronn sale con un “¿que esperas? ¿Qué te bese?”.

Parten. No hay grandes discursos, ni gestos, ni caricias entre Los Rubios. A unos pasos, Bri detiene el caballo y voltea a ver a Jaime, pero éste ni un gesto le hace de despedida. ¿Deberíamos pensar que debido a lo que ocurrió en El Septo, Jaime se siente indigno de Brienne?

No sé, siento que no vamos a ver a Brienne en largo tiempo. Hubiese querido un adiós más épico. Pero claro con Jaime en La Perrera, tampoco nos hubiera conmovido mucho.

A propósito, toda esta discusión me recordó mi juventud cuando la cultura popular femenina estaba llena de “héroes-violadores”. Si les interesa pueden leerla aquí.