lunes, 24 de marzo de 2014

Inquisitio: la rehabilitación de los brujos


Hemos hablado mucho de brujos en este blog, ¿pero qué es realmente la brujería? Según la serie “Inquisitio” en la Francia Medieval se consideraban brujos a las ermitañas del bosque, a médicos judíos que practican cesáreas, y hasta a la mismísima Santa Catalina de Siena. ¿Están tan errados? ¿En épocas oscurantistas qué son las nuevas técnicas médicas, los remedios naturales, y el poder decidir como vivir al margen de una sociedad opresora, sino hechizos? Es por eso que el mundo de “Inquisitio” recibe el calificativo de “Reino de Fábula”.

Últimamente, el cable está trayendo mayores opciones y ofertas cada vez mas variadas sobre todo en lo que se refiere a producciones extranjeras. Lo cierto es que “Inquisitio”, la serie francesa del 2012 de la que no sabía nada, no me llamaba la atención. Otra de esas series panfletarias que busca desprestigiar a la Iglesia Católica.

Sin embargo, a medida que pasaban los minutos del primer episodio, yo comenzaba a caer bajo el sortilegio de esta innovación del cuento de brujos, en la cual lo incomprensible y lo revolucionario se convierten en magia diabólica. Al terminar me di cuenta que había presenciado lo que “Toledo” (y hasta cierto punto  
"Águila Roja") pretendió ser y no fue y que esta serie  le llega a la rodilla, en términos de intrigas y atmosfera exótica, a "Juego de Tronos", lo que ya es mucho decir.


El protagonista de “Inquisitio” es un inquisidor llamado Guillaume. La serie inicia en su infancia para explicarnos qué lleva a un hombre a convertirse en un inquisidor. Guillaume es el hijo mayor de los Testaville, una familia de cierta alcurnia del Sur de Francia. A sus doce años, Guillaume evidencia ya rasgos edípicos, tiene una fijación en su bella madre y gusta espiarla cuando se baña. Siente muchos celos de su hermanito Nicolás que al ser mas pequeño puede compartir el baño de su madre. Un día en el bosque, Nicolás es mordido por una rata. Guillaume se burla de él, pelean y el pequeño cae al rio. El celoso Guillaume se niega a salvar a su hermanito.

Un campesino presencia la escena, rescata a Nicolás y acusa a Guillaume con sus padres. El Señor de Tasteville le dice a su hijo mayor que no es digno de llevar su apellido y lo encierra en el sótano a pan y agua. Pasan los días, los alimentos se acaban y nadie los reemplaza. Guillaume sobrevive bebiendo agua de lluvia. Cuando el niño logra huir de su prisión, encuentra la casa abandonada, los criados muertos. Su madre agoniza en la sala, cerca del cadáver de su marido, y con Nicolás desvanecido en sus brazos. Todos presentan las pústulas características de la peste bubónica. Claro, culpa de la rata que mordió a Nicolás, pero a comienzos del Siglo XIV, no se sabía nada de virus ni contagios.

La madre alcanza a decirle a Guillaume que él ha atraído la ira divina sobre su casa. El niño despavorido huye y vaga por calles llenas de cadáveres hasta una iglesia abandonada. Ahí reza suplicando a D-s que lo ayude. Un rayo parte un vitral y un fragmento del vidrio cae a los pies del niño. Es un ojo. La lógica infantil le dice a Guillaume que su pecado fue espiar a su madre. Se arranca el ojo con el vidrio y promete dedicar su vida al servicio de su religión.



Pasan 25 años, estamos en 1370. La iglesia vive la crisis del Cisma de Occidente. Hay dos Papas, Urbano en Roma y Clemente  en Aviñón y viven en guerra. Clemente hace venir a Aviñón a Guillaume Barnal, el famoso inquisidor. Los prelados de la corte papal tiemblan. Conocen la fama de Barnal, es un hombre cruel, implacable y absolutamente incorruptible.

Aparece Barnal, en su hábito dominico y con parche en el ojo. Viene acompañado de su asistente, el novicio Silas y se encuentra al Sumo Pontífice dándose chapuzones en una piscina, rodeado de cortesanas desnudas. Clemente recibe feliz a Bernal y comienza a llorarle sus cuitas. Aparte de esa guerra contra Urbano, aparte de que los sacerdotes de su reino son pecadores inútiles, aparte de que por las calles de Aviñón y ciudades aledañas hay quienes predican en contra de Celemente, ahora ha aparecido un sacerdote crucificado en su parroquia. Le pide a Barnal que solucione el caso lo más rápido posible.

Guillaume y Silas (info.catho.be)


A solas, Barnal, le explica a Silas que aunque deben repudia la lujuria, la Iglesia necesita de guerreros como Clemente y por eso tiene licencia para pecar. Este pragmatismo que se equilibra con su fanática devoción es una muestra del contradictorio carácter de Barnal. Sus únicas virtudes son su integridad, su franqueza, su coraje y una sagacidad que combina con gran erudición. Su mayor pecado es su falta de  compasión.

Antes de partir a su investigación, Barnal es requerido por Clemente para asistir a una audiencia que ha solicitado Catalina de Siena, mística italiana reconocida por sus milagros. Catalina aparece el salón ante la corte papal. Va vestida con hábito monacal y muy pálida debido a sus constantes ayunos. Se niega a besar el anillo papal. En cambio, apostrofa al antipapa refiriéndose a el como a “Roberto de Ginebra” y “usurpador”. Le exige que abandone el titulo de Papa  y cese su guerra contra el verdadero Vicario de Cristo.

(vimeo.com)


La monja acaba su arenga con un truco de feria. Se atraviesa las manos con unos pinchos de hierro. Alza las palmas para que vean que no sangra. Aun mas impresionante es que el rostro de la mística no revela dolor. Todos se impresionan y persignan, pero Barnal se le acerca socarrón. La acusa de haber bebido infusión de mandrágora (prohibida por la Iglesia) que anestesia los nervios y otra hierba que impide la circulación de su sangre. El Sherlock medieval explica así la palidez de la futura santa de calendario. Catalina indignada sale de la sala.  La persigue la voz de Guillaume que le dice que si no fuera quien es, la acusaría de brujería. Bueno, Si “American Horror Story” pretendió hacernos creer que Stevie Nicks era una  bruja, entonces cabe aceptar que Santa Catalina también lo fuera.

Lo que si nos queda claro, gracias a las próximas escenas, es que la mística tiene una agenda política tipo Melisandre. Trae consigo un sequito de ayudantes, incluido uno al que llama “hermano”. Son ellos quienes provocaron la muerte del sacerdote como parte de un plan para desacreditar al Antipapa.

(tvmag.lefigaro.fr)


Toca conocer a la segunda bruja. Primero vemos a un cura de pueblo, el Padre Tuillard, medio borrachín, medio manilargo. Llega a su parroquia y encuentra una pelirroja que parece que lleva algo escondido. La acusa de robarle el agua bendita para sus hechizos. Ella le grita que tiene más poderes que él. Huye perseguida por la acusación de “¡brujaa!!!” que le grita el sacerdote.

Ya conocemos dos brujas. Nos toca conocer al género masculino. Vamos a Carpentras donde un predicador callejero habla pestes contra Clemente. Aprovechándose del la ocasión, el enano Blaise roba los bolsillos del publico. De regreso a casa, Blaise encuentra un cliente al que le hace entrega de un saco de... ¡ratas muertas!

El hombre y sus roedores se internan por las calles de la Judería de Carpentras. Es el médico Samuel, hijo del también doctor, David, de Nápoles. Ellos usan los ratones para investigar las causas de la Peste Negra, pero deben hacerlo en secreto ya que Iglesia y Sinagoga se oponen a la disección de cadáveres, aun los de lauchas.

Tres generaciones de "brujos" judíos (public.fr)


Al llega a su casa, Samuel se encuentra con su hija Aurora que va camino de la Yeshiva. El medico le recuerda que las niñas no van allá, pero ella aduce que acompaña a su amiguito Julien. Efectivamente, solo que Aurora, que sufre del Complejo de Yentl, se queda escuchando la lección (una preparación para el Bar Mitzvah) detrás de una cortina y sabe más que los estudiantes ya que le “sopla” las respuestas a su amigo.

La región se prepara para una agitada noche. Los hombres de Catalina de Siena secuestran al Padre Tuillard. Notan que ya evidencia síntomas de la plaga. Se lo llevan para crucificarlo en su iglesia. La Plotte  Obispo de Carpentras recibe la visita de la bruja pelirroja. El sufre de artritis y ella le proporcina un analgésico poderoso. El Obispo la llama “Madeleine” y le ofrece una moneda para que le enseñe  la vagina. Ella le muestra una pierna, le arrebata la moneda y huye. “¡Bruja!” le grita el prelado (mejor “bruja” que “puta”, anciano).

Samuel y David se disponen a practicarle una cesárea a la mujer del campesino Leclos, a pesar de que les está prohibido atender cristianos y las cesáreas tampoco están permitidas Los Leclos solo tienen hijas. Ahora están seguros que viene un varón, el campesino les suplica que salven a su mujer y a su hijo y les jura por La Virgen que no los delatará. Antes de la cirugía, David le suministra a la paciente una droga para el dolor. Viene en un frasco idéntico al que Madeleine le vendió al Obispo. Su hijo se sorprende ya que el frasco tiene dibujados símbolos de hechicería. ¿De dónde lo ha sacado su padre?

(allocine.fr)


Nace una niña y madre e hija sobreviven la operación. Leclos no está contento. Acusa a los médicos de haber hechizado a la criatura, cambiándole el sexo. Sale gritando de su casa. Samuel lo sigue, y ve llamas en la iglesia. Entra y se encuentra a Tuillard crucificado y ardiendo en el altar con Madeleine observándolo. La bruja le da un palo al intruso. Samuel despierta casi al amanecer. Está en el bosque y lo observa un lobo con actitud amenazante. Súbitamente, el animal se tiende en el suelo mansamente. Samuel aprovecha para huir. Aparece Madeleine (Ohh, yo quería que el lobo fuera ella) y acaricia al cánido.




Samuel vuelve a casa y le cuenta su padre lo ocurrido. No se percata que la bruja lo salvó, ni que lo ha cargado sola desde la iglesia hasta el bosque, ni  la extraña actitud del lobo. Todo lo que se le ocurre es que hay una bruja pelirroja que mata curas. Su padre se niega a aceptarlo. Tal es su vehemencia para defender a la bruja que Samuel entra en sospechas. ¿Fue ella la que le dio la pócima?  David le dice que aunque se hace llamar Madeleine, su verdadero nombre es “Ze’eva” (cervatillo). Es una de ellos.

(picstopin.com)


Samuel sigue a su padre hasta el bosque donde conoce a Madeleine-Ze’eva y su casa-caverna. Se sorprende ya que entre animales disecados y pócimas, hay muchos libros. En esa época solo las mujeres de la aristocracia sabían leer. Madeleine le reprocha que no le haya agradecido que le haya salvado. Niega haber matado a Tuillard. Los culpables eran encapuchados con mascaras de aves. Ella  quemó el cuerpo porque vio que tenía las bubas de la peste.

(linquisitionpourlesnuls.com)


Mas tarde, David le muestra a su hijo una ilustración en la que se ven hombres vestidos como en la descripción de la bruja. Así se vestían en Italia los que trataban con los enfermos de la plaga. Le cuenta  la historia de Ze’eva. Hija de una comadrona de Arles, fue expulsada junto con su madre de esa ciudad. Antes de morir, la comadrona traspasó todo sus conocimientos a su hija. Madeleine ha aumentado esa sabiduría autoenseñándose a leer. Por razones personales, prefiere vivir bajo un nombre falso y lejos de la gente. Aun así, Samuel sigue sospechando de una mujer que prefiere permanecer alejada de su comunidad, pero no es la única rebelde en su vida. El rabino ha descubierto que Aurora espía sus clases.

A pesar de las protestas de la niña, Samuel le dice que la religión no puede cambiarse. No puede cambiarse, pero si interpretarse, Samuel. Debido a eso es que hace más de 100 años que los obstetras judíos practican cesáreas y las niñas judías van a Yeshiva y celebran su Bat Mitzvah cuando cumplen los doce años.

(fringuedeseries.com)


El Obispo se le aparece a Madeleine en el bosque. Ya se le terminó la droga y quiere más. La bruja se da cuenta que el prelado se ha vuelto un adicto. Le recuerda que la pócima es peligrosa si es consumida en grandes cantidades. “Reventarás como un cerdo” le advierte. La Plotte intenta violarla, pero Madeleine se saca una espina del brazalete y le inocula otro filtro que lo deja temporalmente fuera de combate. “¡Soy más fuerte que todos vosotros!” Le grita antes de dejarlo  boqueando bajo un árbol.

Comienza la investigación por el asesinato del Padre Tuillad. La máxima autoridad en la región es Turenne, sobrino del Antipapa, al que el mismo Clemente  califica de ser “una bestia”. Su idea de esclarecer el crimen es colgar un par de aldeanos en jaulas expuestas a la intemperie. Indignado, Barnal lo obliga a liberarlos. No es por compasión, sino porque considera que hay otros métodos mas eficaces. Reúne a los feligreses de Tuillard en la iglesia y los intima a contarle lo que sepan. Por oportunismo y miedo, muchos hablan. Dicen haber visto a Leclos cerca de la iglesia esa noche. La comadrona lo acusa de no haber enterrado a su mujer y a su hijo.



Van a casa de Leclos y encuentran vivas a la niña y a la madre. Todo parece normal hasta que el astuto Inquisidor descubre la herida de la mujer y el frasquito de medicina. Se llevan a Leclos para torturarlo. Los judíos lo ven pasar. Saben que hablará. David le recuerda su hijo la precaria situación de los judíos de la zona. Clemente los protege porque a regañadientes la comunidad paga las guerras papales, pero cualquier desliz puede forzar a una expulsión o cosas peores...

Los médicos queman las ratas y todo rastro de su investigación. Samuel decide entregarse y liberar a su padre de sospecha. Antes envía a Aurora a vivir en casa de amistades. Leclos habla e incrimina a los médicos, eso ocurre justo cuando David se entrega para salvar a su hijo. La inquisición registra la casa de los acusados. Barnal descubre pelos de ratones, muchos ratones y también grandes cantidades de hinojo.

Samuel dice impertérrito que se comen los roedores y los aderezan con hinojos. Banal sonríe, sabe que las ratas no son parte de la dieta kosher y que el hinojo sirve para mantener los cadáveres frescos. Acusa a los médicos de practicar experimentos prohibidos y de herejía. Se los lleva presos. Cuando salen a la calle aparece Aurora. Samuel le grita que huya. Barnal manda sus guardias tras la niña, pero Aurora es una Arya Stark sefardita y los pierde. Corre a lo Forrest Gump hasta llegar al bosque, pero...Caperucita se encuentra con el Lobo (Continuará).

(fringuedeseries.com)


La televisión francesa gastó millonadas en esta se miniserie que esperaba seguir al menos por una segunda temporada. Súbitamente, abandonaron esos planes debido a las protestas que provocó “Inquisitio”. Por un lado, El Consejo de Obispos la acusó de retratar negativamente a la Iglesia. Por otro, los historiadores se quejaron de su falta de historicidad (obviamente no han visto “Águila Roja”, porque a mi me parecer “Inquisitio” en atmosfera, parlamentos y manera de prensar de los personajes es rigurosamente histórica). Con mucho respeto hacia los Obispos, pero “Inquisitio” no es ni tan anticlerical ni pro-atea como muchísimas series de televisión contemporáneas. Basta pensar en “Los Borgia” o “Águila Roja” como ejemplos.

Aparte que estamos hablando del Medievo, de una época que se caracterizó por barbarie, injusticia, y torturas. Más dañinas para la imagen del clero católico son las novelas de Dan Brown sobre una iglesia contemporánea llena de secretos, o “Ray Donovan” donde se ve como un hombre se vuelca a una carrea criminal tras el trauma de haber sido abusado (él y sus hermanos) por un cura pedófilo.



Es cierto que la Inquisición utiliza la tortura para interrogar a sus prisioneros, pero también la utiliza la autoridad civil. A pesar de su fanatismo, Guillaume Barnal es un hombre que emplea la mente y la razón para su investigación policíaca. Me gusta su relación con Silas que me recuerda a la de Sean Connery y Christian Slater en “El nombre de la rosa”.

Comprendo la incomodidad ante lo hecho con el personaje de Santa Catalina de Siena, que es la gran villana de este cuento. Pero en un mundo en que las mujeres de todos los credos carecían de voz, es refrescante ver a una mística tomando parte en la política y ejerciendo cierto control sobre su vida. Prefiero pensar en ella en esos términos (en la vida real Catalina fue muy leal al Papa Urbano y se la utilizó para algunas misiones diplomáticas del papado) que imaginármela como una anoréxica delirante que es  la imagen de ella que nos brindan los historiadores modernos.
(linquisitionpourlesnuls.com)



No sé si la serie me seguirá gustando, pero dada su polémica encuentro un privilegio poder seguirla antes que se hunda en el olvido. “Inquisitio” puede ser vista todos los martes por la Señal TV5, del cable latino.

14 comentarios:

  1. La verdad es que entiendo que la serie no gustara. Su falta de historicidad y su parcialidad es evidente. El hecho de que series como "Águila Roja" se pasen la Historia todavía más por el forro no hace buenas series como "Inquisitio". Tomar por buena "Inquisito" sólo porque "Águila Roja" es peor, es como ponerle notable a los que han sacado un cinco porque el resto de la clase no ha sacado más que un dos en el examen.

    Empecemos, porque con lo que has contado de esta serie ya tengo material para comentar:

    -Burrada lo de la rata. Lo que contagiaba la Peste no era la mordedura de una rata, sino la picadura de la pulga que la parasitaba. Eso no significa, por supuesto, que una rata silvestre no te pueda pegar algo si te muerde, pero la Peste precisamente no.

    -La Iglesia no prohibía todas las disecciones, sólo las disecciones humanas. Nunca hubieran detenido a nadie por abrir ratas. Por esa regla de tres, los cerdos, las terneras y los corderos los hubieran tenido que asar enteros, ¿no? Hubiera estado prohibido el oficio de carnicero.

    -Lo de Santa Catalina de Siena es directamente una burrada, pobre mujer. ¿Qué pasa, que para que sea una mujer fuerte hay que ponerla como una conspiradora hija de puta y medio bruja? Pues me parece un concepto súper machista, la verdad, que la única mujer fuerte y lista sea la mujer mala, o la bruja en potencia. ¿Por qué no retratar a Catalina como lo que fue, ni conspiradora ni anoréxica delirante, sino una mujer inteligente con una fe y unas capacidades displomáticas sobresalientes? Ah, no, espera, que eso no vende entre la audiencia atea y anticlerical.

    -Del mismo modo, ahora resulta que el Inquisidor, para ser Inquisidor, tiene que ser un ejemplar de estudio digno de Freud, un flipado que se dejó tuerto a sí mismo porque se hacía pajas pensando en su madre. Pues qué quieres que te diga, me parece que la mayoría de los que se hacían inquisidores tenían un pasado bastante menos traumático.

    -La Inquisición no torturaba a nadie, porque el clero tenía prohibido derramar sangre. Lo que hacia era valerse de la autoridad seglar para torturar. Es decir, torturaba el verdugo local con el señor inquisidor delante.

    -Sí es cierto, por contra, que la Inquisición francesa fue una de las más virulentas de todas, a pesar de que duró sólo unas pocas décadas. Pero su virulencia no se volcó mayoritariamente con las brujas, como al parecer se piensa. Sí con los judíos, pero no por "brujos" sino sencillamente por no cristianos. Le daban mucha más importancia a la herejía que a la brujería, la cual la mayor parte de los inquisidores consideraban pura superstición de campesinos ignorantes. De hecho, la Inquisición francesa a quienes más caña dio, con muuucha diferencia, fue a los herejes cátaros.

    -No deja de ser irónico que los únicos que realmente se ensañaron con las brujas fueron los protestantes y anglicanos, sobre todo en su vertiente puritana y calvinista. Las "cazas de brujas" en Alemania, Inglaterra y EEUU se llevaron a miles y miles de mujeres inocentes por delante, algo que no pasó en los países católicos, donde, como ya he dicho, la Inquisición estaba sobre todo para cortar de raíz las herejías y las blasfemias (es decir, cualquier ideología que fuera en contra de lo que predicaba la Iglesia). De hecho, por dar un ejemplo, en toda la historia de la Inquisición Española, jamás se condenó a muerte por brujería a ninguna persona, con la única excepción del caso de las brujas de Zugarramurdi, en el que además las cinco condenadas fueron posteriormente exculpadas de la acusación porque uno de los inquisidores no estaba de acuerdo con el veredicto y exigió que se revisara el caso.

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    1. Reina Estelwen,
      Me has hecho ver muchas cosas sobre la serie, pero también hay puntos en lo que discrepo contigo y la serie me sigue pareciendo interesante.
      Los historiadores franceses se han quejado de varios errores de esta serie (el principal es el cronológico. Insisten en situarla en el 1370 cuando El Cisma fue el 1378).
      Primero, me da vergüenza haberme olvidado de la pulga como porta virus, pero para ser justos, en la serie no dicen que haya sido la mordida de rata la que infectó a Nicolás. La idea es que es el contacto con el roedor les o que provoca el traspaso del bácilo.
      Gracias por explicarme lo de la disección en la Iglesia. El judaísmo medieval también condenaba la disección de cadáveres, pero no la de animales como dicen en la serie.
      Si, al comienzo yo también pensé que era muy cliché lo de mostrar esa anécdota de la infancia de Barnal, pero eso es necesario para ingresar otro cliché, este conectado con los judíos. Un viejo lugar común de la literatura decimonónica era el mostrar que el judío “bueno” (o buena) era en realidad un cristiano “adoptado”. Así ocurre en Nathan el Sabio de Lessing, y la opera “La Judía” de Haleví (y ese si era judío) etc. Aquí se descubrirá que Samuel en realidad es Nicolás de Tasteville, el hermano del Inquisidor, por eso necesitaban de ese trasfondo.
      Ok, La inquisición no torturaba, torturaba el verdugo. Yaaa, ¿pero quien le ordenaba al verdugo? Seamos honestos, todo el mundo torturaba entonces, porque era el método policial establecido. La tortura hasta el Siglo XIX era parte del proceso de interrogación de todo aparato policiaco.
      Hubiera preferido que no utilizaran a un personaje real, ese fue un craso error, pero me sigue entreteniendo el personaje de Catalina. Sobre todo si pensamos que el Antipapa y su corte no son precisamente los buenos del cuento. Desde un punto de vista histórico eran usurpadores.
      Hay algo que necesito enfatizar. No hay Inquisición en esta historia. El único miembro de esa institución que aparece es Banal. El está cargo de una investigación policiaca, los guardias y el verdugo se los presta Turenne, ósea la autoridad civil. Todos, el Obispo de Carpentras, Turenne, etc. están en contra de su trabajo. Santa Catalina también, incluso su “hermano” tiene una deuda pendiente con Barnal. Aparte de Clemente, no tiene realmente apoyo.
      Algo que no especifican es si La Inquisición esta al servicio de Roma o de Aviñón. Es posible que no quieran o puedan ayudar al Antipapa. Da la impresión de que Clemente ha hecho venir a Banal solo por su confianza en sus dotes de investigador. A lo que voy es que, con sus incorrecciones históricas y su inclusión de clichés ofensivos, es un tratamiento diferente al tema el que presenta la serie.
      Curiosamente, Inquisitio no muestra una Iglesia anti-judía. Cemente protege a la comunidad siempre y cuando, le paguen. Barnal no arresta a los médicos por ser judíos sino por herejía. Aunque habla del Maligno, mas parece condenar practicas médicas prohibidas que creer en el poder de hechiceros.
      De todos modos, me gusta que la serie reivindique a las brujas.

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    2. Pues es muy curioso, porque los datos históricos demuestran justo lo contrario: la Inquisición (y la Iglesia católica en general) tenía bastante menos tolerancia con los judíos (y con cualquier que pensara o creyera diferente del canon establecido, en general) que con las brujas.
      En cuanto a lo de la rata, encima hay otro error, y es que las ratas no muerden a no ser que se sientan acorraladas o atrapadas. Son presas naturales, no depredadores, y como tales su instinto natural las lleva a huir ante la mínima duda, igual que una ardilla o un conejo. No sé cómo es la escena en la serie, pero a no ser que la rata estuviera dentro de su madriguera y el niño metiera la mano y la agarrara, o algo así, la reacción natural de cualquier rata ante un humano (o cualquier animal de gran tamaño) es salir por patas, no atacar. En todo caso, y si la rata es curiosa, valiente y está acostumbrada a humanos no hostiles, lo que hará será ponerse en posición de pedir a ver si le cae algo de comida. Pero lo normal en las ratas salvajes es que huyan como idems :-P

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    3. Por razones de espacio (la bendita reseña me salió como 5 páginas) no use todos los detalles, pero la escena de la rata fue triste (para el roedor). Los niños ponen trampas en el bosque y un ratoncito queda atrapado en ellas. Hay un close-up del animalito colgando de una patita. Obvio que muerde a Nicolás cuando intenta tomarlo.
      Nicolas Cuche, el creador de Inquisitio dijo no estar preocupado por “cuestiones de historicidad” que prefería apelar a recursos estilísticos y estéticos de juegos de video y series fantásticas (ya sabemos en que series pensaba). El problema es que la moralidad de GOT puede ser gris precisamente por tratarse de una fantasía. Es diferente cuando se toca un tema histórico. Por eso él prefirió irse por el lado de las brujas.

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  2. mira en mi muy humilde opinión Malena ,mas halla d las imprecisiones históricas ,de la iglesia que no es por defenderla,al contrario de todo quieren opinar , esta serie se cancelo por que ya hay una gran serie que se esta comiendo a las otras series de fantasia y se llama JUEGO DE TRONOS, todo se reduce a eso creo yo,es decir inquisition lo era negocio,y la mayoría de los televidentes pueden acceder al cable o bajarlos de internet , entonces pues si puedes ver una super producción con millones de inversión,pues la gente la va a ver

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  3. quise decir que inquisition ya no era negocio ,o sea que estaban perdiendo dinero,

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    1. Anónima, dame un nombre, para no decirte así. Curioso que menciones GOT. La información que he recaudado de Inquisitio es solo de sitios franceses. Al parece esta es la primera vez que sale de las fronteras galas, pero en todos los foros y los comentarios a artículos que lei, los televidentes se quejaban que la serie no era “GOT”. Ese fue el error de Cuche porque trató de que la serie fuera como Juego de Tronos, en vez de enfocarse a lo histórico y a lo novedoso. Porque nadie comparó GOT con Los Borgia, o con “Reign” no sé si la has visto que también es completamente “anti-historia”.

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  4. Antenoche encontré este capítulo en la tele, de casualidad, y ya que lo habías reseñado miré un poquito... aunque no demasiado.
    Me gustó a nivel estético, me pareció que el vestuario estaba muy logrado, la iluminación y la fotografía eran impecables, y las ambientaciones también.
    En cuanto a la verosimilitud, creo que en los comentarios de Estelwen está todo dicho! Habiendo dedicado muchos años de mi vida a la historia medieval, cuando me encuentro con este tipo de productos me quedan dos caminos: o me indigno, o me lo tomo como un hecho artístico y me río de los errores. Prefiero hacer lo segundo. Supongo que el autor quiso contar una historia en un ámbito medievalizante, pero no se le daba por recrear todo eso en un mundo paralelo o fantástico, entonces decidió tomarse todas las licencias posibles para con la Edad Media real.
    Pobre Edad Media, tan poco conocida y menos comprendida. Primero, porque se meten en un mismo saco unos mil años de historia de Europa, cuando es muy sencillo darse cuenta que vivir en el reino franco de los Merovingios no puede haber sido igual que en la Castilla del Rey Sabio. Segundo, porque cada vez que alguien quiere hacer referencia a una época de barbarie, oscuridad y miedo dice la remanida frase de "Es medieval, señora!" o "castigos y torturas dignas de la Edad Media"... como si las demás épocas históricas hubieran sido el reino de oro... en fin, ya hemos dicho muchas veces que, en el caso específico de la Inquisición, sus años de mayor virulencia tuvieron que ver con la modernidad. Todas las épocas tienen sus luces y sus sombras... los tiempos medievales también, sólo que tienen peor prensa.
    Con respecto a la persecución del pueblo judío, no puedo asegurar cómo fueron las cosas en Francia, pero sí recuerdo que por lo menos en Galicia, mi director de investigaciones había comprobado que, hasta bien entrado el siglo XIII o principios del XIV, existía una convivencia bastante aceitada, incluso con testimonios que las familias cristianas y judías compartían eventos sociales, como por ejemplo las bodas, sin ningún prejuicio. Y la medicina judía, por lo menos en los círculos nobiliarios, era apreciadísima (aunque a veces se intentara ocultar el origen étnico-religioso de quienes la practicaban...)
    En cuanto a la serie... la verdad es que no me enganchó. Lo cierto es que la Inquisición siempre me ha dado como escalofríos...

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    1. Y me faltaba el comentario banal: el actor que interpreta a Samuel está más que interesante, jajaja!

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    2. Te habras dado cuenta por ese cap. Que siguen con las equivocaciones históricas. Insisten en que es la mordedura de rata la causa de la peste y Santa Catita hace que al Obispo de Carpentras lo encierren en una jaula llena de ratas.
      Pr otro lado, al fin entendí el problema del inquisidor, el considera una herejía intentar encontrar una cura para la peste cuando esta es un castigo divino. Como todavía hay sectas protestantes que creen que no se debe acudir a la medicina (¿Te acuerdas del padre del DR. Horn de Revolution?), parece que esa teoría estuvo dando vueltas por mucho tiempo.
      Una cosa que se ha intentado hace con la serie es mostrar que en ambos bandos hay estrechez de mente. Tanto Samuel como su hermano inquisidor parten de la base que Ze’eva es bruja ¡por ser pelirroja! Ya viste que el suegro de Samuel renegó del yerno y de la nieta al saber que no era judío. Un absurdo porque no importa quien sea el padre, una criatura es judía del momento en que la madre lo es. El caso de Samuel (y si está bonito) me complica porque David lo hizo circuncidar aprovechándose que había perdido la memoria. La conversión siempre debe ser hecha (a menos que sea un recién nacido) con plena aprobación del converso.
      A propósito, la prohibición de la cesárea entre los judíos se debía a que la operación hasta el siglo XIX traía siempre la muerte de la madre, y en el Judaísmo se exige que la vida de la madre se anteponga a la del hijo (or eso aceptamos el aborto terapéutico).
      No me pongas a hablar sobre los gallegos que ahí peco de racismo pero al revés. Nunca me he creído bien el cuento de las 3 Culturas en la Andalucía mora, pero si esta comprobado que aun después del Edicto de 1492, los señores feudales gallegos siguieron protegiendo a los judíos y tomó mucho tiempo antes que los expulsaran. Un dato curioso es que el último terruño de España en expulsar a los judíos fue Navarra. Hoy los navarros no son muy pro-semitas, pero mi experiencia personal con los gallegos (Ohh y es para escribir loas sobre esa sociedad. Ya lo sabes por mi novela) es que son muy abiertos a gente de otras culturas.
      ¿Vas a seguir viéndola? Ahora que se acabó Un Village Française, es lo único que voy a seguir en ese canal. Confieso que concuerdo con las feministas francesas, estoy encantada con las brujitas judías

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    3. Me da un poquito de repeluz toda la cuestión inquisitorial, por eso no estoy segura de continuar viéndola... pero no sé, tendré que darle una segunda oportunidad!
      Y, si es por mí, habla todo lo bien que gustes de los gallegos, yo adoro Galicia y todo lo que tiene que ver con ella. Una de las mejores épocas de mi vida la pasé en Santiago, y todo lo que recuerdo de esa sociedad es positivo... tengo muchos amigos gallegos y todos son entrañables...

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    4. A mi tampoco me gustan los asuntos de la Inquisición (que ironía, ¿Cuántas veces no vimos en Revolution situaciones en las que entraban en juego los inquisidores modernos?), pero aquí es más un Inquisidor contra la autoridad civil y otras autoridades eclesiásticas. No veo a nadie (aparte Silas) de su lado. Santa Catalina esta en su contra. El Cardenal, enviado del Antipapa, se le opuso durante el juicio de David, porque Guillaume quería salvar a Samuel (su hermano) y el prelado quería encontrar chivos expiatorios en los judíos. Y cuando el Inquisidor le pide guardias a Turenne para detener un agitador, el otro se lo niega. Me gusta ese conflicto de poder.
      Otra cosa, La Inquisicion no se preocupaba tanto por los judíos como por ls conversos. En Galicia la Inquisicion solo entró en el Siglo XVI cuando los únicos judíos que permanecían en tierras gallegas eran marranos.
      Al parecer en cada país, la Inquisición tenía sus propias agendas. Si bien es cierto lo que dice la Reina Estelwen que en Europa, el Santo Oficio casi no se preocupó por las brujas, la historia es diferente en nuestra América, donde a muchos los achicharraron en los autos de fe del Tribunal de Lima y la Nueva España acusados de practicar hechiceria que en muchos casos se trataba de antiguos ritos indígenas.

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    5. Con el tema de la Inquisición en América, la cuestión se enrosca todavía más. Parece ser que lo "problemático" no era que realizaran rituales que pudiesen ser considerados brujería, sino la persecución del "hereje": los aborígenes ya estaban bautizados, celebrar ritos de sus antiguas religiones caía en el terreno de la herejía. Es la misma lógica por la cual, como bien señalás, se perseguía no tanto al judío como al converso acusado de "judaizante"...
      Sí, esa faceta inquisitorial de Rev era la que me revolvía las tripas, como comentáramos en su momento...

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    6. Al arecer "Brujeria" y "hechiceria" estaban estrechamente unidas ya que ambos estaban al servici del aligno.

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