Especulaba con qué
serie abriría este blog en el 2022. ¿Reseñaría The Witcher? Después de
ver la primera temporada y escribir dos notas sobre ella, no me quedaba
imaginación. Tampoco me ha interesado La rueda del tiempo. La respuesta
recayó en mi sorprendente encuentro con la serie egipcia de terror Paranormal.
Tan novedoso (y terrorífico) ha sido este encuentro con la primera coproducción
entre Netflix y Egipto que tuve que venir a recomendarla.
Comenzamos con un
niño llamado Taha, que, en una casona, juega al escondite con sus amiguitos. Está
contando con los ojos cerrados. Aunque siente pasos atrás no abre los ojos.
Solo nosotros sabemos que se trata de adultos que se mueven muy velozmente.
Taha acaba de contar y va a buscar a los escondidos. Lo que encuentra es tan
espeluznante que no los muestran. Solo vemos su carita desencajada y oímos un
alarido.
Fantasmas del
pasado y una Mansión Embrujada
Hacemos a Taha a
un lado para concentrarnos en su tío y protagonista de este cuento. El Dr.
Reefat Ismail, es un catedrático con tan poco interés en sus alumnos como en
las cosas mundanas y espirituales. Pesimista, escéptico y gran creyente en La Ley
de Murphy, Ismail ha aceptado que su familia lo comprometa con su primita Howaida,
una dulce maestra de piano.
En el día en que
cumple 40 años, y muy a regañadientes, Reefat acepta ir a una fiesta familiar,
pero justo ese día aparecen dos mujeres de su pasado. La primera es Maggie, su
ex condiscípula de cuando Reefat estudiaba medicina en Gran Bretaña. La
pelirroja acaba de divorciarse y viene en busca del Dr. Ismail con intenciones
románticas.
Reefat tiene la
pésima idea de invitar a Maggie a su cumpleaños. Es una experiencia humillante
para la pelirroja y para Howaida. Las hermanas del Dr. Ismail están furiosas,
pero los hermanos están encantados con la guapa extranjera. A uno de ellos se
le ocurre contarle la historia del primer amor de Reefat.
Nos vamos a un
flashback. En una zona rural, en los Años 30, vemos a los hermanos Ismail jugar
al escondite en La Mansión Jadrawy, un palacete abandonado .Solo Reefat ve
extraños personajes deambular, en silencio, pero todos en su grupo si pueden ver a la
pequeña Shiraz, una chica un poco extraña porque no parece experimentar dolor
aun cuando se da un golpe y sangre mana de su cabeza.
Reefat se enamora
de Shiraz y se le declara. Shiraz confiesa sentirse sola. Ella también ve a las
misteriosas figuras, pero no puede comunicarse con ellas. Hay una manera de acabar
con esa soledad , pero Reefat debe venir en secreto esa noche.
Cuando Reefat
obedece, descubre que el hermoso palacio es una casa quemada. En su interior
presencia extrañas visiones, un señor y su criado, ambos con quemaduras en el rostro, y una mujer de parto. Llega Shiraz y lo guía
hasta la azotea.
Entretanto, los
hermanos de Reefat han descubierto su ausencia y van a la mansión capitaneados
por Reda , su hermano mayor. Al llegar, ven que Reefat se dispone a lanzarse al vacío,
azuzado por Shiraz. Reda alcanza a amortiguar la ciada del hermano, pero se
rompe una pierna.
Unos días más tarde, Reda (que ha quedado con una cojera de por vida) hace a sus hermanos jurar sobre El Corán que no volverán a la Manson Jadrawy. Les explica que Shiraz es un fantasma. Ella y su familia perecieron en un incendio. La casa fue reconstruida, pero los que la habitaron sufrieron muerte y desgracia, por eso está abandonada.
Volvemos al
presente. La fiesta acaba con un bombardeo. Ahí sabemos que estamos en 1968,
que la ciudad está siendo bombardeada por la Fuerza Aérea Israelí (sucintamente
llamada “el enemigo “a través de la serie). El bombardeo es parte de las
escaramuzas que siguieron a La Guerra de los 6 Días.
En el refugio antiaéreo
estalla el pánico cuando se descubre que el pequeño Taha ha desaparecido. El
miedo se convierte en indignación cuando se descubre que Reefat lo envió a
comprar cigarrillos. Vemos que Taha está en el gallinero degollando una
gallina.
Reefat sale a
buscar al pequeño. Maggie, incomoda al estar encerrada con mujeres que lanzan
miradas asesinas, sale tras de él. El Dr. Ismail siente la presencia de Shiraz.
Se da cuenta que la fantasmita sigue buscando un compañerito. Sube a la azotea
y rescata al sobrino que está a punto de lanzarse al vacío. Antes, Taha ha
escrito “muerte” con la sangre de la gallina en la pared.
Las Mujeres de
Reefat
Esa noche Reefat
trata de convencer a Taha y a Maggie que los fantasmas no existen. Maggie es lo
suficientemente escocesa para creer lo contrario. Descubrimos que Shiraz persigue
al médico. Cuando Reefat la ignora, la pequeña fantasma decide buscarse una víctima
más sensible: Howaida.
Para salvar a
Howaida, Reefat deberá luchar contra momias, maldiciones faraónicas y monstruos
en el desierto de Libia. Todo para descubrir que esta fauna monstruosa está
subordinada a Shiraz. En sus empresas, el médico se verá acompañado por
curiosos ayudantes desde el gordito Ramis, experto en mitología e historia
egipcias hasta un farmacéutico albino que una vez fue su estudiante, y siempre Reefat
tendrá su lado a la valerosa Maggie.
Este primer
esfuerzo en conjunto de Netflix y la televisión egipcia está basado en la serie
de novelas de terror del escritor egipcio Ahmed Khaled Tawfik. Curiosamente
nunca han sido traducidas al español ni al inglés a pesar de ser (son 81
novelas) bestsellers en Egipto.
Paranormal ha sido un éxito en Netflix a pesar de
quejas por la baja calidad de sus efectos especiales. Yo no soy muy amiga de lo
técnico y me ha ganado la atmosfera que combina la de las aventuras de Indiana
Jones con el relato de La Momia (versión Frazer-Weisz). Mención aparte los
personajes que viran desde un supuesto guía religioso que fomenta la
superstición en una zona rural hasta Reda, el noble hermano mayor de Reefat, al que el médico ve como figura paterna.
Sobre ellos están
Maggie y Howaida, tan buenas y encantadoras que uno se sorprende de que pierdan
el tiempo con un misántropo amargado como el Dr. Ismail. En realidad, mi mayor
problema ha sido aguantar al protagonista que supera el rotulo de antihéroe. El
Dr. Ismail exaspera con su escepticismo desubicado casi tanto como con su
soberbia, egoísmo, y descortesía. Son características
que lo colocan al borde del narcisismo.
Me dicen que en
los libros no es tan antipático, tal como Howaida en la serie es más
inteligente y sensible, lo que explica que el Dr. Ismail le tenga cariño. Aun así,
su dilema romántico es incomprensible. Este tipo de disyuntiva solo se da en Occidente.
Reefat tiene la solución en su mano siendo musulmán y viviendo en un país donde,
hasta hoy, la poligamia es legal. Que se case con las dos
y se dé una roca en el pecho de que, siendo un viejo cínico y gruñón, lo quieran estas dos mujeres fantásticas..
Con todo y las
mañas y fallas del protagonista, hay momentos de verdadero terror en la serie
lo que la sitúa sin problemas dentro del género. Ayuda a crear atmosfera la
inclusión de elementos mitológicos. Por ejemplo, el silfio realmente existió y
se extinguió debido a que era “la píldora del día después” de La Antigüedad. Se
cree que era una especie de las férulas y su aspecto físico era el de un hinojo
gigante, no la flor que aparece en la serie. Estrabón cometió el error de
confundir al silfio con la asafétida, tan usada en ritos mágicos, pero cuando
se vio que carecía de propiedades anticonceptivas se dieron cuenta del error.
La serie abarca
muchas alusiones culturales del mundo del horror desde las maldiciones de
momias hasta las náyades. Ellas eran ninfas de la mitología griega, pero veo en
Wikipedia que muchas de estas ondinas de rio estaban asociadas con el Nilo como
Arsinoe, madre de Cadmo, y Europa, madre de las Danaides. Me pareció
interesante que el termino efrit que en folclore árabe se refiere a los genios— criaturas
que oscilan entre hadas y demonios— en Egipto sirva de sinónimo de fantasma.
Eso se debe al legado de la religión faraónica.
Recomiendo la
serie y ojalá le hagan una segunda parte.
Contenido
Violento o Gore: Como
buen relato de terror, Paranormal
no escatima escenas espeluznantes: autopsia de una momia, vistas panorámicas de cuerpos
despedazados esparcidos por las arenas del desierto, y las alucinaciones y sueños
de Reefat que incluyen un laberinto por el que fluyen ríos de sangre. Mas
tenebrosa es la descripción de un crimen de honor o que una mujer torture al
violador de su hermana
Contenido
sexual: Como toda
producción de un país islámico, no hay sexo ni alusiones sexuales. Se infiere
de la trama que la pasión sexual engendra violencia en contra de quien es una víctima
como en el caso de la madre de Shiraz o de la náyade que, tras ser violada, fue ajusticiada por su propio padre.
La futura nayade antes de ser victima de un crímen de honor
Contenido
feminista: Egipto ha sido
uno de los países musulmanes que más libertad ha dado a sus mujeres. Eso lo
notamos en el retrato de Howaida que, a
pesar de su sumisión, timidez y semi-pasividad, usa minifaldas, sabe conducir, vive sola y
tiene una profesión que ejerce. Por otro lado, vemos en Raefa, el cliché semita
(que no deja de ser cierto) de la esposa que adentro de su casa manda y domina
al marido y a su familia.
Lo fascinante de
la serie, es como nos señala que el peor horror viene de creencias
patriarcales. El Señor Jadrawy que por mantener su honor destruye la vida de su
hija y la de su nieta no es muy diferente al curandero local que asesina a su
hija por dejarse violar, y corta la
lengua de la otra para que no lo delate. El que esta última logre secuestrar al
violador de su hermana y se dedique a torturarlo diariamente ofrece otro
aspecto del empoderamiento femenino en esta sociedad de víctimas del machismo.
Factor Diversidad: Como se trata de una historia que ocurre
en un país africano, ya de por si es diversa. Lo “diverso” de la historia es la
aparición de personajes como Maggie que viene de Europa
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