(foto de dan-dare.org) |
Más allá de ser un fenómeno de taquilla, más allá del
desprecio con el que sus detractores la catalogan de entretenimiento infantil,
la serie de filmes “Piratas del Caribe” ha hecho un importante aporte al género
fantástico al insertar lo fabuloso en una
historia de corsarios. Es mi humilde opinión que en ese maridaje radica
el secreto de su éxito. En cada viaje de
Jack Sparrow sabemos que vamos a vivir aventuras de Perros de Mar, pero también
visitaremos Reinos de Fabula.
Heredé los libros que habían acompañado la infancia de mi
padre, así que crecí con La isla del
tesoro, El Corsario Negro y El Capitán Blood. Mi pasión por lo
bucaneros se acrecentó al conocer los filmes
clásicos de Errol Flynn y otros. Como amante del género pirata me entristeció
ver su decadencia a fines del siglo XX. A las ultimas películas de piratas del
Siglo XX como “The Pirate Movie”, “Piratas”
(un desafortunado esfuerzo de Roman Polanski),”Hook” y “Cutthroat Island “no las levantaba nadie ni
aun inyectándole buenas dosis de humor forzado.
Era entendible entonces que se esperara que “Piratas del
Caribe: El secreto de La Perla Negra” fuera un fracaso, a pesar de su estupendo
elenco y derroche de efectos especiales.
Pero la Disney se encargó de cerrarle la
boca a cualquier crítico. El filme lideró la lista de los más vistos por siete
semanas en su año debut del 2003. Ni tengo que mencionar todas las
nominaciones, premios y críticas favorables que recibió. Lo importante es que reivindicó el genero, o lo reinvento, y
no únicamente con la soberbia caracterización de Johnny Depp como el Capitán
Jack Sparrow, sino por encuadrar una historia de piratas en un marco sobrenatural.
Algo nunca hecho antes.
Es indiscutible que toda la saga es muy divertida (aunque el
humor estuvo algo flojo en la última entrega), pero lo impactante es que un
momento estás en el suelo retorciéndote de la risa y al otro al borde de la
silla casi al borde del infarto. Inolvidables son los chistes y frases de Jack,
más inolvidables son las escenas paranormales como el momento en que la
tripulación de La Perla Negra se convierten en esqueletos ante los aterrados ojos de Elizabeth Swann (Kiera
Knightley); la primera aparición del Kraken, el aspecto monstruoso de Davy
Jones (Bill Nighey) y el ataque de las sirenas en Whitecap Bay.
Jack Sparrow vs El Kraken
Si de algo no se puede acusar a los guionistas es de falta
de imaginación. Utilizando elementos reales como sitios geográficos o la
historia y costumbres de la piratería han ido un paso más allá, creando la
famosa Hermandad Pirata con sus reyes y estatutos o convirtiendo
el puerto de Singapur, que en el Siglo
XVIII era una aldea de pescadores, en toda una fortaleza china.
De igual manera han tomado elementos del folclore náutico
como Davy Jones, el Kraken, la Fuente de la Juventud y el Holandés Errante para
embellecerlos con nuevas mitologías. Nadie
sabe exactamente quien es Davy Jones, solo que es una criatura diabólica que se
hace cargo de las almas de quienes perecen en el mar. En “Piratas del Caribe”, Davy
es un monstruo mitad hombre mitad crustáceo con tentáculos de pulpo en el lugar
de barba, que tiene poderes sobrehumanos e incluso mantiene al Kraken
secuestrado para soltarlo en cuanto alguien contraría a su dueño.
Davy Jones (foto de tvkon.com) |
Demostrando un profundo respeto por el folclore náutico, la
producción de Jerry Bruckheimer se
esmera en sorprender al espectador con detalles sobrenaturales y novedosos. Si
en la primera entrega La Perla Negra era
un buque fantasma cuya tripulación estaba hechizada por haber robado un tesoro
Azteca, en la última (“On Stranger Tides”) el barco ha sido jibarizado por el
infame Barba Negra (Ian McShane) quien lo guarda dentro de una botella.
Will Turner (Orlando Bloom) se la pasa casi dos películas
intentando vencer a Davy Jones para rescatar a su padre, esclavo en El Holandés
Errante. Nadie esperaba que al final de la tercera entrega, Davy mate a Will, y
tras el villano ser ultimado por Jack Sparrow, Turner se convierta en el nuevo
capitán de un barco fantasma. Todo el
mundo conoce la leyenda de La Fuente de la Juventud, pero en “Piratas del
Caribe: On Stranger Tides”, se inventa lo del “Ritual Profano” para poder acceder a los
beneficios de sus aguas. Todo el mundo sabe que las sirenas son criaturas
peligrosas, pero en el mismo filme se las dota de unos colmillos dignos de la Familia
Cullen.
(foto de screenrant.com) |
Abundan también los objetos mágicos como el medallón de
Elizabeth que al tocar el fondo del mar emite una llamada hasta La Perla Negra,
la brújula de Jack Sparrow que da la dirección de lo que uno más quiere, el
cofre con el corazón de Davy Jones, los cálices de Ponce de Leon y esa
sustancia difícil de conseguir, una lágrima de sirena.
Jack y su brújula (Foto de lightacrossthejourney.com) |
A pesar de que el mundo náutico tiene un copioso folclore, no
se había intentado combinar éste con los piratas. Lo más cercano había sido la
novela de Stranger Tides (1987), que serviría de base para la cuarta película de la serie. En el 2006,
Helen Hollick publicó Sea Witch, (La bruja del mar) la primera de una
serie donde se fusionaba el universo
pirata y la magia.
Es una lastima que no hayan más ejemplos porque la
literatura marinera siempre ha echado mano
de lo maravilloso para enriquecer sus aventuras. Ahí tenemos los casos
de La Odisea y el cuento de Sinbad el
Marino en Las mil y una noches. En la
literatura medieval irlandesa surge el imrama,
la crónica del viaje marítimo del héroe hacia otros mundos y que conserva
tradiciones mitológicas celtas.
“Piratas del Caribe” ha suscitado los obligados juegos de
videos, series de novelas sobre la vida adolescente de Jack Sparrow y otros
productos derivados de rigor. Además la resurrección del género pirata ha inspirado
desde la telenovela mexicana Pasión
hasta un filme animado “Piratas”, pero no ha seguido jugando con lo fantástico
que fue su mayor virtud.
¿Te gusta el género pirata? ¿Conoces las leyendas del mar? ¿Cuál te gustaría ver incluida en las próximas entregas de Piratas del Caribe?
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