Leyendo esta entrada en el Blog de La Luz de Valinor, caigo
en cuenta que no solo sufrimos de una carencia de ficciones que reflejen amores
verdaderos y duraderos, sino que además su ausencia nos afecta. Y no hay lugar donde
sea más patente la falta de presencia del romance que en el género fantástico. Muchos fanáticos de la fantasía consideran
que idilios y sensiblerías poco tienen
que hacer ahí. ¿Qué opinas?
Si originalmente el genero fantástico no ofreció espacio para lo pasional fue debido a que sus
precursores, la ciencia ficción y la novela de aventuras, eran consideradas
libros “para chicos” donde no cabían monsergas románticas. Por otro lado, un
argumento que gira en torno a una búsqueda heroica, un viaje a reinos de
fábula, un aprendizaje en algún tipo de magia o una lucha entre fuerzas
sobrenaturales, no puede perder tiempo en los líos amorosos de los
protagonistas.
Hoy hay más mujeres que varones leyendo fantasías. A nosotras, aunque nos de vergüenza
aceptarlo, nos gusta conocer el aspecto vulnerable de los protagonistas, sean sus vidas familiares o sentimentales.
Para nosotras se ha creado el subgénero del romance paranormal
donde el amor tiene su lugar aunque el Príncipe Azul tenga colmillos de vampiro
u hombre-lobo.
Las romances paranormales son divididos de acuerdo a las
edades de sus lector Otra razón por la cual al romance se le baja el tono en
cuanto entra a mundos mágicos es que se cree que los mayores consumidores de la
fantasía son adolescentes sin seso. Debido a eso las
grandes pasiones son retratadas de manera infantil, a nivel de amores de
comics y que no convencen ni satisfacen al lector exigente, sea cual sea su edad.
Yo misma me encuentro inconforme con el amor en serie fantásticas que me encantan
como Los Cuentos de Los Otori o la
Trilogía de Seven Waters. Es que está
concebido de manera demasiado simplista.
Uno de los grandes errores de Stephanie Mayer fue vender su trilogía
vampírica como género juvenil. Por eso le han caído encima, por años, las críticas
de las madres gringas. Aparentemente, las heroínas de la literatura para Jóvenes Adultos (Young Adults como se les
llama en inglés o YA. Lit. como la
abreviamos las bibliotecarias) deben servir de modelos de conducta a sus
lectoras. Entonces, una nena de diecisiete años que, en vez de preocuparse de su
entrada a la universidad, planea casarse con un hombre 80 años mayor que ella y
con quien sostiene amores a espaldas de sus padres, no puede ser un buen modelo.
La "perfecta familia vampírica" |
Sin embargo, la razón por la cual Crepúsculo me atrapó, y la leí cuando me acercaba al medio siglo de
vida, es que me creí el idilio de Bella y Edward. Me pareció un sentimiento valiente, fuerte, más grande que cualquier obstáculo,
y diferente a la mayoría de los amoríos que otras ficciones nos muestran. Ciertamente
me resulto más romántico, y por ende satisfactorio, que los que leía en romances
paranormales de adultos.
(foto de tvlover.com) |
Otro absurdo de los convencionalismos de la industria
anglosajona, que mal que mal es la mayor proveedora de obras de fantasía, es
que la literatura debe reflejar la realidad (ya eso es una contradicción) y los
valores contemporáneos. El amor en ellos
debe seguir pautas “adultas”. La heroína debe pasar por varias relaciones hasta
descubrir qué desea en la pareja ideal. Eso le ocurre a Claire, protagonista de
Outlander, que al viajar en el tiempo
encuentra algo mejor que su actual marido. Y aunque Sookie Stackhouse haya
tenido a Bill como primer amante, la autora la ha hecho vivir otros romances e
incluso tener otros compañeros sexuales. A pesar de que en el último libro de
Charlene Harris que leí, Sookie estaba medio casada con Eric Northman, (YESSS!)
yo sé que eso no va a durar. La autora puede hacer que en el futuro Sookie tenga otras parejas,
ya que así ocurre en la vida real.
Evie y O'Connell (ofto de pinballmind.blogspot.com) |
Lo curioso es que por algo se llama “fantasía” y una fantasía
de las mujeres, por liberadas que sean, es creer en el amor único y eterno. Es
lo que esperamos que nos brinden los romances de ficción aun en el género fantástico.
En el cine fantástico, incluso obras que
son medio paródicas y dirigidas a
públicos de todas las edades, se encuentra
ese tipo de amor. El romance de Evvie y O’Connell en “La Momia” ha dado
para dos secuelas, y eso que llevan ya años de casados. Al final de “El Rey Escorpión”,
uno tiene la impresión de que El Acadio y su Hechicera serán felices y comerán perdices
para siempre. Y ni siquiera la muerte puede separar a Will Turner de Elizabeth Swann en “Los Piratas del Caribe”.
Del albúm de bodas de William Turner y Elizabeth Swann Turner |
En cambio, en la literatura fantástica, el amor se acaba, no convence, o termina de manera tragiquísima como ocurre al
final de La Mujer del Viajero del Tiempo.
Habrá quien diga que eso se debe a que el género fantástico desciende de la épica
en donde las historias de amor tienen finales fatales. El Rey Arturo es traicionado por su reina y su
más leal caballero; La Dama de Shallott se ahoga al no ser su amor correspondido;
Sigfrido es asesinado dejando viuda a Crimilda, tal como Héctor deja viuda a
su Andrómaca; y Eneas abandona a una Dido destrozada que se suicida.
Es tan obvio que la épica y el romance no se llevan que Aucassin y Nicolette, que gira
totalmente en torno al amor y tiene final feliz, es considerada una parodia del
género. El héroe de la épica debe ser un
solitario que no posee ataduras
sentimentales. Así son los héroes del género fantástico desde Frodo Bolson
hasta Roland Deschain en La Torre Oscura
de Stephen King. ¿Entonces cómo se
explica que el romance si tenga su espacio en la joya de la corona de la fantasía
épica, Canción de Hielo y Fuego?
Mucho se habla
de que la “Canción” de Martin contiene
“SEXO”, que es una historia “Adulta”, pero pocos reparan en la importancia del
amor en la saga. Una historia que comienza con Jaime Lannister diciendo “Las
cosas que hago por amor “antes de arrojar a Bran por la ventana de una torre,
obviamente va a dar preponderancia a ese
sentimiento.
(Foto de heykhaleese.tumblr.com) |
Martin demuestra que por amor se hacen cosas buenas y malas,
que es un torbellino del que nadie puede huir. Ni Jon Snow ni Samwell, atados por un voto de celibato, se escapan de caer bajo el embrujo de Salvajes guapas.
El romance en su obra abarca todos los matices, desde la oscura pasión incestuosa
que une a los mellizos Lannister hasta el amor homosexual que lleva al lindo
Ser Loras a enterrar con sus propias manos el cadáver de su rey-amante. El amor
en el mundo de Martin es también tragedia: Catelyn y Daenerys pierden a sus
amados esposos. Sansa pierde la inocencia al descubrir que su Príncipe
Azul era solo una ilusión romántica y
que el verdadero Joffrey es más tóxico que el humo que emiten los plásticos
quemados.
Jon Snow y su "Wildilng" (foto de fanpop.com) |
Por mucho tiempo la fantasía
épica fue considerada un género casi bélico donde lo importante eran las
batallas, la destreza de sus protagonistas en las artes militares o en brujería.
Con la llegada de Juego de Tronos, entran en ella las pasiones y el amor. Tan consientes
de eso están los productores de Game of
Thrones, que en la segunda temporada han aumentado la carga romántica. En
vez de un encuentro sexual fortuito que obliga a Robb Stark a romper un compromiso,
han creado todo un escenario romántico para llevar al Rey del Norte a desposar
a la enfermera Talisa. Estamos asombrados ante la magnitud del sentimiento que
une a Shae a Tyrion y que nos hace parecer imposible la traición que llegará
con la tercera temporada.
"San-San" (Foto de fanpop.com) |
Como si fuera poco, Martin diseña personajes entre los que
existe una tensión sexual que atrapa la imaginación de los "shipperos”. Lo
atestigua la abundancia de fanfiction que continua historias de amor que no sabemos
si Martin llegará a crear. Anoche, me la pasé leyendo (y llorando que soy una
vieja sentimental) unos fanfictions en los que Sansa espera el tercer bebé del
Perro Clegane, y donde Jaime le regala zafiros a Brienne en su aniversario de
bodas.
Con eso comprendí que
“Fantasía” también implica una quimera, un sueño que como los animales extintos debe sobrevivir, al menos en la ficción.. Por "sueño" no me refiero a ese delirio pornográfico de las
50 Shades of Grey, sino a esa ilusión
que todos llevamos dentro y que nos hace creer que en alguna parte del universo
hay parejas felices, cuyo amor supera toda prueba y que dura para siempre.
¿Es Martin el único autor de fantasía capaz de crear historias realmente románticas?
¿Debería haber más amor en el género fantástico? ¿Qué otra historia fantástica
recuerdas que abarque también una gran idilio?
En mi opinión, tiene dos explicaciones:
ResponderEliminarPrimera, el "público objetivo" de la fantasía hasta hace poco eran jovencitos que no querían leer sobre romance sino sobre gente que se parte por la mitad a espadazos.
Segunda: el modelo de la fantasía épica son los libros de caballería y los cuentos tradicionales, donde el mayor desarrollo de una relación es: "el príncipe vio a Blancanieves en el ataúd y se enamoró de ella porque estaba muy buena y le daba igual que estuviera muerta". O "como recompensa por haber matado al dragón, al caballero le concedieron la mano de la princesa, sin preguntarle a ella si estaba conforme o no"...
Una relación que yo echo mucho de menos en el género es la amistad entre mujeres. En este género se cae mucho en el tópico de "la amistad verdadera es solo para hombres", y el asunto me mosquea bastante.
A mi "Crepúsculo" no me atrae nada, pero es que yo en eso soy muy anticuada y me gusta que los vampiros sean seres oscuros y malignos. Y esa obsesión que le coge a la niña con el Edward no me parece nada sana. Aparte de que Pattison declaró una vez que no se lava el pelo, y eso ya le quitó todo el atractivo que el chico hubiera podido tener para mí. XD
Para terminar, igual te gusta leer esto. Cuando he leído tu entrada, me ha parecido un buen complemento:
http://desdelanieve.blogspot.com.es/2011/03/siempre-pensando-en-lo-mismo-joder.html
Bienvenida Condesa, gracias por pasar y comentar. Yo también extraño mucho las amistades femeninas en el género fantástico. ¿Te has fijado que las mujeres de Martin no tienen amigas? Lo más cercano es la relación de Dany con sus criadas. Y tal vez Brienne y Catelyn, pero ya vemos como termina eso.
ResponderEliminarA mi no me parecen muy románticos, porque deben tener mal aliento, pero Twilight me convenció. No así los filmes, porque Pattinson no me parece nada atractivo.
Eso es lo que encuentro en los géneros de fantasía épica esa imagen acartonada de la Princesa en el castillo que está esperando que llegue el Príncipe de las guerras. Gracias por el enlace, ahora voy y lo leo
Pensando en amistades femeninas en la literatura fantástica me viene a la mente La Saga de Gemma Doyle (también conocida como del 'círculo secreto' o la 'academia Spence'). Ahí las amistades femeninas son muy marcadas y admito que eso me gustó mucho en esa saga.
ResponderEliminarCreo que si bien la literatura es 'verosímil' (Parecida a la verdad) no tiene que imitar la realidad en cada vericueto o se vuelve tediosa. A mí en lo personal me disgusta crepúsculo, no por el romance, ni siquiera por al relación malsana en la que Bella se pierde a sí misma por Edward. Me enoja por lo plana y boba que puede ser. A mí en lo personal me gustan la heroínas más fuertes y regias.
A mí también me parece un poco injusto que los romances en la fantasía y la ciencia ficción o se diluyan o sean el centro de la historia. Es como si no importara nada más o como si no importara en lo absoluto. Me parece que hace falta un término medio (y creo que George lo logra en Juego de Tronos en cierta escala).
También en la fantasía está el asunto del conflicto, muchas veces se apela a la tragedia o a los finales tristes para redimensionar la importancia de la felicidad que tuvo la pareja mientras duró. No obstante, si creo, que en la fantasía como en la vida rea (sobre todo en la última) debe haber amores verdaderamente épicos y de toda la vida. De esos que dejan cortas a las almibaradas novelas y películas de amor :D
Por cierto, también me viene a la mente el Anime y Manga japonés, donde incluso hay géneros que ven el romance desde el punto de vista del chico. Debe ser una excepción porque el romance es muy importante en las historia niponas. Da igual si son de guerra o de fantasía.
Leyendo el enlace que me dejo la Condesa (aconsejo que lo lean. Esta buenísimo), llegué a la conclusión que los dos temas más difíciles de tratar en la ficción son sexo y amor, porque cada persona tiene un concepto muy personal de lo que es erótico y lo que es romántico. Entonces no hay manera de satisfacer a todos los gustos. Como lectora, suelo ser hipercrítica con ambos temas, por eso me sorprendió horrores que me conmoviera Twilight. Obvio que hablo de ese libro. ara el siguiente cuando llegamos al punto de que Bella quiere suicidarse por Edward, ya tiré el libro a la basura.
ResponderEliminarSobre la amistad, el genero fantástico juvenil suele abarcarla más sobre todo en historias de escuelas de magia e internado como la Academia Spence, porque están siguen el modelo Harry Potter y en HP la amistad es un tema trascendental. En cambio en la fantasía épica puede haber mucha camaradería entre varones, pero no entre mujeres. ¿Y por qué habría de haberla si no hay precedentes? Las amistades femeninas no aparecen ni en leyendas, ni en mitos, ni en cuentos de hadas. Nacen con la era victoriana.
Scarlett, me has hecho caer en cuenta que en tus novelas (que califican o como romances paranormales o fantasías urbanas) las protas si tienen amigas, pero en la mía, Violante se pasa casi la mitad de la obra rodeada de figuras maternas, no sabe lo que es ver a una mujer como su igual. LO más cercano va a ser Delarah, que era su rival. No se por qué hice eso, ya que en mi primera novela, la heroína tenía todo un circulo de amistades y parientas, pero creo que fue por economizar personajes que obvié el tema.
Cuentan las hermanas como amistades femeninas? ;)
ResponderEliminarPorque ahi estan Practical Magic y Charmed. Osea que las brujitas son mas propensas a hacer amigas, ja!
En Twilight, Bella es muy amiga de Alice. Y tambien Alice es amiga de Rosalie. Pero claro, Bella no se hace vampira hasta el final.
Interesante articulo!
Muy buenos ejemplos Sister Lore, y Practical Magic esta basada en una novela. La brujería es un tema que invita a la amistad entre mujeres, pero lamentablemente, la nueva onda es retratar a brujas como personajes negativos (con la excepción de Hermione Granger).
ResponderEliminarEstaba pensando que las amigas "humanas" de Bella son periféricas (un poco como El Cuartel y Betty La Fea) nunca gozan de su total confianza. Alice si llega a ser buena amiga de su cuñada.
¡Pedazo de blog que tienes, niña! Llevo ya un rato buceando por él, sobre todo leyendo lo referente a CDHYF, y cada vez me gustan más tus artículos :-D
ResponderEliminarLa verdad es que yo no considero a George Martin como un gran escritor de escenas románticas. Creo que tiene muy buenas ideas al respecto, pero un poco mal llevadas. Revolotea sobre las historias de amor, pero no profundiza en ellas, y lo peor: casi siempre acaban llevando a los personajes al desastre, al más puro estilo de las tragedias griegas.
Rhaegar y Lyanna, Aemon el Caballero Dragón y la Reina Naerys, el Príncipe de las Libélulas y Jenny de Piedrasviejas, el amor de Lysa por Meñique, el de Meñique por Catelyn, el de Jon e Ygritte, el de Sansa por Joffrey, el del Perro por Sansa, Tyrion con Shae y con Tysha, Jaime y Cersei, Robb y Jeyne, Daenerys y Drogo... toooodas estas historias de amor acaban trágicamente, y un buen número de ellas además acaban trayendo la desgracia, la guerra, el infortunio o la muerte sobre los enamorados.
En este sentido, creo que George Martin es bastante pesimista, centrándose mucho en el sexo pero detallando poco las historias de amor y encima resolviéndolas de un modo muy pesimista. Yo aún estoy esperando una sola pareja estable en CDHYF, que se ame a pesar de las dificultades y que acabe bien. Y no la he visto en cinco libros :-(
¡Te tomó tu tiempo, pero llegaste! Aquí hace rato que se esperaba a Luthien, así que eres más que bienvenida. Gracias por los elogios y por ser mi octava seguidora
EliminarYo ando buscando todo lo referente a CdeHy, así es como encontré tu blog. Mi intención siempre ha sido hacer un blog sobre el género fantástico, pero los interés de mis seguidoras (lo digo en femenino porque acabo de notar que todas son mujeres. Uff tenemos matriarcado) y los míos siempre desembocan en Los 7 Reinos.
A ver, tal como dijiste en el post que inspiró éste, no parece existir una novela “seria” contemporánea que refleje una historia de amor que tenga buen fin. A mi misma no se me ocurre ninguna, con la excepción de la omnipresente saga de Crepúsculo. Los finales felices quedan para telenovelas y el género “rosa”.
Entonces no podemos quejarnos del pobre Martin. Pero lo que el hace es darnos las pautas del verdadero amor aunque terminé trágicamente, uno sabe que si no se hubiera entrometido Mirri, Daenerys y Drogo hubieran sido felices, si no hubieran sido tan brutos, Ned y Catelyn hubieran envejecidos felices en Invernalia. Y eso lo enfrenta a historias de “mal amor” (Sansa y Joffrey, Cersei y Jaime). Es como que dijera este es un manual para no meter la pata, para no confundirse y saber reconocer cuando llega el verdadero.
Todavía faltan dos libros (tal ve mas, con Martin nunca se sabe). Quizás Tyrion encuentre a Tysha o sea feliz con Penny. Yo sigo esperando que El Perro deje de enterrar cadáveres y jugar al monje, y “resucite” para salvar a Sansa. Y que pase algo entre Brienne y Jaime.
Pero me has hecho pensar, porque a mi me gustan las historias de amor convincentes, románticas y con final feliz. ¿Será que aun en genre, se las desprecia?
Bueno, pues me pareció muy interesante tu entrada y me encanta el género fantástico de manera personal, en cuanto a estas dos historias de fantasía, la de Crepúsculo la leí sólo por curiosidad y porque me encantan los vampiros, aún y con su apariencia aterradora y todo eso pero, después de leer otros libros, me pareció totalmente superflua y vacía aunque admito que en su momento me cautivo y emociono el idilio entre la mortal y el vampiro.
ResponderEliminarLa idea del amor en el género fantástico, me parece bastante acertada (sin mencionar que soy una romántica sin remedio) no ya porque crea en el príncipe Azul, sino porque es parte de lo humano, lo que puede hacer cambiar al ser humano y lo que en muchas ocasiones nos lleva a ser quienes somos, por eso adoro el personaje de Jaime en Juego de Tronos (en especial su relación con Brienne) y toda la saga en general.
Creo que el amor es un elemento importante dentro del género que no debe pasarse por alto y que nosotros como lectores debemos valorar.
Más que bienvenida, Mónica, espero te hagas seguidora de este blog. Leí tu poesía, me gustó y denota que eres romántica de corazón. También me ocurrió eso con Crepúsculo, la primera era un gran romance y luego la fueron estirando como chicle y se perdió ese sentimiento. Espero que no ocurra así con el posible romance de Brienne y Jaime.
EliminarPues en las novelas de Dragonlance (que aparecen en el enlace de condesa), al menos las primeras, el amor esta muy presente. No fue entonces cuando empezó el boom comercial de la fantasía?
ResponderEliminarCon respecto a CdHyF, Ned y Cat eran un matrimonio feliz, su relacion en si no terminó mal, Ned murió por causas ajenas a su relación. Y Davos tambien parece tener un matrimonio feliz.
Bienvenida Nerimane. Como “fantástica” atrasada que soy, no sabría ponerle fecha al inicio de un boom de fantasía comercial. Sé cuando comenzó el boom de la fantasía entre lectores “mainstream” ósea los que no eran fanáticos de la fantasía (y eso inicia con la serie de Harry Potter).
EliminarEfectivamente Ser Davos tiene un matrimonio feliz. A juzgar por lo que se cuenta de la relación Tywin-Joanna también fueron felices. El amor de Ned y Cat fue muy solido y por eso los considero la gran historia de amor de Poniente más que lo de Rhaegar y Lyanna