Aunque pequeño,
Portugal es un país lleno de tradiciones, de leyendas y folclore. En el 2023, la televisión portuguesa creó esta antología
que combina anécdotas históricas con creencias sobrenaturales del país lusitano
que van desde doncellas guerreras hasta el imperdible lobishomen.
El primer capítulo
cubre la leyenda de Inés Negra, un personaje semi histórico. Las crónicas
medievales cuentan que durante la guerra por el trono lusitano entre Enrique de
Castilla y Juan de Avis, una importante fortaleza, el castillo de Melgaҫo fue
asediado por las tropas de quien sus enemigos denominaban “El Rey Bastado”.
Situado en la frontera de Galicia y Portugal, Melgaҫo era un punto geográfico
que no debía estar en manos de castellanos, pero se le consideraba inexpugnable.
Finalmente, en
1388, se levantó el sitio. Entre los portugueses surgió el rumor de que se
había logrado vencer al adversario gracias al combate cuerpo a cuerpo de dos
mujeres, resultando triunfador la campeona del rey Juan de Aviz. Ya para el
siglo XIX, la leyenda era conocida. Inés
Negra era una vaqueriza que seguía al ejército, no se sabe si como guerrera o
soldadera. Al divisar entre las huestes castellanas a una pelirroja que parecía
ducha en combate, la desafió.
Aceptado el desafío,
comenzaron ambas féminas―dotadas de armas y cotas de malla― a
darse mandobles, pero hartas de tanto peso, se despojaron de sus cascos y
escudos y comenzaron una “pelea de gatas”, con mamporros, arañazos, patadas y
jalones de cabello. Finalmente, Inés Negra correteó a la pelirroja que tuvo
que buscar refugio en los muros del fuerte. Así se consiguió esa importante
victoria tanto estratégica como moral.
En la antología
se ha elaborado un poco en la biografía de Inés. Natural de Melgaҫo se
ha unido a una gavilla de bandoleros que sirven al Rey Bastardo. A Inés le
entra miedo cuando se les encarga llevar un cargamento hasta el Castillo de
Melgaҫo. Corre el rumor de que el motivo que éste es impugnable es
porque los castellanos tienen una guerrera que ha hecho pacto con el Diablo.
Solo Inés sabe que es Helena, la hermana a la que abandonó.
A pesar de esa premisa, el relato no tiene
aspectos sobrenaturales y más adquiere tropos de Juego de Tornos con una
doncella-caballero que es un poco cínica y escéptica del poder de los reyes que
exigen tanto del pueblo llano. La pelea final tiene dejos (sin tanta violencia
y gore) del enfrentamiento entre Los Hermanos Clegane.
“ El pacto con el
Diablo”, el segundo cuento es más ligero y con tintes de comedia. Gonzalo, El
Fraile de Tagilde, es un monje nómada y guitarrista que goza de inmerecida fama
de hacer milagros. Por eso en el pueblo de Amarante es convocado para exorcizar
a un travieso demonio que no los deja en paz.
En la tercera
historia entramos en el mundo de fabulas, tipo Mil y una Noches. Salma,
hija de un alcalde moro (estamos en un Portugal pre-Reconquista), cree poder alejar
la tristeza de su padre recuperando el tesoro que perdió por culpa de una
hechicera. Para eso lo convence de no ejecutar a un peligroso pirata que será
su guía y protector en un viaje a tierras misteriosas y mágicas.
En “El Buey
Bermejo” seguimos en días de la Reconquista. Salí es enviado por el
Califa en busca del Príncipe Yusuf. En su camino, el emisario encuentra un
grupo de cadáveres, algunos moros otros Templarios. Entre ellos está el herido
Erkan, que revela ser un contrabandista moro. Erkan hace que Salí lo
lleve a la taberna del Buey Rojo, donde el emisario conocerá a otros personajes,
todos involucrados en la búsqueda de un tesoro legendario.
La quinta
historia nos lleva a un pasado más remoto cuando Lusitania era tierra de los
celtas. El jefe de un clan quiere escoger un sucesor y un marido para su hija. Justo
cae del cielo una inmensa serpiente en el Rio Mondego. El jefe determina que
quien mate a la serpiente será su heredero y esposo de su hija.
“El Niño Lobo”,
que cierra esta antología, alude a una
de las figuras más tenebrosas del folclore galaico-portugués: el lobisomen.
Estamos en el siglo XIX, una campesina destrozada por su esterilidad pide ayuda
a una Moura para poder embarazarse. Como he mencionado antes (y en mi novela)
en el folclore gallego y el portugués “Mouros” se refiere a una raza de seres
que habitan un mundo subterráneo, y poseen poderes mágicos, típica descripción
de hadas celtas.
La Moura concede
el deseo, pero el niño es extraño, arisco, violento, amigo de la sangre y que devora aves de corral
crudas y semi vivas. Para peor, en noches de luna llena se convierte en lobo.
Obvio que con esas credenciales va a ser repudiado por los aldeanos y por su
propio padre.
Lusitania
presenta una antología muy diversa que cubre diferentes géneros y épocas históricas.
Pasamos del siglo XIV a la Reconquista. Desde las épocas prerromanas al siglo
XIX. Tenemos leyendas históricas, cuentos de la tradición árabe, y terror
tradicional. Seguimos los modelos establecidos por los Hermanos Grimm; el Schwanke,
relato de humor campesino (“ El Pacto con el Diablo” ) y el Marchen, el
cuento de hadas típico con un héroe que debe destruir a un monstruo para así
obtener la mano de la princesa. En cambio, “El Buey Bermejo” sigue las pautas
de un relato de misterio donde varios pillos buscan un tesoro.
No estoy muy
familiarizada con la televisión portuguesa. He visto un par de cosas de época (Gloria, Los Misterios de Lisboa), pero no lo
suficiente para comparar. Tampoco conozco mucho a los actores. En este elenco
solo reconocí a Joana Ribeiro (Gloria, Das Boot) que interpreta a Elena en el episodio “Inés
Negra”. Solo sé que, si hubiese algo en la cinematografía o actuaciones que
estuvieran irremediablemente mal, yo lo notaria.
Voy a ser franca,
las leyendas me entran por el oído, me gusta o leerlas, que me las lean o
narrarlas. No necesito de props visuales. Me gusta imaginarme lo que está ocurriendo.
Por eso no voy a ponerme a discutir sobre la calidad de los efectos especiales.
No sabría decir si la serpiente del Mondego está mal diseñada o si debería
haber más maquillaje para el licántropo del último cuento.
Solo sé que la atmosfera, sea de misterio,
cuento de hadas o terror, es impecable y que “El Niño Lobo” me aterrorizó
precisamente por lo que no muestran, pero que se siente, una presencia
amenazadora constante. Me recordó al filme de la Hammer La Maldición del
Hombre Lobo donde solo al final Sir Oliver Reed muestra la máscara lobuna.
Contenido
Violento o Gory: Desde
luchas medievales hasta un niño que devora vivas a aves de corral, la violencia
y la sangre fluyen a través de esta colección.
Contenido
Sexual y Desnudos:
Ninguno.
Factor
Feminista: Tenemos una
doncella guerrera (Inés Negra) y una princesita que se hace a la mar a buscar
una tierra fabulosa, e incluso una campesina con una agenda, tener un hijo
cueste lo que cueste.
Factor Diversidad: Vemos a moros y cristianos, y los
primeros son interpretados por afro-lusitanos.