Los “actores de género” existen desde que el cine es cine. A John
Wayne se le asociaba con los wésterns,
a Humphrey Bogart con el Film Noir, Adam
Sandler es comediante, y antes de
“Filadelfia” Tom Hanks era estrictamente “galán de comedia romántica”. ¿Por qué entonces no pensar que hay actores,
aun con grandes y versátiles currículos, que representan a los filmes fantásticos? A pesar de ser un mega
actor, con un variadísimo historial, quiero nombrar a Gary Oldman como la primera estrella de las
películas fantásticas y de ciencia ficción.
Como la fantasía es
un descubrimiento del Siglo XXI, no se puede hablar de “cine fantástico”
anterior al 2000, a pesar que desde el cine mudo que se han hecho proyectos que
hoy calificarían como “fantásticos”. La ciencia ficción como género nace en los
50’s. Hasta que Stanley Kubrick no nos llevara en su “Odisea del Espacio”, los
filmes de “anticipación” eran estrictamente cine “B”, muy baratieri. Los actores
que trabajaban en esas películas futuristas eran también de los que cobraban poquito y
solo eran conocidos por los fanáticos del género.
En cambio, el cine de terror siempre tuvo sus rostros característicos:
Lon Chaney en el cine mudo; su hijo, acompañado de Bela Lugosi y Boris Karloff,
en los 30 y 40, y Vincent Price y Sir
Christopher Lee en los 50. Pero a fines del Siglo XX, este cine alucinante y
fabuloso ya era respetado y se gastaba dinero
en fabricarlo y más de algún actor
importante aceptaba ser parte de algún
proyecto de esa clase.
De no ser por eso, Sir Alec Guinnes nunca hubiera dado vida a Obi
ben Kenobi o Jack Nicholson no hubiera vagado en la nieve, hacha en mano, en “El resplandor”. Pero aun así no se les
puede considerar “rostros fantásticos”. “Star Wars” fue la única aventura de Sir
Alec en el terreno sobrenatural y Mr. Nicholson no volvería a trabajar el género
hasta “Las Brujas de Eatwick”, ocho años después de “The Shining”.
En cambio, Gary Oldman es alguien que tiene en su hoja de
vida incursiones totalmente
representativas del cine fantástico. Curioso, porque como todo actor respetable
ingles alternó en sus comienzos entre el
teatro shakesperiano con un cine
realista e independiente, bastante
irreverente. Basta recordar su interpretación del cantante de los Sex Pistols
en “Sid and Nancy”.
En 1992, recién divorciado de Uma Thurman y ya en amores con
Isabella Rosellini, el actor inglés fue convocado por Francis Ford Coppola para
dar vida a Drácula. Aunque he hablado mas de este filme en otro post, para mí
es una versión, que tal vez atropelle el texto de Bram Stoker, pero que
posee una belleza y una emotividad que
va mas allá del romanticismo. La versión Coppola nos ofrece la posibilidad de acercarnos a un universo fantástico, a
ratos onírico, a ratos desmesurado, pero que enamora. La interpretación de Gary Oldman, a
pesar de la extravagancia de su vestuario y maquillaje, es inesperadamente
conmovedora y romántica. Jamás visualizamos a su Drácula como un monstruo.
“Drácula” convirtió a Oldman en una estrella internacional y
le ameritó proféticamente un Saturno como Mejor Actor del año. Estos premios
que otorga la Academia de Filmes de Ciencia Ficción, Fantasía y Horror, son un
carnet de identificación para los actores
fantásticos.
Gary Oldman siguió “Drácula” con una serie de filmes
semi-noir donde desarrolló actuaciones
impecables, a pesar de que a menudo se le asignara el rol del “malo” de la
película. Cinco años después de “Drácula “, vuelve al mundo ilusorio como el villano
del clásico francés de ciencia ficción “El Quinto Elemento”.
Siempre en el terreno
de la ciencia ficción actúa en la desilusionante versión fílmica de mi serie
favorita de la infancia, “Perdidos en el
espacio”. Aunque su interpretación del retorcido Dr. Smith no desmerece en nada
al original (interpretado por Jonathan Harris) y que Oldman fue nominado para
otro Saturno, su excelente actuación no salvó la película de ser un fiasco.
A pesar de que en el 2001, Gary Oldman crea una de sus
caracterizaciones más pavorosas, el millonario desfigurado Mason Verger en
“Hannibal”, su carrera sufre un bajón que tal vez coincida con la reducción de calidad del cine comercial en
el Siglo 21. Lo que lo salvará y lo que definitivamente le proporcionará una
identidad de actor fantástico será su rol de Sirius Black en “Harry Potter y El
Prisionero de Azkaban.” Precisamente el ser El Prisionero convertirá a Gary
Oldman en un ídolo y rostro identificable para una nueva generación de espectadores. Por siete
años dará vida al padrino de Harry Potter.
Tanto lo identificamos con Sirius que nos olvidamos de su
participación en otra franquicia, también fantástica. Gary Oldman es parte del
mundo de los superhéroes gracias a su encarnación de James Gordon, Comisionado
de Ciudad Gótica, papel que viene interpretando desde el 2008 en “The Dark
Knight” y en el 2012 en “The Dark Knight Rises”.
En medio de tanta fantasía, Gary Oldman decidió probar con
el género de terror puro dando vida a un rabino que se ve involucrado coen un
exorcismo de un dybbuk (un fantasma del
folclore judío) en “The Unborn” (2009) Ese mismo año el actor prestó su voz
para una versión animada de la fantasía navideña “A Christmas Carol” y para la
cinta animada de ciencia ficción “Planet 51”.
Gary Oldman parecía no cansarse del mundo fabuloso. Como le faltaba
todavía incursionar en las distopias apocalípticas en el 2011 se convierte en el
antagonista de “The Book of Eli”. Carnegie es un villano que busca controlar lo
que queda de la sociedad después de una guerra nuclear. Para ello necesita conseguir
la última copia de la Biblia que está en poder de Eli (Eli Washington), un
solitario caminante ciego.
A pesar de su heroico Sirius Black, Gary Oldman gozaba
haciendo de villano en el mundo fantástico y lo demostró en esa visión del
cuento de hadas de Caperucita Roja del 2011. Como el sádico cazador de brujas metido
a inquisidor, Gary Oldman fue lo bastante siniestro para hacerme creer hasta
casi el final que él era el hombre-lobo.
Ya parecía haber probado todas las posibilidades
fantásticas, pero aun quedaba una: el ciberpunk al que entró en el 2014. En la
nueva versión de “Robocop”, Gary Oldman se vuelve al lado de “los buenos” como
el fabricante de robots que termina desarrollando una conciencia.
Ese mismo año, Oldman regresa a la ciencia ficción, como un
humano villano en “El Amanecer del Planeta de los Simios” y este año (2016) aparecerá en “The Space Between Us”,
filme descrito como “un romance de
ciencia ficción”. Con eso demuestra que no abandona un género que ya lo ve como
uno de sus máximos representantes.
¿Cuál ha sido la pélicula "fantastica" de Gary Oldman que más te ha gustado? ¿O encuentras que se ha superado en otro tipo de cine? ¿cuál crees que es su mejor rol en general?
Tienes razón en lo que dices, aunque curiosamente, al pensar en actores de género fantástico a mí me vienen antes a la cabeza Johnny Depp, sir Ian McKellen o Christopher Lee (que también fue Drácula). Pero sí, Gary Oldman merece estar en ese grupo con todas las de la ley.
ResponderEliminarMe han gustado casi todas las películas de él que he visto. Sin embargo, jamás me ha convencido como Sirius Black. Nunca me gustó este actor para el personaje. Porque Sirius al fin y al cabo era un galán (aunque maltrecho), un hombre de no más de cuarenta años cuyo atractivo sólo se veía mermado por la penalidades sufridas en Azkaban. El Sirius de Oldman, en cambio, aparenta sesenta años, es un hombre feo, envejecido y en absoluto seductor. Hicieron lo mismo que con Lupin, escogiendo a otro actor feo y poniéndole un bigotillo patético de actor porno italiano de los 70. Aún sigo sin comprender qué ridícula decisión de casting llevó a convertir a los atractivos y aún jóvenes Remus y Sirius en un par de cincuentones feos.
Ay Mi Reina Estelwen, para gustos se han hecho los colores. Yo ase par los encuentro lindooos.
EliminarDe Johnny Depp ya viene post (aunque la próxima le toca a una dama, por lo de la paridad).
Al mencionar a Sir Christopher me has dado la idea de que más adelante podría hacer algo sobre los “fantásticos” del ayer. Y Sir Christopher es un favorito mío porque también era un ser humano fascinante.
Algo curioso ocurrió con Sir Ian. El tiene solo ocho películas “fantásticas” a su haber. Lo que pasa es que yo cuento las franquicias como uno, debido a que se interpreta solo un papel. En cambio Gary tiene más de una docena (contando cada franquicia como una). Aunque por supuesto que Gandalf y Magneto le han conseguido a Sir Ian un espacio en el mundo fantástico.
Un abrazo.