El Dracula de 1979 permanecería como un caso único de un
vampiro sexi y romántico hasta que Francis Ford Coppola llevaría hasta sus
máximos extremos las posibilidades trági-eroticas del personaje en su
adaptación de la novela de Stoker. Los críticos han discutido hasta la nausea los
meritos de un filme que pretende seguir la novela al pie de la letra, pero
termina deviniendo en una historia de amor. Se ha hablado de los alcances
interpretativos de Gary Oldman al retratar a Dracula como una fusión de monstruo
de película de terror y héroe byroniano,
pero poco se ha dicho de la transformación del personaje de Mina, la cual
trasciende su represión victoriana para convertirse en compañera del Conde y dotada de sus mismos poderes.
Es una de esas ironías hollywoodenses que la versión Coppola
pudo no hacerse y que Winona Ryder pudo no interpretar a Mina. Como saben los cinéfilos,
la actriz, por motivos de salud, tuvo que dejar la filmación de la tercera
parte de “El Padrino”. Coppola no se lo perdonaba. Para hacer las paces, Winona
le llevó el guion de James V. Hart. Encantado con los aspectos sensuales de la
historia, Coppola decidió crear “un sueño erótico” con Winona como protagonista
femenina.
A pesar de ser considerada la más cercana al libro (por algo
se llama “Bram Stoker´s Dracula”) el filme se aleja del original precisamente
con el personaje de Mina que ya no solo es la tímida novia-esposa que atrae la
indeseada atención de un vampiro. La Mina de Coppola es la reencarnación del
gran amor de Dracula, y a pesar de sus escrúpulos, e incluso ya casada, está
más que dispuesta a regresar con su vampiro-primer marido.
La trama inicia en Valaquia, a fines del siglo XV. Elisabeta
(Winona R.), esposa del Príncipe Vlad Tepes (Gary Oldman) espera el retorno de
su marido que lucha contra los turcos. Un falso rumor de que Vlad ha muerto la
enloquece y lleva al suicidio. Vlad regresa para encontrarse que los monjes se
niegan a darle cristiana sepultura a Elisabeta. En un gesto blasfemo, el enfurecido
Príncipe atraviesa la cruz de su capilla con la espada precipitando el primer
baño de sangre del film.
Pasan cinco siglos, Elisabeta es ahora Mina Murray, una
tímida maestra comprometida con el tieso Jonathan Harker (Keanu Reeves, en una
de sus peores actuaciones). Mina es la viva imagen de la represión victoriana,
su ropa es cerrada, abotonada hasta el cuello, su cabello está recogido tan tirante
que las orejas de la actriz se proyectan como las del Señor Spock. Todo en ella
huele a orden, pulcritud y moderación.
Contrasta con su amiga Lucy (Sadie Frost) cuya extravagancia en vestuario, discurso y actitud la hacen parecer más mundana de lo que realmente es. Aunque en su diario Mina segura que ambas son virtuosas, las amigas poseen una curiosidad sexual que se manifiesta en su interés por las laminas pornográficas de un de esos manuales orientales que hacían las delicias de los burgueses decimonónicos.
(screened.com) |
Contrasta con su amiga Lucy (Sadie Frost) cuya extravagancia en vestuario, discurso y actitud la hacen parecer más mundana de lo que realmente es. Aunque en su diario Mina segura que ambas son virtuosas, las amigas poseen una curiosidad sexual que se manifiesta en su interés por las laminas pornográficas de un de esos manuales orientales que hacían las delicias de los burgueses decimonónicos.
En su diario, Mina revela sus ansias de independencia (desea
ser más como Lucy, desobedece el deseo de su novio de alejarse de su amiga, y
sueña con viajar y tener una mejor vida). Aunque es la descarada Lucy la que
dice tener sueños eróticos y acaricia jadeante el cuchillo Bowie (símbolo
fálico) de su pretendiente tejano, es Mina a quien la vemos más intensa en su
exploración sexual. Tras una carrera bajo la lluvia, Mina intercambia un casto,
pero lésbico, beso con Lucy, y al
despedir a Jonathan, que parte al Castillo de Dracula, es ella quien lo besa
apasionadamente.
Mientras Jonathan vive experiencias dantescas en el Castillo
de Dracula, Lucy finalmente acepta casarse con Lord Arthur Holmwood. Una noche,
Mina despierta y ve a Lucy sonámbula camino al jardín. La sigue y presencia
como Dracula en forma de hombre-lobo viola a su amiga. El monstruo ve a Mina, le
grita con voz cavernosa “¡No me mires!” y huye. Lucy no recuerda nada del
ataque, per enferma gravemente. Su ex pretendiente, el Dr. Seward manda venir a
un antiguo maestro, el Profesor van Helsing (Anthony Hopkins).
Mina Enamorada
Un día, en la calle, un extraño (Gary Oldman con unas
antiparras azules y una peluca horrorosa)
interpela a Mina. Creyéndose acosada, ella reacciona iracunda y lo amenaza
con “su marido”. El extraño se disculpa y se presenta como “El Príncipe Vlad”.
Al oír el título aristocrático, Mina acepta acompañarlo a una exhibición de lo
que pasaba por cine en esa época. Es ahí cuando Dracula arrastra a Mina a un
rincón y dice esa frase clásica “He cruzado océanos de tiempo para
encontrarte”. Intenta morder a la asombrada mujer, pero la presencia de un gran
lobo blanco en la sala lo detiene. El Príncipe es el único en no demostrar
temor, domina a la fiera e insta a Mina a acariciar al lobo.
La recatada Mina acepta cenar con el Príncipe. En la cena,
Miss Murray aparece con un traje que prueba su nueva independencia, un vestido
rojo y escotado, y lleva el cabello suelto. Tras probar ajenjo, Mina comienza a
recordar su vida pasada como Elisabeta y demuestra sentirse muy atraída por el
noble. Pero el aguafiestas de Harker logra huir del Castillo y manda aviso a su
prometida que se reúna con él en Rumania donde se casan. A pesar de que Mina se
recrimina por su veleidad amorosa, mantiene oculta a su marido su relación con
el Príncipe.
(solohd.net46.net) |
En Londres, Lucy empeora, ni los esfuerzos de van Helsing pueden
impedir que muera. Convencido de que ella es un vampiro, van Helsing junto a
los pretendientes de Lucy exhuma el cuerpo de ella y lo destruye. Los Harker
retornan a Inglaterra. Mina ha vuelto a
ser la damita medrosa, reprimida y un poquito pedante, pero a su diario
confiesa que ahora casada por fin comprende la naturaleza de las emociones que
el Príncipe despertó en ella. Con esas medias palabras, Mina dice que ya no es
virgen, pero que su marido no la satisface hasta el punto de hacerla olvidar a
su enigmático pretendiente.
(periodrama.com) |
Harker le cuenta a van Helsing sobre los horrores que vivió
en el castillo de Dracula. El Profesor convencido de que Dracula mató a Lucy,
reúne una partida para asaltar la Abadía de Carfax que Dracula compró cerca de
Londres (justamente al frente del asilo del Dr. Seward). Sin saber que Dracula es
“su Príncipe”, Mina comete la incorrección política de expresar lástima por el
vampiro.
Seward lleva a Mina a
su manicomio. Ahí ella conoce a Renfeld que le dice que “El Amo ya viene por
ella”. Ofendida, Mina dice que ella está casada (maravillosos los altibajos de
voz de Winona para expresar su dualidad moral). Esa noche, mientras Seward y
los otros toman por asalto la Abadía, Mina duerme en la cama del médico.
Dracula entra en el asilo, mata a Renfeld y se mete en la cama de Mina quien
despierta gozosa y corresponde a las caricias del vampiro. Su desfachatada
pasión acaba cuando él se identifica: “Yo soy Dracula”.
Al darse cuenta que él mató a Lucy, Mina lo golpea, pero su
pasión trasciende el dolor de perder una amiga. Le suplica que la convierta en
vampiro (esto más de una década antes que a Bella Swann se le metiera en la cabeza la
misma manía). “Quiero ser lo que tu eres, ver lo que tu ves, amar lo que tu
amas” suplica Mina. Dracula siente que la ama demasiado para convertirla en un
monstruo, pero finalmente la muerde y le da a beber su sangre. Los cazadores
irrumpen en el cuarto y se encuentran con una Mina semidesnuda de rodillas en
la cama, besando a una figura invisible y con la cara manchada con sangre. Sus
gritos la despiertan (Coppola consiguió
el rostro de sorprendida vergüenza de
Winona a base de gritarle “¡Puta, Puta!” fuera de cámaras). Dracula
aparece en el otro lado del cuarto y con facha de monstruo. Tras gritar que
Mina le pertenece, se convierte en una manada de ratas y huye.
Lo próximo es que los cazadores, con Mina a la rastra,
parten en tren rumbo a Rumania donde creen que se oculta Dracula. Tras ingerir
la sangre del vampiro, Mina hipnotizada puede rastrearlo y guiar a los
cazadores, pero ella ha cambiado físicamente. A pesar de que es invierno viste un
traje muy escotado y de color verde musgo (color que se asocia con brujas y
hadas) lleva el cabello suelto y alborotado, y ya tiene incipientes colmillos.
La partida debe seguir a caballo su persecución. Los
cazadores se separan y van Helsing y Mina continúan solos. Esa noche, se detienen
en la nieve. La llegada de las Novias de Dracula (capitaneadas por Monica Bellucci
en su debut en el cine) alborota a Mina que intenta seducir a van Helsing. El
corresponde a su beso y ella se dispone
a morderlo (Winona es la más besada de la película, habiendo compartido besos
con Gary, Keanu, Sir Anthony y hasta con Sadie Frost).Aunque van Helsing la neutraliza,
incrustándole una hostia en la frente, ya está claro de que lado esta Mina.
Van Helsing destruye a las Novias y prosigue su camino hacia
el castillo, Mina lo sigue, pero es obvio que no planea ayudar en la destrucción
del vampiro. Esta sufriendo cambios físicos que la hacen poderosa. Por ejemplo,
no necesita de binoculares para ver
dónde esta el castillo. Mina provoca una tormenta invocando llamas azules con sus manos que atraen vientos que al ascender a las nubes y
provocan una tormenta. Esta escena, que para mi representa todo el poder del
personaje, nunca la he visto comentada por nadie.
(media.theiaplis.com) |
Dracula llega a su morada, pero es interceptado por los cazadores
que lo degüellan. Quincy, antes de morir, alcanza a clavarle su cuchillo al
vampiro. La carnicería es detenida por Mina que los apunta con un arma.
“¿Cuándo llegue el momento, harás lo mismo conmigo? “le pregunta a su marido.
(photoslucywho.com) |
Avergonzados,
los cazadores dejan que Mina arrastre a Dracula hasta la capilla. Ahí él le
suplica “Dame paz”. Ella lo decapita. La película termina con Mina mirando el
techo donde un fresco representa a Vlad y Elisabeta ascendiendo al Cielo.
Originalmente, el filme acababa con Mina abrazada a Jonathan, pero Coppola editó
esa escena para que el público imaginara que Dracula y su mujer se habían
reunido en la eternidad.
Antes de comenzar la filmación, Coppola se encerró con los
actores protagonistas por un par de días para trabajar en el guion. Fue él
quien agregó ese prologo en que conocemos a Dracula antes de ser vampiro. No
fue tan novedoso. Ya en su exitosa “Sombras Tenebrosas” Dan Curtis había humanizado
al vampiro Barnabas dándole un amor del pasado al que reencuentra en el
presente. Cuando Curtis dirige su versión de Dracula con Jack Palance le agrega
este tema del amor reencarnado, pero la reencarnación es Lucy (Fiona Lewis).
Sentando un precedente
Lo que Coppola hace
es rescatar a Mina como personaje y dotarla de una personalidad vigorosa. Muchos
han criticado al director por haber convertido a la devota esposa e Stoker en
adúltera descarada. Se olvidan que Mina es un personaje confundido, dividida
por los deberes y formación puritana y los
recuerdos de una vida pasada que ella no logra comprender. Muchos lectores modernos
se han sentido incómodos ante la esclavitud de Mina, su subordinación a
Jonathan. Coppola la desliga de esa
imagen de mujer sin voluntad y crea un precedente para futuros retratos del
personaje. Sin la historia de amor de Coppola no existirían ni Bella ni sus
hermanas de los romances vampíricos tan en boga en el Siglo XXI.
En 1999 en el comic “La
Liga Extraordinaria”, Alan Moore integra a Mina Murray a la Liga como una de
las agentes del servicio de inteligencia Británico. Esta mujer independiente,
inteligente y sexualmente activa (se divorció de Jonathan porque no la
satisfacía) poco tiene que ver con las represiones sociales del personaje de
Stoker.
La película de Coppola, junto a la de "Van Helsing" de Hugh Jackman, son las dos únicas adaptaciones cinematográficas del libro que he visto. De la película de Coppola, cuando acabé de verla, lo que pensé fue: "Como película de amor gótico-trágico-romántica de vampiros, es preciosa, pero al Drácula de Bram Stocker se parece como un huevo a una castaña".
ResponderEliminarComo adaptación libre me parece dignisima, sobre todo porque la historia de amor, si la desligas del libro original, es preciosa (sobre todo con el final nuevo editado, de Vlad y Elisabeta/Mina muriendo juntos para poder reencontrarse en el más allá). Por contra, los personajes de Lucy, Van Helsing y Seward no me gustaron nada; son tan histriónicos que parecen aún más locos que Renfield, y el cambio de Lucy como chica dulce, inocente y coqueta en el libro a la zorrona que es en la película no me gustó nada. Eso sí, como ya he dicho, en cuanto a historia de amor trágico, preciosa.
Por lo demás, aún estoy esperando que se haga en el cine una adaptación verdaderamente fiel de la novela. Lo único que me molesta de que la película de Coppola se llame "Drácula, de Bram Stocker", es que hay mucha gente que sin haber leído el libro habla de él como si lo hubiera leído diciendo que "es una historia de amor preciosa", con lo que yo me quedo a cuadros, y automáticamente me doy cuenta de que esa persona está fardando de haber leído el libro pero en realidad sólo ha visto la película de Coppola.
Curiosamente, al parecer sí es cierto que Vlad Tepes, el Drácula histórico, se quedó viudo de su primera mujer por el suicidio de esta, que se tiró desde la ventana de su castillo cayendo al río que pasaba cerca (y que aún hoy se conoce como "el río de la princesa"). Lo que no está muy claro es el motivo del suicidio, y desde luego tampoco parece que a Vlad Tepes le afectara mucho ese suicidio (se volvió a casar después y tuvo varias amantes).
No pudiste decirlo mejor. Como historia de amor (y nosotras que somos exigentes con eso) es una maravilla, pero de Bram Stoker solo quedan los nombres. Después de que la película se volvió un éxito, James Hart salió quejándose de que su guión original si era igualito a la novela y que Coppola lo había modificado. Para nada, lo que pasa es que incluye detalles que otras adaptaciones olvidan (los tres novios de Lucy, que Quincy mate a Dracula con su Bowie Knife, etc.), pero no se parece al libro. Lo más cercano a la novela creo que es la versión Louis Jourdan del 77, pero ahí Mina y Lucy son hermanas, así que todas las versiones se toman libertades con el original.
EliminarSegún la leyenda, la primera esposa de Dracula se suicidó para evitar caer en manos de los turcos.
Completamente de acuerdo, Lucy exagerada y asquerosa, Sir Anthony, pobre, parece que le molestaba no ser el protagonista. De Richard E.Grant como el drogadicto Seward no digo más, porque ese actor es incapaz de no ser extravagante.
De van Helsing, ni te hablo, me chirrían los dientes de solo acordarme de esa película repelente. ¡Tamaña bazofia!
Te dejé varias respuestas a tus comentarios, abajo en la I Parte.
Les recomendó dracula el musical de cibrian es tal cual
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarCorrección: Crepúsculo es de 2008, esta versión de Drácula es de 1992, es decir que serían “16 años antes”, saludos
ResponderEliminarLe puse ahora "más de una década, pero tu corrección aplicaria si yo hubiera dicho "diez años" Recordemos que "década"se refiere a diez anos dentro de un parametro especifico. Dracula de Coppola es de la década de los 90. Twilight novela (2005) y filme (2008) son de la primera década del siglo XXI, o sea la década siguiente a los 90, por lo tanto se vale decir "una década antes".
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