domingo, 30 de noviembre de 2014

Magnum Opus: Sleepy Hollow 2x10


Este fue uno de los capítulos más enredados y pretenciosos que haya visto de la que considero una excelente serie. Es cierto que prendí mi televisor dos minutos después de comenzado el capítulo. Es cierto que en algún corte comercial tuve que ir a hacerme un café para despertarme, pero no puedo haberme perdido tanto como para concordar con muchos recappers que la serie haya perdido el hilo argumental totalmente.

Comenzamos con Miss Jenny portando al fugitivo Capitán Irving a algún refugio. Es de noche, Frank está deprimido y razones tiene de sobra para deprimirse. De ser un policía impecable e implacable, se ha convertido en un forajido fugitivo. Todo lo ha hecho por su mujer y su hija, pero ellas no lo saben y no las volverá a ver. Irving se ha vuelto escéptico y Jenny se aferra a una fe increíble, porque es lo único que tiene. Todo eso esta muy bien, pero aparece la policía e Irving salta del auto. ¿Adónde fue? 

 A mitad del capitulo vemos a Jenny en la frontera con Canadá esperando al Capitán. Irving no aparece. En cambio, Jenny recibe un texto en el que le dice que no puede huir y que prefiere quedarse oculto. ¿Ósea cuál es la diferencia entre estar escondido o huir?

En Sleepy Hollow, en menos de cinco minutos, Los Testigos se enteran que la Sheriff Reyes ha montado un operativo para capturar a Irving. Se comunican con Miss Jenny, y en su tiempo libre decodifican el grimorio de Grace Dixon, descubriendo el “arma” prometida por Mama Mills. Van al Libro de Enoch (una de mis lecturas favoritas) y descubren que Matusalén (si, el viejito de la Biblia) tenia una espada con la que pueden derrotar a Móloc.

Ichabod descubre que Katrina puede comunicarse a través del espejo. La pobre bruja le llora que no pudo matar a Baby Moloc que ahora anda convertido en un adolescente con aspecto de delincuente juvenil. Entretanto, Henry ha descubierto que sus padres se comunican a través e un espejo. Le toma un segundo volverse fisgón y espiar a Los Testigos. Se entera del cuento de la espada y envía a Abraham a buscarla.



Henry puede tomarse el tiempo para mostrarle a su madre su nueva adquisición, un shofar que servirá para anunciar la venida de Móloc. Me hace gracia que habla como si tuviera en sus manos una reliquia sagrada. Si solo es un cuerno de carnero, se puede conseguir uno en cualquier tienda de objetos judíos, y todos los rabinos tienen un par en casa.

El ex devorador de pecados se burla de su madre, de lo inútil que es con toda su cantinela de bondad y humanidad, le muestra el frasquito de veneno que preparó y no pudo usar. Katrina, que todavía no se da cuenta que su incompetencia la hace peligrosa, continúa intentando convencerlo de que en el fondo es un buen hombre. Aburrido, su hijo le grita que ahora verá a Móloc tal como es. Hay un vendaval, vuelan vidrios, pero ni ella ni nosotros vemos nada. Incoherencia total.

Esa noche, los Testigos se aparecen en unas ruinas de una iglesia para desenterrar la espada. El Jinete aparece también. Casi atrapa a Abbie, pero Ichabod lo llama con voz de trueno “¡Abraham!” El Jinete lo persigue, pero la luz del sol comienza a achicharrarlo.


Los Testigos tienen ventaja sobre Abraham. Pueden seguir su búsqueda en el día. Entremedio hay una serie de flashbacks que intentan demostrar la influencia que Abraham siempre tuvo sobre El Profesor. A ratos, Ichabod se lamenta de que todo en su vida ha sido determinado por otros. Vino a América por seguir a su amigo, se metió a defender a los colonos por influencia de Katrina, etc., etc. Abbie entorna los ojos con cada discurso. Esto suena a Ichabod rechazando responsabilidad por sus actos.


El capitulo es asi de impreciso. Descubren que todo tiene que ver con una caricatura política de Ben Franklin (¡otra vez!).Que es una serpiente, pero en realidad es un río y en la lengua viperina está la desembocadura y el paradero de la espada. Siguen los discursos pretenciosos de Ichabod sobre Oroboros y Los Templarios, y más flashbacks. Uno en que una Katrina totalmente anacrónica se pasea por un bar de la Nueva York dieciochesca. Mm, ni que fuera moza de taberna. ¿Alguien se acuerda cuando nos la vendieron como una modesta cuáquera?)

Todo está relacionado con un epigrama que acompaña el dibujo de la espada y que reza que quien la encuentre debe conocerse muy bien sino perecerá. Un poco petulante, La Teniente Mills asegura conocerse perfectamente (¿Desde cuando, Abbie?). Ichabod confiesa que se desconoce totalmente. Toda su vida ha hecho lo que otros quieren (¡Yaaaa! ¡A llorar a la plaza!) Y todo tiene que ver con Abraham y más flashbacks. Al final, algunos espectadores esperaban que el par de enemigos saliera del closet y se dieran un beso. Cualquier cosa para explicar tanto despelote argumental.

Ohh, pero aquí viene lo bueno. Los Testigos llegan al sitio indicado, una caverna-laberinto creada por Los Templarios (si ven los chanta documentales del History Channel sabrán que Los Templarios anduvieron haciéndose la América por aquí). Levantan la tapa, bajan por una inmensa escala de caracol y se encuentran con una serie de estatuas de piedra. Una se parece a Abbie. Es una antepasada suya, también apellidada Dixon. Ichabod se da cuenta de que no son estatuas. Son personas petrificadas y lo que las petrificó…. ¡A correr se ha dicho! Una Gorgona anda suelta por los corredores. Ya esto parece Hogwarts.


Ok, ahora espero que quienes conozcan “Furia de Titanes”, “Percy Jackson” y hasta (Once Upon a Time” sepan que para vencer una gorgona hay que hacerla reflejarse en un espejo, pero Abbie no quiere una solución tan cliché y prefiere una que mata dos pájaros de un tiro. ¡Que El Jinete se enfrente al monstruo!

Efectivamente, esa noche atraen a Abraham hasta la caverna y lo dejan que se deshaga de la gorgona mientras buscan la espada. Mientras El Profesor Crane les saca fotos con su celular (“¿Vas a sacarte un selfie con la Gorgona?” Le pregunta Abbie) El Jinete sin cabeza deja ídem al monstruo.


Lo de la espada  no es tan fácil. En un cubículo, Los Testigos encuentran una fuente rodeada de espadas. ¿Cual será? Ichabod le encarga a Abbie esa misión y se va a pelear con El Jinete. Ante su sorpresa, Abraham se le aparece con cabeza y todo. Le recuerda que en ese espacio todo debe estar “completo”. Tienen un duelo grotesco lleno de bravatas y muecas. Ya Ichabod parece el Iñigo de The Princess Bride. Lo único inteligente que se dicen es la frase del Jinete sobre la Señora Crane. “¿Has notado que a pesar de todo, ella siempre vuelve a mi?” El silencio del viajero del tiempo es una afirmación de las palabras del ex decapitado.



Abbie, harta de deliberar, agarra una espada al azar, y la suelta de inmediato. ¡Se ha convertido en coralillo! Ahora todas las espadas son reptiles. Llega Ichabod. Triste, la “leftnenant” le dice que la espada nunca existió. El que si existe es Abraham que llega armado de un trabuco y dispuesto a matar a su mal amigo.

Otro momento ridículo. Después de un iracundo discurso, El Jinete apoya el arma en el pecho de Crane y...En ese momento suena el shofar. Abraham no se va a perder la llegada de Móloc, tiene entradas para primera fila. Se guarda el pistolón y se va muy campechano ¡WTF!!!

A solas, Los Testigos se ponen a revisar la fuente. Ichabod prueba el agua. Es petróleo. Hunde su antorcha (hecha con un calcetín viejo bañado en resina) en el aceite y solo consigue apagar la mecha. A Abbie se le ocurre que deben meter sus antorchas juntas en el líquido. El agua arde, luego se vuelve transparente revelando el fondo de la fuente. Ahí esta la espada. Ichabod la saca. Los Testigos juran que ahora si destruirán a Móloc.


Entretanto, el Diablo ya se le aparece a sus acólitos. Ya no es niño ni adolescente, es un monstruo cornudo. Lo recibe Henry que anda tocando el shofar en el patio de su casa, junto a él están Los Jinetes y sus caballitos. Desde una ventana, Katrina los observa, consiente de su tremebunda inutilidad.

Bueno, y si el capítulo no fuera lo suficientemente desgastante y absurdo, ya vienen tocando el shofar (y a Degüello) los acólitos del Feminismo Extremo que son seguidores de Móloc. Que por qué Ichabod sacó la espada de la fuente y no Abbie. Según lo veo yo, Abbie tuvo la oportunidad de elegir espada y terminó con ofidio en mano. Ahora le toca a Ichabod. Pero las Feministas Moloquianas dicen que es un intento por opacar a la Leftenant, por pasarla a segundo plano.

¿A ver, vimos el mismo capitulo? Ichabod hizo el loco, se mostró caricaturesco, incluso su plañidera cantaleta por un pasado en que los demás decidían el futuro del Profesor, terminó siendo risible. En cambio, La Teniente Mills fue la inteligente, la que impuso calma y consistencia. Estuvo conmovedora cuando al ver la estatua de su parienta petrificada llegó a la conclusión que todas las mujeres de su linaje han tenido finales violentos ¿Le ha llegado la hora a ella? Por suerte no fue asi, pero resultó legítima y emotiva su preocupación.


Y luego salen otros comentarios quejosos. No solo se eclipsa a Abbie por ser hembra, además la ponen de subordinada del blanquísimo Ichabod porque ella es negra. Justo esta semana en que Estados Unidos descubre que sigue siendo tan racista como siempre. Por favor, córtenla con la misma canción y no arruinen con su inoperante y hedionda corrección política una excelente serie. A propósito este episodio corresponde a la primera hora del Mid Season Finale.  Eseremos que en la segunda hora, la serie retome su camino.


4 comentarios:

  1. Sep, me pareció un capítulo medio raro, pero me alegré de ver nuevamente a Irving junto con Jenny. Claro que la alegría me duró poco.
    En general me entretuvo, aunque reconozco que no estuvo a la altura de otros caps. Me da la impresión que muchas cosas van a precipitarse a partir de ahora.
    ¿Será que quieren redimir al jinete? ¿No quiere... o no puede matar al amigo? ¿Tendremos final feliz con boda doble? Naaah...
    Si con todo lo que está pasando con Ferguson y aledaños, esta gente se va a estar rasgando las vestiduras por una serie... realmente no saben nada.
    Paciencia, con esto también. Veremos para dónde sigue la serie...

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    1. Una cosa son los comentarios del cada ves más diverso público (por diverso no me refiero a color o apariencia sino a las opi iones que se emiten) y otra que la serie no sepa como recobrar la calidad de la primera temporada. Parece que por querer meter a gente como Hawley o desacreditar a Katrina, acabaron por no potenciar ni el argumento, ni personajes valiosos como Irving y Jenny, y no han sabido llevar la relación de los Testigos.

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    2. Todavía no puedo creer la sumatoria de lugares comunes que fue el episodio de anoche. Padres que no pueden matar hijos, hijos que no pueden matar padres (el final fue tan estilo Darth Vader vs. el Emperador, jajajaja!), esposos eligiendo el peor momento para discutir sus supuestas infidelidades, esposos que deciden dejar su relación entre paréntesis (entre eso y darles carta blanca para que formalicen sus nuevas relaciones no hay ni un paso...), héores que eligen el martirio, no sin antes dejar encargados sus seres queridos a otros compañeros de armas. Ay, madre mía, cuánto lugar común, y sin embargo el capítulo me resultó tan entretenido... ¿será que los humanos necesitamos este tipo de cosas de vez en cuando?

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    3. Tengo mucho que decir de este final de año. No todo malo. No creas que lo considere un buen cap., y todavía me sorprende no haber apagado la tele después de a muerte de I, pero me hizo pensar. Algo que no ocurra en SH hace mucho tiempo.
      Voy a verlo una segunda vez antes de hacer la reseña
      Sobre los lugares comunes fueron tan desgastantemente clichés que le restaron emotvidad y suspenso a la historia.

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