Teníamos miedo y
por razones legitimas. Adaptar una novela casi sin diálogos, con cientos de
imágenes sobrenaturales, y con constantes saltos de tiempo parecía tarea
irrealizable. Mas si la ponían en manos de Netflix. Nos ha asombrado que se ha
podido hacer y que es un espejo de un libro considerado una obra maestra de
literatura.
Existe una
confusión sobre las declaraciones de Gabriel García Márquez respecto a este
magno opus. Se cree que él no quería que su obra fuese llevada a la pantalla.
Hay algo de cierto en eso, pero la realidad de sus palabras es que escribió Cien
Años …de manera tan criptica que fuese imposible adaptarla. Pues el equipo
de esta producción ha superado esa valla.
Lo que el premio
Nobel afirmase es que―y la sabia de ambos―es que existe una
dinámica diferente para escribir guiones y escribir novelas. . Refiriéndose
puntualmente a Cien Años de Soledad, Gabo relataba que muchos lectores
se identificaban con los personajes o los identificaban con parientes, amigos o
conocido. El asignarles rostros de actores específicos destruía esa
identificación. Yo tengo mis problemas con el elenco, que me reservaré, pero
como que los personajes no se asemejan a la imagen física que me había
imaginado.
Los directores
Alex García López , Laura Mora y su gente comenzaron por apoyarse en dos
factores: el primero fue ordenar los eventos del libro de acuerdo a un orden cronológico.
La novela comienza en un futuro remoto: Aureliano Buendía enfrenta un pelotón
de fusilamiento y evoca un momento de su infancia, cuando su padre lo llevó a
conocer el hielo. De ahí pasamos a un Macondo ya fundado adonde llegan
Melquiades y su tribu de gitanos y para el tercer episodio retrocedemos para
saber por qué Jose Arcadio Buendía y su esposa Úrsula Iguaran abandonaron su
tierra para internarse en la selva en busca del mar.
Pues aquí
comenzamos por la boda de Los Buendía; seguimos con el duelo entre José Arcadio
y Prudencio; el exilio, acompañados de amigos fieles; la infructuosa búsqueda
del mar; el nacimiento de Arcadio y la fundación de Macondo. Eso da fluidez al
relato y nos permite apreciar lo visual, especialmente el paisaje que va desde
lo desértico con cactus del pueblo de donde son originarios los Buendía hasta
ciénagas y junglas para acabar en las esplendorosas playas de Barranquilla.
Si agregamos que
han retenido una voz narradora que explica-con las palabras del texto lo que va
ocurriendo junto con pensamientos de los personajes, no hay manera de que el
espectador se pierda. Toda la serie mantiene nuestros sentidos alerta y de paso
conocemos e identificamos a los personajes.
Existía también
el temor―en mi caso acrecentado por la nueva y bochornosa adaptación de Como agua para chocolate―de que
esta versión restase importancia al realismo mágico. No ha sido así. A cada
paso nos percatamos que esto ocurre en un universo donde prima lo real
maravilloso desde esas creencias de que la endogamia produce niños monstruos
hasta los imanes de Melquiades. Aunque ambos pueden ser posibles, mientras no
veamos niños con cola de puerco podemos dudar o no, tal como el ver objetos que
hacen moverse otros objetos , aun conociendo la explicación científica, nos parece
un acto prodigioso.
Incluso antes de
llegar a Macondo lo extraordinario persigue a los Buendía como esas puertas que
se cierran solas sin que ráfaga de viento las empuje o el espectro de Prudencio
que se vuelve presencia constante en la casa del hombre que le quitó la vida
hasta empujar a José Arcadio y a los suyos a emigrar adonde el fantasma no los
persiga.
Las actuaciones son adecuadas y la historia se va desarrollando de manera lineal, nacen niños que se vuelven hombres, desaparecen personajes como José Arcadio Jr., su madre que va en su busca, y retorna con hermanos indígenas, Llega pronto la niña Rebeca, portando un saco con los huesos de sus antepasados y con ella la enfermedad del insomnio. Ese es el menor de los males que acarreará Rebeca. También retorna Melquiades que había muerto, pero resucitó. Así se suceden los detalles prodigiosos que aumentan a medida que Macondo crece y se pone en contacto con los males de la civilización.
MelquiadesPodríamos decir
que los ocho episodios capturan la esencia del libro con modificaciones menores.
¿Cuáles son estas? Diría que antes de mencionarlas tenemos que recordar que
Netflix busca atraer a públicos diversos. Cien Años de Soledad podrá ser
una obra maestra de la literatura, pero no es un cebo para toda audiencia. Se
lee más fácil que se ve―he ahí el secreto de su difícil adaptación―y no
tiene mucha acción.
Por eso ha sido
en los episodios finales donde más cambios se han hecho, debido a que ahí se
sale del marco fabuloso y se entra en la historia. En este caso la de una
revolución armada entre liberales y conservadores que duraría décadas a fines
del siglo XIX y entrado el XX. Lo que se ha hecho en realidad es agilizar la
trama con mucho balazo, mucha violencia, mucha muerte que es lo que busca
cierto público.
Por otro lado, la novela de García Márquez traía muchos
elementos que ofenden las sensibilidades modernas. Aunque ni en Colombia ni en América
Latina se prohíbe el matrimonio entre primos, para el televidente
estadounidense son perfectamente comprensibles las supersticiones que rodean el
producto de tal unión y que atormentan a Úrsula.
El incesto en la
obra de Gabo toma otros carices. Cuando Úrsula llama “puta” a su amiga Pilar al
enterarse que es amante de su hijo, no es porque haya diferencias de edad entre
ella y José Arcadio. Tampoco porque Pilar haya sido partera en el nacimiento de
su joven amante, sino porque esos amores han empujado a José Arcadio a
abandonar a su familia. Otro que está enojado con Pilar es Aureliano, el
hermanito de José Arcadio, pero cuando crece se acuesta y preña a Pilar. Su hijo
Aureliano José se cría con los abuelos y ya de mayorcito anda acosando
sexualmente a su tía Amaranta.
Habiendo tanto
incesto en la novela, me hizo gracia que un reseñador colombiano (joven) en YT
armase todo un escándalo por lo que determinó “un asco”, una relación
incestuosa que no es tal. Se refiere a Rebeca y José Arcadio. Un absurdo total
puesto que no solo no los unen lazos sanguíneos, además acaban de conocerse. El
que Rebeca se haya criado con los padres de su amante no afecta a José Arcadio,
puesto que no estuvo ahí, para él es incluso más desconocida que Pilar Ternera.
Sin embargo, es innegable
el rol que el incesto juega en esta obra y antes de acusar a Gabo de degenerado,
tenemos que recordar que esta novela es
una epopeya combinada con mitos de origen y fundación. Agradezco a Gato Sir
George que me ha hecho ver como el incesto hace esa aparición en las épicas
griegas y en la leyenda artúrica (ni hablar de la Biblia) como indicación de la
superioridad de estos personajes. En este caso los Buendía, como ocurriera con
los Targaryen y Mellizos Lannister, son
los que trascienden reglas sociales y barreras morales en su auge. Ahí estará
su talón de Aquiles que provocará su caída.
Mas no quiero
adelantarme, ya que todavía falta mucho por contar y ver, y vamos a estar esperando con ansias la
segunda parte. Sorprendida todavía de lo bien que les ha quedado, la recomiendo
tanto para los amantes de la novela como para quien nunca la haya leído.
Contenido Violento
y Gory: Como dije, los
episodios finales traen la violencia histórica a Macondo, pero desde el
comienzo tenemos sangre y muertos. Un poco Gory el fantasma de Prudencio con
esa herida de lanza en el cuello y ese asqueroso tapón de esparto con el que
intenta evitar desangrarse.
Contenido
Sexual y Desnudos: Gabo
era muy dado a meter sexo en su historia, pero no era pornográfico. Ahora, en
Netflix, se han destapado para convertir cada uno de esos encuentros en escenas
pasionales y graficas, tal como aprovechan cualquier oportunidad para encuerar
a los actores.
Hay un detalle
que mucho incomoda al lector moderno, no a los de nuestra época, conscientes de
que en este universo mágico ocurre lo insólito. La pasión que Remedios Moscoso
despierta en Aureliano―hombre hecho y derecho― una nena de nueve años.
Aunque en la obra Aureliano se espera un par de años hasta que Remedios entre
en la pubertad para hacerla su esposa, el lector moderno verá
pedofilia y perversión en esa relación, por lo que la intérprete de Remedios es
una niña de como trece años.
Factor
Diversidad: Tenemos la
descripción de vida y costumbres de la Colombia costeña con actores que
representen las mixturas de razas; tenemos
gitanos; un italiano, el fotógrafo Pietro, y Úrsula retorna de su infructuosa
búsqueda de su hijo mayor en compañía de una pareja de indígenas que pasan a
ser parte de la Familia Buendía.
Desde FB de Jorge Eduardo Llerena Torrico
ResponderEliminarComo bien dices, provocó asombro porque muchos estábamos seguros de que iba a ser un completo y absoluto desastre, y qué bien que no lo fue. una obra casi sin diálogos, donde lo envolvente es la narración de Gabo, esa prosa de artesano, precisa como reloj suizo y los acontecimientos, desde trágicos, épicos hasta típicamente latinoamericanos de la trama, con ese realismo en forma de cuento fundacional que te atrapa y no te suelta. Fue un acierto empezarlo en la boda de los Buendía y partir de ahí; de hecho, siempre me pareció extraña la decisión de Gabo de iniciar su primer capítulo con un Macondo ya fundado, y recién al segundo retroceder y contar todo desde el principio. A modo de acotación, la comparación que hago con epopeyas seminales de nuestra literatura no es gratuita o casual. En la leyenda artúrica, por ejemplo, al igual que en la obra de nuestro Gabo, Camelot (como Macondo antes de la guerra o el diluvio) es destruido por los propios pecados de los protagonistas: Arturo engendra un hijo, producto de una relación incestuosa con su hermana, que luego crece para odiar a su padre, sin que ninguno de los dos sepa de su parentesco. Mordred, a su vez, descubre el amor prohibido entre Láncelot y Ginebra, y posteriormente aprovecha esta situación para invadir y destruir a su padre. Para mí, es el símil perfecto de cómo estas grandes historias son un reflejo de la propia vida humana, y de cómo a veces cometemos locuras en nombre de nuestros propios deseos. Creo que esas fueron las razones que la llevaron al éxito, la universalidad de sus temas, algo que no encontramos, por ejemplo, en crónica de una muerte anunciada o el amor en los tiempos del cólera, que aunque buenas y genialmente escritas no han resonado tanto en el público como la saga de los Buendía.Cien años de soledad no está hecha para las sensibilidades del mundo moderno, ni para el lector cancelador que va a poner el grito en el cielo por una relación que ni siquiera es incestuosa (really? en el libro mismo dice "el padre Nicanor reveló ante el púlpito que Rebeca y José Arcadio no eran hermanos", por el amor de Dios este chico no puso atención). Comentábamos en su momento que una de las virtudes de García Márquez, narrador y contador por excelencia, es lo hermoso que te describe la relación entre Aureliano y la pequeña Remedios, desde frases como "la casa se llenó de amor. Aureliano lo exppresó en versos que no tenían principio ni fin", hasta lo bien que se aclimató la niña a la vida de casada y la luz que trajo al hogar de los Buendía, lo cual hace más trágica su muerte. Eso fue lo que resonó conmigo al leer esos capítulos a mis 15 años. No me centré en cancelar a Gabo por lo que escribía (como muchos hacen ahora), porque él tiene esta habilidad de hacerte cómpplice de los personajes para que entiendas lo que les pasa.Pasando a los peros, agrego otro a la lista: siento que en el episodio 7, cuando vemos a Aureliano recorriendo toda Colombia y parte de Centroamérica, hubiera ayudado demasiado la presencia de la voz en off diciendo: "El coronel Aureliano Buendía ppromovió 32 levantamientos armados civiles, y los perdió todos", etc, obviamente sin dar spoilers de lo que viene. Siento que era información necesaria para el no lector. Ahora, a ver cómo se las arreglan para adapptar lo que sigue, que si lo de la primera parte fue un reto lo que viene de plano es imposible. ¿Qué actriz habrán escogido para interppretar a la villana que todos amamos odiar, la gran Fernanda del Carpio? ¿tendremos una masacre de las bananeras horrible y sangrienta como la real? ¿envejecerán bien a Marleida Soto y Claudio Cataño para hacer de Úrsula y Aureliano viejos? llamen a los maquilladores de los Tudor 😂 hay más que comentar, pero a ver que piensan los demás
Para Jorge Eduardo Llerena Torrico Esperemos que siga con esa calidad para la segunda parte. La idea de no caer en flashbacks (aunque sin entrar en spoilers, la primera escena corresponde al final) ayuda a darle simetria la historia. Sobre la obsesion con el incesto o el verlo donde no hay es como lo de Remedios, es un sintoma de una enfermedad de este siglo de esa lacra social que llamamos woke y que exige que todo texto debe apegarse a "sensibilidades modernas" de no se quien, ciertamente ni las tuyas ni las mias. Un abrazo.
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