Toda esta platica de fantasía medieval en un trasfondo fidedignamente
histórico me hizo recordar la que considero es la combinación perfecta entre lo
sobrenatural y lo semi-histórico. Curiosamente, no es ni filme ni libro, sino un producto del despreciado mundo de las
caricaturas. Hablo del Príncipe Valiente que por más de 70 años ha deleitado a
lectores de todo el mundo. (Nota, a menos que especifique lo contrario todas las ilustraciones las saqué del excelente blog A Prince Named Valiant)
Fue un domingo, 13 de febrero de 1937, en el que Valiente debutaba en las páginas
del New Orleans Picayune. Es oportuno
que naciera en la ciudad más prodigiosa de los Estados Unidos. Desde entonces
ha circulado por las páginas de periódicos de todo el mundo y sus aventuras han
tenido una larga lista de dibujantes, pero su padre fue el genial Hal Foster. En
plena Depresión, Foster crea este entretenido personaje cuyas aventuras son un
poco fanfiction, puesto que el entorno del joven escandinavo será el de Rey
Arturo y sus Caballeros de la Mesa Redonda. De hecho, el titulo original de la
tira cómica era Prince Valiant in the
Days of King Arthur.
(amazon.com) |
Tras ocho décadas de éxito, los críticos han encontrado
algunas razones que explican la aparentemente eterna popularidad del tebeo.
Entre ellas destaca de la delicadeza de los gráficos. El Príncipe Valiente
tiene una calidad altamente pictórica, superior a la de la historieta común, y que recuerda a veces los cuadros
prerrafaelistas. Existe un esmerado detalle tanto en el esbozo de paisajes como
de las facciones definidas y reconocibles de los protagonistas. Valiente, su
familia y sus amigos son físicamente atractivos, aunque confieso que nunca me
convenció esa melenita a lo Louise Brooks de Val. ¡Ni hablar de los rizos
barrocos de Ser Galván!
La melenita de Val y los ricitos de Sir Gawain |
Foster le dio un
toque original a su trabajo al dispensar de los tradicionales bocadillos que
hacen que la vista se distraiga. En cambio, colocó capciones al pie o costado
de cada viñeta que sirven como complemento, pero permiten apreciar la estampa. Los
colaboradores de Hal Foster, John Cullen Murphy y sus hijos, Gary Gianinni
y Tomas Yeates, quien actualmente está a cargo del comic, han seguido el patrón artístico del creador de Valiente,
aunque han sabido aglutinarlo con el estilo personal de cada uno.
No soy amiga de tebeos. Nunca he entendido la diferencia
entre mangas y animé, pero desde mi infancia que me engancharon los cuentos de
Valiente, sus amigos, su señora e hijos. Eso se debe a tres factores poco
comunes en las historietas de hoy en día: personajes humanos y queribles, aportación
de un entorno familiar reconocible en medio de todas esas empresas épicas, y argumentos tan abigarrados que a ratos podrían
parecer imposibles, pero que para mi representan la quintaesencia de la fantasía
histórica.
La obra se puede calificar totalmente de fantástica debido a
varios elementos. Entre ellos las artes mágicas de los personajes netamente
artúricos como Merlín y Morgana, la aparición de criaturas fabulosas y unos
malabares históricos de antología. En
sus andanzas, Valiente se ha encontrado con hunos, moros, vikingos, ha
descubierto América, y ha luchado contra emperadores bizantinos. Bastante anacrónico para un contemporáneo del Rey Arturo. Pero
aun así la agilidad y magia de los guiones, aunados a la ya comentada habilidad
pictórica, explican por qué la publicación no pasa de moda.
(manuelberlanga.es) |
Otra virtud que le admiro al cosmos creado por Foster es la
continuidad. Los lectores han visto a Valiente crecer desde un niñito de cinco años
hasta convertirse en abuelo. El tiempo
no pasará para los héroes de comics,
pero su diario existir es una lucha constante por eludir su personalidad de
superhombres y por eso se la pasan ocultándose bajo personalidades de hombres
grises que carecen de vidas propia, En
cambio, Valiente forma una familia, sirve abiertamente a un rey, y procrea
hijos que viven aventuras tan fantásticas como su padre.
(totcomic.com) |
En 1937, el Valiente que conocerán los devotos de la
historieta es un niñito, hijo del Rey exiliado de la legendaria Thule (si, la
misma que los Nazis creían era la cuna de los arios). Val y sus padres terminan
de refugiados en los pantanos de Cornualles, por ahí, a unas cuadras de
Camelot. No pasa mucho, antes que Val legue a ser escudero de Sir Galván y de
ahí se abra paso en la corte hasta convertirse en Caballero de La Mesa Redonda.
Pero un punto importante en la infancia del príncipe exiliado es un encuentro
con una bruja que le lanza una profecía más agorera que la de Maggy, la Rana.
“Te enfrentarás al dragón y al grifo, a hombres negros y
amarillos. Vivirás grandes aventuras, pero en ninguna parte veo felicidad ni
contento para ti”.
(Val y la Bruja Horrit) |
Es esta profecía la que dictamina la vida nómada y
aventurera de Valiente, algo que nos beneficia a sus lectores. Por un par de
meses, Foster mantuvo a su personaje de la Ceca a La Meca viviendo todo tipo de
azares, y algún que otro lance amoroso. Valiente no es Sir Galahad, y sabe muy bien
utilizar sus encantos masculinos para salir de atolladeros. El destino le juega
una mala pasada cuando los vikingos matan a Ilene, su primer amor.
Ilene de Brandwyne |
Poco después, surcando el Mediterráneo, el caballero de la
melena oscura conocerá a la mujer de su vida: Aleta, Reina de Las Isas
Brumosas. La rubia y pechugona Aleta, a pesar de su aspecto de cabaretera de film noir, es una mujer decidida, con
buena cabeza para gobernar su reino y manejar la arriesgada vida que llevara
como esposa de Valiente. Además, Aleta también es un poco bruja y como se encapricha de Val,
no duda en lanzarle un hechizo para apurarlo a pedir su mano.
(flickr.com) |
Janet Leigh como Aleta y Debra Paget como Ilene en el filme de 1954 (hotflick.net) |
Solo que los vikingos la tiene tomada en contra de Valiente,
y le raptan la esposa. En pos de su mujer, El Príncipe Valiente llega hasta Norteamérica.
Se convierte, siglos antes de Sir Walter Raleigh, en el primer súbdito
británico en pisar suelo americano. Además, viene con ánimo de Padre Peregrino,
porque tanto el héroe como su mujer se hacen amigos y huéspedes de los indios.
La feliz pareja hasta tiene su luna de miel atrasada en las Cataratas del Niágara.
En 1939, en lo que hoy es el estado de Nueva York, Aleta da a luz a su
primogénito, llamado Arn en recuerdo de un amigo de Valiente.
Aleta y sus hijos |
En total, el matrimonio Valiente tendrá cinco hijos. Arn,
Galán, el intelectual de la familia, y
las gemelas Karen y Valeta. Una de ellas
tiene amores con un druida, la otra será nuera del Preste Juan. ¡Si hasta ese
señor aparece en la tira cómica! A fines de los 70’s, Aleta da a luz al benjamín
de la familia, pero como la Reina de las Islas Brumosas anda en pleitos políticos
con la Corte Bizantina, el niño es secuestrado por ordenes de Justiniano. Este
acaba regalando al heredero de Thule (el reino ario por antonomasia), a una
familia judía. Así Nathan crece creyéndose judío hasta que es rescatado por su
hermano Arn. Nathan (circuncidado y con kippah) se acopla lo más bien a su excéntrica,
pero tolerante familia.
Val y Nathan |
Existe un consenso de que a partir del final de la Segunda
Guerra Mundial, la historieta del Príncipe Valiente tomó un giro más aventurero
dejando atrás la fantasía. El mismo Foster hizo declaraciones de que los
personajes eran tan realistas que lo fantástico había dejado de ser lo
primordial. Pero no es totalmente cierto, porque hasta hoy, Valiente lucha contra
dragones de lago y harpías aladas, vuela sobre grifos y blande esa famosa
espada que canta. Hace un par de años se dio su vueltita por el inframundo
donde se encontró a Merlín que vive feliz con su hija Nimue (llamada así en
honor a su traviesa madre).
Val huye del Kraken (webcomicoverlook.com) |
Aunque no descarto la humanidad de los personajes, lo fantástico
siempre ha sido un factor trascendental en este magnifico tebeo. Siempre
recordaré una de mis revistas infantiles donde Val andaba luchando contra los hunos
en algún paraje europeo. En medio del bosque se le aparece una mujer de largos
cabellos brunos, con parecido a Maite Perroni, quien le da unos consejos y
termina presentándose “Soy El Tiempo”. No puedo imaginarme nada tan mágico como
esa simple declaración.
Te sorprenderá mi ignorancia, pero yo creía que esta historieta ya estaba extinta! Una de las cosas que recuerdo de cuando era chica es haber leído las tiras de este personaje en el diario de los domingos. Creo que no le entendía muy bien el rumbo, o porque era muy peque o porque no estaba acostumbrada al estilo, tengo que confesar que cuando era niña era mas adicta al fast food que me ofrecía la TV.
ResponderEliminarMucha gente ignora que Valiente nunca ha dejado de vivir aventuras. Yo soy un ave rara, no vine a tener tele sino hasta que tenía casi 9 años, y como aprendí a leer a los tres, tuve el tiempo, y tal vez la suerte, de cobrarle cariño a los libros e historietas antes de volverme tele-adicta.
EliminarTengo que salir, ero ya luego te respondo más sobre Jaime.
Yo recuerdo que cuando era pequeña había justo una caricatura de "Las aventuras del Príncipe Valiente", entre eso la peli y los comics en México era muy popular, al grado que algunas personas de la generación de mis padres aún usan "te dejaron como el Príncipe Valiente" cuando a una chica le hacen un corte de cabello muy desafortunado y parecido al del personaje ;)
EliminarEs que no puedo imaginarme un peinado peor, Amiguis. ¿De dónde habrá sacado Foster la inspiración para que un aryo escandinavo saliera con esa melenita a lo "Garçonne"?
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