Netflix sigue
tentándome con teleseries turcas. Esta vez nos hemos ido por lo fantástico: un
viaje en el tiempo hasta los albores de la Turquía moderna, la que dejó atrás a
los sultanes y fue creada por un turco seglar, un oficial del ejército llamado Mustafá
Kemal que desde entonces sería conocido como “Ataturk”(Padre de los Turcos) . Él es el eje
de esta fábula.
Tiempo Actual.
Esra es una joven periodista cuya vida está cifrada a su trabajo. No tiene
novio, no tiene amigos, su único hobby es leer las novelas de Dame Agatha Christie.
La jefa de Esra está descontenta con ella puesto que, aunque la muchacha es
creativa y entusiasta, le gusta
profundizar mucho en sus artículos.
Creyendo que este será un pedido sencillo, la pone a cargo de una nota
sobre el aniversario #130 del legendario Pera Palas, el más celebre de los
hoteles de Estambul.
La Atolondrada
Esra
Esra va al hotel
y es recibida por Ahmed, el anciano
encargado, que le da el obligatorio
tour. Entre lo que le muestra es el elevador, el segundo en el mundo,( el
primer elevador de ese tipo fue colocado un par de años antes en la Torre
Eiffel) ahora en desuso; el cuarto que ocupaba Dame Agatha que ahora es un
museo. Ahmed le cuenta que en una ocasión Dame Agatha, siendo huésped del
hotel, desapareció por varios días. Esa desaparición (no confundirla con la
famosa de 1926) tiene que ver con una llave perdida que Ahmed tiene en su
poder.
Ahmed también le
presenta a Esra un pañuelito de mujer enmarcado que tiene bordada la letra “P”.
Le cuenta a la periodista que se trata del pañuelo de Peride, una joven que por
amor al general Kemal lo salvó en 1919 de un atentado de los ingleses. Le dice
que casi nadie sabe sobre Peride, ni quien era ni que sucedió con ella.
Está lloviendo a
cantaros y Ahmed generosamente ofrece alojamiento a la periodista, pero no en
el cuarto de Agatha como pide Esra. Esa noche, la chica despierta y encuentra
en su mesita de noche las llaves del cuarto de Agatha Christie. Ya en ese
cuarto la sorprende un terremoto. Al cabo del cual sale al pasillo y el mundo
ha cambiado. El ascensor ha vuelto a funcionar, todos visten modas arcaicas, y un periódico le cuenta a Esra que está en
abril de 1919.
Creyéndose en un medio
de un sueño, Esra se acerca a Agatha Christie y la felicita por sus libros.
Mrs. Christie se sorprende. ¡Si ella no ha publicado nada! Halit Bey, un
conocido empresario, se acerca a Esra y
comentando su ropa moderna le pregunta si es la última moda en Paris. “Me
confunde con otra” dice la chica.
Por fin Ahmed da
con Esra y la convence que no se trata de un sueño sino de un peligroso viaje
en el que la periodista está afectando la historia con sus acciones. Ahmed
encierra a Esra en una suite. Ella se escapa por la ventana y se presenta en el
comedor. Se sienta en la mesa de los oficiales ingleses, liderados por el siniestro George, y no encuentra nada mejor que contarles todo
lo que va a suceder y como Mustafá Kemal se convertirá en Ataturk. El modo en
que lo cuenta suena como si lo que sucederá en casi una década, va a ocurrir
ahora. George, que tiene sus propios planes, busca a Halit y le ordena matar a Kemal Pasha.
Esra alcanza a
oír esto. Aparece Ahmed, Halit los persigue, entran al hotel . Se ocultan en un
laboratorio fotográfico donde ven fotos de una mujer idéntica a Esra. Vuelven
al cuarto y en el baño encuentran el cadáver de esa mujer. Por su pañuelo
descubren que se trata de Peride. Es una catástrofe. Sin Peride, no hay manera
de proteger a Mustafá Kemal. Con su irresponsabilidad, Esra ha desequilibrado
la historia. Solo hay una solución, Esra debe usurpar el lugar de Peride.
Algo muy difícil.
Por comenzar, Peride es una dama refinada. Esra pone los codos en la mesa, es
desgarbada, cada dos palabras suelta una palabrota, y en un mundo donde las mujeres, aun las de la
alta sociedad, no tenían voz, vocifera ideas mituteras. No importa, porque Esra
es MarySue total, siempre cae parada y sobrevive más situaciones peligrosa que James
Bond. Habla inglés perfectamente, escala paredes, conduce autos antiguos, imita a Britney Spears, y aunque al comienzo
no sabe empinarse en tacones, pronto está sobre stilettos brincando en un escenario (y en micro mini).
Otro problema lo tendrá
Esra con la familia de Peride, a los que no les agrada que una parienta viuda
como ella ande galopando por la ciudad dando escándalos y descuidando a su
hija. Para colmo, Peride/Esra es pretendida por Resat, un comisario de policía.
A mí me ha
gustado mucho la serie por su ambiente y vestuario que son elegantísimos,
incluso en los exteriores. Realmente es un agasajo visual y eso abraza también
al elenco. En términos de actores, pasa algo que no veía desde las series
italianas: todos son atractivos, hasta los viejitos, hasta los villanos. Encuentro guapísimo a Selahattin Pasali
(Halit).
Hazal Kaya también
es muy linda. Me molesta que los medios hagan tanto hincapié en sus dietas y programa de ejercicios. Es como si la llamaran “gorda”. La actriz sigue
ese sistema riguroso debido a su diabetes no a ningún sobrepeso, que ya de por
si la mujer menuda es más curvilínea que la alta.
Ni es Novela
ni es Dark
Vale hacer
algunas críticas respecto al mercadeo de la telenovela. Por ahí la andan
comparando con Dark, el inexplicable mega éxito de Netflix. Yo nunca he
entendido como pudo gustar tanto una historia con personajes tan ruines,
antipáticos y feos por dentro y por fuera. Precisamente es lo que la diferencia
a Pera Palace.
Es cierto que
ambas tratan de viajes en el tiempo, y que a partir del sexto episodio cuando
Esra descubre El Portal de la Verdad, y comienza
a viajar a destajo a distintos pasados, que hay una similitud, pero el argumento y
filosofía tras los saltos temporales no se parecen en nada. Y gran suerte es
que falten en la serie turca esas explicaciones seudocientíficas tan pedantes
que a cada rato aparecían en Dark.
Lo que realmente
las diferencia es que la mayor parte del tiempo Medianoche en el Pera Palace
es una comedia slapstick que a ratos decae en un melodrama. Esto representa la
mayor falla de la serie. Su desequilibrio entre fantasía histórica, cuento de
detectives y opera buffa, superando este último tono a los otros géneros.
Me dicen que eso puede deberse a que la guionista tiene más experiencia escribiendo
series infantiles.
El segundo es un error
de mercadeo ( y es vergonzoso que Netflix lo propague). Es falso vender esta
serie como basada en la “afamada novela” homónima de Charles King. Primero Charles
King no escribió ninguna novela. No sé cuan afamado sea su Midnight at the
Pera Palace: the Birth of Modern Istambul, pero se trata de un libro de
historia. La del hotel que a su vez es una historia de Estambul desde que
Constantino la fundara hasta la Segunda Guerra Mundial.
Este libro— que
poseo y he leído— apenas dedica cuatro páginas a Mustafá Kemal y su
estadía en el Pera Palace en 1919. Con la excepción de una anécdota de cuando
los ingleses lo invitan a su mesa, no hay nada del libro en la teleserie. Nunca
existió George. ¡Más encima en un par de sitios dicen que se trata de David
Lloyd George! El Primer Ministro británico ni fue a Estambul ese año ni era
oficial del ejército.
No aparecen en el
libro , porque son ficción, ni Esra, ni Halit, ni Sonia, ni Peride. No se habla
una palabra de viajes en el tiempo. No hay un siniestro complot para matar a
los turcos. En cuanto al título del que se ha apropiado Netflix (esperamos con
los debidos permisos) se refiere a la noche en 1925, en que Turquía instituyó el calendario romano.
Un Público Dividido
Entre…
Los Nacionalistas:
Cuando comenté Club Estambul aludí a las razones que hubiesen llevado a una
producción nacional a recordar un momento tan oscuro de su historia. Un motivo
fue el descredito de los que provocaron la Septemvriana, justamente los kemalistas. Ahora en esta serie
se enaltece la memoria el fundador de la Turquía Moderna y a sus seguidores. ¿Será
un modo de protestar contra las medidas del gobierno de Edrogan?
El hecho es que Medianoche
en el Pera Palace ha despertado una especie de fervor entre el público nacionalista. Después de
todo es la primera serie en incluir a Mustafá Kemal. Ha habido twitteros
emocionados con la escena en el capítulo final cuando Esra abraza al futuro Ataturk
tras salvarlo de una bomba. Sin embargo, no todo el público turco se ha
enamorado del show.
El otro bando lo componen
los detractores de Hazal Kaya que en realidad son los que odian a la protagonista.
Leyendo críticas en IDBM, con muy pocas excepciones todas utilizan un lenguaje
de odio hacia Hazal tildándola de mala actriz. Me he dado cuenta en estos
tiempos en que la gente no puede o no sabe expresar su opinión, que cuando le disgusta
algo en un personaje o una trama, rápidamente responsabilizan al actor. En este
caso la acusación es totalmente injusta.
Hazal es una
buena actriz, no la he visto en nada más, pero me ha parecido creíble, y su dominio de expresión facial es
impresionante. El problema es que le han dado un personaje muy complejo y más
encima se lo han hecho difícil ya que la seriedad que exige esa complejidad
queda opacada con un humor bufonesco.
Debido a su orfandad,
Esra sufre de un trastorno emocional que le impide formar y mantener relaciones.
Así se lo expone a Resat “yo no puedo querer a nadie”. Este trastorno emocional
explica su egoísmo, irresponsabilidad, terquedad, el hacer siempre lo contrario
de lo que le piden. Cuando Halit le dice que cuide donde pone su pie, ella no
le hace caso y termina con el zapato enmierdado.
Debido a ese
esquema, Hazal interpreta un personaje
un poco antisocial, tal vez no muy simpático, pero la mayor demanda actoral es
hacerlo cómico. Para eso el libreto abusa del slapstick, la convierte en una
heroína acelerada, despistada, que
siempre hace lo contrario de lo que debe hacer y mete a todos en líos.
El problema es que los líos incluyen asesinatos, poner en peligro a una niña, casi destruir la existencia de Ahmed y, de paso, el futuro de Turquía. Eso es lo que incomoda al espectador de manera tan sutil y subconsciente que lo transforma en un repudio hacia la actriz. Aun así, sigo prefiriendo a Esra más que al llorón pelele del Jonás de Dark.
En términos de
libreto , Pera Palace ofrece un desorden argumental que a veces desafía la
lógica. Trato de verla siempre teniendo en mente que, al ser un viaje en el
tiempo, presenta una historia alternativa, pero hay momentos…el de premio es el
cuento de los antibióticos.
Halit ha sido
herido de bala en 1919. Necesita antibióticos.
Hazel le pregunta a Ahmet que cuando fueron inventados estos
medicamentos. Él le dice que en 1928. Me dio risa. Sir Alexander Fleming
DESCUBRIO el hongo de donde se extrae la penicilina en 1928. De ahí vendrían
doce años de experimentos. La penicilina fue usada por Los Aliados únicamente en
sus soldados durante la Segunda Guerra Mundial. La venta de la droga al público
solo ocurrió en la posguerra.
Pues nuestra
heroína viaja en el tiempo hasta 1942. Hubiese sido imposible que una farmacia
de Estambul vendiese penicilina. Esra entra y solicita “antibióticos” para un
hombre “herido de bala”. El término “antibiótico” comenzó a usarse en Los 50s.
Hoy en día, hay pocos países que vendan antibióticos sin receta y aquí y en
Turquía, anunciar que hay un herido de bala amerita contactar a la policía. Esra
acaba en la cárcel.
En eta dinámica
Tres Chiflados, Esra sale libre, asalta la farmacia, se llena el bolso de
ampollas de penicilina y vuelve a 1919. ¿Y que hace? Se las encaja en la mano
a Sonia y le ordena administrárselas a Halit. ¿A ver cómo va a saber Sonia que
debe inocular la droga o cuanta cantidad debe administrar? . ¿Dónde conseguirá
una jeringa? ¿Sabe la princesa rusa
poner inyecciones?
Las Virtudes
de la Serie
¿Cuál es la mayor
virtud de la serie? Obviamente el hotel,
su elegancia y belleza que sirven de un maro estupendo para este relato
fantástico. Debido a que es un misterio romántico, Midnight at the Pera Palace cae en el esquema
del Gran Hotel y trae todo lo que este conlleva: crímenes por resolver,
elegancia en vestuario y mobiliario, personajes físicamente atractivos, un gran
romance (mucha química entre Hazal y Selahattin) y toda esa aura de mundo
refinado que como ocurre con Sonia, la princesa rusa, ya sentimos perdido,
Es el mundo del
caviar y champagne , de los tés a la inglesa, del buen brandy. Agreguémosle una
visión fidedigna del mundo de la ocupación aliada de Estambul, desde la
perspectiva de los muy ricos con sus intrigas políticas, sus burgueses
ambiciosos y esa obsesión por modernizar Turquía que comienza en la
europeización de sus habitantes que se la pasan cenando en el Pera o bailando
en clubes de jazz como el Garden Club.
Agregaría también
otro detalle, el mostrar lo peligrosos que son los viajes en el tiempo y como
pueden cambiar la historia. En 1942, Esra ve como sus locuras han convertido a Estambul
en una colonia inglesa liderada por George donde ya casi no quedan turcos. También
vemos como jugar con el tiempo puede cambiar vidas. así vemos a Ahmet como un Marty
McFly intentando desesperadamente conseguir que sus padres se unan porque si no
él deja de existir.
Me ha gustado el
final abierto, y espero Netflix invierta en una segunda temporada sino quedará
como Shadowplay, Jaguar y otras series del último año , en cliffhangers
que nunca se solucionaran.
Contenido
Violento y Gory:
Asesinatos y balaceras, pero nada muy gráfico.
Contenido
sexual: ¡Hey! Es una serie turca, pero cuando Esra
anda huyendo por las cornisas del Pera Palas entra en un cuarto donde una
pareja está haciendo el amor.
Contenido
Feminista: La pobre Esra
es una feminista MeToo. Sus mayores desubicaciones son cuando lanza eslóganes
anacrónicos a diestra y siniestra, pero me cuidaría de tildar de feminista una
serie donde todos los personajes femeninos no se llevan con la protagonista.
Factor
Diversidad: Ya sabemos lo
que significa diversidad en Turquía. Por eso es por lo que es sorpresivamente
poco diversa, aunque la presencia de músicos negros de USA fue un factor real
en la Turquía de entonces. Vemos que Estambul está ocupada por los ingleses (también
había fuerzas de ocupación italiana y francesas) y que hay ya refugiados rusos
de la Revolución. No hay mención de armenios (o de su masacre) ni de judíos.
Aparece un griego, Dimitri, medio demente. Una ironía que en ese entonces el
Pera Palace era regentado por un griego, Petros Bodosakis. En cambio, inventan que el director
del hotel es turco y tío de Peride.
Geez Louise, how many different blogs do you have? :)))))
ResponderEliminarI have not watched it as you said you would not recommend it and plus I do not like the actress for some reason. Most younger Turkish actresses are godawful, I do not know why as the actors are not that bad. Ours here are bad too as most of them accepted into the Academy of drama arts are children of older actors.
I still don’t recommend it for all public. It’s why I didn’t tag you. Poor Hazal, apparently half Turkey shares your sentiments. I still blame her character and a storyline that hovers between comedy and drama. Despite its cheap farce, I would like to see a second season, just because I’m tired of Netflix (not only Netflix) habit of cancelling series that were left on a cliffhanger. It is disrespectful.
EliminarAbout my blogs. In theory I have six blogs, although only three are on “Active” status. I do think, people could still access my novel though.
Desde FB de Rafael Ochoteco
ResponderEliminarMi 3ra turca en Netflix, y para ser un sobre un género que no me llama mucho la atención, le di un chance... y me gustó mucho. Lo principal fue la protagonista, digan lo que digan los "haters", la muchacha es muy bonita, tiene su gracia y es muy buena actriz. Eso fue lo más que me gustó, que ella hace una serie de un tema tan serio una muy divertida y ligera para poder digerirla mejor. Era una especie de tragicomedia. Una serie extremadamente elegante, muy cuidada en sus detalles a pesar de los ejemplos que mencionas, especialmente errores históricos que a mi me gusta llamarlos (solo cuando me gusta una serie), licencias históricas (algo así como las poéticas, ¿verdad? 😉 ). Tampoco hago muy bien con la fantasía, pero una serie corta, tan bien hecha pues sí dan ganas de verla y disfrutarla. A mí no me llamaría mucho la atención una 2da temporada, aunque al final posiblemente la termine viendo. Fíjate, me gustó más "Hotel Estambul", esa era puro drama. ¡Besotes!!!
Para Rafael Ochoteco De acuerdo sobre Hazal Caya. Creo que no me molestaron mucho las licencias históricas. Sobre todo porque sé poco de esa epoca. Más me escandalizó la apropiación del titulo de un libro que no tiene nada que ver con la serie. Besotes.
EliminarA mi tambien me gustó ma Club Estambul.