Después de casi
dos años, nos llega la segunda temporada
de Midnight at the Pera Palace. La serie original narraba un viaje en el
tiempo a un momento histórica de la Turquía moderna. La segunda temporada
abraza una búsqueda de los orígenes de la protagonista, con un relato de
espionaje, un misterio detectivesco y un romance. La obligación de colocar el
romance por encima de las otras subtramas lo debilita, lo hace inconcebible y
convierte a Esra, en una heroína muy egoísta y tonta.
Dice Gato Rafa
que el problema es que esperamos mucho por esta temporada y ya ni recordamos el
argumento. Yo sí lo recuerdo, quienes no lo recuerdan son los libretistas. Ya
llevo cuatro episodios y una sola vez se ha mencionado que Halit es el padre de
Ahmet. Aparte del romance entre Halit y Esra, es lo único que quedó de la
primera temporada ya que ni Leila ni su abuelo son muy importantes.
Veamos a la
trama. Ahmet y Esra volvieron al presente, dejando a Halit en 1919. Esra está
obsesionada con encontrar la razón por la cual es tan parecida a la difunta
Peride. Se le ocurre que son parientas y viaja hasta 1995, la fecha de su nacimiento,
cuando siendo una bebita fue abandonada en un cuarto del Pera Palace. En 1919,
Halit no aguanta estar lejos de Esra y consigue una llave mágica de su ex amante,
Olga la princesa rusa ahora camarera del Pera. Llega a 1995, no encuentra a
Esra y el modernismo lo asusta obligándolo a retornar al pasado.
Ambos viajeros
quieren (no sé por qué) viajar a 1941. Olga se niega a seguir ayudado a Halit,
pero sabemos que él no es amigo de lo legal y menos si se interpone en su
camino. Se roba todas las llaves del hotel y, siguiendo otra manera de viajar
en el tiempo, cruza un peligroso portal. Para cuando Esra y él se reencuentran,
Halit es dueño del Pera Palace y está en conflicto con su ex socio, el maleante
millonario Mumtatz, que ha descubierto el secreto y quiere también ser un
viajero del tiempo.
Antes de eso,
Ahmet y Esra llegan a Estambul en busca de la madre desconocida de la
periodista. La única pista es Leila, la hija de Peride. Descubren que trabaja
en un burdel de postín. Nadie se sorprende que la nieta de un millonario sea
prostituta. Tal como Esra parece haber olvidado a la hija que un día adoptó.
Estambul es un hervidero de espías. Leila anda con uno nazi y Esra la ve
matándolo. Deduce que Leila trabaja para los rusos. No alcanza a hablar con
ella porque nuestra heroína anda muy amartelada con Halit.
Sucede que, con
sus juegos con el tiempo, Halit ha alterado las cronologías, los sucesos históricos
ocurren en otras fechas. Así ocurre en la explosión provocada por los nazis en
el hotel cuando la comunidad inglesa tenía una fiesta para recaudar fondos. El
pobre Ahmet ,azorado, habla en voz alta de la bomba y es arrestado. Esra está
presente, pero ocupada en babear porque acaba de ver a Halit. Ahmet es encarcelado
y torturado, pero a Esra no le importa ya que está en la cama con Halit. Cuando
sueltan a un aterrorizado Ahmet este le dice a Esra que la policía sigue
vigilándolo y ella no le cree.
Ahmet le dice que
al haber atravesado ese misterioso portal, Halit ya no es el mismo y que puede cometer
actos criminales, Esra no le cree. Ahmet le advierte a la periodista que sus
acciones pueden alterar su vida, recordándole que Halit es su padre, Esra no lo
escucha. Hay un secuestrador de mujeres suelto en Estambul. Cuando Leila es
secuestrada, su abuelo acusa a Halit puesto que lo vio llevarse a la nieta. Aun
así, Esra sigue embobada. No soporto a las
heroínas brutas y este otoño he tenido que calarme a dos: Lenú de My Brilliant Friend y Esra.
La trama está
llena de agujeros, el principal es prescindir del momento histórico. Lo sigue
la incapacidad de aprovechar las variantes del argumento, ni hablar de los absurdos que restan
credibilidad al relato. Para vencer a Mumtaz, Halit planta a quien ni siquiera
imagina es su hijo, en la casa de su enemigo. Ahmet, que ni sabe inglés, se
convierte en Alfred de New Hampshire, el nuevo mayordomo del maleante.
Esra, que nunca
ha estado en Francia ni habla francés, consigue empleo de periodista fingiendo
haber estudiado en París. No sigo porque nada tiene sentido. Los personajes se traicionan
a sí mismos y actúan como si al libretista recién se le ocurriera que hacer con
ellos, no como subordinados a un hilo argumental. Recordarán que al final de la
Primera Temporada, Esra viaja a una Estambul alternativa que ha sido ocupada
por los nazis. En el hotel se encuentra con Leila que ahora es parte de la
resistencia, pues nada de eso aparece aquí.
Es muy triste que
siendo uno de los pocos países que todavía produce dramas de época, Turquía los
haga de manera tan descuidada. He oído que se planea una tercera parte. No creo
que vaya a verla.
Contenido
Violento o Gory: Hay muertos,
secuestros, pero lo más violento son los interrogatorios de la policía a Ahmet.
Contenido
Sexual o Desnudos: Sigue
siendo una telenovela turca con códigos morales que exigen pudor. Aun así, hay
escenas subidas de tono entre Esra y Halit.
Factor
Feminista: Esra consigue
empleo en un periódico dirigido por una mujer y en sus reportajes usa lenguaje
feminista del siglo XXI como el llamar “misógino” al secuestrador de mujeres.
Este se comporta como el Encuerador de Tlalpan de Las Azules. Rapta mujeres para que se queden en sus casas y
no trabajen. Sus actos son un repudio de las leyes de Ataturk que liberaron a
las mujeres turcas.
Factor
Diversidad: Aunque hay un
intento de mostrar una Estambul cosmopolita con ingleses, alemanes, tanto nazis
como judíos, no vemos el crisol de razas que presento Club Estambul.
Recientemente el rey
Nerimane, mientras mencionaba la ausencia de material para mantener este blog
vigente, me recordó que no solo vive este sitio de cine y streaming. Este blog está
también dedicado a la fantasía, horror, ciencia ficción e historia alternativa
en formato literario. Haciendo memoria lleguė a mi primer encuentro con la literatura de
terror y a una magnífica colección, que por suerte tengo a mi alcance, llamada Narraciones Terroríficas.
Lecturas no Aptas
para Menores
Los niños suelen
recordar como sus padres les leían cuentos de hadas, las aventuras del elefante
Babar y de Peter Rabbit. En cambio, nuestro padre nos leía las Narraciones Terroríficas.
Yo aprendí a leer a los tres años y le enseñé a leer mi hermano. Desde ese
momento, y como no teníamos televisión, la lectura se convirtió en nuestro
pasatiempo favorito. Se sabía que, para fiestas y cumpleaños, el mejor regalo
para Los Niños Venant eran libros.
Como lectores
voraces que éramos devorábamos libros y revistas, no todas para criaturas. Cuando
se acababan, explorábamos la bien provista biblioteca paterna. Mi padre
intentaba ejercer censura, pero nos prohibía libros que tuviesen contenido
sexual ─incluso alusiones─ y los que iban en contra de la Religión Católica (léase
tratados de mitología). A mi madre, que todavía ocultaba su condición de judía,
le importaba un rábano lo de la mitología, pero también prohibía historias que
invitasen a preguntas incomodas.
A ninguno de los
dos les parecía mal que nos asustáramos con algún cuento de terror. Y fue así que, en 1967, cuando mi madre se la
pasó medio año en una clínica santiaguina y mi padre se hizo cargo de nosotros,
que comenzó a leernos las Narraciones Terroríficas. Nacida en la Editorial
Acerbo esta era una más de las antologías creadas en Los 60. La antecedieron
Antología de las Mejores Novelas Policiacas, Antología de Novelas del Oeste y
Antología de las mejores Novelas de Anticipación (así se llamaba en España a la
ciencia ficción).
Exceptuando las
del Oeste, mi padre adquirió todas estas antologías. Mi madre las vendió antes
de trasladarnos a los Estados Unidos. Hace unos quince años, mi hermano comenzó
a reunir los volúmenes por partida doble, enviando un set completo a mi padre
en Chile y conservando el otro. El set chileno se perdió como toda la
biblioteca de mi padre, pero conservamos este, el de mi hermano.
Revisando el
índice del primer volumen, lo que más me sorprende es su variedad, o lo que hoy
llamaríamos “diversidad”. En época franquista sorprende lo equilibrado del
conjunto que incluye autores de casi toda Europa, de Estados Unidos y de México.
Al igual que cuentos chinos y uno japones sobre un fantasma sin rostro, Mujina,
que ha asustado desde Japón hasta Hawái.
También incluye
cuentos escritos por mujeres,de E.
Nesbit, la escritora infantil autora de The Railway Children; de la
feminista (que casi se casó con Oscar Wilde) Violet Hunt; de Mrs. Oliphant, una
de esas damas victorianas que usaban el apellido del esposo para publicar; y de la cuentista mexicana Guadalupe Dueñas. No
es chiste, pero, si notamos que hay una trilogía de cuentos del gran Sakí,
podemos decir que hasta incluye diversidad sexual entre los autores.
El contenido de
los cuentos abarca horror y terror; robots construidos con partes humanas como
en Coppelius; monstruos reconocibles como licántropos y vampiros junto a
fantasmas sin rostro; espíritus malignos que muerden como en un cuento chino y
otros que asustan desde ventanales específicos. Hasta hay un callejón que
desaparece junto a sus habitantes. Tampoco faltan los relatos de horror donde
lo sobrenatural es la maldad del ser humano. Junto a maestros del terror como
Edgard Allan Poe, Sheridan Le Fanu y Jean Ray, aparecen luminarias de las
letras iberas como Bécquer, Valle Inclán y Eҫa de Queiroz. No faltan los
grandes exponentes del relato corto como Chejov, Maupassant y O ‘Henry.
Mi padre, como en
todas nuestras lecturas, ejerció la censura. No podíamos leer nada de la colección
si no lo leía él.En su afán de no leernos
nada “indecoroso”, terminó leyéndonos los ejemplos más terroríficos como el “Coppelius”
de Hoffmann (el verdadero nombre es “El hombre de arena”) que con su historia
de un científico loco que les roba los ojos a los niños, nos quitaba el sueño.
Aún peor fue “El
gato negro” de Poe que nos hizo llorar ya que hemos sido gatofilos de siempre. ¿Qué
es eso de dejar tuerto a un gatito y luego emparedarlo? Ni hablar de “La Familia Vourdalak” de la cual ya he escrito antes. Este
relato vampírico de Alexis Tolstoi sigue siendo el más aterrador que haya leído
en mi vida.
Aunque no creo
que tengan acceso a esa antología quizás hayan leído estos cuentos, sino pueden
buscarlos en línea. Yo paso a reseñar tres que me han impactado en esta nueva
lectura.
“Gabriel-Ernesto”
de Sakí.
El cuento tiene lugar
a comienzo del siglo XX, en la campiña inglesa. La historia es narrada desde la
perspectiva de van Cheele, latifundista, juez de paz y con ínfulas de
naturalista. Un atardecer se encuentra, en sus tierras, cercano a un bosque, a
un adolescente desnudo que duerme la siesta. Cuando lo interroga, el muchacho
da respuestas cripticas que no explican ni su identidad, ni domicilio ni donde está
su ropa. Anuncia que duerme por la tarde porque caza de noche “y en cuatro
patas”.
Cuando van Cheele
pregunta que caza, el chico responde que conejos, aves de corral y de vez en
cuando…niños. Molesto, van Cheele le ordena que se marche. Lo próximo es que el
muchacho, todavía desnudo, se le aparece en la casa anunciando que vivirá ahí
ya que no puede dormir en sus tierras. La tía de Van Cheele, que vive con el sobrino,
se apiada del muchacho al que cree huérfano y desprovisto de memoria. Le pone
ropa de caballero, le da el nombre de Gabriel-Ernesto y lo integra a su
circuito de obras de caridad.
Van Cheele,
todavía no está tranquilo, menos cuando recibe la visita de su amigo, el pintor
Cunningham, quien le cuenta algo
perturbador que presenció la última vez que estuvo ahí: un atardecer, casi al
caer la noche, vio en el bosque como un jovencito se convertía en un lobo. Esto
confirma a van Cheele sus sospechas sobre Gabriel Ernesto. No sigo porque
prefiero que la lean. También para quienes cansa la lectura hay videos en
YouTube.
Hablaré
brevemente de Sakí. Hector H. Munro nació en lo que hoy es Myanmar, pero
entonces era parte del Raj Británico. Su padre era miembro de la administración
inglesa de la “ Joya de la corona”. A la muerte de la madre, el pequeño Hector
y sus hermanas fueron enviados a Inglaterra a vivir con sus tías. Esta fue una época
dolorosa y que marcaría la vida y la literatura de Sakí. Tanto la parodia de
las caritativas solteronas victorianas en “Gabriel-Ernesto”, como la cruel
guardiana del protagonista en “Sdreni Vashtar”, están basadas en las odiadas tías del
escritor.
Ya adulto, Sakí
intentó seguir la tradición familiar y establecerse en la India, pero su salud
no lo acompañó y renunció a su servicio en la policía imperial. De regreso en Inglaterra
se dedicó a ganarse la vida como periodista y autor de cuentos breves. Estos
los escribía con el seudónimo de “Sakí” nombre extraído del Rubayat de
Omar Khayam.
A pesar de que
cosechó fama, tanto como cuentista como
corresponsal extranjero del Morning Post, Sakí nunca fue feliz. Se sabe
poco de su vida adulta puesto que su hermana Ethel, que fue su albacea,
destruyó toda la correspondencia del escritor, posiblemente para evitar que se
supiera que era homosexual. La homosexualidad fue un crimen en el Reino Unido hasta
fines de Los 60.
Su depresión al
llevar una doble vida explica que, en 1914, Sakí se enrolara en el ejército a
pesar de tener más de cuarenta años. Durante los dos primeros años de la Gran
Guerra, el escritor buscó la muerte. Se rehusó a aceptar un puesto de oficial,
prefiriendo exponerse más como soldado raso; varias veces regresó al campo de
batalla, aun herido o enfermo. Finalmente se cumplió su deseo en 1916 cuando lo
alcanzó la bala fatal de un francotirador alemán.
Aprovechando su seudónimo, Sakí satirizó los
convencionalismos de la burguesía victoriana. En “Gabriel-Ernesto” se ríe de la
estrechez de mente de la clase alta rural con sus ideas científicas y su
caridad hipócrita, pero sobre todo de como intentan reprimir la naturaleza. El
joven lobo representa no solo la desbocada sexualidad del adolescente, mas también
una fuerza natural incontenible y por lo tanto aterradora.
Muy diferente es
el caso de otro escritor cuyo cuento he escogido. Me refiero a Washington
Irving, uno de los primeros gigantes de la literatura estadounidense. Nació, como su país, en 1783 y desde niño tuvo la suerte de hacer
buenos contactos, entre ellos el primer presidente de Estados Unidos cuyo
nombre llevaba.
Hijo de
mercaderes neoyorquinos, Irving tuvo también la suerte de que sus hermanos
hubiesen hecho fortuna y lo quisiesen tanto que estuvieran dispuestos a pagarle
sus viajes y su manía de escribir. Washington viajó extensamente por Europa,
pero también por el Estado de Nueva York sobre todo por el Valle del Hudson y
las Montañas Catskills que retrataría en sus cuentos.
Irving se hizo
conocido por sus notas periodísticas y antes de los treinta años ya había
fundado la revista Salmagundi en 1807. La Guerra de 1812 trajo reveses a
la fortuna de su familia. Washington Irving se marchó a Inglaterra donde
comenzó a escribir en serio. Su primera antología El Libro de Bosquejos
contiene dos relatos situados en una Nueva York todavía dominada por colonos
holandeses: Rip van Winkle y La Leyenda de Sleepy Hollow. Ambas
demuestran la fascinación del autor por lo sobrenatural. Tal como ocurre en el
cuento que voy a reseñar “La aventura de un estudiante alemán” que es parte de
su segunda colección de cuentos: Historias
de un viajero.
Estos relatos
fueron muy bienvenidos en Estados Unidos tal como su primera obra, una sátira de
la historia de Nueva York que publicara en 1809, supuestamente escrita por el holandés
Diedrich Knickerbocker. Tan famoso fue el texto que haría entrar en el léxico
el término “knickerbocker” tanto en beisbol como en baloncesto, al igual que en
cultura popular al convertirse en el apodo de las familias de antiguo linaje de
Nueva York que hemos conocido en The Gilded Age. Otra aportación léxica de
Irving fue el apodo de “Gotham” para Nueva York.
Hablando de esas
familias, Irving fue muy amigo del primer millonario estadounidense, John Jacob
Astor, de cuyo testamento seria albacea. Astor invitó a Irving a visitar las regiones
todavía sin civilizar del nuevo país, incluyendo los espacios donde el
millonario hiciese fortuna en el negocio de las pieles, o sea el Noreste.
Irving gustoso visitó esta región geográfica de la cual escribiría una crónica Astoria
(1836) y algunos relatos que son considerados como precursores del género
western. También este viaje sirvió para acallar la denuncia de la elite
intelectual de que Irving se había “europeizado”.
Tanto viajar,
escribir y hacer buenas conexiones dio frutos. Washington Irving comenzó a
hacer carrera en el mundo diplomático. Primero como secretario de la Embajada
estadounidense en el Reino Unido y luego sirviendo por largos años como Embajador
en la Corte Española (1842-1846). Su fascinación con la nación ibera databa de
antes. Aparte de hacer amistad con literatos españoles como Jose Blanco White y
Cecilia Bohl de Faber, Irving se había embarcado en la creación de una historia
de Cristóbal Colon que publicó en 1828.
Tras esta
publicación, Irving compilaría una colección de cuentos también muy famosa
titulada Cuentos de la Alhambra (1832). Se le puede considerar entre los
hispanistas de su época, junto a Paul Prescott. Irving nunca se casó. Estuvo
comprometido con Matilda, la hija de su mentor, el Juez Hoffmann, pero ella murió
antes de la boda. Mas adelante se enamoró de Emily Foster, una joven expatriada americana en Alemania,
pero ella lo rechazó. Se dice que Mary Shelley lo requirió en amores y está vez
fue Irving quien la rechazó.
Tanta biografía
es para indicar que Irving era un romántico apasionado y gustaba de las mujeres
(Anya Seton lo tiene robándole un beso a la hija de Aaron Burr en My
Theodosia) lo que lo asemeja a Wolfgang de su relato de terror. Releí este
cuento justamente porque estoy haciendo algo sobre la ficción y la Revolución
Francesa. Liberal y humanista, Irving no critica la llegada de la República a
Francia, pero es consciente de que se ha excedido en su ejercicio de la
justicia.
Wolfgang vive en
medio de ejecuciones arbitrarias que ocurren día a día. Es típico alemán joven
de su época: idealista, romántico, espiritual. Su obsesión con Swedenborg, nos
dice el autor, lo ha vuelto huraño. Gusta de las mujeres, pero su timidez le
impide acercárseles. Se ha creado en su imaginación una imagen ideal femenina
que cree nunca alcanzará.
Una noche de
lluvia, la encuentra en el lugar más insospechado, a la sombra del cadalso. En
los escalones que llevan a la guillotina ve una mujer enlutada, acurrucada
llorado. Cuando la consuela descubre que es esa imagen ideal de belleza
femenina que ha forjado en su mente.
La lleva a su
cuartucho, beben, hacen el amor y a la mañana siguiente, Wolfgang despierta al
lado de un cadáver. La identidad de la difunta y su manera de morir son el
núcleo supernatural de este cuento. Les dejo el link aquí para que las descubran.
El ultimo relato
es la contribución latina a esta colección. Es un ejemplo del gótico mexicano
de la cuentista jalisciense, Guadalupe Dueñas. Doña Lupe era un poco enigmática,
a pesar de haber vivido a mediados del siglo XX. Sabemos dónde nació, quienes
fueron sus padres y donde estudió, pero se sabe poco de su vida personal.
Se sabe que
aparte de publicar varias antologías de cuentos, tuvo muchos empleos
interesantes desde ser censora de cine hasta escribir guiones de telenovelas,
entre ellos, la espléndida Carlota y Maximiliano, uno de los proyectos históricos
de Don Ernesto Alonso. Poco antes de fallecer, Guadalupe Dueñas se enclaustró
en su casa, un poco como lo hacen Las Moncada en el cuento que voy a reseñar.
“Al roce de la
sombra” es parte de Tiene la noche un árbol, la segunda antología de
cuentos que la autora publicó en 1958. Comienza como típico gótico con dejos de
Jane Eyre. Raquel es huérfana, fea, pobre, se crio en un orfanato de
monjas y su único mérito es ser maestra. La directora del orfanato le consigue
un empleo en una zona rural y le da una carta de recomendación para sus
antiguas condiscípulas, Las Hermanas Moncada que viven en la villa de San
Martin.
En el tren, un compañero de viaje ilustra a Raquel sobre
las Moncada. Una vez fueron riquísimas, se educaron y vivieron en Francia, pero
desde que perdieron su fortuna viven como ermitañas en su antigua casona.
Las Moncada
reciben con alacridad a Raquel, aunque le dan hospedaje. La maestra se
sorprende al ver que las hermanas, que solo salen para ir a misa, conservan su
casona con todo el esplendor de antaño. Se avergüenza de ser tan poca cosa
entre tanto lujo, pero poco a poco, Las Moncada, le toman cariño, la visten y
le enseñan a gozar de las cosas finas de la vida.
Una tarde, Raquel
que ha salido más temprano, llega a la casa y descubre el secreto de Las
Moncada. Desde el momento que presencia un rito demencial y depravado que sabe
que su suerte está echada…
El estilo del cuento
es casi onírico, comienza a media res con Raquel despertándose después de su
metida de pata y pasa a un flashback del viaje en tren que la trajo a San
Martin. Raquel muchas veces duda de su realidad y siente que vive en un sueño,
como si estuviese narcotizada.
Sigue pautas del
terror gótico, un inocente forastero queda atrapado en una casa llena de
secretos criminales de los que será víctima, tipo Get Out. Las Moncada
son esas ancianitas, estiloDoña Macabra
o las de Arsénico y Encaje Antiguo que combinan demencia senil con
acciones psicópatas.
Guadalupe Dueñas
fue reconocida por tener estos personajes malvados, que esconden su psicosis,
bajo apariencia inocente y vulnerable, sean niñas o viejitas. Una anécdota es que Inés
Arredondo en una pelea con Doña Lupe le espetó “eres tan mala como los
personajes de tus cuentos” a lo que la Señora Dueñas respondió “así es”. ¿Que habrán querido decir?
Revisando el
resto de la antología, este primer tomo es el mejor, el más diverso y el que incluye
más escritores conocidos, los otro ocho se concentran en maestros de terror
como El Solitario de Providence, Bram Stoker, Robert Bloch, y Ray Bradbury
cuando combina la ciencia ficción con el horror.
Cuando en Chile
hacia listas de todo lo que vería en la tele, a mi regreso a Nueva York, esta
serie del 2015 estaba en los primeros cinco espacios. Recuerdo que en su momento
se habló de que sería una contrincante para Penny Dreadful. Aunque nada se compara a la serie de
Showtime, Los vivos y los muertos demuestra que la BBC también era capaz
de asustar con un sólido relato gótico.
El 2015 es un año
importante en la cultura popular occidental. Marca casi el final de un mundo en
donde imperaba la calidad por sobre lo políticamente correcto. Para los
propósitos de este blog, marca el fin del auge de los fantástico. Curiosamente,
es en este decline que encontramos un breve renacimiento del relato gótico.
Aunque, a fines
de Los 90, la fantasía había entrado con una estampida en la literatura/y
pantallas chicas y grandes, el terror gótico no había sido bien representado. En
el 2014, Penny Dreadful vino a cambiar las cosas y a abrir nuevas
puertas al subgénero. Ese mismo año, la televisión abierta de USA presentó la
excelente Sleepy Hollowcon Ichabod Crane resucitando en el Siglo XX y
colaborando con una policía de un pueblo del estado de Nueva York para evitar
que el Jinete sin Cabeza provoque el Apocalipsis.
Fue por entonces
que la ITV decidió seguir esa pauta y recobrar un género al que le iba bien en
el cine donde Daniel Radcliff dejaba atrás a Harry Potter para perseguir
fantasmas victorianos en La mujer de negro y Tim Burton y Johnny Depp parodiaban
el gótico televisivo por excelencia,Sombras Tenebrosas.
La ITV se veía
como una creadora de productos más refinados que las series de sabor cockney de
la BBC. Después de todo llevaba cinco temporadas de un fenómeno mundial como Downton
Abbey. Así se le encargó este cuento de fantasmas que tiene lugar en la campiña
de Somerset en 1894.
Nathan Appleby
(Colin “Merlin” Morgan) es un médico siquiatra reconocido en toda Europa que
viene a visitar a su madre enferma en su propiedad ancestral en Somerset. Lo
acompaña su mujer, Charlotte, (Charlotte Spencer, la Lady Esther de Sanditon), una emancipada fotógrafa. Su llegada coincide
con las festividades del solsticio.
La madre de
Nathan le pide que no sea él quien encienda la fogata que inicia las
festividades, pero el psiquiatra le recuerda que es un deber de todo varón Appleby..
Mientras los Esposos Appleby celebran con los trabajadores, un espíritu maligno
acecha a la enferma. “¡Deja en paz a mi hijo!
“le ordena la mujer, pero el esfuerzo la mata. ¿Se trata del mismo viejo
siniestro que persigue a Harriet, la hija adolescente del Vicario Denning?
Los Appleby
entierran a la madre. Los trabajadores están asustados, creen que el psiquiatra
venderá la propiedad y se volverá a Londres. Esa casa no trae buenos recuerdos
a Nathan puesto que ahí murieron su primera esposa y Gabriel, su hijito.
Para no dejar a
nadie desempleado, Nathan decide abandonar su práctica médica y dedicarse a sacar
adelante una propiedad que ha estado en su familia por siglos. Charlotte abraza
con entusiasmo los planes del marido y utiliza su dote para comprar un rudimentario
tractor . Esto incomoda a los labriegos que temen que la maquina los reemplace.
El vicario visita
a Nathan, teme por su hija. Harriet se ha vuelto taciturna. Sabemos que también
se ha vuelto cruel. La vimos arrojar un patito vivo a los cerdos para que se lo
devoraran. Nathan está muy ocupado con su granja y se niega a aceptar una
paciente rural.
Cambia su actitud
cuando, una noche, Harriet aparece en su
propiedad y se zambulle en la laguna. Nathan decide dejarla en la granja bajo observación.
Cuando la interroga, la chica dice no recordar nada, pero luego habla de un
espíritu que la domina y que le ordenó lanzarse al lago.
Nathan confía a
su esposa que Harriet está sufriendo de una crisis debido al miedo a su
sexualidad adolescente. Eso la lleva a adoptar otras personalidades. En un acto
digno del Dr. House, Nathan se mete en el cuarto de Harriet, en la vicaría, y lo registra buscando alcohol u otra señal
que explique la perturbación de la chica. Encuentra algo más sorprendente, unos
cilindros que son los predecesores de la cintas de grabación.
En un vitáfono ,
la primera máquina grabadora/reproductora, Los Appleby escuchan encantados las
voces de la gente a su alrededor que al parecer grabase Harriet. Nathan se
perturba cuando escucha la voz de su hijo llamándolo, pero hay algo más perturbador.
De pronto de la maquina sale una voz cascada y desconocida. Dice llamarse Abel
North y entona una serie de quejas blasfemas y agresivas. En un momento, la
grabación se detiene y es Harriet quien entra en la sala y la acaba con la
misma voz masculina de Abel North.
La situación es
grave. El Dr. Appleby cree que se trata de un caso de doble personalidad, pero
a Charlotte comienza a incomodarla la paciente. Cree que quiere seducir a su
esposo y no está equivocada. Una tarde, la hija del vicario acompaña a su
psiquiatra a poner flores en las tumbas de sus seres querido. Ahí Harriet
comienza a hablar, primero con la voz de Olivia y luego con la del pequeño Gabriel.
Nathan le exige que se deje de bromas. Ella se abalanza sobre el médico y lo
besa en la boca. Cuando él la rechaza, la joven lo golpea con una fuerza insospechada
y huye.
Charlotte no
aguanta más . Ese mismo día ha descubierto que han roto el tractor y acusa a
John, el capataz, lo que la sitúa en contra de sus labriegos que confían en él .
No necesita de más problemas. Exige a su esposo que envíe a Harriet de regreso
con sus padres.
Los esposos
Appleby buscan a Harriet en los campos y presencian el macabro suicidio de
John. No saben que ha sido impulsado por Harriet o el espíritu que la posee. Nathan
solicita el permiso del vicario para hipnotizar a Harriet. El experimento es un
desastre y la chica huye para luego intentar matar a Gwen, la doncella de Charlotte.
Nathan ha
averiguado que Abel North fue un antiguo labriego, un hombre de mala catadura
que no caía bien a nadie y cuya aura criminal aumentaba con su bravata de que había
matado a una mujer. Nathan medita sobre una frase que Harriet repite cada vez
que North la posee: “lo que no está bautizado no puede ser enterrado”.
Sospecha que el
espíritu de North no puede descansar porque no ha tenido un entierro cristiano
debido a que nunca lo bautizaron. De ahí su empeño en zambullir a Harriet en el
lago o de ella intentar ahogar a Gwen. Entonces será el propio Vicario Denning
quien bautice a North, dentro del cuerpo de Harriet, y así se libran de ese
espíritu…pero hay más.
En los próximos
cinco episodios, Nathan se enfrentará a fantasmas de todo tipo, incluso algunos
que vienen del futuro. A medida que entierra sus prejuicios científicos va desenterrando
secretos, algunos relacionados con su familia, y que deberían permanecer bajo
tierra. Todo este proceso va enloqueciendo a Nathan y alejándolo de Charlotte
quien también enfrenta problemas propios. Se ha convertido en la mayoral de un
grupo de labriegos que desconfía de ella y ademas intenta quedar embarazada.
La atmosfera
victoriana se consigue de una manera ya perdida en las nuevas producciones británicas,
gracias a vestuario y música apropiada, al igual que la iluminación y escenografía
que ha recordado a los espectadores la obra pictórica de Constable y que nos transporta
a las novelas de Thomas Hardy. El ambiente de la serie ayuda mucho a aumentar
la atmosfera de terror y angustia.
Existe una yuxtaposición
entre un mundo oscuro y misterioso poblado de espíritus poco amistosos y un
paisaje bucólico, un remanso de paz donde solo parecen habitar humanos benévolos
cuya bondad desaparece cuando interviene lo sobrenatural. Me ha recordado a la
excelente De Lark Rise a Candleford, con la descripción de pueblos
pintorescos donde en contraposición al progreso de fines de la era Victoriana
se encontraban costumbres y creencias que los campesinos conservaban desde
tiempos milenarios.
Aquí también las
vemos, desde la celebración del
solsticio, hasta el Árbol de los Deseos,
donde Gwen cuelga un paño manchado con sangre menstrual de Charlotte para pedir
que su ama conciba. Pero también sentimos que estos resabios del paganismo
pueden ocultar fuerza ocultas y violencias que nos hacen sentir que entramos en
el territorio de The Wicker Man.
Hay un conflicto
constante entre pasado y progreso que se refleja en una lucha en contra de Charlotte,
de sus máquinas, de sus esfuerzos por traer el tren a sus
tierras y por su incapacidad de quedarse en el sitio que corresponde a la esposa
del amo. Y es que Charlotte va perdiendo a su mayor aliado.
A medida que
aumenten sus dudas, Nathan va a ir cayendo cada vez más en el oscurantismo de
sus empleados a pesar de los esfuerzos del Vicario Denning por traerlo al presente.
Es fascinante ver a un clérigo ser más librepensador y progresista que un
psiquiatra. Realmente es el tipo de detalles que hace a The Living and the Dead
imperdible.
Contenido Violento
y Gore: Fuerte el
suicidio de John. También la escena del patito devorado por puercos, aunque
solo oímos sus gritos. Los poseídos atacan a la gente e intentan matarlos tal
como los labriegos agreden a quien creen ser brujos.
Contenido
Sexual y Desnudos: Un
labriego muestra nalgas mientras tiene sexo con Gwen. Otro se baña desnudo en
la laguna en el tercer episodio. Muchas escenas de cama de los Appleby, pero
nada más allá del foreplay y no hay desnudos.
Factor
Feminista: Charlotte es
una mujer independiente, moderna y con idea progresistas que debe luchar contra
los recelos de un pueblo que desconfía de ella por afuerina y por ser mujer. Vemos
muchas familias de asalariados que son manejadas por una madre viuda por lo que
no es extraño este comportamiento independiente, la misma Gwen es dueña de su
vida. El problema de Charlotte no está en su género sino en su clase y en ser
forastera. Otro caso interesante es el del vicario librepensador que permite
que su hija lea y desarrolle un criterio independiente.
Factor
Diversidad: Aunque no hay
diferencias étnicas ni de otro tipo, hay un fuerte distingo entre lo de afuera
y la cultura rural imperante. Cualquier intento de cambiarla, sea a través de progreso
o brujería, convierte al revolucionario en un” otro”, un paria. A fines de la serie hay un viaje en
el tiempo y conocemos a la bisnieta de los Appleby que está casada con un
anglo-africano.
Me ha tomado casi
dos años venir a hablar de esta extraordinaria serie de Alex de la Iglesia. Casi
tanto tiempo como le ha costado a HBO traernos la Segunda Temporada de un drama
que entremezcla humor, terror y muchas aventuras, con el siempre exagerado,
pero genial, toque de La Iglesia.
La Primera
Temporada
El Combo HBO-De
la Iglesia nos regaló en el primer año de pandemia una visita gratis al pueblo
de Pedraza. Oculto en la zona rural segoviana, Pedraza es uno de esos villorrios donde parece
que el tiempo se ha estancado. Es ahí donde ha encontrado refugio el Padre Manuel
Vergara (Eduard Fernández) , un sacerdote, ex boxeador, ex exorcista, ex presidiario,
pero es ahí donde le llegan inquietantes rumores de como El Coludo sigue
haciendo de las suyas.
Una secta cainita
(un antiguo grupo gnóstico) he extendido sus tentáculos hasta el mismísimo
Vaticano en su afán de conseguir las 30 monedas que Judas recibiese por
traicionar a Cristo. Quien las posea dominará al mundo.(¡Que no los oiga
Meloncito Musk!) Aparentemente una de las monedas está en Pedraza.
Padre Vergara entrega la moneda a Elena
Pronto el pueblo
se ve sacudido por visitas y sucesos extraños: suicidios, resurrecciones, espiritus, poseidas que hablan en italiano y una
vaca pare un bebé humano. La paranoia de los vecinos se enfoca en la
veterinaria Elena (Megan Montaner) , una afuerina. Los que la defienden son
Vergara y Paco (Miguel Ángel Silvestre), el alcalde más bobo que haya visto la
ficción. Tan enamorado está Paco de Elena que incita los celos de Merche
(Macarena Gómez), su millonaria esposa.
Elena y el misterioso bebé
Vergara, Elena y Paco
componen un equipo de investigación que descubre lo que ocurre, pero no pueden
impedir que el cardenal Ángelo (Cosimo Fusco), un enviado del Diablo, y otros
ambiciosos prelados desciendan sobre Pedraza. Esta cúspide diabólica acaba en
una masacre al final de la Primera Temporada. Lo último que vimos es que Vergara
se arroja por un balcón en un esfuerzo por vencer al demonio..
¿Angelo o Lucifer?
Comenzamos la
Segunda en diferentes espacios. Vergara, por suicida, está en los infiernos que
ocupan un lujosísimo palacio barroco donde se puede vagar por salón tras salón,
o admirando los frescos o las torturas a
las que horribles demonios someten a los condenados.
Vergara en el infierno
Descubrimos que
hace un año que Elena está en coma en un hospital de Madrid. Su única visita es
el bobo Paco que la cuida con mucho amor. Son casi los únicos habitantes de
Pedraza que están en libertad. A los pocos testigos de la masacre se les
mantiene encerrados en un infierno terrestre, un manicomio disfrazado de laboratorio,
donde se les somete a terribles torturas para averiguar dónde quedaron las
monedas.
Entran Barbrow
y Haruka
Es que los
cainitas no han cejado en su intento por conquistar al mundo. Sin embargo, se
tropiezan con un escollo gigante, Christian Barbrow, un billonario
estadounidense que es un coctel de Elon Musk y George Soros, con un chorrito de Trump. Paul Giamatti—
recién retirado de Billions— viene a dar vida a un hombre que está tan
seguro de su estatus que hasta se da el lujo de rechazar la oferta por su alma
que le hace Ángelo (que sigue vivo gracias a su rol de sirviente satánico).
Barbrow no puede
ser comprado ni tentado. Vive en una flotilla de yates, con lo que se evita que
lo arresten por una variedad de crímenes. Solo toca tierra para asistir a
remates , firmar sus libros o ir en busca de las monedas. Ha acumulado más de
la mitad. Cualquiera se da cuenta que tiene más poder (incluso sobrenatural)
que los curas sacrílegos. Eso lo entiende Merche, ex primera dama de Pedraza.
Merche ahora es muy poderosa. Necesita amigos poderosos
Desde que la
eligió una moneda, Merche también tiene poderes telequinéticos que le permiten,
y sin decir “Dracarys”, andar por el mundo eliminando enemigos. Sin embargo,
será Barbrow, quien la rescate de la guadaña de la Santa Muerte (hasta la
Santita anda por aquí) . Cuando Merche se da cuenta que el billonario tiene un
arsenal de monedas no titubea en pasarse a su bando. Sobre todo, porque será
quien la ayude a destruir a Elena
Los poderes le funcionan a Merche, pero no con la Santa Muerte
Al ahora desierto
Pedraza llega Haruka (Najwa Nimri) , youtuber, influencer (“tengo casi 100.000 seguidores”)
que viene a investigar qué pasó hace un año. Ahí se encontrará con refugiados clandestinos
como el Comisario Lagunas, la agente de policía Salcedo, y Antonio (Javier Bodalo) , el Bobo del
Pueblo, que no es tan bobo y cuyos sueños los advierten de peligros. Juntos
descubren muchas cosas, pero la pista más importante está en el laboratorio
donde torturan a los habitantes de Pedraza. Arriesgando su vida, Lagunas tendrá
que infiltrarse en ese lugar.
Lagunas recibe una visita en el manicomio
Haruka
Entretanto, Vergara
ha encontrado el alma de Elena en el Infierno. Está encerrada en una jaula con otros
pobres desdichados a la merced de unos demonios ciegos, pero armados de afilados colmillos ygarrotes con clavos como el Lucille de Los
Walking Dead. Vergara la suelta y, cuando la están haciendo pedazos, el
espíritu de la veterinaria consigue regresar a su cuerpo. Solo que hay un
problema. Elena está embarazada.
Por supuesto
todos creen— -como la misma Elena— que el culpable es Paco. El ex alcalde asocia
este embarazo con la extraña visita de un clérigo a la comatosa. Paco, que
ahora parece Rambo y tiene más vidas que un gato, se enfrenta a todo el
personal médico y huye con la embarazada. Acaban en un barrial madrileño donde Elena
da a luz a una criatura horrorosa en cuyo interior está una antigua llave que
llevará a la pareja a la Escuela de Traductores de Toledo.
Esta serie es una
montaña rusa donde se suceden tan vertiginosamente las escenas que no da tiempo
ni de respirar. Uno debe ver cada capítulo dos veces para comprender que ocurre
en la trama y visualmente en el trasfondo, que hay imágenes que asaltan la
vista y provocan miedo aun al más veterano de los amigos del terror.
No es que la
serie sea tan original, puesto que pide prestado de muchas partes. Los demonios
que atacan a Elena y a Vergara se parecen al monstruo ciego delLaberinto del Fauno.El insecto gigante que pare Elena es un cruce entre el Alien y un monstruito
de The Thing. Las descripciones de las salas infernales recuerdan
grabados medievales y el tríptico del Bosco. El Libro Negro del Arabe Loco que Elena y Paco descubren en Toledo es un homenaje a Lovecraft.
En otros aspectos
la serie acude a motivos muy ibéricos. Hay personajes escapados de película de
Buñuel, encabezados por Antonio, el vidente. En su descripción de los bajos
fondos madrileños, el guion cae en tropos galdosianos . Es una serie para ver y
para entender, para asustarnos y para reírnos. Lo tiene todo y la recomiendo.
Contenido Violento
y Gory: A los únicos a
los que no se la recomiendo es a los que no les gusta ver sangre y vísceras.
Esta serie es un Gore total con Elena siendo descuartizada en el infierno,
dando a luz una araña gigante y con Vergara charlando con un amigo que tiene
las tripas colgando.
Contenido Sexual
y Desnudos: Creo que hubo
algún desnudo accidental, uno de Merche en la tina en el sexto episodio, pero cero sexo.
Factor
Feminista: Tenemos en un bando a Merche convertida en la
Daenerys de Pedraza, una que hasta se cree capaz de dominar a Barbrow. En el
otro bando milita Elena que despierta del coma dispuesta a encontrar un modo de
detener el apocalipsis, resolver el misterio y hastasalvar a Paco. No nos olvidemos de la gran
influencer Haruka, o de Salgado, la
policía que sabe infiltrarse hasta en las fiestas de esta elite que busca
destruir al mundo.
Haruja y Salcedo
Factor Diversidad:
Es casi increíble que una co-produccion entre España y HBO no sufra de inclusiones
woke. Es refrescante, porque ya tenemos bastante con demonios y humanos,
españoles y gringos, mexicanos y peruanos que caen bajo las balas de los
secuaces de Barbrow. En cuanto a diversidad física, Paco lleva a Elena con un
amigo que tiene múltiple esclerosis, Antonio será el bobo del pueblo, pero es más
cuerdo que muchos.