Iniciamos nuestro viaje por la fantasía contemporánea conociendo
a las criaturas que abrieron la ruta para el avance fantástico: los magos. A
diferencia de las brujas, los hechiceros siempre han cosechado buena fama, en
ficción y realidad. A veces se les ha visto como científicos, pero J. K.
Rowling creó un nuevo tipo de hechicero, uno muy joven. Harry Potter es un niño
mago, con una misión y una reputación legendaria aun antes de empuñar su
primera varita mágica.
La literatura fantástica nunca ha sido ajena al fenómeno del
Mago, desde Merlín hasta Gandalf han
existido estos sabios de luengas barbas y sabios consejos. Tampoco el concepto
de escuelas de magia era original puesto que Ursula Le Guin y Sir Terry Pratchett
las describían en sus sagas fantásticas.
Lo novel fue que Hogwarts no era una academia de adultos
sino una escuela infantil. Mas interesante es que Rowling le otorga (a pesar de
hacerla mixta) los atributos de los famosos internados ingleses, lo que la hace
identificable a su público. El mundo de Harry Potter, a pesar de su encantadoras
idiosincrasias, es el nuestro solo que
existe en un plano paralelo al de los Muggles (léase humanos carentes de
magia).
(fanpop.com) |
Entre 1999 y el 2000, Harry
Potter y la Piedra Filosofal se convirtió en un de los diez libros más leídos
en el mundo anglo parlante. La publicación de las siguientes aventuras del niño-mago
y la aparición de versiones fílmicas, como ocurre con todo fenómeno cultural,
invitaron a otros escritores de fantasía a crear sus propias órdenes mágicas ya sus propios
jóvenes aprendices de hechiceros.
Tanto era el apetito
del publico por este tipo de historias que en el 2003, Patricia Wrede
desenterró una novela publicada en 1988 y titulada Sorcery and Cecilia or The Enchanted Chocolate Pot (Cecilia y la hechicería o La chocolatera
encantada). Aprovechando la moda de los magos y la hechicería, Wrede republicó
esta novela epistolar sobre brujitas en los días de Jane Austen. Le fue tan bien
que la autora le escribió dos secuelas. Era el momento para que la literatura
juvenil se pusiese del lado de los magos.
Confieso no conocer mucho de estos clones de Harry Potter,
pero puedo comentar una fantasía histórica que trata el tema. Libba Bray en su Trilogía de Gemma Doyle crea la
Academia Spence, un internado de señoritas victoriano, donde su heroína y sus condiscípulas
descubren secretos de antigua magia.
Más diferente es la Trilogía
de Bartimaeus de Jonathan Stroud. En un Londres moderno, pero gobernado por
magos, Nathaniel es un aprendiz dispuesto a todo para alcanza el nivel mas alto
de magia. Eso lo consigue gracias a Bartimaeus un genio de cinco mil años de
edad, que lo asiste en todas sus empresas.
(imagenes.net) |
Gracias al cine del Siglo XXI, magos antiguos y modernos comenzaron
a adquirí rostros reconocibles. Sir Ian Mckellan desplegó magia blanca y Sir Christopher
Lee la oscura en la saga de “El Señor de los Anillos”. Al mago Merlín lo han interpretado, desde
1997, una docena de veces y Sam Neil, Joseph Fiennes y Sir Ben Kingsley, entre otros
le han prestado sus fisonomías. Aunque el más recordado es Colin Morgan que en
la serie “Las Aventuras de Merlín”
retrata los problemas de un aprendiz de mago que debe ocultar sus poderes en la
corte de Uther Pendragon.
(argentinawarez.com) |
El joven Merlín vino a llenar un espacio que abandonaran las
Hermanas Halliwell de “Charmed” Por largo tiempo y a pesar del interés por
series sobrenaturales, la magia y los hechiceros eran los grandes ausentes de
la televisión. Eso cambió en el 2011,
cuando J.J. Abrams creaba un universo
mágico llamado Storybook. En Once Upon a
Time, no solo se reversionan los cuentos de hadas, además se exploran los
beneficios y maleficios de la magia en manos de gente tan peligrosa como Regina
y Rumpelstilskin.
Por buenas y originales que fueran esas historias, seguían
siendo dirigidas a un publico poco
exigente y perpetuando el mito de que la fantasía era un género para niños. Sin
embargo, la literatura adulta también se enfocaría hacia los magos.
Se dice que sin Harry Potter nunca hubiera existido Harry
Dresden. A pesar de que Jim Butcher, su creador, adjudica el nombre de pila de
su mago a un homenaje a Houdini, el protagonista de los Dresden Files podría ser un Harry Potter adulto.
Hijo de un ilusionista de feria, Harry Dresden es el único mago
que puede ser encontrado en las páginas amarillas, pero su mayor labor consiste
en ayudar a la policía en casos que involucren lo oculto. Y vaya que hay casos
sobrenaturales en la Chicago suburbana, espacio donde Harry se mueve. Con una
madrina que es realmente hada y un hermanastro vampiro, Harry tiene buen
conocimiento de lo sobrenatural. Cuando sus artes mágicas le fallan, siempre
habrá algún ángel o licántropo listo
para ayudarlo.
Nunca he leído una novela de Butcher, pero si vi el desastroso
intento de convertirlas en serie. Los aficionados me juran que esa serie chanta
del ScyFy que solo duró una temporada no es para nada representativa de la
calidad de la saga. A juzgar por a fama de los Dresden Files, les creo. Mi problema principal se llamó Paul
Blackthorne un muy mal actor que interpretaba a Harry y el que la serie sufría
de todas las fallas que afligen a los productos de ese bendito canal.
Los magos adultos no solo existía en fantasías urbanas y series
infantiles, en el 2003 surgió una fantasía histórica que (tal como La
Historiadora de Elisabeth Kostova) califica de literatura fantástica “seria”. Me
refiero a Jonathan Strange y El Señor
Norrell de Susanna Clarke. Tal como ocurriera con la primera novela de
Rowling, a Clarke le tomaría una década escribir su obra magna y como Harry
Potter, Strange y Norrell nacieron en la mente de su autora en La Península
Ibérica, mejor dicho en Bilbao donde ella enseñaba inglés.
Debido a que tiene lugar en la Inglaterra de la Regencia,
muchos han visto esta voluminosa novela como una imitación de Jane Austen. En
realidad, su prosa prolija, a ratos pesada en su exceso de descripciones es
totalmente victoriana y recuerda mucho a la pluma de Dickens.
El Señor Norrell es un caballero de Yorkshire que, a comienzos del Siglo XIX sueña con restaurar la
magia un sitial de honor en Inglaterra. La magia abandonó el imperio británico
junto con su legendario soberano, El Rey Cuervo, y ahora amos residen en un
misterioso universo paralelo. En pos de esa empresa, Norrell se marcha a Londres donde sus experimentos
nigrománticos atraen el interés de la nobleza. Tras resucitar a Lady Pole,
Norrell adquiere renombre como mago y sus servicios son solicitados por el gobierno
para impedir el avance napoleónico. Sera por entonces que el mago adquiera un
aprendiz, el joven y arrogante Jonathan Strange. Ahí inician los problemas.
(Grabado de Portia Rosemberg para la edición original) |
Norrell ignora que las hadas que lo asistieron en la resurrección
de Emma Ple le están cobrando su precio. Secuestran a la pobre mujer cada vez
que se les antoja y han seducido a Stephen, sirviente del mago, haciéndolo
creer que lo convertirá en rey de las hadas. Para colmo, Strange se revela un
mago más poderoso que su maestro y se convierten en rivales. Las hadas secuestran
a Arabella, esposa de Strange y reaparece el Rey Cuervo.
Strange, creyéndose viudo inicia un descenso hacia la magia
más oscura que llevará a resultados catastróficos. No sigo porque es un libro
que obligatoriamente deben leer todos los amantes de la fantasía. Les aviso que
es pesado, a ratos ahoga con su erudición, y su final es agridulce y abierto,
pero es una lectura que vale la pena y lo más literario que ha surgido de esta
Era de las Magos.
Ahora es su turno de contarme sobre otros magos en la
ficción, u otros clones de Harry Potter que los hayan impresionado.
Justamente una de las novelas que tenemos casi acabadas mi señor esposo y yo va de este tema: está ambientada en la España de la actualidad, y la protagonista es una veinteañera que descubre que su abuelo, muerto años atrás, era un mago, y que ella ha heredado sus poderes. Si la publican te lo cuento y lo añades al artículo, jejeje ;-)
ResponderEliminarPues mis mejores vibras y a esperar a que salga al mercado, para reseñarla.
EliminarMe encantan las novelas de fantasía, he tenido la suerte de leer casi todas las nombradas. Las de Dresden no, ya que sólo conocía la serie. Trataré de encontrarlas.
ResponderEliminarMe quedé marcando ocupado varias semanas con Jonathan Strange y el señor Norrell. Debo reconocer que me costó enganchar, pero luego no podía dejarla.
Cuando era jovencita, leía los títulos de novelas "herederas" del universo de Tolkien y pensaba que algún día tendría dinero para comprarlas todas. Ahora, podría bajarlas de internet pero me di cuenta de que muchas historias de magos y caballeros no son tan magníficas como la original.
Mi mago de ficción favorito, aunque Gandalf me tire los dedos de los pies, es Merlín, ídolo total desde que lo vi en La Espada en la Piedra, y más ídolo desde que leí Camelot. Aunque el Merlín que se describe en Las Nieblas de Avalon sea medio traidor, de todas formas me gusta ese personaje!
“Cuando era jovencita”. Niña, no te me avejentes que ¿sino qué nos queda a las que si vamos para abuelitas.? ¿Que te pareció la serie de Dresden?
EliminarA mi me ha costado hincarle el diente a Strange y Norrell, esos primeros caps., antes que aparezca Jonathan, juro que me salte varias páginas, per a la segunda lectura si que los encontré muy a propósito. Llevan años amenazando con llevarla al cine, ahora la BBC la va a hacer miniserie. Eso si quiero verlo.
Yo adoro a Merlín y me ha encantado que en las últimas décadas le hayan dado apariencia más juvenil. Lo único que me disgustó de Las Nieblas fue ese mal retrato del mago.
Yo tiendo a ser clásica en este aspecto, me parece. Evidentemente mi primer mago ha sido siempre Merlín, y como dice Leis, desde La Espada en la Piedra. En Las Nieblas de Avalon había por lo menos dos Merlines, ¿no?, porque era un título, "el Merlín". El primero que me acuerdo era Taliesin, el segundo... bueno, hemos de echar luz sobre otro chongo de la Guivi, el feo más lindo de la historia de la magia, es decir Kevin el Merlín... por algo el seudónimo con que van firmados mis videos es Nimuelux, je... todo tiene que ver con todo, al final.
ResponderEliminarObviamente, otro grande es Gandalf. Y cabeza a cabeza está Ged, el Mago de Terramar (y su amigo Estarriol).
Hace un par de días, ¿casualmente?, comentábamos con una amiga que, cuando estábamos en la Universidad, nos dimos un empacho de continuadores de Tolkien, y evidentemente en esos universos había magia. Eddings, Lawhead, Louise Cooper (esta era mi favorita, con la Trilogía del Caos) y Guy Gavriel Kay. No todo es fabuloso, desde luego, y también depende mucho del gusto de cada quien. Lo que me pasó, personalmente, es que como lo leí todo a un ritmo devorador y sin solución de continuidad, tengo casi todo mezclado y mis recuerdos son bastante sueltos. Creo que de lo de Kay, "El Tapiz de Fionavar", la idea más original que me quedó fue que sus magos necesitaban de una "fuente": otra persona que no era maga pero que tenía la particularidad de aportarle al mago la energía necesaria para hacer su trabajo. Cada mago tenía su fuente, y la relación entre ellos era siempre muy estrecha.
Desde que empezamos a charlar sobre este tema, me vengo acordando de una serie que me encanta, que es la trilogía de los guardianes, de Sergei Lukyanenko. Corrijo, acabo de leer que es una pentalogía (o sea, me faltan tres libros, no uno... buaaaa). Yo leí los dos primeros: Guardianes de la Noche, y Guardianes del Día. Está ambientada en la Rusia contemporánea. Hay películas, pero si bien la primera es más que decente, la segunda se apartó tanto del libro original que le cambió completamente el sentido. Suscintamente, en el mundo hay un precario equilibrio entre la magia negra y la magia blanca, y muchos seres que interactúan entre los humanos "normales" tratando de hacer prevalecer uno de los dos bandos. Pero eso no puede suceder, porque se debe mantener el balance; el riesgo es el colapso general. Por ello, cada bando ha destacado una guardia que debe velar ante los posibles abusos de la otra parcialidad. La magia blanca es defendida por los Guardianes de la Noche (porque de noche hay que vigilar que los magos oscuros no avancen) y la magia oscura, por los Guardianes del Día (porque el día es el tiempo de los magos "buenos"). Es mucho más complejo que eso, en el fondo, porque en realidad "blanco" es el mago que antepone el bien común al beneficio personal, y "oscuro" el que prefiere la inversa. En fin, está buenísimo, tiene esa impronta que le dan los rusos a su literatura, es altamente recomendable. El único problema es que, por lo menos que yo sepa, a mi país nunca llegó el tercer volumen...
Voy a tener que conseguirme Strange y Norrell, me parece...
Muy buen artículo, dan ganas de salir corriendo a buscar los textos...!
Yo hace rato que le tengo ganas a la serie "Guardianes", creo que me las voy a bajar.....
EliminarHiperrecomendadas, Sissi! Yo pienso que te van a gustar. Uno de los protas, Anton Gorodetzky, es mi hermano del alma...
Eliminarconseguí los 3 primeros, después te cuento, espero que no me agarre un ataque maníaco como con Revolution..... je....
EliminarYo llegué a ver la primera película, que ejem, no es demasiado buena cof-cof...
EliminarNo sabía que eran adaptaciones. De hecho, de entrada pinta bien, me gustan las cosas fantásticas llenas de seres sobrenaturales. Pero supongo que el secreto para engancharme siempre es que los personajes estén bien escritos=)
Entonces te puede gustar, Dama... el autor hace una construcción de personajes bastante buena. Además de Antón, el prota, que es bastante complejo, hay un personaje del segundo libro, si no me traiciona la memoria, es Sergei. Ese sí esta muy bien tramado...
EliminarYo no tengo mucho que decir, porque como ya dije, no hace tanto que me acerqué a la literatura fantástica y como mezclo mucho en mis lecturas no es tanto lo que leí. Me encanta Merlín en Camelot, no tanto en Las Nieblas de Avalon, y si me gusta en la serie, por mas que no sea el Merlín que uno siempre conoció. Pero mi amor eterno es Ged, el mago de Terramar, el del libro, la película es otra historia.
ResponderEliminarLa película del Mago de Terramar es para olvidarla... Nada que ver con los libros, hasta te diría que los traiciona... :(
EliminarSi, exactamente, los traiciona......
EliminarYa se pegó y tuve que reiniciar a Cersei. A ver si me deja responderle a Guivi. De los que mencionas siempre he querido lee a Guy Gavriel Kay porque escribe fantasía histórica. Lukyanenko es otro que tengo en mi lista, porque es uno de los pocos escritores de fantasía reconocidos que no pertenece a la orbita angloparlante.
EliminarMe encanta tu entrada Male, lo que me lleva a formular algunas preguntas.
ResponderEliminarComo se define si una obra fantástica tiene intenciones verdaderamente literarias? O si se concibe con un interés mas ambicioso?
Hay diferencia cuando los protagonistas de una obra son brujas o hechiceros desde el punto de vista del genero? Y tiene esto mucho que ver con el sexo de los escritores?
Otra cosa, cuando el protagonista es una mujer, hay mayor tendencia a incluir en la historia el drama romántico, o esto solo afecta a los productos televisivos/cinematográficos?
Perdón por hacer tantas preguntas;)
Querida Dama Banca, tu pregunta es la que nos hacemos todos los escritores cuando nos toca buscar agentes y explicarles como es lo que escribimos. ¿Cómo nos definimos? ¿Mainstream, “literary”, o genre”? Sinceramente, todo escritor novel cree que es “literario”. Pero ese membrete lo ponen los críticos y los académicos. El único escritor contemporáneo que conozco como literario es Ian McKewan. Yo se que no es “literario”, si escribes “género” rara vez calificas como tal, si escribes para niños o jóvenes tampoco. Los críticos consideran que la obra de Clarke es literaria por su prosa prolija, por su estilo refinado, por la cantidad de investigación que abarca su obra. Y también por la cantidad de premios que ha recibido y que van más allá de lo que consiguen los autores de fantasía.
EliminarNo tiene importancia que los protagonistas sean magos o brujas. Las Brujas de Eastwick de John Updike es considerada “literaria”. Tampoco creo que el sexo afecte la apreciación de críticos, no es el contenido de una novela lo que la hace literaria sino la calidad de estilo, la profundidad de los temas y la complejidad de sus personajes.
Yo he leído obras con protagonistas femeninas que no son románticas, imagínate una historia en que la protagonista sea una monja, o una niñita. No creo que sea obligatorio crearle un romance solo porque la heroína sea hembra. Sin embargo, hay muy pocas novelas románticas en que haya un protagonista, siempre son vistas del punto de vista femenino.
Muchas gracias Male ;)
EliminarGracias a ti, hija, que me encantan estas preguntas. Solo lamentó la ausencia de tiempo y PC (ya hoy Cersei se mandó su pantallazo azul)para responderlas como se debe
EliminarAntes que todo disculpas pero como le decía a Guivi esa madrugada, estoy con crisis domestica, y recién pude subir a ver a la PC. Para colmo esta lloviendo y eso aquí significa baja de voltaje y mi temperamental Cersei (así le puse a la compu) le afecta eso. Dama apenas pueda te contesto, Reina Guivi, por responderte esta mañana en el otro blog, atrasé una respuesta aquí.
ResponderEliminarBesos a todas.
Pues mil gracias, entonces. Ya te leí y te respondí allí. Ánimo con las cosas domésticas, ya me hago cargo de lo complicada que estás. Cuídate!!!
EliminarYa te respondí, alla arribita. A ver si Cersei y la lluvia, me dejan hablarte un poco más de los Shedim.
Eliminarla compu de mi marido se llama Khaleesi, se lo puso cuando la vio la primera vez y creo que ya está arrepentido...... juaaaaaaaaaaa....
Eliminar¿Han notado que las computadoras siempre son femeninas? Osea, en America Latina nunca pensamos en ellas en términos de "ordenador" o "computador".
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