miércoles, 5 de mayo de 2021

The Irregulars vs The Nevers: Fantasías Victorianas

 


La Era del Superhéroes (sea Marvel, DC, o King Kong) ha reemplazado a la maravillosa New Age fantástica que originó este blog. Sin menospreciar el legítimo allure de los héroes y caricaturas, se extraña la profundidad de esa fantasía pasada. Como si se quisiera recuperar esa esencia esta primavera nos han visitado super héroes victorianos, tanto en Netflix con “The Irregulars” y en HBO con” The Nevers” y con ellos celebramos el noveno año de este blog.

Los Irregulares: Muy Diversos, pero Menos que Regulares

Después de probar suerte con “Enola Holmes” (que al menos está basada en un libro conocido) algunos incautos de la BBC se aventuraron a seguir pisándole los callos a los herederos y custodios de la obra de Sir Arthur Conan Doyle. Así nacen “Los Irregulares”, una visión revisionistatípica de la Era Twitter de Sherlock Holmes y de sus mini ayudantes The Baker Street Irregulars.

Aquí tenemos unos irregulares adolescentes, fugitivos de ese coco victoriano, The Workhouse. Son diversos, rebeldes y como dijo un crítico en The Wall Street Jornal  “uncharming characters”.  Realmente son unos pesados, pero son jóvenes y multirraciales.  Lo único que no son, es victorianos. Hablan la jerga de hoy con mucha palabrota y terminología ultramoderna, no se peinan ni se visten como en la época en que se supone que están. Beatrice, su líder (la actriz chino-irlandesa Thaddea Graham) anda vestida de vaquero del Lejano Oeste y su hermana Jessie (Darci Shaw) anda con una moda que me recuerda un cosplay que se inventó una amiga en los 90, pero que ni la mendiga más harapienta del East End se hubiese puesto en el siglo XIX.

                                                              Hermanitas Proletarias

No entiendo motivo ni necesidad de situar la historia en la era victoriana. ¿Para inventarle un romance a Bea con Leopoldo (Harrison Osterfield) el hijo menor de la Reina Victoria?  A propósito, aplaudo la investigación que hicieron de la hemofilia. En el primer episodio, Leo es arrojado por un tabernero a un piso empedrado. Un golpe de esa magnitud hubiese provocado una tremenda hemorragia en un verdadero hemofílico.

                                                         El Príncipe y la Mendiga

El verdadero propósito de colocar tan poco elevada historia en los 1880s es poder incluir (y denigrar) a Sherlock Holmes, sacarlo del canon más allá de lo que hicieron en “Enola Holmes”. Si allá Sherlock tenía una hermana, aquí tiene una hija. Si el detective interpretado por Henry Cavill era cálido y emocional, acá es solo un pobre drogadicto que ni bajo la influencia del opio puede resolver crímenes.

Para eso están Los Irregulares que, tal como Holmes son manejados por el siniestro Dr. Watson (Roy Pierreson). Al comienzo parece que Watson solo necesita mantener la ilusión de que Holmes sigue siendo el maestro de detectives, pero pronto vemos que hay algo más oscuro.  Desde el Purgatorio un espíritu (luego nos enteramos de que se trata de la madre de Bea y Jessie) ha provocado una grieta en el velo que separa el mundo real con el mágico. Esto ha empoderado a una cantidad de personajes marginalizados que ahora pueden ejercer su venganza.

Los casos son un poco pueriles (uno se roba bebés, otra roba dientes) y son resueltos de manera muy rápida y fácil por los irregulares por lo que ni siquiera tenemos muchos misterios ni una elaborada resolución basada en una mente superior como ocurría en la obra de Conan Doyle. Los Irregulares se la pasan más en discusiones sobre problemas domésticos o en diatribas en contra del mundo de privilegiados donde ellos no tienen cabida, que resolviendo crímenes. Una ironía es que muchos poderosos clasistas son interpretados por actores de color, comenzando por el despótico y despectivo Dr. Watson.



“The Irregulars” fracasa en todos los factores que hacen a una obra atractiva. Sus personajes son insufribles, su estética es rebuscadamente fea, sus misterios son pueriles y el cuento de la humanidad a punto de perecer cuya salvación está en manos de un grupo de renegados juveniles, ya está bien añejo.



Después de tragarme un par de episodios de este bodrio y ver que muchos críticos concordaban conmigo de que era intragable ni con un sorbo de champagne, tuve mis dudas sobre ver “The Nevers”, otro cuento de freaks victorianos cuya mayor mérito y mayor falla es que fue creación de Josh Whedon.

A Pesar de Josh Whedon

Una de las contradicciones de esta Era de Cancelación es que un producto puede acumular méritos, pero será cancelado si su creador está en la picota. Hace año y medio, los fans de la obra de Whedon esperaban con fervor el debut de lo que se esperaba fuese un versión de X-Men trasladada al universo victoriano. Solo que, en el camino, Whedon fue expuesto como un ente abusivo, un creador de ambientes tóxicos de trabajo, y un misógino. Milagro que alguien se atreviese a ver “The Nevers”. Sin embargo, la serie ha tenido un récord de audiencia a pesar del estigma que pesa sobre su creador.

La historia abre en Londres en 1886. Un inexplicable suceso cósmico provoca una lluvia de polvo de estrellas sobre los londinenses. Los “tocados” por ese polvo (la mayoría mujeres) desarrollan prodigiosos poderes que harán que su sociedad las conozca como “The Touched”. A propósito, “The Nevers” es un título artificial. Las “tocadas” nunca son llamadas por ese nombre, pero obvio que la serie no podía llamarse “The Touched”. Hubiese invitado a chistes de mal gusto.

                                           Mary Brighton y su misteriosa canción

Los poderes de Las Tocadas van desde lo extra útil como los de la irlandesita Penance Adair (Anne Skelly) cuyo nuevo dominio de la electricidad la lleva a crear fabulosos inventos incluyendo un automóvil. El medico jamaiquino Horatio Cousens (Zachary Momoh) desarrolla la capacidad para cicatrizar heridas y la bella Mary Brighton (Eleanor Tomlinson) con su divina voz puede calmar los miedos de “Las Tocadas”. Otros adquieren poderes un poco engorrosos como Primrose que alcanza los tres metros de altura o Myrtle que habla sin ton in son en cualquier idioma.

                                                   Primrose desde su elevada estatura

Por supuesto que el caso más peligroso es Maladie (Amy Manson) a quien le cayó el polvo de estrellas cuando se la levaban al manicomio. Se salvó de la camisa de fuerza para convertirse en la asesina serial más buscada por Scotland Yard. Gente como Maladie y sus secuaces les dan un mal nombre a Las Touched y las pone en la lista negra del gobierno, donde un gabinete de patriarcas blancos encabezados por Lord Massen (Pip Torres) busca neutralizarlas.

No es el único, hay un médico loco que anda a la caza de Touched para experimentar con ellas. Ni hablar de Lord Hugo Swann (James Norton), un hedonista y bisexual aristócrata que también anda buscando Touched para poblar su burdel que espera sea una especie de Salón Kitty donde las pupilas atraerán y espiarán a gente importante que revelarán secretos que His Lordship utilizará para sus chantajes.


                                          El mejor rol que le he visto a James Norton

Este pilar de la sociedad tiene ya en su nómina al inspector Mundy (Ben Chaplin) y quiere agregar al ingenuo Augie (Tom Riley) cuya hermana invalida Lavinia (Olivia Williams) ha creado un refugio para Tocadas. Refugio regentado por la joven viuda Amalia True (Laura Donnelly) a quien el polvo de estrellas rescató de las aguas del Támesis adonde se había arrojado. Ahora Amalia está dotada de poderes de clarividencia, capacidad para saltos largos olímpicos y habilidades pugilísticas que dejarían en vergüenza a Mike Tyson.

                                                       Amalia en el Tamesis

¿Demasiados Personajes?

Ese es el elenco principal de esta historia que ha recibido muchas críticas, la mayoría de gente que en pos de la cancelación de Whedon, busca cancelar su obra. El cuento de nunca acabar de nuestra obesamente inmoral cultura. La mayor queja es sobre la saturación de personajes imposibles de recordar… Duh! Obvio que para el nivel de déficit atencional de la generación binging, estos son muchos personajes (y eso que ni les hable del Beggar King). Ohh qué tiempos aquellos cuando nos sabíamos hasta el nombre de los lacayos de los Stark.

¿Como nos va a ser fácil olvidar a Lavinia Bigelow?  Una de esas millonarias victorianas que imparten caridad caprichos ante y mantienen a su familia aterrorizada con la amenaza de desheredarlos.  En este caso el cuasi desheredado es su hermano menor. ¿Como nos vamos a olvidar del frágil, ingenuo Augie que, nadie sabe, también está un poco “tocadito”?  

                                                 Lavinia no es tan protectora como parece

Es en la Opera, cuando Maladie interpreta su propia idea del Bel Canto con una masacre de actores y públicos, que Augie y Penance descubren que son almas gemelas, pero se interpone Lavinia quien le recuerda que un Bigelow no se puede casarse con una Tocada y menos (¡Horror!) una irlandesa. Augie obedece porque es cobarde y va a esconder su cobardía en el Club de Balseros de su mejor amigo.  Lord Swann quiere que Augie sea su socio para que el respetable apellido Bigelow le atraiga más clientes. ¿Qué dirá Lavinia?

                                       ¿Qué dirá Hugo cuando sepa que su socio es un "tocadito"?

Su opinión deja de importar al segundo capítulo cuando descubrimos que Lavinia es cómplice del científico loco en una conspiración para lobomotizar a los Touched y convertirlos en esclavos que trabajan en unas especies de minas. También descubrimos después de un magnifico match de lucha libre que Maladie una vez se llamó “Sarah” y que Mrs. True se llamó “Molly”. Que fueron amigas hasta que Amalia traicionó a Maladie, pero entonces la viudita no tenía el mismo rostro.

Resulta muy significativo que un disparate con patas como “The Irregulars” reciba todo tipo de elogios por parte de la crítica (con la excepción de Cosmopolitan, Variety y The Wall Street Journal) y “The Nevers” sea cancelada con quejas lapidarias provocadas por errores que encontramos en otras series como “Watchmen” o “Lovecraft Country” que igual han sido éxitos. En realidad, pareciera que la gran falla de la serie es que es un producto Whedon. De hecho, muchas críticas lo mencionan por nombre y en Mashable dicen que seguro que la serie repuntará cuando Whedon ya no forme parte de ella.

Aunque estoy de acuerdo con Variety (donde tuvo buena critica) que, aunque a ratos se sienta un poco tonta, siempre es entretenida.  The Nevers resulta más ambiciosa que Buffy o las películas de Los Vengadores que llevaron a Whedon hasta una cúspide para luego arrojarlo (o arrojarse) al abismo. Es cierto que los villanos son un poco caricaturescos, sobre todo Maladie que pretende ser El Guasón con enaguas, pero acaba aburriendo con su perorata sin sentido.

                                         La revelación de Maladie camino al manicomio

Otros como en Idobi.com han notado un constante pecado de Whedon. En su esfuerzo por apaciguar a los vigilantes de la diversidad, Don Josh inserta personajes de color en roles secundarios, asegurándose que los principales sean blancos. Aja, has quedado al descubierto, ¡felón!

Cuando la Profundidad se vuelve Propaganda

Mi problema es diferente. Sin querer acusar a la serie de presentismo, su profundidad me resulta panfletaria.  Por ejemplo, hay un amago de contarnos que a fines del Siglo XIX también existía una preocupación por la deformación del lenguaje. Pero hay una diferencia total entre el lenguaje inclusivo que es promovido hoy, y la molestia ante el uso de vocablos extranjeros, en este caso galicismos.

Lord Massen dice no entender porque usar émployee (empleado) cuando ya el término ingles The employed (los empleados) lo cubre. Amalia le explica que “employee” singulariza al individuo destacándolo de entremedio de la masa. Y sigue con una exaltación del individualismo que resulta contradictoria en una serie que exalta la lucha de clases y la importancia del grupo para defenderse de los poderosos.


                                                   Diálogo de Perplejos

Por otro lado, Lord Massen me parece que hace eco de mis preocupaciones cuando dice temer que el cambio genere caos. Es cierto, en nuestra cultura deconstruccionista-canceladora se busca destruir sin construir, derribar estatuas e instituciones sin hallarles reemplazo, y eso siempre genera caos. Cuando Massen habla de que están viviendo en la era de lo imposible convirtiéndose en lo posible y como eso abre los apetitos/ambiciones de quienes (no necesariamente mujeres) no deberían tenerlos, está hablando de nuestros tiempos.

Alejándonos del presentismo, examinemos los miedos de Lord Massen en su contexto histórico. Ese momento de increíbles adelantos e inventos tecnológicos dará paso, en quince años, a la Gran Guerra. Ese es un principio del caos político que llevará a las dos guerras más destructivas que haya conocido la humanidad. Los apetitos y ambiciones de unos pocos provocarán revoluciones que devendrán en dictaduras. Los cambios sociales nacidos del “progreso” maquillarán horrores del pasado y los perpetuarán bajo otros nombres y rostros hasta hoy día. Como que el patriarca blanco no anda muy equivocado.

                             Tan latosita está la serie que hasta hay quien shipea a este par

Aunque en cincuenta cosas “The Nevers” le gana a “The Irregulars”, también tiene sus bemoles. Mi hermano, que tiene ojo crítico, encuentra que hay algo falso en la escenografía, que todo parece filmado en un escenario. Es cierto que con tanto efecto especial se necesita de mucho CGI.

También, como no está acostumbrado a las películas de superhéroes, la encuentra un poco “tonta”. “Silly”es un adjetivo que varios críticos han aplicado a la trama. Estoy de acuerdo en que hay personajes que están un poco demás y que a ratos me encuentro como si estuviera viendo “Héroes” y no una serie con contenido adulto.



Una última palabra sobre los personajes, factor indispensable en mi apreciación de cualquier relato. Me gustan las Touched principales, ojalá no arruinen los personajes de Amalia y Penance. A mi hermano y a mí nos agrada, con reparos, el Inspector Mundy, y como somos representantes del patriarcado, nos encanta Lord Massen (es como Tommy Lascelles con más poder).

                         El secreto de Mundy es otro homenaje a la diversidad y realmente una sorpresa

No se puede hablar de estas seudo fantasías en seudos escenarios de fines del Siglo XIX sin evocar a la maravillosa “Penny Dreadful”. No se molesten en buscarlos parecido, si los hay es pura coincidencia. Mi hermano describió “The Nevers” como “una necesidad de construir un relato sobrenatural a lo Henry James, “pero que no pasó del inodoro de James”. Pero al menos la está viendo, “The Irregulars” solo merece su indiferencia.

¿Han visto alguna de estas series? ¿Qué les han parecido?

ADDENDUM: Terminé   de escribir esta nota el viernes pasado, antes de ver el episodio cuatro, el peor de la temporada. No seria nada, pero se trata del antepenúltimo. Yo estaba bajo la impresión de que como toda serie normal tendría 8-10 entregas. En cambio, nos dan miseras seis, y a la cuarta introducen elementos sorpresivos que nos hace notar un desnivel del libreto (aparte de escenas aburridas de las que mi hermano se queja)

Hay arcos que no avanzan a la misma velocidad que otros. Es como una pintura de franjas, en la que algunas cubren todo el lienzo y otras dejan huecos blancos. Se acaba la serie y Hugo no ha puesto en marcha su negocio, no sabemos si Lavinia y Lord Massen son aliados, y no sabemos que esconde este en el sótano. Y en un cap. nos meten una nave alienígena, la posibilidad de que Amelia venga del futuro, ect. ¿Dónde está la verdadera Mrs. True?

En vez de respondernos, entremezclan esos datos tan importantes con un cuarto de hora de Augie y Penance, muy lindos, pero cuyo romance sigue en foja cero y otra de Amalia en un bar poniéndose hasta las chanclas y rompiéndole el violín a un músico al que se quiere comer. ¿Esas son las nuevas reglas de cortejo entre mituteras?

                                            Augie y Penance, tan bonitos y tan sositos.

Todo mi interés en la serie murió, al ver que es un ejemplo de lo que pasa por entretenimiento hoy en día: libretos aburridos, fragmentados, con cabos sueltos y 0 respeto por la imaginación del público. Eso si mucho gasto en efectos especiales y en contratar elencos diversos.  De ahí que“The Nevers” amerite vergonzosos criticas como esta en The Screenrant.Lo mas triste es la interrogante de Time que como es posible que ” The Irregulars” que es más tonta (sillier) que “The Nevers” tenga mayor aceptación entre el público.