jueves, 20 de noviembre de 2014

¿Pesadillas o Milagros?: el embarazo en ciencia ficción y fantasía


Hace unos días al reseñar “Deliverance”, la séptima entrega de esta temporada de “Sleepy Hollow”, comentaba mi sorpresa al descubrir que  en la sociedad primer mundista y políticamente correcta existe la idea que representar a una mujer de parto es sexista. Ahora en el blog Feminist Fiction, Rhiannon ha escrito sobre Katrina y sobre  la perpetuación de conceptos misóginos que va encadenada al tropo del embarazo fantástico. Eso me ha hecho recapacitar sobre este recurso y sobre como, en algunos casos,  el embarazo si puede convertirse en una alegoría del poder femenino.

¿El embarazo de Katrina es una metafora de los embarazos no deseados?


 En los Sesentas viví la “moda” de “El Bebe de Rosemary”.  Recuerdo bien la seguidilla de clones que provocó el filme de  Polanski. “The Entity”, “The Stranger Within”,  "The Omen", “The Unborn”, hasta “Alien”, involucraban  mujeres preñadas, en contra de su voluntad, por El Diablo, demonios o alienígenos. Me dicen que hasta hoy el embarazo, mágico, místico o diabólico, invade comics, mangas y fanficiccion  y se ha vuelto un  cliché del género de terror, del fantástico, y de la ciencia ficción.
Barbara Eden y su bebé alienígeno en "The Stranger Within"


El problema con este lugar común es que presenta dos factores negativos: uno es que no hay imagen más aminorada de la mujer que la de mostrarla de parto. El segundo es que  la idea de una mujer preñada por una fuerza nociva y desconocida crea una concepción del embarazo como una pesadilla. ¿Pero qué imagen del embarazo y el parto en la televisión no es grotesca, espeluznante y negativa? Tal vez solo esa imagen, heredada del cine antiguo, donde la recién parida aparece bonita y rozagante en camisón limpio, y cargando un crío angelical que parece escapado de un comercial de comida de bebé.

Para mayor confusión, y a raíz de este mismo tema que parece estar dando bastante que hablar, otra bloguera rechazó que fuese negativo ese cliché, puesto que hay muchas mujeres que se ven sometidas a embarazos obligados. Ellas si se identifican con estos relatos dantescos. ¿Pero cuan identificables son estas historias si estadísticamente la mayoría de los embarazos no deseados en la realidad acaban en abortos?

Otra duda es que si efectivamente estas preñeces “mágicas” son metáforas para concepciones forzadas, ¿cómo es que muchas tienen finales felices? El peor embarazo de la ficción fantástica, donde incluso el momento de concepción es doloroso, tiene lugar al final de la saga de Crepúsculo. Mas allá de si Stephanie M. intentaba crear una fabula para alertar a sus jóvenes lectoras del peligro del sexo y sus consecuencias, la experiencia de la pobre Bella es funesta e infernal. Sin embargo, el resultado es una preciosa nena que se convierte en la adoración de los padres.



Incluso en la historia que genera este infame tropo, Rosemary's Baby de Ira Levin, la protagonista no es tan frágil ni aborrece su embarazo.  En la novela y filme vemos como Rosemary Woodehouse, chica católica, campesina e ingenua profesional, es elegida por el mismísimo Don Satas para concebir y parir al heredero del Reino de Las Tinieblas. Lo curioso es que Rosemary cree, hasta los últimos veinte minutos del filme, que su hijo fue procreado por Guy, su inescrupuloso marido, y que es el bebé que ha deseado y planificado desde antes de casarse. Precisamente, el que se pase los primeros seis meses pachucha y con terribles dolores es un drama para ella porque teme perder al niño.
Rosemary comparte con Guy las primeras patadas del bebé. Solo que él no es el padre,


En cuanto a la debilidad de Rosemary incluso en el momento de dar a luz, también es un tema discutible. Sera ingenua, pero no estúpida. Durante su embarazo y, a pesar de que es semi prisionera de contrariedades físicas y de sus vecinos, un grupo de brujos  que con la excusa de cuidarla la aíslan, el personaje de Mía Farrow se rebela. Deja de tomar las pociones que le administran y hasta lanza una fiesta para reunir a sus amistades en la que prohíbe la entrada a los satánicos.
Minnie Castevets preocupada de la nutrición del Diablito


Ya en su noveno mes, Rosemary se da cuenta que hay un grupo de locos  (que abarca hasta a su esposo) que quieren hacerle daño a su hijo. Entonces decide huir, es atrapada, pero antes de volver a su hogar, vuelve a escaparse y se encierra bajo llave en su apartamento. Los brujos entran por un portal secreto y a Rosemary, que se ha caído al saltar de un ascensor, le vienen los dolores de parto. Aun así lucha hasta el final y deben drogarla para poder someterla. Terroríficas como son estas escenas no nos ofrecen una imagen de una mujer endeble e insegura.
Rosemary huye de los brujos


Muchos lectores quedan descontentos por el final del libro en el que Rosemary tiene tres opciones. Su marido le ofrece renunciar al Diablito, irse con él  a Hollywood y tener otros hijos. Ella le escupe en la cara. La segunda opción es matar el niño y suicidarse ella, saltando ambos por la ventana, pero Rosemary prefiere cuidar de su hijo aunque esto conlleve convivir con los satánicos. Como feminista yo creo que lo importante es que una mujer siempre tenga la facultad de tomar decisiones. Tal vez no me guste la opción de Rosemary, pero me gusta que sea ella quien decida.
El momento de la verdad. Rosemary conoce a su hijo.


No todos los embarazos invasivos son perpetrados por entidades malignas. En “Viaje a las Estrellas: La Próxima Generación” lo vimos cuando un espíritu descarnado ocupó el cuerpo de Deanna Troi en un episodio que sigue siendo mi preferido, tal vez por ser muy conmovedor o tal vez porque en el Deanna demostró porque es mi personaje femenino favorito de toda la franquicia.

La Comandante Troi necesita de un apoyo durante el parto.


Deanna despierta en su camarote del Enterprise sintiendo que la invade  una presencia extraña que le provoca un  orgasmo. Al día siguiente, un examen medico revela que ha quedado encinta. La alta jerarquía de la nave  desea que  aborte este extraño feto. Ella se niega. Como suele ocurrir en estos casos, el bebé se desarrolla rápidamente y en menos de 36 horas ya La Comandante Troi está en trabajo de parto. Con la ayuda de la Dra. Pulaski y de Data, Troi trae al mundo un niño sano y normal al que bautiza como Ian Andrew en memoria de su padre.

Casi tan rápido como se gestó, Ian comienza a crecer. Entretanto una extraña plaga amenaza a la tripulación. Ian le confiesa su madre que él provoca esa plaga y debe marcharse para salvarlos a todos. Ian fallece en brazos de su llorosa madre. Poco después, Troi recibe una visita de su hijo quien le cuenta que la “invadió” para experimentar como es la vida de un humano. Le agradece su cariño y el haberle dado la oportunidad de nacer.

Deanna e Ian Andrew

El episodio maneja el cuento del “embarazo mágico” de manera excepcional y compasiva. Troi no está traumatizada por la experiencia puesto que concibió de manera placentera y pare sin dolor. Su relación con su hijo aunque breve, es feliz y productiva. El tema del episodio es la curiosidad que provoca la maternidad. La curiosidad del alienígeno por conocer una experiencia que lo hace feliz, la de Data que interroga a Deanna durante el parto para saber lo que se siente y la de la misma Troi que opta por llevar a termino su gestación para saber lo que es ser madre.

Es fascinante como la maternidad de La Comandante es enfocada casi como una metáfora de las madres solteras. Como una  mujer es juzgada y casi empujada a no tener un hijo que representa una vergüenza para familia y sociedad. Eso se ve durante el reporte que la medico de la nave le hace a Picard y a sus oficiales. Mientras los hombres debaten la necesidad de practicarle un aborto a su compañera, Troi está en un rincón, aislada. Nadie la consulta, se ha convertido en un estorbo vergonzoso. De pronto encuentra su voz y anuncia con firmeza que va a tener ese hijo a pesar de lo que sus compañeros opinen. Por eso veo esto como una reversión novedosa y positiva del cliché.

Lo contrario ocurre con el caso de Phoebe Haliwell que en "Charmed” fue un ejemplo torpe y negativo de retratar a una bruja en estado interesante. Embarazada de su marido,  Phoebe toma la decisión de irse con él a pesar de que Cole ya haya preferido quedarse en El Lado Oscuro.  Una hechicera le roba el feto y lo transfiere a su interior. La criatura termina matando a su nueva “madre” y muriendo en el proceso. Phoebe se consuela diciendo que el bebé siempre fue más hijo de la hechicera que de ella, y no derrama ni una lágrima por una criatura que supuestamente engendró con amor.
Las Hermanas Halliwell celebran el embarazo de Piper

Mucho mejores  fueron los embarazos de Piper. Eso de que sus hijos fueran buenos, malos y todos esos viajes en el tiempo, me enredaron un poco, pero algo me quedo en claro. Piper se embarazaba como cualquier humana, y quería a sus bebés. Lo más importante es que el embarazo no debilitó a ninguna de las Haliwell. A pesar de malestares y barrigas, seguían activas en su lucha por proteger a los Inocentes. Incluso Phoebe, en un momento, hace desaparecer a varios demonios menores. Ante la mirada de reproche de Cole solo atina a excusarse con un  “¡Son mis hormonas!”

Finalmente pasamos a imágenes de débiles mujeres de parto. ¿Podemos aplicarle ese calificativo a Melisandre de Asshai? En su caso, la fabricación de sombritas es parte de su arsenal mágico. Es ella quien utiliza a Stannis para embazarse. Aun asi es una escena tremendamente erótica en la cual el Rey y la Bruja encuentran placer en concebir un arma letal. El embarazo de La Mujer Roja es muy breve y su parto, aunque incomodo, no es terriblemente doloroso. En todo momento, ella está en control y es totalmente activa en el proceso.
¡A fabricar sombritas asesinas se ha dicho!


Otra imagen del parto como ejemplo del poder femenino la tuvimos en la Quinta Temporada de “True Blood”. El Sheriff Andy Bellefleur tiene un encuentro romántico en el bosque con la sexy hada Morella. Semanas más tarde, Morella ya está en avanzado estado de gravidez. Aparentemente, las hadas paren más sápido que los humanos, y aparte de antojos por tragarse el contenido del salero, Morella no parece sufrir molestias. Se presenta ante Andy y la novia de éste, a anunciarle que va ser padre. Mientras él digiere la información a Morella se le rompe la fuente…de luz. Procede a parir cuatro haditas en la mesa de billar de Merlotte’s. Lo divertido es que Morella en vez de contracciones ¡tiene orgasmos!



Después de esta revisión, me queda en claro que no todos los embarazos del género sobrenatural son pesadillas. En cambio encuentro que hay más posibilidades en la fantasía para crear imágenes de  preñadas recias y poderosas. ¿Recuerdan algún otro caso?

10 comentarios:

  1. Yo sólo puedo decir que cualquier parecido entre los embarazos y partos que aparecen en la TV y el cine (ya sean mágicos u ordinarios) y la realidad, es mera coincidencia. De verdad, no tienen nada que ver, más allá del hecho de que la mujer tiene una barriga grande y de que esa barriga ha de salir un bebé. Pero naaaada, nada, nada.
    De hecho, es una de mis grandes quejas después de haber sido consciente por mí misma de lo que es un parto: hasta ahora no recuerdo ninguna película ni serie donde la gestación y el nacimiento hayan sido, o pretendido ser, mínimamente realistas.

    Y en cuanto a más "partos mágicos", ahora mismo sólo recuerdo los dos embarazos que tiene Blancanieves en la serie Once Upon a Time, así como ese extraño "embarazo a pesar de no tener óvulos" que tiene Dana Scully en Expediente X.

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    1. Iba a incluir esa verdad en el blog, que ningún embarazo (ni escena sexual) en la televisión es parecida a la realidad. Ni los de los realities, pero preferí dejar que una Mamá bona fide lo dijera.
      No incluí los de Nieves porque no corresponden a esa imagen de pesadilla. Este último me ha gustado porque Ginifer Goodwin estaba embarazada en la vida real y le ha quedado figura de post-mamá. El de Scully si corresponde a este motivo porque primero era que la habían preñado los alienígenos y ella no lo recordaba. Luego quería embarazarse y no podía, lo de in vitrio no funcionó, y al final quedó en estado haciéndolo “a la antigüita” con Moulder. Y ahí hubo todo tipo de líos, pero lo más incomodo es que luego que tiene al niño ¡lo da en adopción! Ósea, que anti climático, ya parecía Juno.
      Gracias por pasar. Besos a la Princesa Teresita.

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  2. Hace tiempo que no visito tu blog y encuentro este tema que me parece interesante sobre los embarazos. Soy hombre, por eso, nunca podré quedar embarazado, pero, no tengo hijos, así que no sé como será sentirse embarazado. Pero, se ve que has estudiado y detallado el tema con ganas. de las series que mencionas solo he visto "El Bebé de Rosemary" y la verdad, a mi no me gustó el final porque al final, los satánicos (que supuestamente, eran los malos) se salieron con la suya y campantes. Quisiera entender que ella, como madre, y por estar cerca a su hijo, le toque aceptar las circunstancias, pero, bueno, tienes razón, ella debió tener su propia decisión. Es lo que pienso leyendo tu artículo. Gracias, Malena. Estamos en contacto. :)

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    1. A nadie le gusta el final del Bebé. Sobre todo porque existe la idea de que Rosemary va a ser satánica. A fines de los 70 se hizo una peli para televisión llamada “¿Qué pasó con El Bebé de Rosemary?” que trata de los esfuerzos de Rosemary por proteger a Steven/Adrian y como al final da su vida en vano tratando de alejarlo del Mal Pero no creo que Ira Levin pensara en eso cuando escribió la novela. La decisión de Rosemary corresponde a su naturaleza, a lo que ella cree que si eres una buena persona no puedes dañar a un niño, no puedes matarlo aunque sea el Hijo del Diablo. Levin juega con ese mismo concepto en otra novela “Los Niños de Brasil” donde el cazador de Nazis, al final, se niega a matar al clon de Hitler porque es un niño. Es un dilema bastante provocativo. Gracias por pasar.

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    2. De nada, he escuchado hablar de los niños de Brasil, pero, nunca la vi. Gracias por la explicación, lo cual nos hace reflexionar. Ojalá puedas pasar por mis foros y blogs. :)

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    3. A ver si paso hoy día. Un abrazo

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  3. Hola! Qué lindo quedó el artículo, me ha gustado mucho...
    En primer lugar, diré que coincido plenamente con los conceptos de Estelwen. Es absolutamente difícil encontrar una ficción en la cual el momento del parto refleje lo que ocurre realmente en una situación así. Me encantaría hallar un ejemplo en el cual veamos a una madre consciente, empoderada de la situación, que sabe lo que está haciendo y no es un ser doliente y pasivo (un "paciente") sino que está trabajando para parir a su hijo. Trabajo de parto, la noción está ahí, clarita, a la luz... pero no, no se refleja, no lo vemos casi nunca. Siempre he tratado de explicar así los dolores del parto. ¿Si duele? Pues sí, como la muerte, por lo menos en mi experiencia. Pero es un dolor con el cual se puede trabajar, es un dolor productivo, es un dolor al cual una no se entrega para que le haga lo que quiera sino que lo maneja para lograr el resultado que una está esperando. Ojalá viéramos eso en pantalla alguna vez, sea en fantasía o no...
    No me acuerdo de muchos embarazos mágicos, además del que mencionaste... una vez, siendo muy chica, quise escribir un cuento en el cual una científica espacial que no quería casarse pero sí tener la experiencia de la maternidad (cualquier referencia a lo que me pasaba a mí a esa edad no es coincidencia, jajaja) quedaba encinta vía invitro de un extraterrestre. Creo que eran mellizas, una se iba con el padre y la otra se quedaba con ella... no sé, son esas ideas trasnochadas que tiene una adolescente nerd de 15 años, así que ni me acuerdo en qué acabó todo eso...
    Miré ST Next Generation cuando estaba en el secundario, mi personaje favorito era Deanna (y me encantaba la pareja que hacía con el primer oficial, el barbudo del cual me he olvidado el nombre, jajaja!) pero no me acuerdo tampoco del episodio del embarazo. Lo voy a buscar para verlo de vuelta, tiene que haber sido maravilloso. Todo ST me está pareciendo maravilloso últimamente, por lo menos todo lo que se hizo antes que decidieran volver al pasado y cambiar la parte de Vulcano y mandarse esa última película con los personajes viejos encarnados por gente nueva... agh, pobre Gene, se debe retorcer en su tumba... y nosotras quejándonos de los que los D le hacen a Martin...
    El tema del embarazo y del parto nos lleva también a la concepción de la maternidad en ciencia ficción y fantasía. ¿Cómo lograr que una heroína no vea trunca su carrera por el hecho de ser madre? ¿Cómo puede una guerrera, o una hechicera, o algo de ese tenor seguir ocupando su puesto entre lactancia y cambiada de pañales? Es por esa razón, por cómo ha demostrado la compatibilidad de los roles, que me gusta tanto la familia de los Mormont. En otros casos los autores resuelven el drama acudiendo a una verdad tan grande que apenas se percibe a veces: el rol del padre. Si el padre asume su rol cooperativo en la crianza, ambos progenitores pueden seguir con sus tareas. En ese sentido, se me viene a la cabeza una historia fantástica de Bárbara Hambly, llamada "Vencer al Dragón". Jenny, la protagonista, es una maga que no deja de lado ni su profesión ni su condición familiar, justamente porque en todo momento puede apoyarse en John, su marido y legendario cazador de dragones. Hace como quince años que leí ese librito, debería repasarlo... Ah, y en otro donde se compatibilizan ambas cosas es en mi querido ejemplar de fantasía rusa, la trilogía de los Guardianes, de Sergei Lukyanenko ( sigo recomendándotelo...) donde justamente pasa algo parecido con la nena del protagonista y su esposa, ambos magos de altísima graduación (especialmente ella, jajaja...)

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    1. Me alegro que te haya gustado. He encontrado tanto material sobre el tema del embarazo y la televisión, y lo mas curioso es que hasta los 80’s no era un tema “tratable”, no se podían mostrar mujeres de parto, no se podía decir “embarazada” y ahora está tan de moda que se ha vuelto una fantasía, porque ustedes que son mamás notan que no se parece en nada a la vida real.
      No hay pautas objetivas sobre como conjugar la maternidad con todas las metas que se supone debemos alcanzar como mujeres. Lo que nos inculcan, lo que nos transmiten los medios de comunicación hasta las imágenes publicitarias es una amalgama de imposibles y contradicciones. Por eso se termina en estas metáforas. No podemos esperar realidad de la ficción, por algo son antónimos.
      Inclusive la realidad es ilusoria y ambigua. Yo tenia una maestra que además de catedrática era poeta laureada. Recibía una beca del gobierno para poder seguir escribiendo y más encima tenía 7 hijos. Una vez le preguntamos cómo lo hacia para manejar tanto trabajo y su respuesta fue “después del tercer bebé dejé de preocuparme si mis pisos brillaban o no” ¿Pero se trata solo de eso? ¿De trabajo domestico? Un mira a Angelina y dice “¡ah que maravilla!”. Pero ella tiene un ejército de personas que se ocupa de su rebaño. Amen que en diez años mas vamos y le preguntamos a esos niños y a lo mejor nos dicen que son muy infelices.
      Uno se pregunta si Pierre Curie ayudaba Madame Curie a cambiar pañales, pero estaba leyendo que la Emperatriz Maria Teresa estaba pariendo a la futura María Antonieta (una mas de sus dieciséis hijos) y firmando partes militares y leyendo informes. Y ella si fue muy apoyada en todo por su marido al que quería mucho
      Deanna era adorable y su relación con Riker era súper romántica, pero también me gustó su romance con el Klingon. Tienes que ver ese episodio, a mi me hizo llorar.

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    2. Oy, y hablando de ST, fíjate de qué me vengo a enterar. Ayer hablabamos del matrimonio de Nana con Sid, y del hijito de ambos. Haciendo cuentas, ella debía estar encinta mientras filmaban. Pues bien, se aprovechó la situación para la ficción, y en la temporada 4 Kira está embarazada. Creo que en la 5 se ficcionaliza el parto también, así que ya tendríamos otra muestra para analizar... Recién estoy comenzando con la temporada 3, así que me falta bastante, pero cuando ande por ahí te cuento...

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    3. Cuando la veas cuéntame como estuvo.

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