Un vasto cementerio: ¿Quién se sentará en el Trono de Hierro?

(lossietereinos.com)

En una ocasión, George R.R. Martin comentó que el final que visualiza para su saga es una mota de polvo o nieve flotando sobre un vasto cementerio lleno de tumbas. Aunque la imagen puede bien referirse a un tiempo futuro muy posterior a los sucesos narrados en Canción de Hielo y Fuego, existe el temor de que el autor termine la novela en una carnicería.

No  le envidio la tarea de ponerle un fin a una historia tan compleja y llena de ramificaciones. Pedro Camacho “El Escribidor” de Vargas Llosa solucionaba los tejes y manejes de sus radioteatros metiendo a todos los personajes en un barco y echándolo a pique. A veces matar es la única solución, pero el público ciertamente no va a quedar satisfecho con un final tan drástico. Y no le vaya a pasar a Martin lo que al protagonista de Misery de Stephen King.

Kathy Bates y James Caan en Misery(movies.tvguide.com)

Martin ha hablado también de “un final agridulce”. Si está vinculado a lo del cementerio, ya se sabe lo que significa, vivirán algunos, otros serán sacrificados a esa lógica calvinista que determina que no todos son salvos. Poca importancia tiene, ya que entre los muertos siempre estarán nuestros favoritos, buenos y malos, ruines y heroicos. Si de algo se precia Martin es de crear personajes que nos hechizan a pesar de nosotros mismos.

Martin también ha dicho que desde el primer libro ya sabe  quien morirá y quien sobrevivirá para contar el cuento, que la estructura de su saga responde a un plan muy bien trazado. Será Mr. Martin, que eso es lo que decían los productores de “Lost” y el último capítulo de esa serie dejó bastante que desear. Hasta el más novato de los escritores sabe que ninguna historia, y menos una de esa envergadura,  puede adherirse totalmente a un plan. En algún momento los personajes se encabritan o las subtramas se enredan y es por eso que George R.R. Martin se encuentra metido en un berenjenal o peor, en un zarzal.

A los cuatro años me metí en un zarzal en busca de moras. Chica y flaca como era  avancé un par de metros hasta que las zarzas se hicieron más gruesas, más cercanas y terminaron cerrando mi paso con sus amenazadoras púas. Así debe sentirse Martin en ese esfuerzo titánico por darle un cierre digno a su magnum opus. Aunque él no se haya quejado de fatiga creativa,  al terminar Una Danza con Dragones tuve ese sentimiento de haber leído el trabajo de un autor cansado que  perdió el rumbo, o se ha desviado mucho de su senda original. Me temo que el tiempo, las criticas, la responsabilidad de satisfacer a un fandom enamorado, pero exigente, y el participar del proceso creador de la serie han abierto los ojos de Martin a las obligaciones y peligros que conlleva concluir algo que, más que novela, es todo un fenómeno.

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Fue en 1991 que Martin comenzó a escribir su saga. Cinco años más tarde publicaba Juego de Tronos, de la cual editaría 300 paginas que reaparecen en 1999 con la publicación de Choque de Reyes, la primera de la saga en adquirir el rango de bestseller. Un año más tarde aparece Tormenta de Espadas. Me parece imposible que un mamotreto del largo y de la calidad de Tormenta se haya escrito en unos meses, por lo que deduzco que el autor ya lo tendría medio escrito, incluso antes de la publicación de  Choque.

Martin tenia decidido que su próxima entrega seria Danza con Dragones, que tendría lugar unos cinco años  mas tarde y que iniciaría con el retorno de Daenerys a Poniente.  Pronto comprendió la temeridad  de su plan por lo que continuó con Festín de Cuervos que sale a la venta el 2005. Algo que agradezco, porque después de Tormenta es mi favorita de la saga. Pero en Festín es cuando a Martin lo atrapa la locura creativa y se pone a sacarse personajes de la manga y a enfocar capítulos desde la perspectiva de estos intrusos. Así fue como Martin se metió en el zarzal. ¿Porque qué es eso de que piezas claves como Jon y Daenerys pasen a perdida,  que los personajes salgan disparados a los cuatro puntos cardinales, la mayoría con precio por su cabeza  o en busca de algo o alguien perdido?

(hablandoenserie.com)

La dinámica de lectura de la saga, y lo veo en reacciones de lectores, es la siguiente. Hay de los que se enamoran en Juego de Tronos, a otros les toma más tiempo y para Choque de Reyes ya tienen claros sus predilectos y sus odiados. Pero... ¡Epa! Que todo cambia en Tormenta de Espadas. Que los odiados pasan a ser amados y los favoritos o murieron o dejado de ser interesantes. Entonces llega Festín de Cuervos que comienza a traer nuevos personajes con nuevas ramificaciones. Danza con Dragones obviamente son los capítulos que se le quedaron en el tintero al autor y todo lo que consiguen es desperdigar más a los personajes por dos continentes y dejarnos con la duda de si murió Jon, de si podrán rescatar a Dany y si Jaime va camino a su fin. Así no se puede pensar que con solo dos libros más se solucione este cuento.

Los desesperante es que no hay ni un atisbo de reencuentros o encuentros como el ansiado choque de dragones y Los Otros que se espera sea la batalla épica de esta historia. ¿Pero y después? Martin nos ha tenido casi tres décadas colgados de sus personajes ¿y vamos a terminar conque se murieron los humanos y ahora reinan los dragones? Qué aburrido. ¿Y qué tal si vencen Los Otros?

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No hay manera, ni aunque sus editores le acepten libros de tres mil páginas, que en dos entregas más, Martin logre clausurar dignamente todas sus historias. Pero aunque las expanda hasta tres volúmenes, las posibilidades son infinitas. ¿Alguna vez Rickon volverá ver a algún miembro de su familia? ¿Arya regresará a Poniente y matará al menos a alguien en su lista? Confieso que no quiero que mate a Ilyn Payne, me ha caído bien en Festín de Cuervos. Me gustaría ver un reencuentro entre Jaime y Bran y otro de Catelyn con Jon, que como van las cosas puede que ambos terminen de zombis.

(fanpop.com)

Recientemente, Martin hizo un anuncio que el próximo libro  no sale sino hasta 2014. Con esa noticia ya podemos imaginarnos que esta saga acabará junto con la década, y mucho puede pasar en estos tiempos apocalípticos que vivimos. Por empezar, ya hay agoreros en las redes que predicen una muerte prematura para Martin debido a la afición del gordito a las hamburguesas. Conozco gente que lleva 90 años comiendo hamburguesas, pero nadie tiene la vida comprada y Martin no seria el primer escritor en morir sin acabar su obra. ¿Qué pasaría entonces con la Canción? Quedaría inconclusa o un tercero tendría que darle un cierre a esa docena de historias.

(sweetdrumr.tumblr.com)

En este último mes me he vuelto adicta al fanfiction de Game of Thrones, al menos a los relatos románticos y a las parejas que “shipeo”. Desde la aparición de la serie de HBO, esta novel forma de literatura ha crecido. Uno de los muchos aportes de “Game of Thrones” fue dotar a los personajes de rostros, algo que siempre inspira. Inclusive han despuntado algunas parejas. Antes de la serie, proliferaba el fanfiction de Jaime-Sansa. Incomprensible, cuando ese par no ha compartido ni una escena ni del libro ni de la serie. Ahora, en cambio, ha aumentado el San-San y los cuentos donde a Jaime lo emparejan con Brienne.

(iorwen.tumblr.com)

Aparte de entretenerme, me ha sorprendido la calidad de algunos fanfic que han sabido copiar el lenguaje y estilo de Martin dotándolos de lo que a éste le falta, el factor romántico. Algunos se han abocado a escribir libros enteros con muchos capítulos,  y han sabido darle ese final que George R.R. Martin insiste en no tener prisa en escribir.

Martin  ha dicho que no le gusta la fanfiction porque quiere mucho a sus personajes. Como dijo una autora de fanfic  " quiere mucho a sus personajes...para hacerlos sufrir”. En cambio los imitadores de Martin (y toda imitación es un homenaje) se atreven a darles desenlaces felices a estas tragedias “martinianas”. Ante la disyuntiva de leer un final donde mis personajes favoritos perecen o son condenados a infelicidad eterna, prefiero leer un fanfiction que respete los derechos de esos mismos personajes a la redención.

Hace muchas décadas que dejé de escribir fanfiction. Pero si tuviera que concluir la Canción ciertamente me alejaría de lo obvio. No pondría a Daenerys en el Trono de Hierro. ¿Por qué se lo merece?  ¿Solo por tener dragones? ¿Por qué tiene que ser necesariamente un Targaryen el candidato ideal? ¿Por que el Valonqar (hermanito menor) debe ser un Lannister? Maggy, La Rana le dijo a Cersei “el Valonqar” no “tu Valonqar”.

Y ustedes, Lectores, ¿qué final le darían a la saga? ¿A qué personajes matarían con gusto y a cuáles les otorgarían una segunda oportunidad? ¿Qué rey/reina sentarían en el Trono de Hierro? ¿De quién serían las manos que estrangularían a Cersei? ¿Sería posible que Los Otros y los humanos coexistieran en  Poniente? Y la pregunta del millón (que con la lentitud de tortuga de Martin nos faltan dos años antes de conocer la respuesta): ¿Cómo salvarían a Brienne y Jaime de la ira vengativa de Catelyn?