Para la cuarta entrada de la Tercera Temporada de “Penny
Dreadful”, John Logan optó por darle todo el tiempo en pantalla a su protagonista, Vanessa Ives. Fue un episodio claustrofóbico ya que tuvo lugar en un cuarto almohadillado. Solo dos miembros
de La Brigada Anti-Monstruos estuvieron presentes, A través de las vivencias (recuperadas durante una sesión de hipnosis) de Vanessa en el sanatorio descubrimos por
fin los vínculos de la bruja con Drácula
y Lucifer.
No es la primera vez que Logan nos ofrece un capitulo
claustrofóbico. Lo tuvimos en ocasión del exorcismo de Vanessa con toda La
Brigada encerrada en La Mansión Murray. Ahí se evitó el tedio gracias a la
hábil prestación de los conflictos interiores de los personajes y lo logrado fue
para mí el mejor episodio de la serie.
Tampoco es novedad reducir el episodio a los quehaceres de
la protagonista. Ya Logan lo había hecho con “Como Hermanas” y “The Nightcomer”
donde nos recordaba que Penny Dreadful
ES Vanessa Ives. Solo que en ambas instancias, el dinamismo de las experiencias
de una protagonista constantemente en movimiento cambios de dirección y
encuentros con nuevos personajes los hizo excelentes experiencias para el televidente.
Los recuerdos Vanessa de su convivencia con Joan Clayton y su encuentro con las
brujas están en mi lista como el segundo mejor episodio de la serie.
Efectivamente, Vanessa exige a su psiquiatra que la
hipnotice (y grabe) en su consultorio. Así vemos lo que Vanessa no recuerda. No
entendí si porque lo bloqueó, o debido a
la trepanación de cráneo que sufrió como parte de una serie de torturas que en
la era victoriana se usaban para curar a los desequilibrados.
Vemos a Vanessa con una bata de hospital (es su único vestuario
por un periodo que abarca cinco meses de su vida), arañando paredes en un cuarto acolchado cuyo
único mobiliario es una cama desprovista de mantas (puede intentar ahorcarse con
ella), una silla y un orinal. Vanessa solo sale del cuarto para ser sometida a
“tratamientos” cuál de todos más espeluznante. Se la pasa días encerrada, sin
ropa de abrigo, sin saber si ha caído la noche o su hay sol. Su único sustento es
la comida que le trae Calibán. Debido a que nunca le sabemos el nombre usaré este
apodo para identificarlo.
La mayor parte del episodio describe la amistad (prohibida)
entre paciente y enfermero, pero en un momento en que Seward intenta despertar
a Vanessa, descube que ésta ha caído en una especie de coma. La psiquiatra logra
introducirse en la visión de Miss Ives,
y trata de sacarla del trance. Es imposible, ni siquiera quemándola con un
cigarrillo. En su desesperación, la
doctora le pregunta qué le aconsejaría su ancestro Joan Clayton. Vanessa
responde que el consejo seria seguir siendo fiel a sí misma.
Todo el episodio gira sobre el tema de ser fiel a uno mismo. Calibán le pregunta la martirizada Vanessa por qué motivo lucha en contra de
los esfuerzos de quienes quieren convertirla en un ser “normal”. ¿Es tan
importante ser diferente? La respuesta es obviamente afirmativa. Vanessa, como
su ídolo Juana de Arco, está dispuesta dar la vida por la posibilidad de seguir
siendo ella.
Será durante el trance, que Vanessa tendrá su encuentro con los
dos demonios que la desean: Lucifer y Drácula. Resulta que son hermanos, y no
es como en “Lost” donde uno es bueno y uno malo. Aquí los dos son pésimos. Se diferencian
por los ojos, Lucifer los tiene retintos, Draco los tiene rojos como conejo.
Lucifer quiere destruir el mundo y reinar con Vanessa sil
ella le entrega su espíritu. El Sweet Drácula quiere reemplazar a la raza
humana con sus huestes de criaturas nocturnas y reinar con Vanessa sobre ellos,
siempre y cuando ella le ceda su cuerpo. Están ahí peleándose entre ellos,
cuando Vanessa los interrumpe y les demuestra quien tiene la voz de mando.
“¿Quieren ver El Mal?” pregunta. Acto seguido los cubre con
una chorrera de “Verbis Diabolo” y termina levitando por el aire. Este será el
único momento de poder que tendrá Vanessa esta noche y es un momento potente porque
los monstruos huyen. Vanessa despierta y le dice a Seward que ya sabe quién es
su contrincante.
Dejando aparte el elemento sobrenatural, el capitulo fue eficaz
gracias a la actuación de dos histriones de calibre y su retrato de la
interactuación entre dos personas a las
que el destino une en una
situación límite. Al comienzo, no tienen nada en común, al final hay una evolución
en ambos. ¿Suena a historia de amor?
Puede ser, después de todo acaba con un beso. En un momento,
la loca se desnuda e intenta seducir a su nuevo amigo. En otro, el ordenanza, aleccionado por su mujer, maquilla
a Vanessa y termina sintiendo que la está tratando como muñeca inflable y pidiéndole
perdón por eso. Lo erótico está muy
presente, pero también lo romántico porque no hay amor sin compasión y esta es
la historia del poder transformador de la ternura.
Como alguien que convive con dos enfermos mentales, puedo
decirles que lo más terrible de ese mal es la deshumanización del paciente. Su pérdida
de respeto, de dignidad, de identidad. Al final, solo podemos sentir pena por ellos. Una pena que, a pesar nuestro, a
veces se camufla con indiferencia
El caso de Vanessa es diferente. Aunque la vemos sucia, enloquecida,
agresiva e incluso lasciva, la grandeza de su espíritu, su bondad y su fe superan
su degradación. Termina por conquistar al humilde ordenanza que se convierte en
su apoyo, pero también es reformado.
De un hombre tosco, inculto y convencido de que la ciencia médica
y sus cuestionable métodos pueden curar a un demente, Calibán pasa a ser un lector de poesía, un
hombre gentil y cariñoso con la pobre demente. Termina rechazando la brutalidad
medica y negándose a ser parte de ese complot
con el que una sociedad pretende controlar a los (las principalmente) inconformistas.
Lo más conmovedor es que sin ser un hombre religioso, llega
a admirar (ya copiar puesto que ofrece rezar por ella) la piedad de Vanessa, a pesar de que será esa
fe la que la conduzca a una trepanación de cráneo que supuestamente debería haber
acabado con ella como persona. ¿Cómo Vanessa pudo se sometida una cirugía tan
drástica y conservar su psiquis intacta? Esa es una pregunta que en el show
nadie hace…todavía
Desde luego que Eva se tiene que llevar todos los premiso habidos y por haber este año. Está grandiosa. Aún no he visto el capítulo de esta semana pero en el 3x06 entre Victor en su calidad de emo y "huelebragas" y en que no me acabo de enterar muy bien de la trama de Ethan porque soy dura de mollera se echa bastante en falta a Miss Ives. Te envío un mensaje al fb con el día de mi nombre :)
ResponderEliminargracias, lo recibi. No sé, a mi me gusta mucho el cuento de Ethan, aunque debe ser porque despues de la fantasia y los period pieces, los cuentos de vaqueros son mis favoritos.
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