Por primera vez, en tres temporadas, un capitulo de “Penny
Dreadful” no fue escrito por John Logan. Esto ha llevado a varios “Dreadful”a
criticar la pluma de Andrew Hinderaker quejándose de que todo ha sido
conversación (¿No lo fue el capitulo anterior también?), de que pudieron
mostrarnos al menos visualmente la matanza de la familia Talbot (ese
pedido solo puede venir de amantes del
gore) y de que no hubo acción (¿Y les parece poco el masivo ataque de
serpientes cascabel?).El caso es que
esas quejas no son las mías. “This World
is Our Hell” me encanto y ahora les diré los motivos.
El problema de “Penny Dreadful” es su profundidad. Me
gustaría poder verla como un mero entretenimiento o admirarla como un digno
homenaje al terror victoriano, pero no puedo. Cada semana la veo como un espejo
en el que se reflejan mis problemas. Si con “A Blade of Grass “reafirmé mi imposibilidad
de conformarme aun mundo que me es incomprensible, con “This World is Our Hell”
me enfrenté al agotamiento de tratar de vivir de acuerdo a las reglas divinas y
lo tentador que puede ser pasarse al lado oscuro.
Para muchos este fue el episodio en el que el hombre-lobo
simplemente tiró la toalla y se volvió malo. Dejemos esas simplezas para otros
shows. Ethan está exhausto y se ha unido a otra criatura exhausta y confundida.
Ahora quieren ser rebeldes sin causa y vengarse de un mundo que los hace
sufrir, pero estoy casi segura que Ethan puede salvar a Hécate porque una brujita
que siente compasión por un caballito no puede ser mala.
En este episodio descubrimos mucho sobre Ethan, aunque
todavía no entendemos como es que llegó a ser licántropo. También conocimos un
poco del pasado de Hécate, violada por un Lucifer pedófilo al que fue entregada
por su propia madre, campeona de equitación, amiga de los animales y capaz de
comandar un ejército de ofidios, pero incapaz de encontrar agua en el desierto.
Antes de sumergirnos en el Lejano Oeste, vamos a Londres a
ver como el pobre Señor Balfour se
convierte en conejillo de Indias de Jekyll y Frankenstein. Aunque el pobre escocés
sobrevive a una aguja que el insensible Víctor le clava en un ojo, y
aparentemente sufre de una amnesia que ha borrado toda demencia de su psiquis,
el experimento se siente repugnante.
La amoralidad de Víctor es casi tan grande
como su arrogancia. Pretende que la gente se regenere ayudándola a “olvidar”
sus malas acciones. Lo próximo es que va a inventar el narcotráfico victoriano.
Ósea, el médico pretende volver á borrar la memoria de Lily y así convertirla
en su muñeca inflable. Jekyll en un rincón sigue gimoteando porque el mundo es
injusto con el debido a su piel oscura. Lastima no me inspira este par.
En algún lugar del desierto de Nuevo México, Ethan y Hécate
se encuentran sin agua. Mala noticia. Hécate sigue tratando de convencer a
Ethan que no vale la pena servir un dios que no lo ayuda ni escucha. Ethan cree
que la vergüenza que experimenta al recordar sus pecados es lo mejor de sí
mismo. Se equivoca, es la capacidad de sentir compasión por otros la cualidad
que lo redime.
Acaban encontrando refugio en una cueva. La bruja admira las
pinturas rupestres. Ethan comienza a contarle el cuento de origen que se desarrolla
ante sus ojos. El mundo acabó una vez porque Coyote abrió un saco de oscuridad
y regó el mundo de criaturas nocturnas, pero el niño Apache las derrotó y así
se creó la sociedad humana. Hécate pregunta si acaso no volverá suceder pero
ahora hay que acabar con la humanidad. Solo se necesita que Coyote (lobo)
vuelva sembrar la noche eterna.
A pesar de la poca agua que les queda, la brujita insiste en
compartirla con su caballito. Chandler-Talbot se sorprende de sea inesperada
ternura. “Adoro a todas las criaturas honestas” es la respuesta de la brujita,
“solo odio a los humanos”. Acto seguido le cuenta a Ethan algo de sí misma: fue
entregada a Lucifer por Evelyn Poole cuando Hécate solo tenía cinco años.
Solo
nos resta imaginar los horrores que el Diablo cometería con la pobre criatura.
Su amor por los caballos data de su época de amazona y competidora en pruebas
ecuestres. Cuando Hécate se conduele de haber sido traicionada por la persona
que debería protegerla, Ethan recuerda la traición de la cual fue objeto por
parte de su padre. Para hacerlo hombre lo ingresó a la Academia de West Point.
Confieso que me causó cierta incomodidad este odio que el
lobo siente por su padre. Nunca llegamos a saber si Jared Talbot fue un mal padre
solo por elegir para su hijo la carrera de las armas. ¿Acaso Ethan quería ser
poeta o bailarín de ballet? Todo indica que el es un hombre de acción y que las
armas y el licántropo se llevan bien. Tiene que haber algo más para explicar
ese rencor.
El problema no es el ejército sino la política estadounidense
de ampararse en el mito del Manifest Destiny
y usarlo como cortina para el genocidio. Ethan termina en la frontera luchando bajo las órdenes de otro niño bien,
un hijito de senador que, como Ethan, cree que hará a su padre orgulloso
matando indias e indiecitos. Ethan parece haber servido sin problema y haber colaborado entusiastamente en
las campañas de exterminio hasta que vio
a su superior aplastarle la cabeza a un niñito Apache.
Ethan comete entonces lo que los soldados en Vietnam llamaban
“fratting”, ósea mata al superior. El resto ya lo conocemos, va en busca de
Kaetenay para que lo mate y así expiar su culpa. Interesante como en la serie hay
un corte de la narración de Ethan y pasamos a otra pareja ante una fogata. Aparentemente,
Kaetenay esta narrándole el mismo cuento a Sir Malcolm. El Apache cuenta como enroló a Ethan en otro ejército.
Su banda de Apaches rebeldes.
Ethan está más que contento de matar blancos, pero es una
lucha desigual. Cada vez caen más indios y cada vez el gobierno yanqui manda más
soldados. Kaetenay relata como el sentirse acorralados empuja a los nativos a
ser más brutales. Viendo que carecen de armas, al joven Talbot se le ocurre asaltar el rancho de su familia y hacerse del arsenal
del padre. Solo exige que no se mate a su familia. Obvio que tal promesa no se
cumplió y solo sobrevivió Jared Talbot de la masacre. Ahora entendemos el odio
de Ethan por su “padre adoptivo”.
Volvemos a la caverna. Los fugitivos observan la luz de otro campamento. Rusk y Oslow les
están pisando los talones. Un caballo ha muerto. La bruja y su lobo no tienen
ni una chance de huir. Solo los oscuros poderes podrán ayudarlos.
Entretanto, Kaetenay y Malcolm también han visto el
campamento de los representantes de la ley. También deciden atacarlos. El indio
acabará con los policías. Malcolm robará los caballos. Pero no cuentan con la
magia brujil. Hécate solicita una pinta de sangre lobuna. Con ella dibuja
culebras en la arena mientras, demostrado su domino sobre la Lengua Parsel,
invoca a Apophis, la gran serpiente del panteón egipcio. De la arena brotan Las
Martell en uniforme de campaña. Un ejército de ofidios al son de sus cascabeles,
invade el campamento de los legales.
Una gigante y encolerizada sierpe interrumpe el trabajo de
Kaetenay que anda degollando feliz a los alguaciles. De un solo navajazo, el badass Apache decapita a la culebra y
degüella un policía, pero otra cascabel malaleche lo muerde en la pierna. Malcolm consigue huir con caballos y su fiel
compañero indio. Solo Rusk y Oslow han sobrevivido. Rusk está furioso y jura
que matará, aunque sea por la espalda, a Ethan.
El lobo y su fiel compañera bruja observan la masacre
tomados de la mano como dos novios. Acto seguido, los novios consuman su unión usando la posición favorita de los
Dothraki, aunque pesándolo bien, Ethan lo hace como un lobo copularía con su
hembra. Decide seguir la senda de su nueva mujer, y en medio del orgasmo, jura
matar a su padre y reírse después.
Esta escena causó la ira de los puristas que vieron como
demasiado fácil la rendición del hombre-lobo a las fuerzas malignas. Yo no lo
veo así. Si Ethan fuese un posible lacayo del Diablo no tendría compasión por Hécate.
Al explicar que ninguno de los dos ha escogido a quien sirven y sin embargo
ambos están atados a amos ingratos, Hécate ha encontrado un punto en común con
el ex pistolero y lo ha hecho ver las cosas a su manera, pero solo en
apariencia.
A la mañana siguiente ,Ethan no tiene muchas ganas de reírse.
Después de un trecho, su ultimo caballo muerte. Siguen a pie. Hécate no puede más.
¡Ayy que brujita tan frágil! Se desmaya. El lobo intenta cargarla a lo Kevin
Costner en The Bodyguard y terminan
ambos en el suelo.
Justo entonces, como saliendo de un espejismo, aparece Sir Malcolm
Murray cargando una cantimplora llena de agua. Parece un comercial. A Ethan le da risa, pero esta se acaba cuando el explorador
pretende matar a Hécate. Saca su revólver y su ira lobuna aumenta al descubrir
que Kaetenay viene con Malcolm, Por suerte llegan los hombres del Racho Talbot
y se llevan a todos menos al moribundo Apache. “No merece que se gaste una bala
en él “dice Ethan despectivamente. Ordena que lo dejen pudrirse al sol.
Ethan despierta en una cama limpia con alguien que le aplica
compresas frías en la frente. Es su padre (un Brian Cox mas retorcido que en su
rol de Agamenón en “Troya”).
Tras decirle lo “feliz” que se siente por el regreso del
hijo prodigo, Jared Talbot deja dormir a Ethan y se va a saludar a Sir Malcom. Es
una escena muy vigorosa, donde vemos los parecidos entre estos dos exploradores, millonarios, explotadores colonialistas.
De su conversación se deduce como han
lidiado en diferentes continentes con la kiplingniana “Carga del Hombre
Blanco”. En el camino, han perdido ilusiones y familia. ¿Qué les queda? En el
caso de Talbot, un buen bourbon de Tennessee y su venganza. En el de Murray la
posibilidad de crear una nueva familia y reparar errores pasados salvando a un
mundo que los como Talbot impiden ser salvado.
Entretanto, Hécate despierta en un cuarto de niña a juzgar
por la casita de muñecas y las muñecas de porcelana que la rodean. Su cara de
terror nos recuerda el uso que Evelyn Poole daba a esos juguetes. Qué triste
que una niña le tenga miedo a las muñecas. La brúja se levanta y va en busca de
Ethan para recordarle su juramento.
El licántropo se reúne con su padre quien lo escolta
hasta la capilla del rancho. Por fin nos
enteramos del capítulo final de esta sangrienta tragedia. Aquí fueron
masacrados la madre y hermanos de Ethan. Jared Talbot ha conservado el lugar
tal como lo dejaron los indios. Es un santuario del gore. Le señala donde su
hijo mayor, el piadoso Paul, fue atravesado por una docena de lanzas, el sitio
donde la madre de Ethan fue escalpada Y el lugar más horroroso, donde el propio
Kaetenay le cortó la lengua y arrancó los ojos a la pequeña Mary (la dueña de
las muñecas).
“Ahora te arrodillarás y les pedirás perdón” brama Talbot.
Ethan dice que ya está harto de arrepentirse y su padre saca un revolver, lo
apunta… (Continuara)
Increible el capitulo, realmente adore que al fin conocieramos el pasado de nuestro lobo favorito ( Ethan es amor <3) Me ha sorprendido gratamente la relación que se ha desarrollado con la brujita amante de los animales ( he empatizado con ella de una manera que no creia posible, la amo) y como ambos golpeados por el pasado se dejan acariciar un instante por esa oscuridad que promete liberación ( ame la escena de la cueva, muy simbolica) En mi opinión esta completamente justificada y mas importante, tiene coherencia argumental la aparente conversión del lobito al lado oscuro, considerando que es solo eso : apariencia ( todos sabemos de que madera esta hecho el lobo, él no serviria jamas al maestro) como bien dices, son el agotamiento y el doloroso pasado encarnado en la figura de su padre ( Aterrador y extraordinaria la manera que se ha implementado este gran personaje en tan pocos minutos) lo que lleva a ethan a tomar este sendero que se antoja corto ( Ethan tiene un gran corazón) En fin, esta temporada es lo mas fascinante que he visto en mucho tiempo en televisión y estoy de acuerdo contigo malena, una serie que te haga pensar y reflexionar sobre ti mismo es algo que muy pocas veces se ve y que habla del mimo que se le ha puesto a la historia y personajes ( por eso he bajado de valle de arryn con mi leche de amapola a tope para disfrutarla XD) saludos y sigue asi !
ResponderEliminarMi Señor, me alegra que tengaís con que entreneros en este vuestro humilde reino. En este episodio Hécate sembró en nuestra mente la idea de que había mucho de rescatable en ella y el lobo lo notó también. Mas que un descenso al abismo por parte de Ethan, yo vi una mano que le tendió a la bruja para sacarla del infierno.
EliminarMuy interesante el padre de Ethan, interesante casi tanto como repugnante. Un ejemplo de esos barones del ganado que construyeron/destruyeron el Far West. Gracias por leerme y nada de irse con el Tio Petyr, que aquí deseamos vuestra compañía
Como sabes no acabo de empatizar con Ethan y Hécate en su aventura por el Far West pero me ha encantado leeros a los dos. Fue un poco shock para mi verlo mantener relaciones con la bruji porque quería verlo de nuevo con Vanessa. Destaco del capítulo la belleza del ritual de las serpientes y ver a Hécate retratada como una muñeca de porcelana. Un abrazo.
EliminarPobre Hecate, un presonaje que parecia tener tanta relevancia como Doran Martell y terminó de manera igualmente abrupta.
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