Dead Man Walking: Revolution 2x06

A pesar de saber el contenido del episodio, “Dead Man Walking” me impactó al punto de elegirlo el mejor de la temporada. Tal vez fue porque estuvo centrado en Bass Monroe, tal vez porque estuvo lleno de revelaciones. Tal vez porque exigió participación de todos los personajes. Lo que sea, vamos a comentarlo.

Me conmovieron (por fútiles) los combinados esfuerzos de Miloe por dejar pistas para que Los Rangers encuentren el cadáver de Frye. Los Rangers lo encontraron, pero nada salió como lo planeaban Los Generales. ¡Pobrecitos! se creen tan listos y siempre hay quien está de vuelta cuando ellos recién salen de casa.

Los cinco días que siguen al asesinato de Frye son incómodos. Charlie y su madre fingen ser amiguitas enfrente del Abuelo Gene  hasta que aquel,  exasperado, les grita que no les cree el teatrito. Entretanto, un Monroe hiperactivo sigue matando gente y torturándola antes.

El abuelo exige una explicación (soundonsight.org)

Rachel enfurecida porque tiene que prepararle la merienda al asesino de su hijo confronta a Miles. Como respuesta, éste le muestra toda la información que Bass consigue gracias a su tortura. Rachel, y con razón, está estupefacta. ¿Acaso debe admirarse ante lo buen torturador que es Monroe? Miles le responde con una lógica apabullante. Si no tuvieran al General Monroe, entonces El General Matheson tendría que andar torturando gente. Este es el primer atisbo de un tema recurrente en el capitulo. Miles y Bass no son tan diferentes.

A Bass no le preocupan estas minucias. Está encantado haciendo lo que le gusta y hasta se vuelve nostálgico. Le dice a Miles que es una lástima no tener a Neville con ellos. Pero Neville está hasta el cuello en problemas.

Algo huele podrido en Georgia(wormholeriders.net)

Justine Allenford guía al Mayor hasta el centro de “Reprogramación” y ahí intenta abandonarlo. Le teme a ese lugar y con razón. Encuentran cadáveres que Neville, al comienzo, cree fueron atacados por lobos. Justine le aclara, los “lobos” son los nuevos soldados del Ejercito de Los Estados Unidos. Este sitio es una base de entrenamiento de cadetes. Los cadáveres son las víctimas de un ejercicio militar, una especie de “Juegos del Hambre” donde los cadetes matan y despedazan a todo humano que se les cruce. Confirman sus palabras  la aparición de un grupo de chicos medio zombis que les disparan. Un de ellos es Jason.

Padre contra hijo (wormholeriders.net)

Tras huir de las balas de un hijo que no lo reconoce, Tom dictamina que se enfrentan a “Hitlerjugend drogados”. Llorando, la Secretaria le ruega que huyan. Su hijo ya nunca será el mismo. Ella lo sabe porque su propio “bebé” fue adiestrado en un campo parecido en Cuba. “A veces sonríe. A veces parece humano” son las patéticas palabras de Allenford.

Tom Neville no seria quien es si se diera por vencido. Les pone trampas a los cadetes. Mata a los compañeros de su hijo y aísla a Jason, pero éste le propina la pateadura de su vida. Jason se salva de cometer parricidio solo porque Justine le da un palo en la cabeza. Jason despierta atado a  una silla. Reconoce a su padre, pero le ofrece arrancarle los pulmones. Lleno de odio, le cuenta a Neville que Julia le fue infiel. A Tom no le importa. Informa a su drogado hijo que es lo único que le queda en el mundo y no lo perderá.

Monroe capturado(tv.com)

De vuelta en Willoughby, las cosas se ponen de cabeza. Los Rangers y Los Patriotas unen fuerzas. Descubren a Monroe, lo capturan y lo pasean en una jaula como si se tratara de un perro vagabundo. Ese es solo el comienzo de un circo nefasto. El propio General Garver, Mandamás de Texas, llega a Willoughby a firmar una tregua con Los Patriotas y a presenciar el juicio del General Monroe.

El General Garver (scifistream.com)

En el bar, Aaron se encuentra con una periodista que lo reconoce. Ella trabajaba para Forbes cuando Aaron salía en la portada de revistas. El Padre de Las Luciérnagas se sorprende al ver el despliegue mediático que acompaña a Garver. Hay maquinas fotográficas de esas que se usaban durante La Guerra de Secesión y muchos periodistas. El juicio, absolutamente fulero, acaba en un solo veredicto posible: muerte por inyección letal.

Miles decide rescatar a Monroe. Con una ambigüedad que lo caracteriza a través de episodio, dice que lo hace porque Bass es el único capaz de enfrentarse a todos los locos que mandan en Texas ahora. Charlie, más por solidaridad de sobrina que por El General, decide ayudarlo. Lástima que no cuenten con la astucia de Rachel quien da aviso a las autoridades. Trasladan al General Monroe a la bóveda del banco. Todo plan de rescate es imposible. Furioso, Miles le anuncia a su cuñada que ya no juega más con ella porque no sigue las reglas, que se las arregle como pueda. 

Al menos lo intentaron (rickey.org)

Es Charlie, con más madurez que su tío-padre, quien coloca en su lugar a Rachel. Comienza reprochándole que nunca le haya preguntado que ocurrió en su ausencia, que no le interese saber los peligros vividos por su hija. La informa que estuvo a punto de morir y que le debe su vida a Monroe. “No es eso lo que quieres oír” agrega Charlie, remachando que el mayor problema de su madre es incapacidad de escuchar a los demás y su fe absoluta en que siempre tiene la razón aun cuando esté equivocada.

En la bóveda, Sebastian Monroe no llega a enterarse que han intentado rescatarlo ni que Charlotte se siente en deuda con él. Perplejo y frustrado deja que los recuerdos llenan su cabeza. Nos vamos al pasado, tres años después del Apagón, una época en que Bass era mejor persona que Miles que quiere ir a robarles unas vacas a unos hambrientos de un campamento vecino, acción que repugna al futuro fundador de la República de Monroe. Increíble, pero hubo una época en la que Monroe no quería hablar solo de Miles, no vivía obsesionado con su amigo del alma, y su vida estaba cifrada en Shelley, su mujer, y el bebé que esperaban, pero algo sale mal en el parto y madre e hijo mueren.

Monroe, huérfano de hijo (tv.com)

Los fusibles de Sebastian Monroe estallan. Lo próximo que hace es ir a robarse las vacas y matar a sus dueños Así inicia su carrera dictatorial/criminal. Este flashback que es contado en tres bloques explica la génesis del psicópata que es Bass en el presente, pero también nos muestra su fragilidad emocional propia de un cuadro de neurosis.

Cuando mueren sus padres, Bass quiere matarse. Cuando mueren su mujer y su hijo, Bass mata a otros. En ambas ocasiones lo que lo impulsa a seguir viviendo es Miles. Y aquí entra otro factor que va más allá de fijación homoerótica. Bass quiere una familia, o ser hijo de sus padres o ser padre de sus hijos. Su dependencia de Miles es porque  siempre representa la única familia que le queda. Todo esto hace más desgarradora y patética la escena siguiente.

El condenado a muerte pide una última gracia. Solicita que Miles lo visite en su celda. Que me perdone la Reina Guivi, pero yo casi mato al General Matheson. Se portó último. Llega todo incomodo y nervioso y le reprocha a su ex amigo que lo haya hecho venir a el “el insignificante Stu Redman”. Ya solo falta que le diga “¡Ay, hombre, que me pones en evidencia!” Con una sonrisa entre triste y condescendiente, Bass le informa que si la coalición Patriota-Tejana lo ha descubierto también debe saber que el nuevo domicilio del General Matheson es Willoughby.

Rompen el corazón los esfuerzos de Bass por recordarle a Miles quienes fueron, amigos desde la cuna. Casi tiene que suplicarle que le de a mano. Finalmente le confiesa su traición. Se acostó con su novia, tuvieron un hijo, quiere que Miles busque a ese hijo y lo proteja. Ahora es el turno de Miles de lanzar miradas condescendientes y soltar la bomba. El siempre supo de ese hijo. Emma se lo contó, y ha hecho lo imposible para separarlo de Monroe. ¡Muahaha!

Si a Bass le hubieran cortado una pata no hubiera puesto una cara de dolor más grande. Su mente no asimila la traición. Aúllan improperios. ¿Como Miles pudo hacerle eso sobre todo después de la muerte de Shelley y el bebé?

Ya sé que soy parcial al General Monroe, pero las interrogantes son mayúsculas. Si el hijo de Emma nació mucho antes del Apagón, y entonces Monroe no era psicópata ¿por qué Miles le ocultó al hijo? ¿No sería un poco venganza por preñarle a la novia? Otra pregunta ¿Qué hubiera ocurrido si Miles le hubiera contado del hijo perdido a su amigo, apenas muerta Shelley? Quizás hubiera podido evitar el nacimiento de un engendro tiránico.

Antes que Guillermina me venga a despellejar, aviso que lo que voy a decir es algo que leí en reseñas, principalmente Better with Popcorn. Aunque es evidente que George Prax es tan Monroe fan como servidora, es interesante (ergo debatible) su planteamiento: Miles es el creador de Bass Frankenstein. Miles es un hombre malo que hace cosas buenas. Monroe es un hombre bueno que hace cosas malas. No veo la vida en términos tan simplistas, pero algo de eso existe. Por algo muestran a Miles planificando convertirse en ladrón de ganado y al futuro General Monroe rechazando tan inmoral idea. Al final, Bass lleva a cabo el robo y le agrega asesinato.

El último encuentro (swaytheblog.com)

Sigamos con la historia. Monroe es encaminado al sitio de ejecución, lo llevan por la calle a la luz de las antorchas de la Inquisición Patriota. Es extraño que nadie lo insulte o le arroje tomates. Ve a Charlie. Le pide que cuide al Tío Miles (ósea ya lo perdonó). Entra al edificio a un hall al final del cual lo esperan sus verdugos: Gene y Rachel. La situación es grotesca.

Gene le dice que como abuelo de Dany es un honor matarlo. ¿Y el juramento de  Hipócrates? ¿Y por qué Rachel prepara la mezcla fatal como una bruja que prepara una pócima? Monroe se compone y la mira. Antes de que lo inyecten dice “Lo siento”. No sirve de mucho, pero a estas alturas suena sincero, y da un toque de dignidad a una escena de circo.

Afuera suenan campanas. El populacho asume que se ha ejecutado al criminal. La cámara enfoca a Aaron, vemos en su rostro la tristeza y el desagrado de quien no cree en matar a nadie, ni a una fiera. La cámara panea hasta Charlie. Por una vez Spiridakos trasciende su impasibilidad histriónica. Se ve desencajada, hay lágrimas en sus ojos. Realmente le duele la muerte de Sebastian Monroe. Ohh. Charloe Lives Forever!

Charlie siempre compasiva va en busca de Tío Miles que ha preferido ahogar sus penas en el bar. Le ofrece su apoyo. ¿Qué  sería de Miles sin esta niñita? Aaron también pretende sacarse el mal sabor de boca con lo que sirvan en esa taberna. Se le acerca la periodista y le susurra tres cosas trascendentales. La república  de Texas ha cedido Willoughby a Los Patriotas para que instalen ahí su Guantánamo. Le dice que será mejor que se marche y termina con una regunta. ¿No le parece  extraño que Los Rangers hayan descubierto el paradero de Monroe? No son tan inteligentes esos vaqueros.

La respuesta la tenemos en el próximo segmento cuando vemos a Truman con el delator que resulta ser el Abuelo Gene. El Doctor Patriota le recuerda que muerto Monroe, y en agradecimiento por sus servicios, deberá dejar en paz a su familia, Miles incluido. Truman no está de acuerdo, pero el D. Porter lo amenaza con acusarlo con el Dr. Horn. ¡Otra vez ese nombre! Bueno, mejor que lo sepan, Horn es Zeljiko Ivanek, el mismo que saludó a Aaron desde su carromato.

El Dr. Horn (tvguide.com)

Al pobre General Monroe lo embuten en una caja de pino que literalmente lanzan en un agujero en un descampado. No hay servicio, no hay amigos, no hay panegírico. Ni siquiera lo entierran en un cementerio. ¿Acaso es vampiro o endemoniado? Ya que importa Poco después, bajo una luna llena tejana, Rachel desentierra a su futuro yerno… ¡TaTaTaTaan!

Rachel, la Ladrona de Cadáveres (tvspoiler.com)