Bodies fue una de las ofertas de Netflix para el
mes de Halloween. Basada en la novela gráfica de Si Spence, y parte del
universo Marvel, combina la ciencia ficción
con misterio detectivesco en un relato que cubre cuatro momentos históricos desde
la era victoriana hasta un futuro cercano. El vínculo en común es un cadáver
encontrado por tres policías con características tan extraordinarias que
exigirá respuestas, las cuales tendrá que responder una inspectora del 2053 que
descubre que el cadáver no es tal.
Comenzamos en “Londonistan”
en el 2023, Shahara Hasan una detective musulmana, es enviada para vigilar una marcha de
supremacistas blancos (encabezados por un jinete templario) en el East End.
Hasan ve a un merodeador oculto tras unos botes de basura. Avisa a sus superiores
que hay “un sospechoso asiático”. Me da
risa la descripción. Me dicen eso y me pongo a buscar un japonés. Se trata en realidad,
de Sayed un adolescente que parece hindú.
Sayed golpea a
Hasan con la cacha de su revolver. Aun así, la detective lo persigue hasta un callejón
donde se encuentra con un espectáculo insólito: un cadáver de un hombre blanco
totalmente desnudo. Sayed le dice a Hasan que no ha matado a este hombre, pero luego
huye.
Saltamos en el
tiempo a 1941, para conocer al detective Charlie Whiteman (o Weissemann como le
dicen colegas que no aprueban que haya judíos en la policía). Estamos en medio del
Blitz de Londres en el tercer año de la Segunda Guerra Mundial. Aun así, hay
antisemitismo dentro y fuera de la fuerza policiaca. Cuando se descubre que hay
un policía corrupto en la comisaria, para el Inspector Farrell el primer
sospechoso es el judío que tiene fama de mujeriego y socarrón.
Whitemann trabaja
para una mujer a la que nunca ha visto, pero que lo llama esporádicamente para encargarle
trabajos que no están muy de acuerdo con lo que debe hacer un servidor de la ley.
A cambio le paga bien y siempre acaba los intercambios telefónicos con el
mantra: “sábete amado”.
El ultimo encargo
es hacer desparecer un cadáver que está abandonado en Longharvest Lane, un callejón
del East End. De noche, en medio de la lluvia, Charlie va y se encuentra el
mismo cadáver que descubriera Hasan en el 2023. Lo embute en la cajuela del
auto, pero Farrell lo ha seguido. Un oportuno bombardeo alemán mata a Farrell y
permite a Charlie huir de la escena del crimen, pero la policía encuentra el
cadáver y se hace cargo del asunto.
Charlie recibe
una llamada iracunda de su jefa que le exige que cierre el caso, si no lo pagará caro. Acaba la llamada con el acostumbrado
“Sábete amado”. Las mismas palabras que dirá Sayed a Hasan en el 2023 antes de
suicidarse. Hasan ha localizado al joven, pero este solo dice cosas incoherentes
como que sabe lo que va a pasar y no es nada bueno. Luego se pega un turo,
justo cuando llega la policía
Las cámaras
muestran a Sayed que antes de su encuentro con Hasan, se entrevista con su
amigo Elías Mannix. La detective lo reconoce, se trata de un joven que la está
siguiendo. Van a casa de los padres adoptivos del chico y encuentran que ha
empapelado el cuarto con fotos de Hasan, su padre y su hijo. La angustia se
apodera de la policía.
Viajamos entonces
a Longharvest Lane, pero es 1892. El detective Alfred Hillinghead, un respetable
policía, casado y con una hija, es llamado a la escena del crimen. Nuevamente
tenemos el cadáver desnudo y tuerto. Hillinghead descubre que Ashe, un joven
fotógrafo, tiene unas placas del lugar. Lo
visita en su cuartucho y descubre dos cosa. El fotógrafo ha capturado el rostro
de un sospechoso que atisba el cadáver desde una ventana; y Ashe se especializa
en fotos de empleados de Molly Houses (burdeles para homosexuales).
El fotógrafo nota
que el policía se excita con las fotos e intenta besarlo. Indignado, Hillinghead lo esposa y lleva a la cárcel. Va a ver al forense que con métodos rudimentarios
ha descubierto lo mismo que la autopsia del 2023. No se sabe que provocó la
muerte del cadáver. Ha perdido un ojo, pero no por efectos de un balazo, no hay
orificios de bala en el cuerpo ni se ha encontrado un proyectil. ¿Como murió? La respuesta la tiene Iris Maplewood (Shira
Haas de Shtisel y Unorthodox), la última
en este cuarteto de policías.
En el 2053, la inspectora
Maplewood encuentra el cadáver en el mismo callejón, pero hay una sorpresa
significativa. El hombre no ha muerto. Con esta estupenda premisa comienza Bodies,
pero pronto deviene en lo conocido. En
el 2053, el Reino Unido está bajo la dictadura del “Ejecutivo”. Esto ocurrió
luego de un ataque nuclear que tuvo lugar en el 2023. El ataque cobró miles de
vidas, incluyendo a los padres de Iris. Desde entonces el país vive bajo un benévolo
Gran Hermano interpretado por Stephen Graham y llamado Elías Manix (¡!!).
A Iris le quitan
el caso de las manos primero, y luego el Ejecutivo la contrata, sabiéndola fiel y perspicaz. El herido se
llama Defoe y es un catedrático, pero Iris descubre algo peor. El Profesor
Defoe , idéntico al cuerpo hallado, está vivo y dando clases. Se trata de un
encuentro entre el Defoe del futuro y el del presente.
Defoe es una figura mesiánica que viaja en el
tiempo advirtiendo de la proximidad del Apocalipsis. El hombre de la ventana
que vio el Inspector Hillingham es el culpable de todo. Su descendiente Elías
Mannix es quien ha heredado el culto que creó su padre y con el que domina al
mundo en el 2053.
En un momento, Iris viajará treinta años atrás para unir
fuerzas con Hasan y salvar a la humanidad, pero el final abierto no nos da muchas
esperanzas. Si lo contado les recuerda a Dark, no se equivocan. Tienen
mucho en común, viajes en el tiempo para cambiar el pasado y evitar una guerra
nuclear, hombres que se casan con sus antepasadas, un mensajero al que nadie
hace caso, etc. Como la producción alemana es de 2018 y la novela gráfica comenzó
a publicarse en volúmenes separados a partir del 2014, tenemos que asumir que fueron
estos libros los que influyeron en Dark.
Como saben mis Reyes
de Fabula, Dark dejó de gustarme después de la primera temporada. Los
personajes se volvieron insoportables. No es este el caso. El problema es que
los personajes no enganchan, sus historias personales aburren, sus motivos son
confusos casi tanto como las explicaciones científicas para explicar los viajes
en el tiempo. Se las dejo para los más científicos que yo y para los
admiradores de Dark. Si prefieren filmes más profundos sobre viajes en
el tiempo para evitar catástrofes o detener criminales, les aconsejo la saga del Terminator o
la viejita, pero excelente, A Matter
of Time donde H.G. Wells persigue, en una Manhattan moderna, a un Jack el Destripador que se ha evadido en
el tiempo.
Contenido Violento
o Gory: El cadáver tuerto
es siempre impactante Agreguémosle las muchas autopsias. Para mí lo más Gory es
el arnés de metal que Iris tiene incrustado en la espalda (me recordó al que
imponían los alienígenos en Falling Skies) y que le permite caminar.
Contenido Sexual
o Desnudos: El cadáver siempre
aparece sin ropa. Hay una escena de sexo
gay en el arco victoriano, pero nada muy gráfico.
Factor Feminista: Puede parecer feminista el que tengamos
a dos policía hembras, de siglos diferentes, investigando las raíces de un
caso, pero ambas son torpes, permiten que sus emociones las cieguen y como “diversas
“o policías no sirven de mucho. Iris entró al cuerpo policial solo para poder
acceder a un tratamiento que la sacase de una silla de ruedas y Hasan andará
con hiyab, pero tiene un gran conflicto con su religión
Factor Diversidad: Hay espectadores que se han quejado de
la diversidad de personajes y actores, pero eso viene del libro. Si Spence dijo
que él sentía que la sociedad británica no era inclusiva, que sufría de xenofobia y discriminaba en contra
de los que no eran como ellos. De ahí a crear cuatro detectives de diferentes
épocas que experimentan o han experimentado discriminación por ser “diferentes”(
gay, judío, musulmana y minusválida)